Brasil: Funcionarios públicos irrumpen en el Congreso, pero Lula consigue la reforma con apoyo de la derecha.

07.Ago.03    Análisis y Noticias

La aprobación de la reforma previsional abrió una brecha en el PT e irritó a tradicionales votantes que acusaron de “traición” al presidente
Protestas y vandalismo contra Lula
Manifestantes armados con palos y piedras tomaron el Congreso y se enfrentaron con la policía brasileña

Cerca de 60.000 funcionarios públicos, la mayor manifestación contra el gobierno desde que Lula da Silva asumió la presidencia, repudiaron la reforma del sistema de pensiones de Brasil y tildaron de traidor al presidente a las puertas del Congreso, donde en la madrugada se votó un proyecto que recortará sus privilegios.

Un grupo de manifestantes logró esquivar el fuerte control policial y penetrar en el Salón Negro de la Cámara, rompiendo varios vidrios a pedradas y patadas.

Dos personas resultaron heridas, un agente de seguridad de la Cámara y un manifestante que se cortó con los cristales que hizo saltar a pedazos, según la Cámara.

El vandalismo desató reacciones de indignación en la clase política.

“Es un crimen, es intolerable y antidemocrático”, dijo el presidente de la Cámara, Joao Paulo Cunha.

El presidente del Senado, José Sarney, dijo por su parte, que “es necesario un esfuerzo de moderación, de diálogo y de la búsqueda de paz política” y advirtió que “sin el Congreso no hay democracia, sin democracia no hay libertad y sin libertad el ciudadano no existe”.

El presidente Lula afirmó que el Poder Ejecutivo “apoya al parlamento brasileño”, que en su opinión fue “blanco de vandalismo gratuito e irresponsable”.

Los manifestantes, en su mayoría funcionarios públicos cuyas ventajas van a verse recortadas drásticamente con la reforma de las pensiones, llegaron a Brasilia con la intención de impedir la votación.

La Federación de las Asociaciones de Funcionarios de las Universidades Federales abrieron la manifestación cargando ataúdes con fotos de Lula, y de Cardoso, y los ministros de Hacienda, Antonio Palocci, y el de las Pensiones, Ricardo Berzoini, entre otros.

El proyecto de Lula da Silva para cambiar el sistema previsional fue aprobado en general ayer de madrugada en la Cámara de Diputados por 358 votos a favor (50 más de los que necesitaba), 126 en contra y 9 abstenciones.

Como es una enmienda constitucional, además de una mayoría especial de tres quintos, necesita volver a ser aprobada en un segundo turno por la Cámara baja, dentro de cinco sesiones. Recién en ese caso pasará al Senado.

Sin embargo, para lograr el respaldo de 358 diputados, Lula da Silva tuvo que hacer varias concesiones a los jueces, que amenazaban con derribar la reforma en los tribunales.

La votación abrió una brecha dentro del oficialismo, donde tres diputados se pronunciaron en contra y otros ocho se abstuvieron.

El Partido de los Trabajadores (PT) consideraba “prácticamente fuera” de sus filas a los tres legisladores oficialistas rebeldes.

“Ayer fue el día más triste para los trabajadores porque el presidente Lula, que fue elegido para luchar al lado de ellos, traicionó a sus votantes y traicionó, también, sus luchas históricas”, dijo el diputado del PT Joao Batista de Araújo, al hablar en la protesta de los estatales.

Araújo, más conocido como “Babá”, Luciana Genro y Joao Fontes, todos del “ala izquierda” del PT, fueron los que votaron contra el proyecto de reforma previsional, por lo cual están a un paso de la expulsión, según dijo el titular del partido, José Genoino.

“Los tres están prácticamente fuera del partido. Es una cuestión sólo formal. No hay más lazos entre ellos y el partido”, afirmó Genoino.

Los operadores del mercado financiero se mostraban cautos sobre la reforma, a la espera de la votación de cada artículo en particular, que se postergó para hoy.

Destaques de la reforma

- La reforma del sistema de pensiones, una de las metas primordiales del gobierno de Lula, pretende reducir las jubilaciones de los funcionarios públicos y poner límite a sus salarios, para disminuir un déficit de 24.000 millones de dólares en unos 18.500 millones en 20 años.

- El proyecto aprobado fija un tope para los salarios de los funcionarios de los Estados, aumenta en siete años la edad para la jubilación, fija un impuesto del 11% a las pensiones superiores a 400 dólares y establece que quienes ganen hasta 800 dólares se jubilarán con el salario integral, pero por encima de esa cantidad se aplicará una reducción del 50%.

- El impuesto del 11 por ciento es uno de los puntos que más irritan a los empleados del estado nacional, en huelga desde hace más de un mes.

- La reforma eleva la edad del retiro de 48 a 55 años para las funcionarias mujeres y de 53 a 60 para los varones, estableciendo una permanencia mínima de 25 años en el servicio público y 35 años de contribuciones al seguro social.

- La reforma abre la puerta a 40 millones de trabajadores del sector informal a adherirse a la Seguridad Social mediante el pago de una tasa del 8% del salario mínimo (80 dólares mensuales), menos de la mitad que los trabajadores del sector formal.

- El proyecto original ha sufrido numerosas modificaciones, fruto de una negociación con la oposición. Una de las modificaciones aprobada ayer fue que el tope de 800 dólares mensuales para las jubilaciones sólo valdrá para quienes ingresen al Estado una vez aprobada la reforma.

- Después de concesiones se aprobó que los jueces estaduales cobrarán como jubilación el 85,5% del salario. El presidente había propuesto el 75% y los magistrados pretendían 90,25%.