Detienen en Rusia a opositores no tolerados que marcharon sin permiso
Unas 2 mil personas participaron en la protesta contra el presidente Putin, en la Plaza Lubianka
Juan Pablo Duch
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 16 de diciembre de 2012, p. 21
Moscú, 15 de diciembre. Las autoridades y los líderes de la oposición no tolerada, la que no tiene presencia en el Parlamento, obtuvieron este sábado –la víspera del cierre de la agenda política del año– lo que quería cada uno de estos adversarios irreconciliables.
Las autoridades consiguieron que no hubiera hoy una manifestación multitudinaria en el centro de la capital rusa para poder proclamar que se diluyó el movimiento de protesta contra el Kremlin y decir que ahora sólo salen a la calle los más radicales.
Los líderes opositores, a sabiendas de que acudirían pocas personas por los antecedentes de persecución tras la marcha del 6 de mayo anterior (acoso judicial contra los dirigentes y una veintena de activistas presos en espera de juicio) y la poco propicia temperatura de 15 grados bajo cero, lograron mostrar al Kremlin como intolerante y represor.
Por primera vez desde que se iniciaron las protestas, la alcaldía de Moscú no concedió autorización para celebrar hoy una manifestación o mitin de la oposición no tolerada, rechazando una y otra vez las rutas presentadas en las solicitudes.
Y también por primera vez los convocantes se empecinaron en que todas las rutas concluyeran en el mismo sitio: la Plaza Lubianka, frente a la sede del Servicio Federal de Seguridad, sucesor del antiguo KGB soviético.
De tal modo, muy poca gente se atrevió a participar en la protesta no autorizada. Lo hicieron alrededor de 2 mil personas, que acudieron a título personal a la Plaza Lubianka sin gritar consignas ni portar mantas ni carteles.
No obstante, la protesta acabó como necesariamente tenía que ocurrir: con nuevas detenciones preventivas, sin que los afectados cometieran delito alguno, sino por tener una suerte de intención delictiva, en opinión de la policía.
Cerca de 60 personas, entre ellas Aleksei Navalny, Serguei Udaltsov, Ksenia Sobchak y otros miembros del consejo coordinador de la oposición acabaron en delegaciones policiales y, unas horas después, se les puso en libertad sin cargos.
Quedó claro este sábado que dicho consejo debería posponer las protestas en la calle y diseñar un programa alternativo de gobierno, si quiere volver a tener el respaldo de la clase media de las grandes ciudades –los protagonistas de las manifestaciones multitudinarias de hace un año–, más ocupada estos días en preparar los festejos de Año Nuevo que dispuesta a congelarse a la intemperie o a terminar entre rejas.