Encuentro de personas e historias desde las resistencias, la defensa del territorio, la energía y los derechos de las y los trabajadores
Por: Lucero Mendizábal
fronterasurmx
¿Qué significa un encuentro?
El hecho de encontrarse rebasa la idea de la simple palabra, trasciende pensamientos y derrumba fronteras. Retira obstáculos para mirarse cara a cara y hablarse con la palabra verdadera. Es escuchar las voces de las unas y los otros, de las otras y los unos. Contar historias de la vida sobre el hacer diario, la comunidad, los ideales, los sueños y las realidades que se viven en el día a día. Incluso se evocan imágenes, se escuchan los sonidos de las voces, la rabia se puede ver, el coraje se puede sentir, las lágrimas y las risas también pueden brotar. Un encuentro es una posibilidad para poder coincidir, para ir más allá de lo que pensamos nos hace diferentes y hallar esas grandes similitudes, acercarnos un poco más. Permite discutir sobre lo realmente importante si también persigue un objetivo esta reunión. Y así es como los días 20 y 21 de julio en Santa María Zacatepec en el estado de Puebla se llevo a cabo un encuentro que podría calificarse como uno más pero que en los corazones de muchas personas abrió una pausa en la historia contemporánea para mirar el devenir y pensar en lo que vendrá.
Este evento llevaba meses cocinándose, discutiéndose, pensándose tanto en los pros como en los posibles contras que iban desde el tiempo como el lugar en el que podría llevarse este mismo. Primero, porque han habido muchas reuniones abordando los mismos asuntos en varias partes del país, sin embargo más allá de facilitar este momento para mirarse, cabía la preocupación y la intención de que logrará juntar a todas las personas de las muy variadas regiones de este caleidoscopio que es México y así poder compartir y organizarse. Segundo, porque los recursos resultaban insuficientes, no así los humanos como los económicos los cuáles en estos momentos se agotan con mayor facilidad pero que sumando de a poquitos entre varias organizaciones, colectivos y personas a título individual permitieron solventar los gastos con las características clásicas de una reunión como estas. Un espacio solidario el cuál en esta ocasión fue la secundaria número 36 de esta localidad y que prestó sus instalaciones para la realización de las mesas de discusión y plenaria; así como el techo para pasar la noche. Suena fácil pero realmente es un esfuerzo de mucho tiempo anticipado por mucha gente involucrada que cree en que la suma es la diferencia, un trabajo tras bambalinas que se vuelve invisible. En general, cuándo un grupo de personas con escasos recursos impulsa un evento así nunca es fácil pero la entrega y disposición si son muchos y el trabajo colectivo es lo que permite que se pueda realizar.
Varias organizaciones se sumaron como convocantes, cerca de cincuenta. unas enfocadas al trabajo comunitario, a la defensa del maíz, opositoras a las minas o proyectos eólicos, derechos humanos y defensoras del territorio entre otras tantas. Había que partir de los problemas que aquejan a la gran extensión de comunidades y pueblos que viven en constante amenaza porque hay grupos de poder que no pueden cesar su avaricia ni sienten la mayor culpa y cuya única meta es poseer más y más. Es por eso que se centró en cinco ejes temáticos: defensa de los derechos sociales y laborales, soberanía alimentaria, defensa del territorio, resistencias frente a la reforma energética y resistencias frente a proyectos carreteros y de urbanización. Las reuniones entre más cercana la fecha del encuentro eran más constantes. ¿Cómo lo hacemos?, ¿desde dónde partir?, ¿cuáles son los objetivos y cómo conseguir estrategias que nos hagan sumarnos? Muchas de estas eran las cuestiones que más causaban un compromiso pleno y una preocupación porque los tiempos alcanzaran, se lograran concretar propuestas, actividades pero sobre todo lograr esa suma de voluntades e intereses en un sólo frente.
Llegó la fecha en que una apuesta más tendría nombre: Encuentro Nacional en Defensa del Territorio, la Energía y los Derechos de los Trabajadores. Sábado 20 de julio, mediodía, aunque la cita era desde muy temprano la realidad mostraba otra de sus respuestas, muy poca gente llegaba a la hora que el programa indicaba, las siete de la mañana. Y es que son varios los lugares desde donde se trasladaron muchas de las personas asistentes. Hablar de la asistencia de un grupo entero podría parecer la cosa más sencilla pero también en estas actividades es que se logra ver lo que significa que un grupo logre coordinarse, reunirse en el horario acordado, contar con todos los elementos para poder partir desde el lugar de origen hasta el destino, en ocasiones sólo es posible enviar a una persona que sea la que represente a un grupo o colectivo. Tráfico, hambre, baño todo puede retrasar la llegada creando una especie de ansiedad, nerviosismo y expectativas.
