Encontrarse y asamblear sigue siendo un triunfo. Carta de la Organización Ecologista Guardianes del Iberá a las asambleas autónomas argentinas

No hay una sola dirección de origen de los procesos de resistencia. Si bien respetamos y no somos ni seremos macartistas con compañeros que a la vez militan en partidos políticos de variados signos políticos, nuestra construcción colectiva de pertenencia es en y hacia la asamblea soberana libre y autónoma



ENCONTRARSE Y ASAMBLEAR SIGUE SIENDO UN TRIUNFO
Publicado el 19 junio, 2013
¿Que pasa en Corrientes?

Compas, tal vez nos equivocamos con lo personal y sentimental de ésta carta, pero allá va. Quizás deberíamos profundizar que pasa con la industria forestal que ya convirtió a Corrientesen la provincia más “pinera” con más de 300 mil hectáreas de monocultivo forestal en manos en su mayoría de empresas extranjeras. Pero bueno en la UAC estarán los compas del Grupo Mabareté de Chavarría, del Grupo Ysyry de San Miguel y seguro otros compas contando que implica el monocultivo forestal en sus territorios.
Tantos pinos no son solo para cobrar los fabulosos subsidios estatales sino que está en vista transformarlos en una Pastera, que hasta ahora la lucha de los compas Entrerrianos frenó en todo el Litoral, pero para detallar están tratando de hacer unos pesos y llegar a la UAC Corrientes de Ituzaingo los compañeros que hasta ahora atajan los amagues de instalarla allí que hace el Gobierno Provincial.
De lo que se habla poco es de la megarepresa Binacional Garabí, que es necesidad de Brasily compromiso de Argentina hacerla, y no tuvimos confirmación aun de compañeros de Misiones que vendrán a la UAC, que son los que más están luchando contra la represa, pero sí estarán los compas de la Asamblea de Santo Tomé que también están en esa lucha.
Por otra parte el deseo de explorar petroleo y gas en ésta tierra de humedales es una locura ya habilitada por decreto del gobernador. Nuevamente los compas Entrerrianos nos muestran el camino con toda la información que tienen y es mucho lo que tendremos que profundizar sobre ese tema.
Por lejos Yahaveré y Lavalle son nuestros pueblos hoy más sufridos. Porqué el terraplén de 24km que hizo el gerente de los Laboratorio Roemmers en el territorio de la Comunidad Indígena Yahaveré (Reserva Iberá), si bien tiene sentencia de demolición ratificada por la Corte Suprema Nacional desde el 2009, hasta ahora el Jefe del Partido Radical (Sergio Flinta) logró que no se cumpla con la justicia. Así se está profundizando la perdida del territorio y el impacto ambiental y social por el efecto dique que les provoca a los pobladores.
En Lavalle pese a los esfuerzo de las familias del Paraje Puerto Viejo y de todos, solo las fuertes tormentas de este lluvioso Otoño evitaron una tercer temporada de muertes por fumigaciones. Pero más que la naturaleza nada evita (por ahora) que quienes se cobraron la vida de Nico y Kili y dañaron de por vida de Celeste, aun sigan fumigando sus tomates. De mínima (y no es poco) las familias de Lavalle no se quedaron en víctimas, se organizaron y son luchadores por la vida, podrán conocerlos en la UAC.
Para ejemplificar el acaparamiento bestial de tierras va adjunto un mapita, que pueden circular, solo estaría bueno citar que es una producción colectiva de los compas de “Guardianes delIberá”. Verán que hay una clara distribución de acaparamiento de tierras (casi toda extranjera) en las altas cuencas de los Ríos, es decir en los distintos Esteros que son nuestras fabricas de agua en la llanura, como lo son los glaciares en las cumbres de las montañas. Pero para hablar de todo esto, está propuesto un taller especifico en la UAC.
Por último, hasta aquí, no podemos dejar de mencionar que la mal vida ley de Bosques deCorrientes cuyo texto fue impuesto por José Aranda (Vice del Grupo Clarín) lejos de resguardar los bosques, habilitó el desmonte de los último que queda del espinal correntino. Y que el avance forestal en los pastizales del Aguapey está llevando a la extinción al ya de por sí complicado Venado de las Pampas (a pesar de que es Monumento Provincial), además de varias especies de aves. Creemos en la vida con toda la biodiversidad así que tratamos de darle voz humana a los seres que no la tienen.
