Brasil. El gigante con pies de barro: Manifestantes derriban puerta de la sede del Gobierno de Sao Paulo

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Nota del Profesor J:
Abrimos este espacio para actualizar cada dos o tres horas, ya que la dinámica de calle es creciente y totalmente nueva desde comienzos de los 90, más de 20 años, cuando el movimiento social ocupaba tierras, terrenos urbanos, edificios y salía a la calle por diferentes reivindicaciones. El gobierno PT inyectó anestesia y gas paralizante a los movimientos y dinámicas sociales repartiendo millones de canastas a los pobres, especialmente del nordeste y del campo, esperando así engañar el estómago y las conciencias, sin embargo el truco quedó al descubierto y bastó el movimiento Pase Libre dando un paso al frente para que diversas iniciativas coartadas y necesidades acalladas explotaran por diferentes lugares. La izquierda no podrá decir que es la CIA la que está detrás, como hace en Bolivia, Venezuela y Ecuador, países dirigidos por falsos izquierdistas que hacen del capitalismo extractivista su modelo ideal ganando el aplauso de los empresarios por su astucia de manipular el movimiento social con falsas espectativas.
Vamos a traer hoy, así como mañana y en adelante, diversas propuestas y dinámicas sociales de los de abajo que han logrado escapar del cerco instalado por el pseudo izquierdismo del PT y del MST y que abren perspectivas e iniciativas que sin duda ocuparán fuertemente los espacios de debate que se están abriendo con la avalancha humana de la multitud que ha salido libremente a expresar el descontento manifestando su potencia que despliega de diferentes mod0s.
Veamos algunas noticias y vuelva luego para seguir su actualización.
Si tiene informaciones o reflexiones al respecto, las esperamos en el correo clajadep3@gmail.com

Arriba los de abajo! Acabar con el arriba y el abajo, por la horizontalidad, la creatividad y la construcción de nuevas relaciones sociales, económicas y corporales en barrios y localidades.
Sin ninguna duda el sacrificio incluyendo decenas y centenares de muertos de las comunidades indígenas que han sacado la cara por los oprimidops de Brasil, está en el alma de estas nuevas movilizaciones, ya que nada es casual.
Apoyo y atención a las dinámicas de la multitud brasileña. Acompañar y aprender de ellos los nuevos lenguajes y propuestas de los hechos.
Profesor J

Manifestantes derriban puerta de la sede del Gobierno de Sao Paulo

La Policía militar reaccionó con bombas de gas lacrimógeno e impidió la entrada de los manifestantes, según informes preliminares.

Un grupo de manifestantes derribó hoy una de las puertas del Palacio de los Bandeirantes, la sede del Gobierno de Sao Paulo, al final de una jornada de protestas en todo el país por el alza del precio del transporte público y otras reivindicaciones.

Los participantes en la protesta hicieron una fogata frente a una de las puertas y pintaron grafiti en algunas paredes.

Se trató de actos aislados de violencia tras una manifestación que recorrió varias áreas de Sao Paulo con una participación de unas 65.000 personas.

Las autoridades habían ordenado a la Policía que no reprimiera a los manifestantes para evitar batallas campales con numerosos heridos y detenidos como la del pasado jueves en Sao Paulo.

En Río de Janeiro unas 100.000 personas participaron en la movilización pacífica, pero un pequeño grupo de manifestantes se separó de la protesta principal y atacó con cócteles molotov y piedras la fachada de la sede de la Asamblea Legislativa del estado.

Posteriormente, hicieron una fogata frente a una de las puertas de acceso al edificio y rompieron algunas de las ventanas. Los bomberos controlaron el incendio y la Policía militar dispersó a los manifestantes al filo de la medianoche del lunes.

Según la prensa local, tres personas resultaron heridas por disparo de bala en ese incidente.

El grupo que acudió a la Asamblea legislativa, en su mayoría con la cabeza cubierta, había llegado hasta las escalinatas frente al llamado Palacio Tiradentes y arrojó cocteles molotov y piedras a los policías que habían montado un cerco para evitar la invasión de la edificación pública.

El grupo aprovechó que la policía no respondió a las provocaciones y ocupó las escalinatas, en las que fueron pintadas letreros con reivindicaciones y destruyó algunos ventanales.

