Cuando el cuerpo habla


Cuando el cuerpo habla
MARGARITA CALLE
Colombia

Un nuevo ámbito de lenguaje nos descubren hoy las multitudes de estudiantes que desfilan por las principales ciudades de Colombia reclamando una política educativa inclusiva y coherente con la realidad socio-económica del país. Ante el desgaste de las formas tradicionales de resistir los embates del capitalismo global, los jóvenes se han apropiado de prácticas y comportamientos expresivos, cuya relación con las artes de acción tiene bastante sentido en los contextos en los que han sido propuestos.
Cuerpos intervenidos, figuraciones escenificadas, gestos afectivos, interacciones espontáneas y transitorias, hacen parte de las estrategias de visibilidad usadas por los estudiantes, en las que, a manera de juego, se desnuda el maniqueísmo de la retórica estatal y se proponen alternativas creativas para concientizar a los ciudadanos de los síntomas del malestar que se está enquistando en nuestra sociedad. Más que la palabra, el medio empleado es la imagen devenida cuerpo performativo, cuerpo escritural elaborado y ofrecido como soporte y contenido de expresividades que des-ubican y des-virtúan la demagogia de algunas prácticas radicales de resistencia política y social, al tiempo que desestructuran las cómodas posturas del ejecutivo frente a los desmanes de la fuerza pública.
La validación del accionismo como práctica estética y expresión artística se inició a partir de los años 60 en modalidades amplias de propuestas de intervención de espacios públicos y privados, que cobijan el happening, el fluxus, el arte del comportamiento (Behavior Art) y el arte del cuerpo (Body Art), entre otras derivaciones del arte conceptual y procesual. Todas ellas fueron reconocidas como manifestaciones subversivas de cara a una sociedad masificada que no tuvo reparo en convertir también al arte en una más de las mercancías efectivas que aportaban a la expansión de la lógica del capitalismo avanzado. Todas ellas se valieron del cuerpo como dispositivo afectivo y dominio constitutivo de significados, capaces de transformar al otro por la experiencia viva que comunica la acción física unida al valor simbólico de la inscripción y el gesto estético.
En el caso del movimiento estudiantil universitario, es indudable que la experiencia de las iniciativas globales de los indignados en España, de la resistencia imaginativa de los estudiantes chilenos y la reacción de los Occupy en Wall Street constituyen un referente importante. Sin embargo, aquí debemos reconocer los contextos particulares en los cuales se materializan estas prácticas, pues ya desde experiencias anteriores los estudiantes habían dado muestra de su ingenio para transformar los modos de aparecer en público, inspirados en el carnaval, el teatro callejero y los juegos simbólicos y paradojales del Movimiento Clown.
Entender la lógica estética y política de las acciones que han propuesto los estudiantes para reinventar o reactivar el horizonte del movimiento estudiantil, constituye una tarea para quienes nos hemos ocupado de analizar los modos como los jóvenes devienen sujetos de acción, es decir, sujetos políticos empeñados en tareas y situaciones puntuales, que más allá del interés individual, lo que ponen en juego son la posibilidad de conquistar o preservar derechos colectivos para proyectar una sociedad más equitativa y generosa en la administración del capital social y cultural que todos hemos ayudado a consolidar.