Pero más allá de este punteo de luchas y resistencias, queremos, necesitamos contarles los que nos pasa y como llegamos hasta acá:
Todos los compañeros que están en lucha en algún lugar saben que no hay una sola dirección de origen de los procesos de resistencia y más allá de las organizaciones y las personas, lo que hay es una amalgama de experiencias colectivas que van y vienen.
Para no ir tan lejos en la historia algunos recordarán el Correntinazo del 1999, la toma del puente, las asambleas de la “Plaza de la Dignidad”, la represión del Gobierno de De la Rua y la Intervención federal que dejaron como herederos hasta la fecha, un gobierno de restauración conservadora en Corrientes.
Definitivamente esa experiencia fue parte (como las de otras provincias) de la antesala de lo que pasó en el 2001, aquel parto de explosión de asambleas del cual somos hijos e hijas.
Sin importar los nombres y las edades, todos los que luchamos en Corrientes somos hijos e hijas de esa experiencia colectiva.
Más para acá en años, desde fuera de la provincia quizás oyeron de las luchas contra la extranjerización de la tierra, se empezó a hablar del acuífero guaraní, del Iberá, de Tompkins y del Paraje Yahaveré. De allí salieron cosas muy positivas como reformas super importantes de la Constitución Provincial hablando de los bienes comunes, nombrando al Iberá como recurso estratégico, y las aguas como potestad de la Provincia.
Pero también hubo un rejunte poco alentador, y sí, aveces el nacionalismo da para cualquier cosa, es sabido y no es nuevo.
Tal vez con la misma voluntad que tenemos de transformar la realidad que nos oprime muchas veces creemos que podemos transforman a los que no son de nuestro lado y traerlos más cerca “pa´ estos lados”.
Y así que en los procesos de luchas, muchos compañeros de años de trayectoria creyeron que un grupo de arroceros levantando la bandera de la soberanía del Iberá contra Tompkins estaban de estos lados.
Pero su bandera era una frazada corta, de soberanía entendida al modo liberal del que es propietario de la tierra y de los medios de producción, un “todos” muy chiquito para las mayoría. Por lo tanto no fue de extrañar que entre arroceros se entendieran y cerraran filas apoyando al proyecto igualmente extranjero de represar el Ayuí o que sus broncas fueran contra el “gringo ecologista” pero no contra los “gringos plantadores de pinos” o los “gringos arroceros”.
Las luchas protagonizadas por la “Fundación Iberá Patrimonio de los Correntinos” quedó enmarcadas así en la más clara y absoluta posición de clase, de quien lucha solo por sus intereses ante un capitalista mayor que no les propone ninguna asociación.
Pero las miradas románticas y los intentos de unir el agua con el aceite no fueron exclusivos de ese proceso. Y aquí ya entramos nosotros como Organización a contar un poco de nuestros aciertos y errores más cercanos.
Cuando el péndulo dejó a los “Patrimonio” y toda su base social (clase media y alta de medianos a grandes propietarios de tierras y profesionales del campo agro-ganadero), del lado de proyectos tan corporativos como Ayuí y aun en la fiebre de la victoria de haber doblegado y frenado al mayor proyecto arrocero del Mercosur impulsado por nada más y nada menos que por uno de los 30 hombres más ricos del Planeta (George Soros) y José Aranda Vicepresidente de una de las corporaciones más poderosas del país (el Grupo Clarín), nos miramos para ver quienes estaban en la vereda festejando con nosotros.
Vimos en nuestra vereda (y sabíamos que así sucedería) al Kirchnerismo local y fugazmente al nacional festejando la derrota al Grupo Clarín y golpeándose el pecho de la defensa del ambiente. Era obvio, lo supimos desde un principio y decidimos correr el riesgo de que capitalizaran políticamente la lucha por el Ayuí, como de hecho ocurrió.
