17 de Diciembre: Día X por el Xingú movilizará a todo el país contra hidroeléctrica de Belo Monte
Este sábado (17), el Movimiento Xingú Vivo para Siempre (MXVS) organiza el Día X por el Xingú – Día de lucha contra Belo Monte. La movilización se realizará en la ciudad de Altamira, en el estado de Pará, donde las obras de la hidroeléctrica ya comenzaron, y en nueve capitales brasileras –Belém, San Pablo, Río de Janeiro, Cuiabá, Manaus, Salvador, Porto Alegre, Curitiba y Campinas.
Uno de los focos de los protestas va a ser la campaña Belo Monte: ¡con mi dinero no!, lanzada la última semana por el Movimiento Xingú Vivo para Siempre para presionar a los bancos a no participar en el financiamiento de la usina.
En Altamira, los manifestantes se concentrarán frente a la Feria Grande de la Ciudad, lugar de bastante circulación los días sábados. Desde allá, irán marchando y denunciando las violaciones causadas por Belo Monte contra los pueblos de la Amazonia. Participarán profesores y estudiantes de la Universidad Federal de Pará (UFPA), prelacía del Xingú, Evento Comunitario por la ciudadanía, sindicatos, movimiento negro y movimiento de agricultores.
La coordinadora del Movimiento Xingú Vivo para Siempre, Antonia Melo, destaca que la marcha tendrá el papel de formación política de la población, denunciando la situación actual de Altamira –que ella caracteriza como de “caos”–, y también alertando sobre nuevos ataques del gobierno.
“Más de 60 represas están programadas hasta 2020, en todos los ríos de la Amazonia. Sólo Belo Monte va a tener un complejo de cuatro o cinco represas, con capacidad instalada para producir 11 mil MW, pero sólo producirá 4MW durante tres o cuatro meses, y el resto del año, en meses de sequía del río, casi nada”, se alerta.
Durante la noche, a partir de sábado, el Movimiento Xingú Vivo realizará una exhibición de videos en apoyo al Movimiento Gota D’Agua, en el que artistas explican las razones para contraponerse al megaproyecto de Belo Monte. Las sesiones se realizarán en la Orla do Cais, uno de los lugares con más movimiento en Altamira en esta época del año.
La lucha contra Belo Monte cuenta también con el apoyo de las redes sociales. “Las redes sociales son fundamentales, principalmente en las capitales, donde cuentan muy fuerte para la articulación. Es mucha presión, discurso y expresión popular en defensa de la vida”, celebra la militante.
Para los manifestantes que vayan a participar en las marchas de las capitales brasileras, el Movimiento Xingú Vivo para Siempre pone a disposición, en su sitio (www.xinguvivo.org.br/2011/12/13/manifestacoes-contra-belo-monte-acontecem-em-sete-estados-esta-semana), sugerencias de materiales –panfletos, banners y pancartas.
Caos
Ésta es la palabra utilizada por Antonia para describir la situación en Altamira después del comienzo de las obras de Belo Monte. La ciudad ya alberga a casi 200 mil personas, más del doble de la población de 2009, cuando el gobierno comenzó a propagandizar las “bondades” de Belo Monte y el número pasó a 90 mil habitantes.
Según la activista, los órganos de atención a la población no pueden atender la demanda, principalmente la de Salud y de Seguridad Pública. “El contingente policial es muy pequeño para atender a todas esas personas, y además, a nueve municipios de la región”, cuenta. Una muestra de ello es el aumento significativo del número de homicidios y de casos de violencia sexual contra niñas/os y adolescentes.
En la Salud, faltan camas y no es posible realizar exámenes médicos. “Las personas están muriendo sin atención”, relata. También el sistema de saneamiento básico enfrenta problemas y el agua continúa sin tratamiento.
Otra situación ya prevista por los movimientos sociales es la especulación inmobiliaria, que aumentó el alquiler en un 500%, así como el precio de las tierras, imposibilitando la compra de terrenos por las personas que fueron indemnizadas por el gobierno. Norte Energía, consorcio responsable de la construcción de Belo Monte, no hizo el reasentamiento de ninguna familia, según ella denuncia.
En la región de Volta Grande, donde viven dos grandes comunidades indígenas, el curso del río se desviará, dejando 100 km prácticamente secos. Mientras tanto, el ruido en los obradores afecta profundamente a las familias.
“Las personas que todavía están allí sufren por el ruido día y noche, constantes explosiones de dinamita. Ancianos y niños no tienen sosiego, están estresados y enfermos. ¿Dónde está el respeto a los derechos humanos que el gobierno prometió? Es como dijeron los 80 obreros despedidos por Norte Energía: ‘Belo Monte es una ilusión’”, remata.