La Policía, orientada a no reaccionar, se limitó a apagar con extintores de incendio una fogata encendida por los manifestantes.

El grupo también volteó un vehículo que estaba estacionado frente al palacio legislativo y le prendió fuego.

El ataque fue aislado y pasó desapercibido para la mayoría de los cerca de 100.000 manifestantes que marcharon hoy en Río de Janeiro.

En Porto Alegre, la Policía tuvo que dispersar con bombas de gas lacrimógeno a manifestantes que le prendieron fuego a recipientes de basuras y que se enfrentaron con piedras a los uniformados.

En Brasilia cientos de manifestantes aprovecharon la pasividad de la Policía para ocupar temporalmente las rampas de acceso y el tejado del Congreso.

Las manifestaciones fueron convocadas en una veintena de ciudades brasileñas por las redes sociales por un movimiento amorfo, sin líderes aparentes, que dice no representar a ningún partido ni organización política, pese a que en algunas de las protestas era posible ver las banderas de formaciones de izquierda.

Las marchas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo e inicialmente eran exclusivamente contra el reajuste de los pasajes de autobuses, pero se fueron extendiendo por todo el país, así como variaban los motivos de las protestas.

Los manifestantes exigen principalmente mejores servicios públicos y mayores inversiones en educación, salud y saneamiento, así como combate a la corrupción y al despilfarro de recursos públicos, y critican los elevados gastos hechos por el Gobierno para organizar eventos deportivos como el Mundial de fútbol del próximo año.
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BBC: Las razones de la ira en las calles de Brasil
A las protestas que comenzaron contra el aumento del pasaje de autobús se han sumado miles de manifestantes que abrazan otras causas sociales durante muchos años adormecidas en el gigante del sur.
por BBC Mundo - 18/06/2013 - 10:24
Brasil enfrenta las peores protestas en 21 años

Varias semanas han pasado desde que se produjo la primera protesta contra el aumento del pasaje de autobús en Brasil.

Lejos de apaciguarse, la ira entre los manifestantes ha conquistado nuevos seguidores y se ha aliado con otras causas.

El lunes, decenas de miles de personas salieron a las calles de distintas ciudades de Brasil para expresar su descontento con las autoridades.

BBC Mundo le explica las razones de la mayor ola de protestas en décadas. Haga clic en el menú de abajo.

¿Qué desató las protestas?

Las manifestaciones empezaron como una reacción al aumento del precio de autobús, metro y tren, dispuesto a inicios de junio, de 3 reales (US$1,40) a 3,20 (US$1,50).

Pero a medida de que se desarrollaron las protestas, un nuevo incentivo surgió para que muchos brasileños salieran a las calles: las tácticas policiales para frenarlas.

El jueves, en Sao Paulo, testigos aseguraron haber visto a la policía disparando balas de goma a manifestantes pacíficos. Muchos funcionarios -dijeron los testigos- ocultaron sus identificaciones para evitar que sus nombres fueran vistos.

Más de 100 personas resultaron heridas y 190 fueron detenidas.

Este lunes, en una marcha en Belo Horizonte que reunió cerca de 20 mil personas según medios locales, la policía utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para evitar que manifestantes se acercaran al estadio mundialista Mineirao.

En Porto Alegre también hubo enfrentamientos entre policías y manifestantes, con gases lacrimógenos y balas de goma lanzadas en el centro de la ciudad tras una marcha que congregó más de 10 mil personas.

Según analistas, los enfrentamientos muestran un desconcierto de las autoridades brasileñas para lidiar con protestas callejeras atípicas en este país y exponen una herencia que la policía arrastra del gobierno militar (1964-1985).

Sin embargo, las autoridades negaron un desempeño erróneo por parte de sus agentes y prometieron que investigarían las denuncias de exceso policial.

¿Es sólo el aumento del pasaje lo que ha provocado el descontento?

No. Observadores aseguran que el aumento del pasaje fue sólo la chispa que desató la ira.

En sus interpretaciones de las causas de las protestas, los sociólogos y politólogos destacan la insatisfacción de los jóvenes con el gobierno y con las condiciones de vida en las grandes ciudades.

“Hay una especie de malestar generalizado, sin un enfoque claro. Hay una especie de resentimiento y frustración de orden social, alimentada por un estilo de gestión que no ofrece un diálogo público”, le dijo a BBC Brasil el sociólogo Gabriel Cohn.

