Minería, hidroeléctricas y carreteras causan desastre ecológico en Canadá


Nota de Clajadep:
El presidente Correa de Ecuador ha atacado a los que resisten a la minería y explotación de hidrocarburos con el ejemplo “positivo” de Canadá, sin embargo en las mismas horas circulaba mundialmente la noticia del desastre ecológico de casi un millón de renos muertos en algunos años a causa del “desarrollo”, con la consiguiente afectación a las comunidades inuits. Veamos la terrible noticia:

Noticias agencias

Ecologistas denuncian que los renos de Canadá desaparecen a marchas forzadas
22-12-2011 / 0:30: h
Toronto (Canadá), 21 dic (EFE).- Organizaciones medioambientales culparon hoy a las autoridades federales y provinciales de Canadá por el dramático descenso del mayor rebaño de renos del mundo que en diez años ha pasado de 385.000 animales a alrededor de 50.000.

Según han reconocido las propias autoridades canadienses, el rebaño de renos de George River, animal conocido como caribú en Norteamérica, se ha reducido un 87% esos años.

La organización Survival International, dedicada a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, culpó del declive de a “la minería de hierro a gran escala, la inundación de grandes áreas para energía hidroeléctrica y la construcción de carreteras” a través de un comunicado.

En términos similares se manifestó el portavoz de Sierra Club Canadá, una de las principales organizaciones ecologistas del país.

John Bennett, portavoz del grupo, declaró a Efe que “nuestros gobiernos federal y provincial han puesto los intereses madereros, mineros y eléctricos por delante de la defensa de la biodiversidad de Canadá”.

“La manipulación del que fue en el pasado el increíble rebaño de caribús de George River ha provocado su rápido declive”, añadió Bennett.

Por su parte, las autoridades provinciales canadienses han achacado el descenso de la población a circunstancias “naturales”, desde comida a predadores, enfermedades y cambio climático.

Precisamente este mes Canadá se convirtió en el primer país que se retiró del Protocolo de Kioto ante la imposibilidad de conseguir reducir sus emisiones de gases invernadero a los niveles exigidos por el tratado.

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo que los objetivos de Kioto eran “estúpidos” mientras que su ministro de Medio Ambiente, Peter Kent, reconoció que el gobierno canadiense nunca tuvo la intención de cumplir con el protocolo internacional.

En Labrador, las autoridades se han visto obligadas a reconocer la gravedad de la situación y han anunciado “nuevas medidas de gestión” del rebaño para la temporada de caza 2011-2012.

En agosto, el Gobierno de Terranova y Labrador ya anunció el retraso de la apertura de la veda.

Ahora, el ministro de Medio Ambiente y Conservación de la provincia, Terry French, ha señalado que “la investigación en marcha y los esfuerzos de vigilancia desde el censo de 2010 sugieren que se está produciendo un mayor declive de la población de caribús de George River.

Por ello French dijo que las autoridades reducirán el periodo de caza de ocho a tres meses, hasta el 20 de marzo.

Pero Bennett señaló que el dramático descenso de los números de renos no debería ser una sorpresa.

“Sierra Club Canadá ya hizo sonar la alarma y exigió medidas para salvar los caribús de Canadá casi hace 10 años. Quizás estas noticias convencerán a nuestros líderes a que la protección ecológica no es sólo un asunto de comunicación”, explicó Bennett. EFE
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El espectacular declive del mayor rebaño de renos del mundo

En Norteamérica se conocen como caribúes y son fundamentales para la cultura de los innus, un pueblo indígena que vive en el este de Canadá. Sin embargo, el rebaño de renos de George River, el mayor del mundo, está sufriendo en los últimos años una drástica merma, según ha denunciado este miércoles Survival International, una organización en defensa de los derechos de las comunidades indígenas.

Las cifras hablan por sí solas. En la actualidad, se calcula que quedan unos 74.000 ejemplares, frente a los 385.000 que se contabilizaron en el anterior censo, elaborado en 2001. Un declive espectacular si se tiene en cuenta que este rebaño llegó a tener entre 800.000 y 900.000 cabezas hace sólo un par de décadas, lo que supone un descenso del 92% en su población.

Los renos del rebaño de George River recorren la gran tundra de Quebec y Labrador, al este de Canadá, una zona de inmensos bosques de abetos y coníferas, ríos y lagos. Los indígenas locales atribuyen la pérdida de caribúes a la proliferación de grandes proyectos industriales, que están transformando el paisaje.

Actividades industriales

Según denuncian, la tala de árboles, la construcción de nuevas carreteras, la explotación de minas y la inundación de grandes áreas para construir centrales hidroeléctricas está amenazando la supervivencia de los renos.

Las autoridades canadienses han comenzado a tomar algunas medidas para intentar reducir la alarmante pérdida de renos, como retrasar la temporada de caza del caribú. Sin embargo, Survival International considera “que la medida más efectiva que debería ponerse en marcha pasa por poner freno a la expansión de proyectos industriales invasivos en la zona, cuyo impacto está ocasionando pérdidas en el número de renos y, en consecuencia, sobre el sustento del que dependen las comunidades locales”.

La tierra de los innus

La migración de estos renos se produce cada primavera y otoño. En estas épocas, grandes manadas recorren las tierras de los innus, un pueblo que ha vivido aquí desde hace cientos de años. Según recuerda Survival International, hasta la segunda mitad del s. XX vivían como cazadores nómadas.

Los ríos permanecen helados durante buena parte del año así que solían desplazarse en pequeños grupos, utilizando trineos o raquetas de nieve. Con el deshielo viajaban en canoa hacia lagos interiores o a zonas costeras para pescar y comerciar.

La vida de este pueblo ha cambiado con el paso de los años. El Gobierno canadiense les obligó a asentarse y en la actualidad la mayoría de ellos vive en comunidades. Aunque muchos siguen dedicándose a la pesca y a la caza, también se dedican a otras actividades.

Sus presas habituales son el oso, la nutria y el puerco espín, pero su principal fuente de subsistencia es el caribú, del que obtienen alimento, ropa y herramientas.

Según Survival, el Gobierno canadiense ha entregado algunas de las tierras de los innus en forma de concesiones mineras y ha autorizado en otras la construcción de centrales hidroeléctricas. Por ello, la organización trabaja para intentar que las autoridades se replanteen su política en las negociaciones con los innus y otros grupos que intentan conservar su forma de vida tradicional.