México: Los maestros no se fueron

“Vamos a construir un referente a nivel nacional que lucha contra las reformas estructurales, todo lo que afecta a nuestro pueblo y que daña la libertad y autonomía del pueblo”



Los maestros no se fueron

Los maestros no se fueron y van a regresar al Zócalo, prometen. “Vamos construir un referente a nivel nacional que lucha contra las reformas estructurales, todo lo que afecta al nuestro pueblo y que daña la libertad y autonomía del pueblo”, declaró José Antonio Altamirano, de la sección XXII.

Brisa Araujo
Desinformémonos

México, DF. “Vamos a recuperar el Zócalo. La plaza es nuestra, como esta plaza de la revolución también es nuestra, es del pueblo”, declara José Antonio Altamirano, integrante de la división política nacional de la CNTE, sección XXII, de Oaxaca. El grito popular de los maestros buscó mostrar, dijo, que la nación es de todos. “Hoy ellos van a llenar el Zócalo solamente con acarreados, nosotros no tenemos ni un acarreado, todos los que llenan esta plaza son gente que apoya la lucha del pueblo”, dijo, un día después de que el plantón magisterial fuera desalojado del zócalo capitalino, donde rechazaban –y rechazan- la reforma educativa, que flexibiliza las condiciones laborales de los profesores.

Hasta el Monumento a la Revolución, donde se congregaron los maestros luego de la embestida gubernamental, llegan estudiantes, trabajadores y maestros, gritando sus consignas después de marchar desde la Estela de Luz. “Estamos construyendo el frente único con distintas organizaciones sociales. Hoy nos acompañaron los electricistas, los telefonistas, estudiantes y diferentes sectores de la población. Vamos construir un referente a nivel nacional que lucha contra las reformas estructurales, todo lo que afecta al nuestro pueblo y que daña la libertad y autonomía del pueblo”, llama Altamirano.

Aunque hace menos de 48 horas que ocupan esta plaza, los ojos que se encuentran entre las lonas ya parecen saber qué buscan y enseñan que la experiencia de los plantones no se disuelve con la acción de los granaderos. “Aquí reciben la comida, la ropa es hasta el fondo y las medicinas aquí a la izquierda”, señala Martínez, organizando a las personas que llegan al acopio cargando sacos de naranjas.

“Más que nunca es hora de mostrar nuestra fuerza. Nosotros no nos vamos a ir”, afirma Tomaz Martínez, coordinador de enseñanza indígena y maestro militante de la sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), también de Oaxaca, mientras arma con una lona amarilla su tienda, a un costado del Monumento a la Revolución.

El maestro indígena camina entre las tiendas bajo una ligera lluvia, saluda a sus compañeros que, igual que él, todavía se acomodan – ponen mantas que identifican las regionales, arreglan en su espacio las donaciones de colchonetas y cobijas, se forman para recoger los víveres junto al centro de acopio.

En la tienda que reúne el acopio de medicamentos y artículos de higiene, una joven maestra lee en una lista los nombres de los representantes regionales para que reciban su cuota. En todas las tiendas, maestros buscan acercarse a los defeños que llegaron a prestar su apoyo, para hablar, informarles y pedir que traigan más personas. “Somos miles y miles que estamos contra esto que ellos dicen que es una reforma, pero es un engaño”, denunció José Antonio Altamirano.

“Vamos a resistir”

“Esta lucha no inició el 19 de agosto, con el plantón en la plaza de la Constitución. Los compañeros de Guerrero están en lucha desde febrero, después se integraron Michoacán y Chiapas. Estamos en el Zócalo desde mayo, movilizándonos para decir a los oligarcas que nos escuchen”, dice Altamirano. La llegada de los granaderos al Zócalo el viernes 13 de septiembre no trajo la derrota ni mostró que el movimiento está débil, defiende el maestro.

“La lucha continúa fortalecida en Chiapas, Guerrero, Michoacán, Veracruz, Tabasco y Oaxaca. En los demás contingentes los compañeros también realizan acciones semanales, cada quien con sus propias condiciones. Todos los estados estamos en contra de esta política”, dijo José Antonio Altamirano, mientras en el escenario montado para el grito popular empezaba el baile con un son de La Guelaguetza.

A la llegada de la marcha, todos buscan un lugar dónde acomodarse para participar, saludar a los maestros y dar también su Grito de Independencia, muy distinto del evento que simultáneamente se llevaba en el Zócalo, el primero del actual presidente Enrique Peña Nieto, quien tuvo que usar las tanquetas para poder pararse en el histórico balcón.

Entre la multitud y con el espíritu revolucionario de una plaza llena de historia, un llamado. El maestro no se quiso identificar, pidió que le dijeran nada más “el flores”. Desde Cuautla de Jiménez, región de la Cañada, envía un mensaje a todos los mexicanos: “Nos tenemos que unir porque está de por medio la situación de todos los trabajadores del país. Tenemos que construir un paro nacional y una huelga nacional, lo vemos muy cerca”.