Es así como al aumento del transporte público ahora se suma una gama de temas que han provocado descontento entre los brasileños.

Los altos costos de organizar la Copa Confederaciones de Fútbol (en plena celebración) y de la Copa de la FIFA 2014 son cuestionados, pues los manifestantes aseguran que mayores inversiones son necesarias en los sectores de la educación y la salud.

“Renuncio a la Copa del Mundo. Quiero dinero para la educación y la salud”, gritaban los manifestantes en la capital, Brasilia.

Gary Duffy, editor de la BBC en Brasil, señaló que la corrupción política también está presente en la agenda de los movilizados.

“Algunos políticos son acusados de otorgarse salarios altos y nombrar a familiares en puestos de trabajo inexistentes en la capital”, indicó el periodista.

Entre las manifestaciones pacíficas y violentas, lo que parece evidente es la profunda división que hay entre muchos brasileños y los políticos.

¿Quién está detrás de las protestas?

La primeras protestas fueron convocadas por la organización Movimiento Pase Libre, una organización de estudiantes que defiende el transporte público gratuito.

Ese grupo se convirtió en el principal impulsor de las manifestaciones que se extendieron por varias ciudades de Brasil.

Después de varias semanas, decenas de miles de personas, la mayoría de ellas jóvenes, han salido a las calles a expresar su descontento.

A los grupos de jóvenes se ha unido el movimiento Copa Pra Quem? (¿Copa para quién?), que protesta por el alto costo de la celebración del torneo.

Alberto Almeida, experto en opinión pública del Instituto Análise, en Sao Paulo, señala que las protestas son impulsadas por “radicales de izquierda” que buscan explotar políticamente el descontento por los precios del transporte.

Organizadores de las protestas han intentado evitar los actos de violencia y vandalismo, pero a veces no lo han conseguido.

¿Cómo ha reaccionado el gobierno?

La presidente Dilma Rousseff, quien fue abucheada en la inauguración de la Copa de Confederaciones el sábado, dijo que las protestas son “legítimas” y que forman parte de la democracia.

Pero expertos aseguran que el liderazgo político no veía venir el surgimiento de un fenómeno social que cada semana cobra más fuerza.

“Perplejos y con un paso atrás, tienen que decidir cómo responder en un país que está en el centro de la atención internacional”, indica Duffy.

Dos encuestas realizadas la semana pasada mostraron caídas en los niveles de aprobación al gobierno.

El descenso fue de ocho puntos en uno de esos sondeos, realizado por Datafolha: de 64% de aprobación en marzo a 57% en junio.

Es la primera vez que la firma registra una caída de popularidad de Rousseff desde que comenzó su gobierno en 2011.

Cuatro de cada cinco encuestados dijeron sentir el aumento de los precios de alimentos.

¿Por qué en Brasil?

Como señala Duffy, en los últimos años los titulares sobre Brasil reflejan un país que quiere mostrarse como una potencia agrícola y en el que millones de personas han sido sacadas de la pobreza. “Es un país que está aprovechando la oportunidad de destacarse en el ámbito internacional”.

Brasil es una de las principales economías del mundo y es integrante -junto a Rusia, India, China y Sudáfrica- de los BRICS, las naciones emergentes más poderosas del mundo. El Mundial de 2014 y las Olimpiadas de 2016 son parte de las banderas que la nación sudamericana enarbola.

Pero para muchos brasileños, el aumento de las expectativas económicas no tiene ninguna relación con los resultados reales.