Nosotros no encontramos la formula que diga como incidir en decisiones del Estado sin que el partido gobernante las tome y capitalice como propias, entonces ante ello afirmamos lo que somos y donde estamos.
Allí fue como más allá de las distancias, de los pocos recursos y todas las dificultades que pueda haber, decidimos que era prioridad encontrarnos con los compañeros en lucha de todo el país y que el espacio de pertenencia para hacerlo era la UAC.
El porqué sin repetir todo lo positivo que expresa la UAC es muy sencillo; es una forma de salir de la utilización partidaria de luchas más profundas, de la utilización de la causa ambiental, inclusive por grupos de poder en sus pujas internas de ricos contra ricos.
Reafirmamos nuestra independencia en donde estamos y con lo que somos. Allí no importan las distancias ni la cantidad, un compañero nuestro en Mendoza o San Juan expresa nuestra solidaridad real y nuestro compromiso ético y moral con compañeros que luchan contra el extractivismo minero y si bien respetamos y no somos ni seremos macartistas con compañeros que a la vez militan en partidos políticos de variados signos políticos, nuestra construcción colectiva de pertenencia es en y hacia la asamblea soberana libre y autónoma.
No es fácil compañeros, lo saben bien ustedes en cada una de sus localidades y lo sabemos aquí nosotros, caminamos con la humildad de reconocer que no conocemos todo el camino, aunque si tenemos la convicción de a donde nos gustaría llegar, y creemos que para ello debemos caminar y hacerlo aveces al paso del más lento, para ir todos juntos.
En ese sentido la oportuna carta de posición de la Asamblea por el Agua de Mendoza ante los cacerolazos anti K, “Que tu bronca no te siegue”, fue una bocanada de aire puro, orientándonos y a través de la cual reafirmamos que es con los compas de la UAC donde queremos estar.
Pero la independencia política igualmente no ha sido el mayor de nuestros problemas.
De la misma vereda, en la alegría por NUESTRAS batallas ganadas; el freno de la expansión de la frontera arrocera en Iberá, el no recorte de la Reserva, la cancelación del Proyecto Arrocero Ayuí, entre otros, encontramos el apoyo entusiasta de Douglas Tompkins.
Un gringo que compró 150 mil hectáreas en los Esteros del Iberá con el proyecto de restaurar el ambiente, completar la grilla de todas la especies extintas localmente, construir accesos públicos y campings para todas y todos y una vez finalizada la inversión, regalarlo al Estado para que sea un bien público a través de un gran Parque Nacional. En el camino, de paso y como si lo anterior fuera poco, apoyar a las comunidades locales y a las ONGs ambientalistas para frenar el extractivismo arrocero y forestal y la construcción de obras que endican y drenan los esteros como terraplenes y canales.
¿Quien podría oponerse a tamaña propuesta de un paladín de la justicia que tal como el superheroe Batman decide disponer de toda su fortuna para hacer el bien en estas tierras del fin del mundo tan saqueada? Y es que era tan bueno el discurso (y la acción) que quienes instintivamente se oponían al acaparamiento de tierras extranjerizante, esbozaron las más ilustres teorías para rechazarlo; “que es por el agua”, que era “para una futura colonia Judia”, que es “para una base norteamericana”, etc.
Pero si esto no era cierto, ¿a cambio de que era tanta bondad? Y es que el capitalismo es inherente a que haya un intercambio, y para que sea posible hay “cosas” que deben ser bienes intercambiables. Y Tompkins y sus empresas nunca dejaron de ser y actuar como capitalistas.
Para compañeros desocupados de Mercedes o Itatí conseguir trabajo en las arroceras de George Soros es a cambio de su exposición a agrotóxicos y de que éste (entre otras cosas) controle las altas cuencas del Río Miriñay, el Arroyo Ayuí o el Río Riachuelo.
Para los comerciantes de Mercedes la inyección de dinero en la localidad a través la construcción de la Represa Ayuí, era a cambio de la inundación de las selvas ribereñas y del desmonte de 400 mil hectáreas de los últimos bosques nativos de la Provincia.
