Iván Fuentes se está transformando en una figura mítica debido a su ubicación como dirigente y vocero de la Asamblea de Aysén. La lucha del pueblo aysenino en buena parte está alimentando la imagen de una persona ante los ojos de los espectadores pasivos de la política, lo que obviamente nutrirá el apetito insaciable de los partidos que deben todos estar craneando tácticas y estrategias para atrapar al hombre y transformarlo en una superstar como hizo el PC con Camila Vallejos.
Las bases de pescadores, donde hace tiempo germinaba el divisionismo dirigido por una persona de apellido Kol que escribe contra Fuentes acusándolo de ser “comerciante” y no pescador, han tomado la decisión de desprenderse del dirigente, lo que es un duro golpe, pues deja al hombre sin base, asumiendo entonces la representación genérica de la población en una especie de cargo globalizado, lo que tendrá que equilibrarse con otros dos factores presentes, el primero dice con la acción divisionista del empresariado que ha atraído a las pymes y comerciantes a la propuesta de despejar ellos mismos los bloqueos, y el segundo el sorprendente y prometedor proceso de desarrollo de la autonomía asamblearia, que ya se había visto en año pasado entre los estudiantes que conseguían limitar la acción de la burocracia en interesantes y pedagógicas asambleas horizontales en escuelas y facultades. En el caso de Aysén, las asambleas vecinales se hacen en medio de la acción para aumentar o disminuir la intensidad, para actuar aquí o allá, para hacer esto o lo otro, en fin, hay una dinámica de definiciones operacionales que no depende de conductores que guían a las “masas” por el buen camino. También está la interacción vecinal, ya que desde las casas-habitación salen a actuar, de modo que hay un flujo de circulación de informaciones y decisiones que atraviesan los espacios privados del hogar y generan una disminución de las distancias entre espacio público y privado, entre las individualidades y el común, sin estructuras ni “organización”, sino como los brotes del sujeto comunitario que actúa “como un solo hombre” fortaleciendo los lazos de comunicación, fraternidad y cotidianeidad compartida.
El gobierno ha jugado para quebrar eso mediante golpes represivos sistemáticos y la acción del divisionismo de los caballos de Troya, empujando constantemente el rol de los partidos y dirigentes, acusando a la alcaldesa, a la periodista, en fin, intentando desviar la atención del naciente proceso de autonomía asamblearia y comunitaria hacia figuras y cargos, sabiendo perfectamente que el problema no está allí, sino en la propia población. Golpear a 22 personas y acusar permanentemente a ciertas personas con capacidad de control de ser instigadores, ha resultado una buena táctica sicológica y propagandística para tapar el sol con un dedo. La gente no hace ni dice nada sin aquellos que mueven hilos, no hay capacidad ni protagonismo ni autonomía, por favor, borra esa parte, tumba un avión. El diversionismo y el camuflaje a todo trapo. Eso no sólo le permite esconder realidades, sino también crear y reproducir otras, en especial en este caso la de que la “masa” es manejable. Por eso Cuevas, el dirigente minero del comité central del Partido Comunista corre a declarar en la prensa que ellos controlan el movimiento en Calama y para rematar lleva a la superstar Vallejo al baile calameño.
El poder necesita que se destaquen figuras de entre la gente, para evitar la multiplicación del ejemplo asambleario horizontal y tener interlocutores con los cuales negociar y el PC es la organización mejor dispuesta a negociar cargos, divulgación, acuerdos, etc, que le permitan seguir escalando posiciones institucionales sobre las espaldas de la “masa” sin protagonismo ni capacidad de decisión, lo que es exactamente lo contrario que requieren los partidos para manipular a su antojo.
De esa manera Fuentes está en el ojo del huracán, ya que los resultados positivos o negativos van a recaer sobre él y así o se va al tacho o se encumbra, no le dejarán otra salida. Por eso es importante que el apoyo a Aysén no sea sobre la base de banderas, partidos o movimientos, pues de otro modo estaremos contribuyendo a las salida anti populares, por muy honesto o ideológico que parezca un dirigente. El apoyo al publo aysenino revierte en un reconocimiento a su rol autónomo.
Abrazos
Jaime Yovanovic (Profesor J)
jaimeprofej@yahoo.com