Vía libre al agronegocio a gran escala
Abrahán Cuellar Araujo
Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo
El gobierno nacional propone incrementar la producción agroindustrial a 15 millones de hectáreas hasta el 2025 e invertir 500 millones de dólares anuales para apoyar a los productores del agro negocio
El anuncio lo realizó el Vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, en ocasión del “Encuentro Agroindustrial Productivo: más inversión, más empleo” organizado por la CAINCO (Cámara de Industria y Comercio y Turismo) la CAO (Cámara Agropecuaria del Oriente) y la Federación de Empresarios de Santa Cruz)realizado en Santa Cruz de la Sierra el 11 de Julio del 2013.
Al mismo tiempo el Vicepresidente comprometió todo el apoyo en infraestructura productiva como caminos, vías férreas, energía, transporte, para garantizar las condiciones productivas. Se refirió a la construcción de la vía férrea Montero Bulo Bulo, la construcción de una vía férrea bioceánica, la construcción de la represa Hidroeléctrica Rositas, viaductos de gas industrial y la ampliación de las carreteras que sean necesarias.
Se refirió a que el Gobierno Nacional hará todo lo que esté a su alcance para eliminar todo tipo de burocracia estatal para que todos los trámites y acciones que necesiten los productores se lo realicen sin obstáculo alguno y se pueda avanzar rápidamente en el logro de los objetivos planteados.
El objetivo de este apoyo incondicional, según García Linera es abastecer de alimentos el mercado interno y exportar al mundo para generar divisas para el país. Dejó establecido que la intención es convertir a Bolivia en un país productor de alimentos que sustituya en el futuro la economía del gas.
Está claro que la expansión del agro negocio, de la agricultura y de la ganadería a gran escala requiere la destrucción de millones de hectáreas de bosque, lo cual significa un impacto negativo sobre el medio ambiente y la biodiversidad.
En una de las propuestas de sectores forestales en el encuentro se refería al apoyo al manejo de bosques de 20 millones de hectáreas y establecer 2 millones de plantaciones de árboles. Al respecto, el Vicepresidente expresó que necesita mayor debate y claridad técnica para apoyar esta iniciativa. Esta posición discursiva denota el relegamiento en segundo plano la importancia de los bosques y priorizar solamente la agricultura y ganadería.
Aunque soy contrario a la lógica capitalista estatal del crecimiento económico es importante hacerle notar que en Chile, no siendo un país forestal, tiene en la industria forestal ingresos superiores a los ingresos que tiene Bolivia por la exportación del gas. Este ejemplo, nos hace ver que dentro de los intereses económicos de nuestros gobernantes es posible construir una economía forestal equitativa fuerte que puede ser más importante que la agricultura y la ganadería, con la ventaja de que se puede preservar nuestros bosques. Lo que hace falta es transferencia tecnológica y voluntad política.
Por otra parte, el Vicepresidente estableció de manera general una condición a los productores agroindustriales y fue el de la equidad; dando a entender que la producción no se puede concentrar en pocas manos. Sin embargo, cabe preguntar ¿Cómo el Estado va garantizar equidad en la producción agroindustrial, a través de qué reglas del juego y a través de qué mecanismos? En la realidad esa equidad está lejos de concretarse porque la anterior norma, la Ley N°337 de Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques favorece ampliamente a los grandes latifundistas del oriente.
Hasta el momento el gobierno no ha dicho ni una palabra sobre la aplicación del referéndum sobre la extensión máxima de tierras en Bolivia realizado el 25 de enero del 2009. El resultado fue que el 81 por ciento de los votantes estableció que el límite máximo de la propiedad agraria será de 5 mil hectáreas. La mayoría poblacional boliviana está en contra del latifundio y el Estado tiene la obligación moral de controlar la concentración de tierras en pocas manos y aplicar la función económica y social.
Por otra parte sabemos que los que accederán al crédito, a la tecnología, semillas y a los beneficios serán los capitalistas del oriente cruceño. El pequeño y mediano productor participara en pequeña escala lo cual vemos difícil que se cumpla la mentada equidad que manifiesta el presidente porque la real política económica favorece a los grandes agroindustriales.
Así como van las cosas, lo que vemos es destrucción de millones de hectáreas de bosques y la construcción de una potencia económica agroindustrial en favor de los barones del oriente que en el futuro próximo se convertirán en potencia política que sumados a mayoría poblacional podrán disputar la hegemonía al indigenismo capitalista actual.