Siete naciones indígenas dicen que siguen postergadas pese a tener vías
erbol.com.bo | 06/06/2012 | 10:52
Siete naciones indígenas continúan viviendo postergadas y en la pobreza pese a que desde hace 30 años se construyeron carreteras cerca y en medio de de ellas, revelaron los representantes de esos pueblos de tierras bajas del país a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.
Una de ellas, el Corredor Norte, que unirá a los departamentos de La Paz, Beni y Pando, bordeando la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Pilón Lajas, que reúne a los pueblos Chimán, Mosetén y Tacana, se vuelve en una amenaza para los indígenas por la presencia de los colonos en la zona, dijo Clemente Caimani.
Otro caso es el de la carretera Biocéanica Chile-Bolivia-Brasil que pasa por la nación Chiquitana de Santa Cruz, que según el representante de la Organización Indígena Chiquitana (OICH), Emigio Poiche, los volvió “vulnerables” porque a través de esa ruta se produce hace tres años el contrabando de madera y el robo de ganado.
El representante de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), Lázaro Tacoo, informó que los weenhayek del Gran Chaco de Tarija, guaraníes y guarayos de Santa Cruz también viven sumidos en la pobreza, sin educación, ni salud “que las carreteras no lograron llevar”, manifestó.
Carreteras que se habilitan tres veces al año
Jacinto Ugarte, segundo capitán Grande de la Organización de Capitanías Weenhayek y Tapieté de Tarija (ORCAWETA), señaló que no todos los indígenas emplean la carretera Santa Cruz-Yacuiba, ejecutada en medio de las primera y segunda sección de la provincia Gran Chaco, donde habitan los weenhayeks, porque se encuentran a 100 kilómetros de ella.
Explicó que los tramos vecinales para llegar al tramo interdepartamental no reciben mantenimiento y son habilitados sólo tres veces al año. Contó que no todas las comunidades acceden a la salud y educación, lo que fue calificado por Ugarte como una forma de discriminación de parte del estado.
“Los servicios en las localidades están malos uno tarda en llegar y a veces solamente habilitan tres veces al año (…) en salud y educación hay muy poca atención, donde más nos discriminan es en educación”, aseveró a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.
Chiquitanos vulnerables
La carretera Bioceánica Chile-Bolivia-Brasil pasa por las regiones Pailón, San José de Chiquitos, Roboré, Puerto Suárez de Santa Cruz y llega al Brasil. Según la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) se construyó desde 2006 719,9 kilómetros, pero desde hace 40 años se ejecutó 841 km.
Emigio Poichi de la OICH declaró que la ruta internacional se empezó a construir hace tres años cerca al pueblo Chiquitano y desde entonces no vieron ningún benefició y al contrario son víctimas del robo de sus ganados de parte de personas ajenas a la TCO y por la carretera es frecuente el contrabando de madera.
“Hoy en nuestras comunidades no existen las garantías para transitar libremente. Antes en nuestras comunidades no teníamos necesidad de cercar los canchones, ponerles puertas a nuestras casas. Llega gente extraña que se lleva nuestro ganado y el contrabando de madera es frecuente (…) las carreteras no llevan progreso para los indígenas y sólo traen desgracias”, lamentó.
Denunció que por la ejecución de la carretera la Gobernación cruceña se comprometió a realizar proyectos productivos y la construcción de viviendas, pero a medias y las casas se derrumbaron.
Añadió que en las comunidades chiquitanas se carece de energía eléctrica y la usencia de los médicos es notoria.
Con Corredor Norte se asientan los colonos en Pilon Lajas
El exdirigente de la TCO Pilón Lajas, Clemente Caimani, denunció que para el asfaltado del Corredor Norte la ABC avasalló el territorio indígena y desde 2006 sufren la presión de los colonizadores para que les entreguen sus terrenos, porque según Caimani con la carretera los colonos empezaron a asentarse en ese sector.
“A nosotros nos afecta esta carretera. No nos va beneficiar esa carretera porque va beneficiar a los colonizadores que ya están asentados por esta carretera y los colonizadores nos están presionando; nos van empujando hacia la serranía y nos dicen que somos terratenientes porque no aprovechamos el bien social”, manifestó.
Añadió que la carretera se encuentra a cinco kilómetros de la TCO y pese a ella en la zona indígena no cuentan con energía eléctrica, ni salud, porque fueron marginados de la consulta y no los tomaron en cuenta para el plan de mitigación. Además el asfaltado de esa vía contamina los ríos, puntualizó.