“La experiencia zapatista es una grieta en el territorio mexicano”: Alfonso Medrano, de Chile

Lo que sucede en su territorio liberado es para mí realmente admirable, un compromiso con su historia para pasar de meros espectadores, a participantes y constructores de su futuro.



“La experiencia zapatista es una grieta en el territorio mexicano”: Alfonso Medrano, de Chile

Lo que sucede en su territorio liberado es para mí realmente admirable, un compromiso con su historia para pasar de meros espectadores, a participantes y constructores de su futuro.

Alfonso Medrano
Desinformémonos

Un Votán no sólo es un guardián, es un guía, un maestro consciente que aprende de ti como tú de él, es un tutor, pero sobre todo, un compañero, alguien que abrazó los caminos de la lucha y que te recibe con humildad y respeto, que te acoge en su hogar para mostrarte cómo se ha ido desarrollando el trabajo indigenista, teñido de zapatismo en el estado de Chiapas.

En lo personal, tuve la suerte de que mi Votán hablaba un castellano casi perfecto, en parte porque era promotor de educación y en parte porque su curiosidad personal e intuición intelectual estaban sumamente desarrolladas al igual que su sensibilidad, por lo cual la barrera del lenguaje no operó en nuestra contra, posibilitando así un acercamiento mayor. Escuchar su relato de vida era una enseñanza total sobre lo que significa asumir los costos de una vida rebelde, que muchas veces trae aislamiento, hambre y dolor. Una de sus frases que me marcaron fue cuando me dijo “en una guerra nadie gana, pero necesitábamos hacerla”. Me pareció una reflexión muy lúcida de cómo la violencia es una necesidad política de los pueblos, la autodefensa como voz de alzamiento un derecho, pero a sabiendas de sus costos y traumas como también de sus pequeñas y no tan pequeñas victorias. .

Durante 30 años de organización, resistencia y combate al mal gobierno, el pueblo zapatista ha levantado sus propios órganos de gobierno, han transformado el concepto de democracia en política inclusiva donde se abrió un espacio para volver a dialogar y así decidir colectivamente cómo caminar juntos, han entendido que los cambios radicales NO se pueden gestar bajo el alero de la política institucional y que se requiere de la autonomía como forma para avanzar con más preguntas que certezas, un camino que tiene contradicciones pero que no se detiene gracias al compromiso y empoderamiento de todos y todas las comuner@s que habitan estas tierras

La experiencia zapatista es una grieta en el territorio mexicano, un punto de fuga, una ruptura profunda con este modelo de vida, convivencia y producción. Lo que sucede en su territorio liberado es para mí realmente admirable, un compromiso con su historia para pasar de meros espectadores, a participantes y constructores de su futuro.