¿Por qué hablamos mal de un pueblo hermano?
Por: Tibisay Maldonado Lira | Domingo, 25/11/2012
Aporrea
Leemos con preocupación, como han surgido diversas opiniones que se han dedicado a vilipendiar a las hermanas del pueblo Mapuche de Chile; Meulen y Ayen Huencho, quienes llegaron a Venezuela invitadas por la cancillería de la república el pasado 23 de octubre.
Las razones que originan el viaje luego de haber participado en una huelga de hambre en la sede de Unicef, en Santiago de Chile, y en el marco del mes de la resistencia indígena en nuestro país, que dio pie a un comunicado de solidaridad de la Asamblea Nacional venezolana para con la lucha del pueblo mapuche, no son el objetivo de este escrito. El asunto aquí es como nos hemos comportado con las invitadas.
Fueron invitadas al país por el gobierno bolivariano a través de la cancillería, alojadas durante cuatro días en el Hotel Alba Caracas, y luego desalojadas del mismo, por el personal de la cancillería, pues “era muy costoso”, y la única opción que tuvieron fue dormir en la oficina de la diputada Blanca Eckaout en el propio hemiciclo de la Asamblea Nacional, en unas colchonetas que ponían en las noches y recogían en las mañanas.
Desde su llegada preguntaron por la prometida reunión con el Presidente Chávez, y no fueron formalmente atendidas por nadie. Vagaron por la ciudad buscando establecer sus propios contactos con las instituciones que les permitiera concretar una reunión con el presidente Chávez. Se toparon con algunos colectivos y movimientos sociales de Caracas, como el ocurrido el pasado jueves 08 de noviembre, frente a la vicepresidencia, cuando los caciques y cacicas yukpa intentaban ser atendidos y atendidas por el Vicepresidente. Allí comienza a ser visible el problema que están atravesando pues las compañeras se quedan compartiendo la lucha que vienen a emprender nuestros hermanos y hermanas yukpa a Caracas, y se socializa la información de su situación entre las y los yukpa y el movimiento popular de Caracas, que allí compartía el plantón frente a la vicepresidencia.
Acompañan a los y las yukpa inclusive a la entrada de la Presidencia, el viernes 09 de octubre, para compartir la lucha y para intentar conversar con alguien del gobierno que les explique que pasa con ellas y la invitación que recibieron. Hasta que el martes 13 vuelven a ser noticia de nuevo, pero esta vez, por la protesta que emprenden en el interior del patio del hemiciclo de la Asamblea Nacional, con una pancarta que aludía al vicepresidente y le señalan de ineficiente. El vídeo esta disponible en youtube: http://youtu.be/BGFCySH8za8.
Que podemos apreciar en este vídeo a grandes rasgos:
Unas mujeres en el interior de la Asamblea Nacional que muestran una pancarta y unos hombres de seguridad que se la arrancan de las manos, en medio de una discusión,
Un grupo de hombres y mujeres que rodean a las dos mujeres, y se las llevan a un lado de la garita de seguridad, donde sigue la discusión y el forcejeo.
Estas mujeres protestan adentro del hemiciclo, porque desde el 27 de octubre viven en el hemiciclo, y por eso pudieron estar allí, porque cuando hay sesión de la asamblea como la de ese día, las medidas de seguridad son extremas, no puede pasar nadie así no mas.
Por otra parte, si las mujeres irrespetaron la majestad del vicepresidente con esa pancarta, su protesta es pacifica, y por lo tanto no se justifica la agresión del guardia de seguridad que se las arrebata. La protesta debe entenderse como una acción extrema, ante la indiferencia de la que son objeto por parte del que las trae y las deja a su suerte. No podemos pedir a unas mujeres que han sido maltratadas por tanto tiempo que hablen bajito, dulce, cariñositas pues!. ¡No! Tienen que tener rabia, porque además ellas vienen de un país con un gobierno de extrema derecha, que está masacrando al pueblo mapuche, y venían al país de la esperanza, el país de la revolución bolivariana. Esto es todavía mas incomprensible, es una ¡vergüenza!
