Indignados en España exigen un cambio de modelo
Madrid, 13 de noviembre. Miles de personas se manifestaron hoy en Madrid para exigir un cambio de modelo y para confirmar la muerte del capitalismo, en una movilización acompañada por protestas similares en 50 ciudades españolas bajo la convocatoria del movimiento de los indignados.
A una semana de las elecciones generales, la también conocida como la spanish revolution intensifica sus actividades y propaga con más fuerza su malestar por la deriva creada por la crisis económica y financiera internacional, que en España se ha traducido en una cifra de desempleo histórica -5 millones de personas- y un recorte general en las políticas sociales del Estado del bienestar.
Detrás de una pancarta que decía Cambio de modelo ya. Defensa de los público, participación ciudadana y stop corrupción, miles de personas recorrieron las calles de Madrid con el puño en alto, enarbolando de nuevo la bandera de la indignación y el hartazgo por un modelo económico y político que ha llevado a millones de personas a la marginalidad y a la desesperación.
El movimiento de los indignados funciona a través de asambleas horizontales y de barrios, que se han reproducido en todo el país desde que el pasado 15 de mayo apareció en escena una revuelta popular contra el orden establecido y que culminó con una histórica ocupación de la Puerta del Sol, el epicentro de un movimiento que se ha expandido a 82 países.
A una semana de las elecciones generales en España que auguran el regreso de la derecha y el triunfo del conservador Partido Popular (PP) por una mayoría absoluta aplastante, los indignados reclaman una transformación de fondo del modelo.
En el manifiesto, consensuado por las asambleas, se asegura que bajo el amparo del capitalismo neoliberal se lleva a cabo recortes sociales y económicos sin precedentes en la etapa democrática, que en definitiva, están destinadas a que seamos los ciudadanos quienes paguemos por la crisis. Es el comienzo de una nueva fase de capitalismo salvaje en la que están desapareciendo los últimos restos del Estado de Bienestar Social, que se produce con la privatización y mercantilización de todas las esferas de la vida. Recordemos que lo público es de todos, y su desaparición significa un aumento de los privilegios de unos pocos, en detrimento de los derechos sociales y políticos de todas las personas.
Los indignados señalan, como ha sido habitual desde su irrupción, a los dos principales partidos políticos españoles -PP y Partido Socialista Obrero Eespañol-, pero también de forma destacada a la banca, al sector empresarial y a los entramados mediáticos que propagan una único versión de esta crisis.
España tiene los índices de desempleo juvenil más altos de la Unión Europea, con 46 por ciento, además de que como consecuencia de la crisis se calcula que hay un millón y medio de familias sin ningún tipo de ingreso, salvo las escasas ayudas públicas.
Los indignados por eso también reclaman una persecución real de la corrupción y la eliminación de todas las leyes que la favorecen, como las de financiación municipal y de partidos políticos, ley electoral justa. Todos los corruptos fuera de poder.
La manifestación estuvo encabezada por cuatro manifestantes con la nariz de payaso y portando un ataúd de cartón. En su interior había una figura con un montaje fotográfico con los rostros de Alfredo Pérez Rubalcaba, el candidato socialista, y de Mariano Rajoy, el previsible triunfador de las elecciones y sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero en el cargo.
La protesta transcurrió sin incidentes y el movimiento de los indignados anunció más movilizaciones y acciones en los próximos días, en los que intentarán llevar a la sociedad su mensaje para que reflexione antes de las elecciones.
——————————————
Lisboa, 12 de noviembre. Miles de personas salieron a las calles de ciudades en Portugal, Alemania y España en protesta por la situación económica en Europa, que amenaza con volver a la recesión, según advirtió esta semana la Comisión Europea.
En Lisboa miles de empleados públicos y militares rechazaron las medidas draconianas de austeridad, anunciadas en días recientes por el gobierno, en un aumento de la tensión social en Portugal, cuyo país, el más pobre de la eurozona, es uno de los tres rescatados por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En Alemania varios miles de personas participaron el sábado en marchas de protesta contra el poder de los bancos. En Francfort unas 10 mil personas formaron una cadena humana que rodeó el barrio bancario de la ciudad, corazón financiero del país, el mundo no es una mercancía, fue una de las proclamas, mientras en Berlín otras 8 mil abrazaron la zona donde se encuentra la sede del gobierno y el Parlamento.
Por su parte el movimiento español 15-M anunció que tomará este domingo las calles de Madrid para repudiar a la clase política, a una semana de las elecciones generales.
A estas movilizaciones se sumaron las ocurridas en Barcelona, donde los indignados volvieron a la Plaza de Cataluña, ahí instalaron un punto de información, que pretenden mantener hasta las elecciones legislativas del 20 de noviembre.
Varios miles de empleados públicos y militares realizaron este sábado en Lisboa una manifestación contra las medidas de austeridad.
Contra la ofensiva del gobierno, por los derechos, por los salarios y la dignidad, gritaban los manifestantes. No al robo de salarios, o Empleo sí, desempleo no, exclamaban.
Los empleados públicos de Lisboa que desfilaron por la avenida Libertad, la principal arteria de la capital, habían recibido el refuerzo de colegas provenientes de diversas ciudades del país, mientras que policías de civil también participaron de la manifestación.
El gobierno debe ceder y si no nos movemos nada se hará, dijo Jorge Fresco, un empleado público de 54 años, a la Afp. En otro barrio del centro de la capital, militares de civil también protestaron contra las medidas de austeridad, en particular el congelamiento de las promociones y el bloqueo de los planes de carrera.
La aplicación ciega de las medidas de austeridad trae prejuicios a la institución militar. El ejército no puede ser tratado de esa forma, explicó Antonio Lima Coelho, de 52 años, responsable de la Asociación de Oficiales.
Las dos manifestaciones fueron organizadas como consecuencia de la aprobación en el Parlamento del presupuesto de 2012, de un rigor draconiano y cuyas medidas afectan fundamentalmente a los empleados públicos.
En las dos concentraciones de protesta se escucharon también consignas como Fuera el FMI, FMI es igual a desempleo, miseria y hambre y La huelga es fundamental.
En las ciudades alemanas las protestas fueron convocadas por la organización antiglobalización Attac, la red Campact y grupos ecologistas. Esta repercusión demuestra que cada vez más personas están hartas de que los mercados financieros determinen la política y de que los grandes bancos puedan extorsionar a sociedades enteras, reprochó en Francfort Max Bank, de Attac.
También participaron en las protestas miembros del movimiento Occupy, que desde hace semanas acampan ante la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Francfort y cerca de la cancillería en Berlín.
En Barcelona, España, unas 200 personas del movimiento de los indignados volvieron a la céntrica Plaza de Cataluña, donde instalaron un punto de información sobre las opciones de voto que existen y cómo funciona el sistema, de cara a las elecciones del 20 de noviembre.
Los indignados españoles llamaron a manifestarse en Madrid antes de las elecciones y desafiar una prohibición de concentrase en más de 100 lugares de la capital, entre ellos la Puerta del Sol, decretada por las autoridades durante la campaña.