Ecuador amplía explotación de petróleo en reserva amazónica, entre críticas


Quito, 11 ene (EFE).- Ecuador anunció hoy que explotará un yacimiento de petróleo en un sector del Parque amazónico Yasuní, uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y donde subsisten las dos últimas tribus no contactadas del país.

El yacimiento, conocido como bloque 31, contiene por lo menos entre 40 y 45 millones de barriles, que supondrán ingresos de miles de millones de dólares para un país cuya principal exportación es el petróleo.

El gerente de la empresa estatal Petroamazonas, Oswaldo Madrid, informó hoy en una rueda de prensa del inicio este mes de la construcción de las instalaciones, con el comienzo del bombeo previsto en el 2013.

El 80% de las 200.000 hectáreas del bloque se encuentra en el Parque Yasuní, donde viven más de mil especies de animales, que lo convierten en uno de los lugares con mayor riqueza natural del planeta.

El propio gobierno de Ecuador ha enfatizado la importancia de preservar esa biodiversidad al impulsar el proyecto Yasuní-ITT, por el cual pide a la comunidad internacional 3.600 millones de dólares a cambio de no explotar el crudo en otra área del parque.

Madrid dijo que el bosque de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) es “más sensible ecológicamente” que la zona del bloque 31 y dijo no creer que la nueva explotación perjudique la promoción del proyecto, que hasta ahora ha recaudado algo más de 100 millones de dólares, entre dinero en efectivo y compromisos “firmes”.

En cambio, para Humberto Cholango, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), la mayor organización indígena del país, con la decisión de activar el bloque 31 el Gobierno “manda un mensaje de contradicción total y falta de seriedad”.

A su juicio, sienta un precedente que abre “la puerta” para justificar la futura explotación del ITT.

El Gobierno mantiene que dejará como está el ITT si recibe los 3.600 millones de dólares y, en caso contrario, sacará el petróleo de su subsuelo con el mayor cuidado ambiental posible.

El bloque 31 estuvo en manos de la estatal brasileña Petrobras, que lo devolvió al Estado en 2008 tras construir una carretera hasta el límite del parque Yasuní, pero sin iniciar la producción.

Un año antes había obtenido una licencia ambiental para su explotación, en la cual ahora se basa Petroamazonas para construir dos plataformas petroleras y unos 80 kilómetros de oleoductos, por los que pasarán 18.000 barriles de crudo al día el próximo año.

Ese documento no satisface a Cholango, quien dijo a Efe que la operación viola la Constitución, pues prohíbe la explotación petrolera en áreas protegidas como el Yasuní, a menos que sea aprobada de forma excepcional por la Legislatura, que también podrá convocar una consulta popular al respecto.

La Carta Magna, cuyo principal impulsor fue el presidente Rafael Correa, fue ratificada en 2008, después de que se emitiera el permiso.

Madrid reconoció que la licencia se otorgó bajo “regulaciones diferentes” de las actuales, pero afirmó que “es válida, legal y vigente”.

Señaló que Petroamazonas, que es la compañía que más crudo bombea en Ecuador, aplicará el máximo cuidado ambiental y, por ejemplo, abrirá solo “caminos ecológicos” y transportará gran parte de los materiales por helicóptero.

Hasta el momento, la única operación petrolera en el Parque Yasuní era el Bloque 16, un yacimiento explotado desde 1986 actualmente en manos de la hispano-argentina Repsol-YPF, que extrae unos 45.000 barriles por día.

Dentro de ese campo, en un área de tan solo un kilómetro de largo por 500 metros de ancho cercana a la principal carretera de tierra de las instalaciones, biólogos ecuatorianos han contabilizado 1.200 especies diferentes de árboles y arbustos, más que todas las que existen en Estados Unidos y Canadá juntos.

El Yasuní es además un área de riqueza humana, pues en él se cree que viven los Tagaeri y los Taromenane, los dos últimos pueblos indígenas aislados de Ecuador.

Cholango afirmó que les afectará la entrada en producción del bloque 31, como también las futuras operaciones del campo Armadillo, cercano al Parque Yasuní, que el Gobierno quiere reactivar, por lo que ha abierto su licitación. EFE