Nota del Profesor J:
La toma de tierras de sectores campesinos escapando a los ritmos de la burocracia y dinámicas y propuestas como la que traemos esta vez, prometen un intenso debate y aún acciones autónomas de los de abajo dispuestos a dar un salto cualitativo que defienda el proceso de cambios avanzando a paso firme en la síntesis genial de esta (la que firma el texto) y otras agrupaciones que poco a poco comienzan a levantar cabeza desde abajo y diferentes lugares en Venezuela. Esa síntesis la definen en tres conceptos: autonomía, autogestión y armonía con la naturaleza.
Tal vez la idea no sea “esperar” subversión, sino seguir y multiplicar las experiencias autónomas y de empoderamiento territorial que están haciendo las comunidades indígenas, algunos sectores campesinos y algunas comunas autónomas.
Veamos el artículo:
Sr. Ministro de las Comunas: ¡Esperamos subversión!
Por: Delia Polanco-Loaiza | Sábado, 25/05/2013
Aporrea
Usted pregunta en su artículo: “¿Una revolución no consiste precisamente en que los que antes sólo éramos espectadores invisibles pasamos a ser partícipes y protagonistas de nuestro destino?” CIERTAMENTE, protagonistas de la construcción de una sociedad ‘Otra’, diferente a la hegemónica industrial/capitalista/consumista, esa ‘Otra’ cuya superestructura (Estado-Poder), no le permite emerger, tal cual, viene planteando Ud., en sus escritos. La historia ha demostrado que no es precisamente desde ese poder desde donde se construye ‘Otra’ sociedad, afortunadamente Ud, lo tiene claro: “uno no se puede tomar muy en serio esto de ser ministro, a riesgo de extraviarse y traicionarse.”
Le comento también, que allí en la calle, donde Ud., refiere “se despejan todas las incógnitas de la política revolucionaria”, es una verdad a medias, porque lo primero que encontramos allí es un inventario de necesidades y problemas, -la deuda social impagable-, que si bien es cierto, no es poca cosa lo que se ha hecho en dignificación social durante esta última década -pese a la ineficiencia, corrupción, burocracia y burocratismo-, no es precisamente, un ‘Estado de bienestar’ el fin de una revolución. ¿Dónde está en la calle la visión de esa sociedad ‘Otra’? ¿Dónde están las opciones en la calle para una sociocultura económica diferente a la existente? ¿Permite el imaginario de un país extrativista-rentista la construcción de ‘Otra’ sociedad? ¿La oferta de un país potencia responde a la construcción de esa sociedad ‘Otra’? ¿Cómo hacemos con las tensiones y contradicciones de las leyes y el Plan Patria, y la construcción del poder popular? Nos preguntamos, si ese “apaciguamiento de los consejos comunales”, ¿obedece a que los han adormecido con esa “Protección social” que Usted alude? ¿O a la falta de herramientas pa’ que los colectivos se den cuenta qué pasa y por qué pasa lo que pasa…? (por si acaso, hablamos de la reflexión crítica de un modelo de desarrollo que domina, explota y obnubila)
¡Cuente con nosotros pa’ la construcción de otro poder sinónimo de autogestión, autonomía, armónico con la naturaleza! Sean sus palabras: “Nosotros no estamos aquí para “gestionar” un Estado decadente y corrompido, sino para hacer una revolución. Esos nos exige inventar (en sentido robinsoniano) nuevas formas de gobierno, experimentar. En esa andamos.”:
¡Esperamos subversión!
¡Construyamos la revolución!
*CARIACO (Colectivo Amplio para la Restauración e Investigación de la Agricultura Campesina y Originaria)/Docente-Investigador Fagro-UCV.
polanco.delia @gmail.com