La secundaria quedaba al costado de una carretera, las mujeres y varones ya estaban organizando los alimentos que prepararían para recibir a las centenas de personas que se esperaban y coordinando los espacios que fueron utilizados. Una cancha de baloncesto fue el escenario para poder reunirse y albergarse del frío, de la lluvia y del sol. No faltaba quién llegó a instalarse para vender lo que en sus comunidades hacían manos artesanas y lo que serviría para cubrirse sus gastos de traslado o regresar con algunos pesitos para su pueblo. Los primeros en recibir a las personas llegadas fueron los del colectivo de Estados Unidos “La Colmena”, los cuales regalaron carteles con la leyenda “Mesoamérica Resiste” que tenía una serie de ilustraciones que mostraban el mosaico de escenarios en los que se reflejaba la profunda voracidad de un sistema que intentaba atragantarse de la naturaleza, de la tierra, de la humanidad pero también varias trincheras de lucha y resistencia.
La bienvenida fue realizada por algunos representantes de las organizaciones convocantes, Alberto Arroyo (RMALC), Carlos Beas (UCIZONI), Rodolfo Chávez (CECOP), Verónica Munier (Resistencia contra las altas tarifas) y algunos más. Los discursos introducían a lo que serían los temas a discutirse ofreciendo elementos de discusión y referencia históricos como los tratados comerciales desde la presidencia de Carlos Salinas de Gortari hasta las nuevas formas que éstas han cobrado intentando disfrazarse bajo otro nombre pero cuyo fin es el mismo, la explotación de los recursos naturales, el saqueo de los pueblos, el despojo y crimen en contra de comunidades enteras y la situación en que estos mismos acuerdos han sumido a la inmensa población empobreciendo aún más a los pueblos y ciudades. También se hizo hincapié en la importancia que debe tener el ser autocríticos y aprender de los errores cometidos.
En las mesas se escuchaba la misma reflexión: “no creemos en la política de los partidos”, “necesitamos pasar de la resistencia a la defensa”, “es necesario estar unidos y organizarnos”. Llegaron desde el istmo oaxaqueño algunos comuneros que a lo largo de un año han defendido su tierra contra la empresa “Mareña Renovables” y las fuerzas del Estado. Atenco presente con una consigna que sigue sin justicia pero que no se ha abandonado, la denuncia sobre el abuso de las autoridades policíacas de los distintos niveles hacia las mujeres ya hace siete años. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra Morelos, Cherán, el SME (Sindicato Mexicano de Electricistas), MAIZ (Movimiento Agrario Indígena Zapatista) Puebla, Oaxaca, la Resistencia contra las Altas Tarifas, opositores al gasoducto, un grupo de Huexca llegó gritando ¡Huexca en pie de lucha! fue recibido con aplausos y agradecimientos por ser parte del grupo anfitrión.
De manera paralela la transmisión vía internet de la Radio Zacatepec llevada por un grupo de niñas y niños fue un regalo sorpresivo e inspirador. Pocos veían su labor pero en el espacio de comunicación su alegría, su compromiso y atención era algo inevitable de reconocer. Ponían las “Mañanitas” y las acompañaban con sus cantos, enviaban saludos, leían leyendas, poesías e invitaban a algunas de las personas que consideraban importantes entrevistar realizando unas preguntas muy acertadas: “¿crees que este tipo de encuentros puede conseguir algo?”, “¿cómo podemos cambiar la situación del país?”, pequeños pero precisos, inquietos y atentos. Escuchaban las respuestas con gran atención, la mayor del grupo, Salma una joven de dieciséis años se acercaba a algunos de los que estábamos presentes, quería mirar de que forma trabajábamos, por lo que pudo compartir algunos de sus pensamientos y sentimientos, así como su profunda preocupación por las condiciones en que se encuentra el país. Decía que el Encuentro la hacía sentir aún más comprometida por luchar por un “planeta verde”, en el que se pueda seguir sembrando y que no hubiera tanta gente pobre que tenga que vivir en basureros porque hay personas que “mienten y roban”. “Es la primera vez que vengo a un evento así, pues me decían algunos que aquí vienen los revoltosos, los que están en contra del gobierno y veo que es lo contrario aquí viene la gente a decir lo que le importa, es lo que busco, personas que no mienten y que defienden sus comunidades” – Ahora sé que con la radio puedo lograr que la gente tenga un poco más de conciencia porque los medios comerciales no hablan de las cosas importantes- asintió.
