Miles de personas participaron el domingo en una movilización celebrada en la ciudad canadiense de Edmonton, la capital de la occidental provincia de Alberta, para expresar su apoyo al movimiento indígena “Idle No More” que desde noviembre pasado realiza actos de protesta para reivindicar los derechos de los pueblos indígenas canadienses.
Más de 2.500 personas tomaron parte en el acto que tuvo lugar en el centro comercial “West Edmonton Mall”, luego de que el primer ministro canadiense, Stephen Harper, acordara el pasado viernes, reunirse con los líderes indígenas para dialogar sobre la reciente aprobación de un proyecto de ley que, según las comunidades indígenas, violan los derechos de estas comunidades y conllevarán problemas medioambientales.
Varios líderes aborígenes de Canadá, entre ellos la líder de la comunidad Attawapiskat, Theresa Spence, que en diciembre pasado inició una huelga de hambre en reclamo de derechos indígenas, boicotearon la referida reunión, puesto que, el gobernador general, David Johnson, haciendo caso omiso de las solicitudes indígenas, no participó en el encuentro.
Los manifestantes, corearon eslóganes, tocaron tambores y danzaron bailes tradicionales de sus comunidades en el centro comercial, mientras que otros repartieron folletos en los que calificaron de un “asalto contra la democracia” la autorización de la Ley C-45 en diciembre pasado.
“No basta con una sola reunión. Debemos realmente modificar la Ley - 45, lo que no fue cambiado (…) en absoluto”, afirmó Quetzala Carson, una estudiante de Estudios Nativos de la Universidad de Alberta.
“El público tuvo la oportunidad de ver algunas ceremonias que solemos celebrar”, señaló Conway Kootenay un miembro de la comunidad indígena autóctona de “Alexander First Nation”, al afirmar que los activistas de “Idle No More” continuarán celebrando movilizaciones hasta que Harper y el gobernador general, David Johnston, se comprometen a reunirse con los grupos indígenas.
Las protestas indígenas se han intensificado tras la aprobación en diciembre de 2012 de la Ley C-45, que implementa una nueva serie de medidas, que, a juicio de los aborígenes, conllevarán problemas medioambientales.
Estas protestas ya no se registran únicamente en Canadá, sino que han traspasado fronteras y también se han celebrado en EE.UU., donde en diciembre pasado, cientos de indígenas se manifestaron en el estado de Minnesota (norte), contra los impactos de la citada legislación sobre la población indígena canadiense.