En el caso de las forestaciones y las tomateras es tan expoliante el sistema extractivista que casi no hay nada a cambio, acaso unos pocos puestos de trabajo precario y mal pago en las forestaciones de pino, a cambio de cientos de miles de hectáreas transformadas en la nada absoluta, que son las plantaciones. Ni que hablar del trabajo infantil, esclavo o cuanto mejor, muy precarizado de las tomateras, a cambio de la contaminación, las enfermedades crónicas y la mismísima muerte de ñinos en Lavalle.
Es así que en el sistema de cambio de Corrientes, donde Tompkins aparece como el que más da a cambio, porque siguiendo la comparación con Batman, ser un superhéroe paladín de la justicia no implica renunciar a ser un buen capitalista.
Tompkins construyó hosterías, refaccionó estancias con viviendas optimas para sus trabajadores, construyó y donó un camping al municipio de Pellegrini, dio acceso abierto y gratuito a todos sus campos, organizó fiestas populares donde se comió y bailó muy bien, donó seccionales de guardaparques a la provincia, apoyó con logística y recursos la lucha de los pobladores de Yahaveré contra el terraplén que les construyeron en sus tierras y la lucha contra las arroceras que fumigaban Colonia Carlos Pellegrini, etc.
Pero nuevamente ¿a cambio de que?
Más allá de las diversas teorías de la finalidad real, la que no conocemos (tal vez nunca nadie lo haga), podemos responder lo que hemos vivido y conocido;
A cambio de que el Iberá quede vacío de pobladores del Estero, cuyo único lugar está reservado para ser guardaparques o guías turísticos, pero no pobladores ancestrales viviendode, en y con SU territorio, el Estero.
A cambio de que la decisión sobre las obras de señalamiento, las obras de acceso, la catelería y los puentes, es decir toda la infraestructura para el turismo, sea decisión suya inobjetable. Decidiendo solo él y nadie más, lo que se hace, cómo y donde.
A cambio de llevar adelante su proyecto de conservación estricta sin ningún marco de participación ciudadana de los pueblos, parajes y ciudades de la cuenca del Iberá.
A cambio de que no se sepa y no se cuestionen los años de consolidación del modelo forestal (vía monocultivo de pinos) que implantó en Iberá a través de la empresa EVASA.
A cambio de que las luchas que apoyará sean SU capital político para negociar a puertas cerras con el Gobierno Provincial la habilitación de sus proyectos.
En definitiva a cambio de gobernar el Iberá.
Y hasta allí llegamos, y allí se trazan las líneas divisorias.
Lamentablemente para muchos compañeros es más cómodo sostener el mito de un Batman ecologista y relativizar que esto sea así, o buscarle la vuelta para justificar que el monocultivo forestal implantado en la lomada de la ruta 22 entre Chavarría y Concepción por la empresa EVASA en la manos de Tompkins entre 2002 y 2007, no es tán malo como los otros monocultivos forestales, o cerrar filas como una cuestión de fe afirmando que si en otras partes hizo cosas buenas “aquí también las hará”.
Además para algunos, “esos” que viven en el estero y se organizaron y levantaron con orgullo su origen guaraní como Comunidad Indígena Yahaveré, son pobres manipulados.
No son el poblador del Estero que pasea turistas sin chistar o se pone el uniforme de guardaparque feliz de su ascenso social y que con sus leyendas, historias de vida y dulce idioma guaraní entretiene a los rentables turistas.
No, el poblador de Iberá organizado es sucio, feo, malo, político y manipulado. Lejos en el tiempo quedaron los apoyos a esos mismos pobladores contra el atropello del terraplén, luego de que esa misma lucha fue negociada ante la provincia por Tompkins para mantener y ampliar la habilitación estatal a sus proyectos de re-introducción de especies.
Lejos de los discursos, de los muy bonitos discursos quedan las evidencias, y las decisiones que se toman entorno a ellas ejemplifican de que lado se está. Buena parte de los empleados de Tompkins han salido a denostar a la Comunidad Indígena Yahaveré. A apretar en sus lugares de trabajo a compañeros que los apoyan, a intentar que el INAI no reconozca a la Comunidad, a cerrar tranqueras de acceso a Yahaveré en los campos y acorralar a los pobladores en su territorio de uso.