Cabe decir, que este grupo de pequeños radialistas llevan casi cuatro meses en capacitación la cuál corre a cargo de los integrantes de Axocotzin Radio. Miembros de este grupo compartieron que cuando lanzaron la convocatoria para los talleres de formación radiofónica no fue pensando en que fuera únicamente dirigido hacia los menores sino para toda la comunidad. Actualmente el grupo que se logró conformar es de quince menores y cinco adultos, varios de ellos son familia, de hecho hay dos familias afirma Erik, uno de los elementos del equipo capacitador. Juan comenta que la propuesta nace como parte de las demandas urgentes de la comunidad de Zacatepec frente a la delincuencia organizada cuya materia de tráfico era el combustoleo (residuos del combustible). “A estos antecedentes se incluye el proceso comunitario de radio que existe en San Andrés Cholula, en Tlaxcalanzingo, que es la primera experiencia que tenemos como radialistas y que a partir de esta formación y trabajo de comunicación comunitaria es como nos aventamos a compartir de otra manera a compañeros en otros lugares” agrega Miriam una de las chicas capacitadoras e integrantes de Axocotzin Radio.
El día sábado concluyó con una serie de actividades culturales como teatro ofrecido por el grupo Los Zurdos, el compañero Cayo Vicente cantador comprometido con la causa y hasta un joven colombiano de nombre Juan ofreció un concierto de rap. La gente se fue yendo a dormir temprano, otros se trasladaron a casas solidarias, hoteles los que contaban con unos pesos más.
El día siguiente, el compañero Roly Escobar de Guatemala ofreció una ceremonia tradicional. Las actividades dieron inicio con el desayuno calientito, nopales, huevos, frijolitos, tortillas y pipían. Siempre hubo comida suficiente, las personas que asistieron se iban involucrando más y más en las tareas colectivas y colaboraban barriendo, colocando las sillas, limpiando, el ambiente solidario se sentía cada vez más cercano. La plenaria dio inicio, algunas personas seguían mirando los afiches que se colgaron con frases e imágenes que causaban gracia y burla, así como noticias sobre algunos de los casos que se expusieron en las mesas de discusión.
Se habló sobre los temas en común se leyó una primera propuesta de declaratoria y se abrió un espacio para hacer agregados y cambios al documento y se incluyeron lo que la asamblea presente consideraba como importante. Se concretaron dos fechas en las que se realizarían actividades en torno a las exigencias: el 12 de septiembre y el 12 de octubre se convocó a movilizarse para exigir al gobierno federal el respeto a los derechos de nuestros pueblos, la cancelación de los megaproyectos, la no criminalización de la protesta social y la anulación de las reformas estructurales que atentan en contra la economía popular, los derechos de las y los trabajadores, de las comunidades y de nuestro país. Se hizo un particular énfasis en que había sido un buen encuentro pues logro en pocas horas llegarse a acuerdos dejando de lado las diferencias y la importancia de la unión frente a los megaproyectos que están asesinando a la nación.
Poco a poco el lugar se fue quedando vacío, la secundaria regresando a su normalidad pero sin perder la esencia de lo que había ocurrido. Para muchos de los que acudieron la impresión fue parecida, vieron que nuevos actores se acercaron a este espacio, algunos que nunca habían participado y rostros que se habían logrado reencontrar.
El Encuentro en Zacatepec, no es ni será el único evento en defensa del territorio pero si es una apuesta basada en la esperanza de que la suma de varios actores, más allá de sus diferencias, puedan juntarse y crear un frente de propuesta, acción y defensa en el que la prioridad es la vida de las personas y sus pueblos. Son estos los espacios que se construyen y posibilitan poner un alto al desenfrenado ritmo de este sistema capitalista en el que los sueños no caben y sólo aniquilan la alegría. Es la fuerza que une para sostener el futuro, es el dar el todo por salvar la vida misma.