Condenan asesinato de dirigente indígena peruano
Mar, 06/04/2013 - 18:15
La Asociación Regional de Pueblos Indígenas de la Selva Central (ARPI SC) del Perú calificó de cobarde el asesinato de Mauro Pio Peña, dirigente asháninka de la comunidad nativa Nuevo Amanecer Hawai, ocurrido el pasado lunes 27 de mayo en Satipo, Junín.
La organización señala como responsables del hecho a mafias “camufladas en el poder económico y político” que facilitan actividades como el tráfico de tierra, así como la explotación de madera y de otros recursos.
A través de un comunicado, ARPI SC respaldó la lucha emprendida por el líder asháninka, de 57 años, en defensa de los derechos, territorios y la reivindicación de los pueblos indígenas.
El dirigente fue asesinado por dos delincuentes en moto que lo esperaron frente a su casa en la Urbanización Santa Leonor y le dispararon dos balazos, uno de ellos en la cabeza.
Demandas
Por lo ocurrido y por el incumplimiento de compromisos, la organización indígena demanda la suspensión inmediata de las actividades que involucren a territorios de las comunidades indígenas de la Selva Central, ya sean éstas de iniciativa pública o privada.
Piden en ese sentido, la suspensión de las actividades de la empresa concesión forestal Balarín S.R.L. que se sobrepone al territorio de la comunidad Nuevo Amanecer Hawai.
La organización exige la destitución de los funcionarios de la Dirección Agraria del Gobierno Regional de Pasco y Junín, por incumplimiento de los acuerdos establecidos entre el Estado y los pueblos indígenas de la selva central.
De igual modo, solicitan se investigue a los fiscales de las provincias de Satipo y Oxapampa, por guardar silencio ante las denuncias hechas por la comunidad en su momento.
Sicarios
Un día después de ocurrido el asesinato, agentes de la comisaría de Satipo y del Escuadrón de Emergencia capturaron a Juan Rodríguez Pasos ‘Trucha’, quien confesó haber contratado a los sicarios ‘Gringo’ y ‘Flaco’ por encargo director de Víctor Raúl Romero Cierto ‘El Maderero’.
Según diarios locales, se comprobó que este último pagó 2 mil soles como adelanto por el crimen del dirigente nativo con quien tenía una antigua rivalidad por la extracción ilegal de madera.