Pese a las mejoras de infraestructura en algunas ciudades, la delincuencia continúa siendo un grave problema.
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Alcalde de Sao Paulo considera “imposible” reducir la tarifa del transporte
Agencia EFE
Sao Paulo, 18 jun (EFE).- El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, recibió hoy a miembros del movimiento que ha convocado las protestas contra el alza del transporte público en Brasil y, aunque dijo “entender” sus demandas, afirmó que es “imposible” anular la subida.
En cambio, en respuesta a esa presión, los ayuntamientos de Porto Alegre y Recife, dos importantes capitales regionales, anunciaron hoy leves reducciones en los precios de las tarifas del transporte.
Según Haddad, reducir la tasa de aumento establecida, congelar las tarifas en los niveles anteriores o aceptar las exigencias de transporte “gratuito” de los manifestantes “desequilibraría las cuentas municipales”.
En Sao Paulo, el billete de autobús o de metro costaba hasta principios de mes 3 reales (unos 1,1 euros) y el Ayuntamiento lo subió a 3,2 reales (unos 1,2 euros), lo que desencadenó las protestas que comenzaron en esa ciudad y se han extendido por buena parte de Brasil.
Según la Secretaría de Asuntos Estratégicos del Gobierno, la clase media está compuesta por familias con ingresos mensuales de entre 291 reales (109 euros) y 1.019 reales (382 euros).
“El municipio no tiene recursos para subsidiar todavía más las tarifas del transporte público”, dijo Haddad, quien explicó que las empresas concesionarias del servicio reciben subvenciones públicas equivalentes a cerca del 30 % de la tarifa.
La estudiante Mayara Vivian, una de las pocas cabezas visibles del movimiento Pase Libre, replicó que una solución sería “recortar las ganancias de los empresarios”, y afirmó que las protestas pueden ayudar al Ayuntamiento en ese sentido.
A pesar a ese contacto directo con el alcalde, el grupo Pase Libre ha ratificado la convocatoria de nuevas protestas hoy en Sao Paulo, a las que se espera que acudan unas 120.000 personas.
Este lunes, las autoridades calcularon que unas 250.000 personas tomaron las calles de una veintena ciudades brasileñas, en las que además de protestar por el alza del transporte se manifestaron contra el gasto público en la Copa Confederaciones de fútbol y la mala calidad de los servicios públicos en general.
La presidenta Dilma Rousseff, en su primera declaración pública sobre el asunto, defendió este martes la “legitimidad” de las protestas, afirmó que “hoy Brasil se despertó más fuerte” y dijo que “la voz de la calle debe ser escuchada”, pues supone “un mensaje directo a los gobernantes”. EFE
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¿Qué hacer?
To be or not to be

Varias ciudades de Brasil rebajan precio del transporte tras protestas
18 de Junio de 2013 • 14:44hs

Porto Alegre, Recife y otras capitales estatales brasileñas anunciaron este martes reducciones en el precio del transporte público tras las multitudinarias protestas que llevaron a más de 250.000 brasileños a las calles.
La reducción del precio del pasaje de autobús, metro y tren es uno de los principales reclamos de los manifestantes, a los que se sumaron denuncias por los elevados gastos públicos del Mundial-2014 y de la Copa Confederaciones en curso y contra la corrupción y pedidos de mayores inversiones en salud y educación.
En Porto Alegre, en el sureño estado de Rio Grande do Sul, donde este lunes manifestaron unas 12.000 personas, el pasaje de autobús será rebajado de 3,05 a 2,80 reales tras la exención de un impuesto, anunció el alcalde José Fortunati, citado por el diario O Estado de Sao Paulo.
Un grupo de manifestantes, en su mayoría con el rostro tapado, incendiaron un autobús y destrozaron otro, rompieron y saquearon tiendas y prendieron fuego a decenas de contenedores en la principal avenida de la ciudad, hasta que la policía los dispersó con balas de goma y gases lacrimógenos. Un total de 44 personas fueron detenidas, según la prensa local.
En Pelotas, otra ciudad de Rio Grande do Sul, la reducción del precio del pasaje fue de 15 centavos, a 2,60 reales, indicó la prensa brasileña.
En Recife (noreste) y su área metropolitana, la tarifa bajó 10 centavos, al igual que en Cuiabá (centro oeste) y en Joao Pessoa (noreste), capitales de Mato Grosso y de Paraíba, respectivamente.
En Sao Paulo, donde la tarifa de tren, bus y metro subió de 3 a 3,2 reales, los manifestantes piden la revocación del aumento, y algunos inclusive un pase de transporte gratuito.
El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, aceptó este martes revisar la tarifa de los autobuses, tras una reunión con integrantes del Movimiento Pase Libre, según los cuales las manifestaciones continuarán hasta que se revoque el aumento.
En Rio, donde el lunes de noche tuvieron lugar las mayores y más violentas protestas, el pasaje de autobús subió recientemente de 2,75 a 2,95 reales.