Industrias Diana debe ir al Socialismo Comunitario, principio fundamental del SSXXI
Por: Pedro Patiño | Sábado, 27/07/2013
Aporrea
El Socialismo del Siglo XXI todavía es una utopía. Por ahora nadie sabe cómo se puede realizar. Su ideología, marco teórico, etc. todavía no se ha desarrollado. Algunos pensadores han tratado de lanzar al ruedo algunas variantes, pero sin concreción alguna. Por lo tanto solo nos queda el ensayo y error para tratar de acercarnos a lo que llamamos el Socialismo de nuevo Siglo.
El Chavismo convertido en doctrina, después de la desaparición física del Presidente Chávez, maneja algunas luces con respecto a los caminos a seguir, pero se queda corto en muchos aspectos estructurales que debe tener un proceso de cambio social, político y económico. Muchos sesudos analistas, afirman que lo que debemos hacer es aplicar la letra de nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela, pero todos sabemos, que dentro de ella, hay muchos claros, gazapos y baches que se infiltraron en las diferentes comisiones que la hicieron posible.
Una Revolución eminentemente Socialista tiene que ver con la emancipación de los más desposeídos y empobrecidos. Este debe ser el “Sine qua non” de un verdadero proceso de cambio. El presidente Chávez trato con algunas variantes lograr adelantar algo en el aspecto económico. La expropiación de empresas de carácter estratégico y con sentido social fue un paso agresivo y a la vez necesario para avanzar en la línea correcta hacia la meta de lograr una sociedad justa.
La ratificación del modelo social-económico endógeno también fue un avance, igualmente la conformación de concejos comunales y concejos de trabajadores (estos aun claman la Ley), fue un paso gigantesco en búsqueda de la igualdad social y minimizar la explotación. Pero todos sabemos que las Revoluciones no se decretan, sino, la hacen realidad los pueblos, sus ciudadanos, sus trabajadores, campesinos, amas de casa, estudiantes y todo aquella persona que haga vida activa en una nación.
Industrias Diana desde su comienzo en la nueva ola Revolucionaria despunto como un Modelo Revolucionario. Sus trabajadores (la mayoría) se identificaron rápidamente con el deber ser de una revolución. Pero aun así, existieron varios elementos que podían dar la Neo-generación del viejo modelo operacional capitalista del pasado. Es difícil que trabajadores y empleados que convivieron por mucho tiempo con los vicios capitalistas de producción, cambien tan rápidamente, pero en efecto, si lo hicieron, aunque hay trabajadores que aún no están motivados para dar el gran salto. Pero podemos afirmar que la mayoría, realizo su conversión mental, y aceptaron las bases de una Industrias Diana Socialista y de Producción Social.
He aquí la concreción de un experimento enmarcado en el Socialismo Comunitario. Que no es más qué: “La acción en que los bienes productivos de carácter social pertenecen a la comunidad”. En Industrias Diana, debe darse de una vez esta premisa. Es decir que sus trabajadores posean en común la producción social de bienes y servicios, y que estas satisfagan las necesidades del país.
La injerencia del estado revolucionario solo debe llegar en la ayuda en aquellos espacios donde los trabajadores no puedan por si mismos realizar algunas funciones. La dependencia de Industrias Diana a un ente burocrático puede frenar el impulso inicial hacia una nueva forma de producción social. El estado revolucionario debe ir deshaciendo ese cordón umbilical con las industrias nacionalizadas de carácter social, para que así, la carga burocrática que siempre se genera, no afecte en modo alguno la economía nacional, que al fin al cabo nos compromete a todos.
Hoy existen denuncias sobre la imposición desde arriba de una gerencia que no está conteste con la línea revolucionaria que debe tener Industrias Diana. Los trabajadores afirman que ya se sienten lo suficientemente maduros para que entre ellos mismos pueden elegir sus autoridades en los espacios de gerencia, planificación, producción y distribución. Si es así, deberíamos aceptar ese reto que nos ofrecen los trabajadores de Industrias Diana, y de repente este ensayo, nos conlleve a una solución definitiva con respecto a la burocratización en las empresas del estado, donde la imposición desde los ministerios a veces no están acorde con la realidad de estas empresas de carácter social productivo.
Es ahora o Nunca…. Venceremos¡¡¡