INDÍGENAS MANTIENEN LA RESISTENCIA Y ANUNCIAN MARCHA INTERNACIONAL
Remberto Cárdenas Morales *
Serviría para un concurso de mentirosos las explicaciones de abogados-apoderados de ministerios, presidentas de senadores y diputados, del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) y de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), en la audiencia de Acción Popular (AP), atendida por dos magistrados del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz (TDJLP), el último martes 23 de este mes.
Todos ellos, en el tiempo que administraron a su gusto, en respuesta a la demanda para que los gobernantes garanticen un medio ambiente sano, equilibrado y sostenible, en el TIPNIS y en el país, dijeron:
—Dos sentencias constitucionales anulan la posibilidad de que se declare procedente la demanda de Acción Popular, la que por esas razones es un recurso agotado, según el abogado del Ministerio de Agua y del Medio Ambiente. Agregó que los “accionantes” de la AP no presentaron pruebas que demuestren que está amenazado el medio ambiente o que éste se destruye.
—El vocero de SERNAP, organismo que encargó un estudio que estableció la inconveniencia de la construcción del camino por el corazón del TIPNIS, señaló que a los que demandaron la AP “les preocupa más los bosques que la gente” que vive en la reserva natural y territorio indígena. Agregó que el camino de la discordia (así lo denominamos nosotros) generará más beneficios que perjuicios. Pero que el servicio que él representó en esa actuación judicial no autorizó la construcción de camino alguno por la propiedad colectiva de los indígenas. Ese funcionario, asimismo, destacó que los habitantes del TIPNIS reclaman que sean atendidos sus derechos a la salud, a la educación y a los beneficios del desarrollo. (Vale la pena recordar que el entonces ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo, ex secretario General de la COB, dijo que la mejor manera de proteger el TIPNIS es con el camino que tanto nos divide a los bolivianos).
—El delegado del Ministerio de Obras Públicas que, al comienzo de la audiencia, dijo que una lectura de la demanda de AP iba a ocasionar tedio (aburrimiento), recordó que la VIII marcha indígena se opuso a la carretera por medio del TIPNIS y que otra (la de los cocaleros y algunos indígenas del Polígono 7, que fue parte de aquella reserva natural y territorio indígena), apoyó la construcción de esa vía. Para él lo fundamental es que la mayoría de las comunidades del TIPNIS están de acuerdo con el camino, según la consulta de los gobernantes que, como se entiende cada vez mejor en el pueblo, no fue ni previa, ni informada, ni de buena fe: fue tramposa.
—El apoderado de la ABC, el más audaz entre los abogados del gobierno y del Estado en esa ocasión, aseguró que no existe solicitud alguna para la construcción del camino, que no se hizo estudio de ningún tipo para esa construcción, que no se autorizó la obra, que no hay presupuesto, que no existe contrato con ninguna empresa constructora y que el firmado entre ABC y OAS “concluyó” y que, en consecuencia, se constata que el medio ambiente no está amenazado.
—El representante del Ministerio de Economía y Finanzas manifestó su extrañeza porque aparezca “accionado” (demandado) el ministro de esa cartera porque, en el presupuesto 2012, no existe partida alguna que demuestre que se financió la construcción del camino, que nos enfrenta en el país.
—Un vocero del Ministerio de Comunicación dijo que esa oficina nada hizo respecto del TIPNIS por lo que no debía estar entre los “accionados” o demandados con la AP.
—Los apoderados de las presidentas de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados, con citas de normas y explicaciones nada convincentes, negaron toda responsabilidad en el intento de construcción del camino Villa Tunari-San Ignacio de Moxos y, específicamente, del tramo II de esa vía que, según el presidente Morales, debía construirse quieran o no quieran los indígenas.
—Un apoderado de la empresa OAS, la brasileña que empezó a construir los tramos I y II de la vía, señaló que nada tenía que decir porque el contrato que sí se firmó entre ABC y OAS había concluido.
Todos esos abogados, en tonos distintos pero convergentes, pidieron que el tribunal de garantías constitucionales, “deniegue” (rechace) la AP porque sobre todo los accionantes no habían ofrecido pruebas que demuestren que estaba o está amenazado el medio ambiente.
La comisión de magistrados, integrada por dos miembros del TDJLP y presidida por el ex fiscal de materia, en la sede de gobierno, Félix Peralta, con una hoja de servicios nada decorosa, de acuerdo a litigantes y abogados, con una “argumentación” que, básicamente, reprodujo las explicaciones de los abogados del gobierno y del Estado —que resumimos en esta nota— “denegó” la AP.
Ante ese revés, esperado entre los demandantes de la AP, éstos creen abierto el camino para recurrir a organismos internacionales de justicia, apenas se agoten las instancias judiciales bolivianas.
Entre tanto, los corregidores del TIPNIS, reunidos en una de las comunidades indígenas, han resuelto sostener la resistencia a la construcción del camino de la discordia, aunque están avisados de que los gobernantes, al parecer, han postergado el trámite de financiamiento y el estudio para la construcción de la vía hasta después de las elecciones generales de 2014. Algunos defensores del TIPNIS, como el ex viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, creen que ese anuncio de los gobernantes debe entenderse como una derrota, particularmente, de Evo Morales porque éste aseguró, en distintos tonos, que esa vía debía construirse por medio del TIPNIS, “quieran o no quieran los indígenas”, valga la reiteración.
Entre las medidas que mostrarán la resistencia indígena a la construcción del camino, sobre el que comentamos, está la realización de una marcha internacional de esos pueblos a los que entre otros, no se respeta su derecho a la vida, al territorio, a la autodeterminación y a la vigencia de la costumbre como derecho consuetudinario en lo que ellos denominan su casa grande.
Es creíble que los gobernantes, el Presidente en primer lugar, hayan decidido que el camino que partiría en dos el TIPNIS se construya después de las elecciones de 2013. Entre tanto los gobernantes aseguran que desterrarán la pobreza extrema de la reserva natural y territorio indígena en dos años, en uno de los cuales aprobarían los planes que, aplicados, arrojarían ese resultado que, como se sabe, es una de las metas que se comprometió conseguir el Estado boliviano, ante la convocatoria de las Naciones Unidas para acabar con la pobreza extrema, flagelo de la humanidad y de nuestro país. Al respecto, los indígenas respondieron que los gobernantes están equivocados, una vez más, porque en el TIPNIS ellos “no viven en la extrema pobreza” porque tienen alimentos y medicamentos que les provee la naturaleza.
Sin embargo, un nuevo ¡bravo! por los indígenas al resolver una marcha internacional en defensa del TIPNIS. Así nos avisan que no bajan la guardia y que continuarán su accionar de tantas etapas. Un libro que cuenta lo que fue la primera marcha indígena “Por el territorio y la dignidad”, de Alex Contreras, titula: Etapa de una larga marcha, afirmación previsora de lo que ocurre en esta materia.
Añadimos que el comportamiento de magistrados, como el señalado en esta nota y de otros de una estirpe nada envidiable, nos convence cada vez más de que no hay cambio esencial alguno en los tribunales de justicia en nuestro país, cuya mayoría de sus integrantes obedecen instrucciones de los goberantes. Además, la conducta de los gobernantes que todos los días mienten sobre el TIPNIS y que quiebran el llamado estado de derecho, nos lleva a recordar que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en su preámbulo, reconoce el derecho a la rebelión de nuestros pueblos, precisamente, cuando se extingue el estado de derecho.
* Periodista editor del Semanario Aquí.