Por otra parte, como poder entender en el país de la revolución bonita, la revolución nuestra americana, que por mi traje y mi peinado, iba a ser sujeto de burlas y desprecios. En la Asamblea Nacional llegaron a decirle que tenían que quitarse la figura de metal que usan como parte de su atuendo, porque era peligroso entrar con eso a la Asamblea, pues nuestro desconocimiento de nuestras culturas originarias es absoluto, y eso incluye las propias de Venezuela. Bien lo sentimos los que estuvimos con las y los hermanos yukpas durante estos días, ver como los desprecian, y las terribles cosas que dice la gente de ellos: esos son unos salvajes, nos grito alguien en la avenida Urdaneta… ¡Sin comentarios!
Algunas opinadoras y opinadores, han escrito en los últimos días que lo que hicieron las compañeras mapuche, fue un exceso, si quizás un exceso de cordura, pues afortunadamente todavía queda gente como ellas que se indignan, como decía el Che: “… no se de donde es usted… si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante.” Las compañeras mapuches, se indignaron porque estaban en el país de la revolución, no estaban en la España de Rajoy y el Bourbon (por la bebida) Juan Carlos, o en los estados juntos de Obama, o su Chile de Piñeira. ¡No! Estaban en la Venezuela revolucionaria de Chávez, al cual además le prometieron verían y conversarían con él sobre revoluciones y pueblos originarios.
Pero la mayor de las injusticias que hemos hecho, la estamos haciendo ahora, ahora que vimos un vídeo que nos parece bochornoso, que nos parece un atentado contra el país, contra el Presidente y sus instituciones. ¡Que horror! Si, la verdad es que es un horror, como quedamos como país, como unos verdaderos bárbaros. Pues algunos opinadores y opinadoras han llegado a argumentar que la actitud de las compañeras, es porque son “escuálidas mapuches”, es decir, son de derecha. ¡Por Dios! Como diría un vilipendiado amigo antropólogo; si eran escuálidas ¿pa que las invitamos? . Pero además si las invitamos, y no sabíamos que eran escuálidas, no será que tendríamos que haberle mostrado las mieles de la revolución y no la hiel. Acompañarlas para que conocieran los logros, los avances, las alegrías y no los si sabores y las actitudes contrarevolucionarias como las que vivieron. ¡así no arrimamos una pal boche! Como dicen en el argot de las bolas criollas. En lugar de sumar restamos, y a la prueba los resultados electorales, a pesar del triunfo presidencial.
Aquí cabe preguntarse, quienes son los escuálidos o escuálidas:
¿ Quienes pudieron haber provocado un impase internacional, pues hasta de deportación fueron amenazadas?,
¿ Quienes las invitaron y las trajeron con pasajes pago y todo, haciendo la tarea que manda el jefe pero sin ir más allá, pues total, a mi me dijeron que les comprara unos pasajes y las pusiera en un hotel?,
¿ A quien las saca del hotel Alba y las deja a la intemperie, porque total a mi me dijeron que las sacara del hotel porque era muy caro?
¿ A quien dijo, yo no se nada porque a mi me dijeron que sacara un cheque para unos pasajes?
¿ A los de la seguridad de la asamblea que maltratan mujeres en cayapa?
¿ A las venezolanos y venezolanas que se acercaron a las compañeras para visibilizar este rollo pues sólo así se produciría una respuesta o solución y desde el viernes ya las compañeras se encuentran en su suelo patrio originario?
¿ A los movimientos sociales que materializando en la práctica el ideal revolucionario, trataron de apoyar la búsqueda de una solución y hoy están tan satanizados como las hermanas mapuches ?
Este en resumen es el itinerario de viaje, de dos luchadoras sociales que vinieron a conocer la “revolución bolivariana”, y todo lo que recibieron fue maltrato. Pero para aquellos y aquellas que andan diciendo a partir de la visibilización de la situación que estaban viviendo estas dos damas en nuestro país, que todo es turbio en esta situación, y es raro, tengan presente como decía el Che:
“…y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.” Fuente: Carta de despedida a sus hijos.
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