Ante el “desgaste y la falta de credibilidad de los partidos políticos, la autonomía es hoy una nueva forma de hacer política”, además de ser un instrumento para luchar contra el neoliberalismo, plantearon ayer participantes en el foro sobre autonomías que se realiza en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Carlos de Jesús Alejandro, coordinador de la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía, afirmó que hay una coyuntura favorable y que con la reforma constitucional sobre los derechos indígenas o sin ella “las autonomías se han ido construyendo y hoy no tienen por qué detenerse por el contrario, deben acelerarse”.
Luego de “saludar” la iniciativa del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de crear las juntas de buen gobierno, el dirigente indígena señaló que a pesar de que el término “autonomía ha causado mucha fobia y el gobierno ha querido satanizarlo, el avance en las comunidades es innegable y ahora puede desatarse con mayor fuerza”.
Durante el segundo día de trabajos, varios de los cerca de 200 participantes de Chiapas, Oaxaca, estado de México y Guerrero plantearon que la autonomía es un proyecto a largo plazo y “un modelo alternativo al neoliberalismo, cuya construcción es fundamental en la gestación de una nueva sociedad, más justa y con dignidad humana”.
En la capital de Tlaxcala, en tanto, participantes del Encuentro por la paz, los derechos humanos y el desarrollo local coincidieron en que la zona de Zongolica y la sierra sur de Veracruz “son tierra fértil” para la instalación de juntas de buen gobierno -como las creadas en territorio zapatista-, pues representan “la única oportunidad” que tienen los habitantes de luchar contra los cacicazgos y de pugnar por una mayor equidad en el reparto de la riqueza y el respeto a los derechos humanos.