México: Multiplicidad de organizaciones y dinámicas de resistencia desde abajo convocan al Encuentro Nacional en Defensa del Territorio y la Energía

Generar alternativas comunitarias ante la crisis climática, articular la oposición contra reformas estructurales privatizadoras y reafirmar solidaridad frente a la criminalización de la protesta social



Colectivos convocan a encuentro nacional en defensa del territorio y la energía

Se busca generar alternativas comunitarias ante la crisis climática, articular la oposición contra reformas estructurales privatizadoras y reafirmar solidaridad frente a la criminalización de la protesta social.

Rosa Rojas
La Jornada
Publicado: 16/07/2013 16:25

México, DF. Para enfrentar el proyecto neoliberal priísta privatizador y extractivista, y avanzar en la articulación de una línea de acción que unifique las respuestas de los trabajadores y los pueblos “frente a la embestida capitalista”, más de 60 organizaciones sindicales, indígenas, campesinas, de comunicación alternativa y de profesionales convocaron al Encuentro Nacional en Defensa del Territorio, la Energía y los Derechos de los Trabajadores.

Se buscará también, indica la convocatoria, generar alternativas comunitarias ante la crisis climática y el “capitalismo verde”; articular la oposición contra las reformas estructurales que pretenden la privatización de PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad; reafirmar la solidaridad frente a la criminalización de la protesta social y construir un Plan de Acción Unitario.

Este encuentro se llevará a cabo en la comunidad de Santa María Zacatepec, municipio de Juan C. Bonilla en Puebla, los días 20 y 21 de julio. Entre las organizaciones convocantes están el Sindicato Mexicano de Electricidas, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Puebla, Tlaxcala y Morelos, Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (CECOP) y el Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAÍZ).

Asimismo, El Grito de los Excluidos (Organización Centro-Sudamericana y del Caribe), Servicios y Asesoría para la Paz (SERAPAZ), la Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica (ANUEE), Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER),el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, ATENCO, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), Frente Auténtico del Trabajo (FAT), Red Nacional de Resistencia Civil, Unión Nacional de Técnicos y Profesionales Petroleros (UNTYPP), Centro Nacional de Estudios de la Energía (CNEE) y la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA), y el CanalSeisdeJulio, entre otras.

El reto, señalan los convocantes, es organizar la resistencia y unir fuerzas para enfrentar el proyecto priista que busca el control total de la vida nacional a través de la incorporación de todos los sectores al Pacto por México, por medio de la cooptación, el corporativismo o la represión.

Afirman que los partidos políticos mayoritarios “son parte ya de un nuevo corporativismo” y que la embestida viene ahora sobre los movimientos sociales, por lo que la organización y la unidad son la base para defender su independencia política de clase “y para echar abajo los intentos gubernamentales por imponer a todos los mexicanos los intereses del capital trasnacional”.

Subrayan que el capital trasnacional busca recuperarse de su crisis sistémica por dos vías principales: a través de políticas de austeridad cada vez más agresivas, aumentando los niveles de explotación de los trabajadores para contrarrestar la caída de la tasa global de ganancia por un lado y, complementariamente, impulsando políticas extractivistas que incentivan la explotación sin límites de los recursos naturales, sobre todo de los países pobres, por medio del acaparamiento de tierras y la privatización de los bienes comunitarios con la imposición de megaproyectos que provocan el despojo y el desplazamiento de comunidades y pueblos.

Añaden que con ese fin entraron en vigor la contrarreforma laboral y la educativa; están en marcha la reforma de las telecomunicaciones, la entrega de las playas mexicanas a los capitales extranjeros, los intentos por acabar con la posesión social de la tenencia de la tierra, la reforma financiera y, en un corto plazo, la fiscal y la reforma energética con la que pretende el gobierno abrir el sector al capital trasnacional.

Hasta el momento, detallan, “la apertura al capital privado ha sido velada, encubierta e inconstitucional; en Pemex a través de los contratos incentivados y otros mecanismos; en CFE bajo la figura de Productor Independiente de Energía y las ilegales concesiones a los productores privados, vía las plantas de ciclo combinado que generan ya el 40 por ciento de la electricidad en México. Como consecuencia se ha incrementado el precio de la gasolina y las tarifas eléctricas, lo que ha generado en todo el país importantes resistencias contra los altos cobros”.

Aseveran también que la recién decretada Estrategia Nacional de Cambio Climático con la inminente amenaza de instalar una “comisión de calidad ambiental”, no hará otra cosa que satisfacer las necesidades del gran capital, como parte de un plan global para continuar poniéndole precio a la naturaleza en la región, mediante el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (Proyecto Mesoamérica, antes Plan Puebla Panamá) y del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), con un gran mercado de energía como punta de lanza impulsando megaproyectos y la instalación de empresas en su mayoría extranjeras.

Anotan que la instrumentación de estas políticas privatizadoras se ha topado con la respuesta, aunque todavía incipiente, de la población afectada: trabajadores de distintos sectores y maestros aglutinados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han rechazado las contrarreformas laboral y educativa; los pueblos indígenas y campesinos han detenido proyectos hidroeléctricos y eólicos enfrentando la represión y la creciente criminalización por la defensa de la organización comunitaria, el territorio y sus culturas, y ahora se busca, en este encuentro, organizar la resistencia y unir fuerzas.