Escuelita Zapatista: Exhibe la Cátedra Caminante “Tata Juan Chávez Alonso” los proyectos de muerte que amenazan a los pueblos indios

Acueductos, carreteras, minas, planes inmobiliarios y un sinfín de megaproyectos que invaden los territorios indígenas del país, se expusieron hoy en el relanzamiento del Congreso Nacional Indígena (CNI)



Exhibe la Cátedra Caminante “Tata Juan Chávez Alonso” los proyectos de muerte que amenazan a los pueblos indios

Acueductos, carreteras, minas, planes inmobiliarios y un sinfín de megaproyectos que invaden los territorios indígenas del país, se expusieron hoy en el relanzamiento del Congreso Nacional Indígena (CNI).

Gloria Muñoz Ramírez y Adazahira Chávez
Desinformémonos

San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Un muestrario interminable de agravios a los pueblos indios de México se presentó en el primer día de los trabajos de la “Cátedra Caminante Tata Juan Chávez”, que con la participación de cientos de delegados de pueblos, naciones y tribus indígenas del país, del subcomandante Moisés y de un grupo de comandantes y bases de apoyo zapatistas, inició hoy en el Centro de Capacitación Indígena (CIDECI), con el fin de fortalecer la defensa de los territorios y su autonomía.

Durante la primera de dos jornadas previstas, se fue deshilvanando la ofensiva más severa que han enfrentado los pueblos indios desde la colonia española. Acueductos, carreteras, minas, planes inmobiliarios y un sinfín de megaproyectos que invaden los territorios indígenas del país, acompañados de estrategias de división, contrainsurgencia y represión abierta, se fueron exponiendo. Todos los delegados, sin excepción, coincidieron en lo importante de unir sus resistencias para enfrentar el despojo.

La inauguración de la Cátedra Caminante “Tata Juan Chávez Alonso” contó con la presencia también de los comandantes zapatistas Tacho, Zebedeo y Moisés. En su participación, el subcomandante Moisés pidió a los representantes yaquis, tzeltales, purhépechas, nahuas, hñähñus y zapotecos, entre otros, mantener fuera de intereses económicos sus luchas que, afirmó, sostendrán unidos.

Acompañados de una lluvia intermitente de los Altos de Chiapas, comenzaron los testimonios de las resistencias de los pueblos, que se dividieron en bloques geográficos, del norte al sur. Los yaquis denunciaron el despojo de agua que los mantiene tomando una carretera en Sonora desde finales de mayo; los kumiai de Baja California afirmaron, a través de un mensaje escrito, que como “indios de la tierra seguimos firmes en la lucha por recuperación de tierras y de todo lo que heredaron los dioses”.

La mitad del auditorio está compuesto por jóvenes zapatistas que toman notas, con pasamontañas que indican su pertenencia al Caracol I, con sede en Oventik. Con atención, las jóvenes siguieron el testimonio de Magdalena García Durán, mazahua detenida en 2006 durante el operativo contra el pueblo de San Salvador Atenco, quien relató sus vivencias cotidianas de discriminación con policías que la agredían por portar trenzas largas.

El comunero José Cruz, de Milpa Alta, en el Distrito Federal, dio lectura a una carta que Félix Serdán Nájera, combatiente jaramillista y mayor honorario insurgente del EZLN, le dio en 2011 para los integrantes del CNI y del EZLN. En el documento, el veterano guerrillero lanzó: “pongo mi corazón en ustedes”, y pidió seguir en pie de lucha y buscar una forma de comunicación permanente.

Lo zoques desplazados hacia Jalisco, por la erupción del volcán Chichonal en los setentas, afirmaron que, a pesar de que salieron de su territorio, se reconfiguran como pueblo en unión con los zoques de Chiapas y pidieron ser reconocidos en esa diferencia. “Somos de antes, pero somos nuevos”, afirmó Fortino Domínguez, haciendo alusión a los zapatistas.

Con la voz del pueblo de Ayotitlán, Jalisco, llegó la historia de la lucha por recuperar sus tierras comunales y la resistencia ante la minera Peña Colorada, que amenaza con desaparecer a quienes se opongan a su operación. El pueblo coca de Mezcala, en el mismo estado, denunció la amenaza turística a su isla sagrada y la existencia de guardias blancas de los empresarios.

Desde Michoacán vino el mensaje de los nahuas de Ostula, que resaltaron su gran dolor por los 30 asesinados, cuatro desaparecidos y cien familias desplazadas que ha dejado su pelea contra el crimen organizado y los invasores mestizos, pero, afirmaron, “aún tenemos vida comunitaria y la posesión de tierras recuperadas”. Los purhépechas de Cherán recordaron su “Ya Basta”, como llaman a su insurrección del 15 de abril de 2011 contra los talabosques. Afirmaron que es difícil hablar de autonomía, pues “el mal gobierno y partidos cada día atacan y rondan más agresivamente con sus programas para que nos desanimemos”.

Siguieron los testimonios de una comunidad ecológica en Michoacán, de los pueblos de la sierra del Ajusco en el Distrito Federal –que, unidos, viven las presiones de la mancha urbana y el proyecto carretero Arco Sur en su territorio, que constituye el 40 por ciento de las tierras de la capital del país- y otros, que, como señaló el purhépecha Elpidio, de Arantepacua, “compartimos un mundo de problemas, pero también de esperanza como pueblos originarios para reforzar nuestra convivencia colectiva y comunitaria”.

Los trabajos del CNI, fundado en 1996 en Nurío, Michoacán, continuarán el resto del día 17 y todo el 18 de agosto. Se prevé, dado el carácter itinerante de lacátedra, la realización de otras sesiones en “distintos puntos de la América originaria en todo el continente, conforme la geografía y el calendario que vayan acordando sus convocantes y quienes se adhieran en su oportunidad”, señaló el EZLN en la convocatoria.