27-03-2013
Entrevista a Lola Álvarez, miembro del Sindicato Andaluz de Trabajadores y trabajadora en la finca ocupada de Somonte
“Esto es duro pero muy digno”
Jacobo Rivero
Diagonal
Hace ahora un año, jornaleros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ocuparon la finca de Somonte en Palma del Río (Córdoba), un proyecto de producción agrícola ecológica que reivindica el histórico lema de “la tierra para el que la trabaja”.
En las casas que hay dentro del terreno de la finca Somonte viven 17 personas, que trabajan en dos turnos de cuatro horas (mañana y tarde) una tierra que hasta su llegada estaba abandonada. Las tareas son compartidas, las decisiones se toman en asamblea y los habitantes se levantan a las seis de la mañana para iniciar la jornada de trabajo. Tras un año de ocupación, Somonte es un ejemplo para muchos. Especialmente en Andalucía, donde el índice de desempleo es el mayor de Europa, con un 35%. Lola Álvarez lleva muchos años en el SAT “luchando por dignidad” –como dice ella– y le gusta advertir a los foráneos que a Somonte “se viene a trabajar”.
¿Cómo surge Somonte?
El día cuatro de marzo del 2011 ocupamos esta finca de 400 hectáreas. La ocupación fue por el Sindicato Andaluz de Trabajadores, estuvimos aquí todo el día, como otras veces, pero un grupo de compañeros de la zona ya teníamos la idea de no hacer más ocupaciones simbólicas, porque ante la situación que está pasando Andalucía no podemos hacer más ocupaciones simbólicas, sino quedarnos en la tierra, para trabajar, para cultivar y para crear puestos de trabajo.
Un año después cuál es la valoración que hacéis.
Aquí no había vida cuando nosotros ocupamos, ahora sí. La 400 hectáreas estaban abandonadas, no había nada. La gente que estamos aquí viviendo no tenemos ningún recurso, lo que tenemos son nuestras manos y muchas ganas de trabajar. Por eso –gracias también a que hay mucha solidaridad de gente de todo el mundo– hemos podido construir todo lo que tenemos ahora: 50 hectáreas de trigo; 20 de girasol; cinco de col, lechuga, habas y ajos… Vamos a poner garbanzos y tenemos un buen número de ovejas, de cabras de gallinas… En un año hemos hecho mucho, pero lo más importante es haber conocido a tantas personas solidarias, que gente de tantos idiomas haya llegado hasta aquí para mostrarnos su apoyo, que es lo que más necesitamos, porque esto es duro, pero muy digno. Y nosotros por lo que luchamos es porque la clase trabajadora no pierda su dignidad.
En los últimos meses se ha producido una ofensiva mediática y judicial contra el SAT, especialmente a raíz de la marcha jornalera que encabezó Sánchez Gordillo a finales del verano pasado. ¿Cómo se vive desde dentro?
Nosotros llevamos luchando desde el Sindicato mucho tiempo. Desde la ocupación de la finca de Somonte, la acción del Mercadona y las marchas jornaleras, tenemos mucha más fuerza en Andalucía. Para nosotros siempre es bueno que se hable de nosotros, aunque sea para decir cosas malas, porque la gente se da cuenta que los que mandan nos tienen miedo. De todas las luchas siempre saco una valoración buena, porque no hay otro medio. Nadie regala nada. La lucha es dura, se sabe cuándo se empieza pero no cuándo se termina. Pero cuando es por causas dignas como crear puestos de trabajo y vivir de tus propias manos, sin limosna ninguna, es bueno siempre.
Cada vez son más los sectores que se unen en las luchas que se están desarrollando en Andalucía. Desde el movimiento 15M, las ocupaciones de vivienda, las ‘mareas’ en defensa del empleo público…
Creo que nos estamos dando cuenta de toda esta precariedad que hay, de lo mal que lo esta haciendo este gobierno –y el que estuvo antes, que siempre vendió a los trabajadores– porque nadie les eligió ni para hacer tantos recortes ni para echar a la gente así a la calle. Pero gracias a ellos la gente esta saliendo a protestar. No nos debemos quedar sólo en manifestaciones y marchas, hay que hacer acciones directas, como nosotros estamos haciendo aquí ocupando esta finca. Ocupar más fincas, ocupar las fábricas que cierran, ocupar más pisos y más casas. ¿Cómo se puede consentir que las familias se queden sin techo si hay tantas casas vacías?, ¿cómo podemos consentir que haya tantas familias sin trabajo si hay tanta tierra abandonada y sin cultivar? Hay que luchar para conseguir las cosas, porque nadie lo va a hacer por nosotros, muchos menos la burguesía, ni el gobierno, ni los terratenientes corruptos.
¿Qué perspectivas de futuro tienen en Somonte?
Las mismas que el primer día, poner en producción las 400 hectáreas, llenarlas de manos trabajando, crear una cooperativa –en comunicación con otras para distribuir nuestros productos–, gestionar nuestra propia producción. No queremos propiedad ninguna, la tierra no puede tener propiedad. Reivindicamos también una alimentación sana y por eso toda nuestra producción es ecológica, no queremos dar nuestro trabajo a las grandes multinacionales, ni que haya intermediarios por medio, queremos llevar nuestros productos y nuestros cultivos a la gente, a un precio asequible. Eso es lo que vamos a hacer.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/andalucia/esto-es-duro-pero-muy-digno.html