Ante esto no hay dobles interpretaciones, Tompkins se presenta como ambientalista y ataca a quien no esté de acuerdo con su proyecto o represente un estorbo para su concreción, como cualquier empresa, pero ante la resistencia de las poblaciones se defiende como un grupo ecologista…
¿Cual es hoy el terreno de nuestra lucha ante la claridad que implica rechazar desde las bases desde nosotros mismos las fumigaciones, los terraplenes, el acaparamiento de tierras, el extractivismo forestal y arrocero? Está en la legitimidad de lo que somos, compañeros.
En este punto todos se dan la mano contra los pueblos, sea Tompkins y sus proyectos concervacionistas, turísticos o forestales. Sea George Soros y su proyecto arrocero o de lucha contra la discriminación educativa, o sea José Aranda y su proyecto agro-ganadero y de libertad de prensa….
Nosotros podemos estar muy de acuerdo con la conservación, la libertad de prensa y la igualdad educativa, pero no somos millonarios que saquean territorios y luego ordenan la vida de las comunidades a sus gustos y necesidades a través de la filantropía o los medios de comunicación. !Somos las comunidades que los resisten!
Ganadas las batallas culturales de que no está bueno que nos maten pibes con las fumigaciones, que no es positivo que Clarín y Soros nos represen los ríos, que Harvad nos llene de pinos por todos lados, que Tompkins manejé el Iberá a gusto y antojo, que no se respete el territorio y forma de vida de los pobladores del Iberá, etc, lo único que les queda a quienes nos quieren imponer el saqueo, la contaminación y el control de nuestros territorios, es que nosotros no seamos nosotros.
Que los pobladores del Iberá no sean Comunidad Indígena auto-organizada, que nuestros compañeros profesionales no tengan objetividad y rigurosidad científica, que nuestros compañeros trabajadores de las empresas extractivas no tengan verdadera voluntad de romper con los patrones que los explotan, que los compañeros campesinos solo quieran títulos individuales y no plantear la agro-ecología y la discusión del territorio, que Guardianes del Iberá no sea una verdadera organización social de base ecologista, que seamos locos, políticos, falsos ambientalistas, brutos, no serios, terroristas, ególatras, mercenarios etc., etc.
Y ahí denostados, siendo los “pobladores” solo los que van de la mano de algunas iglesias y punteros políticos, “ecologistas” los que van de la mano de Tompkins y fundaciones “serias”,“trabajadores” los que van de la mano de sus patrones o burócratas sindicales,“profesionales técnicos” los que van de la mano de la neutralidad ante los conflictos o de las investigaciones pagadas por las corporaciones. Allí en ese lugar que nos colocan, nos espera o la anulación o la represión. Así es como en los últimos meses ante la más mínima acción pública, la policía provincial nos ha respirado más que nunca en la nuca, forzando detenciones y aprietes explícitos.
Pero así, solos, sólitos, nos sentimos más que cómodos donde estamos, desde el pie contra todos los poderosos. Y aunque nos quieran borrar hasta el nombre y que el espejo nos dé una imagen de nosotros que no es la nuestra, aunque nos detengan y nos lleven sin siquiera el honor de saber porqué, aunque nos amenacen y golpeen a la vuelta de la esquina, aunque nos quieran seguir matando con el envenenamiento silencioso de los agro-tóxicos o nos quieran desposeer poniendo reglas y límites a la vida libre y ancestral en el Estero, seguiremos adelante !Siempre¡
Por todo esto los necesitamos en Corrientes, para abriles el abrazo fraternal de ser compañeros que sabemos que con otros nombres están en la misma situación en todo el país, para que fraternalmente nos ayuden a ver nuestros errores y complicemente volvamos a reír de quienes nos quieren dominar.

Por ello los invitamos a hacer el esfuerzo de llegarse hasta estos lados y ya somos felices con todos los compañeros que nos han respondido.
¡ENCONTRARSE Y ASAMBLEAR SIGUE SIENDO UN TRIUNFO!
quipo de Prensa y Difusión

“Salvemos al Iberá”
Organización Ecologista Guardianes del Iberá
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