México: Los ejidatarios de Bachajón, a contracorriente de la impunidad y los jueces

Aunque no le guste a los mandones vamos a seguir defendiendo nuestro territorio, porque de aquí somos y no nos vamos a pesar de su represión y corrupción



Los ejidatarios de Bachajón, a contracorriente de la impunidad y los jueces

“Aunque no le guste a los mandones vamos a seguir defendiendo nuestro territorio, porque de aquí somos y no nos vamos a pesar de su represión y corrupción. Lo defenderemos como lo hicieron nuestros abuelos y abuelas”
Jessica Davies
Desinformémonos

“Aunque no le guste a los mandones, vamos a seguir defendiendo nuestro territorio, porque de aquí somos y no nos vamos a pesar de su represión y corrupción”, afirman los ejidatarios de San Sebastián Bachajón, quienes denuncian la impunidad del asesinato de su líder, Juan Vázquez Guzmán, y solicitan la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para salvaguardar sus derechos y la integridad de su territorio.

“Aquí seguimos, en pie de lucha, resistiendo con esperanza para defender a nuestra madre tierra del despojo de este maldito gobierno, que solamente quiere sembrar terror y destrucción en nuestros pueblos”, señalaron en junio de 2013 los ejidatarios tzeltales de San Sebastián Bachajón, en la zona norte de Chiapas.

Los tzeltales reconfirmaron que su lucha continuará, a pesar del asesinato de su líder y autoridad tradicional, Juan Vázquez Guzmán, el 24 de abril de 2013. Ni los autores intelectuales ni los materiales del crimen del luchador social y defensor de derechos humanos han sido identificados ni castigados.

“Los malos gobiernos matan y encarcelan a los que luchan por mejores condiciones de vida para sus pueblos. Por esa razón, hace dos meses mandó asesinar a nuestro compañero Juan Vázquez Guzmán con sus sicarios, mientras se encontraba tranquilamente descansando en su casa, pero como el gobierno es traicionero lo mandó asesinar vilmente para acabar con nuestra lucha. Pero se equivocó, porque aquí estamos, aquí seguimos y no nos vamos a ir de nuestras tierras que es donde nacieron nuestros padres y madres, nuestros abuelos y abuelas que también lucharon y dieron su vida por la madre tierra”, retaron los ejidatarios, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

Los tzeltales recuerdan que “luchamos por defender nuestro territorio del despojo gubernamental para imponer un megaproyecto eco turístico”. Alertan que el “mal gobierno” utiliza la fuerza pública -policía estatal preventiva, ejército y policía federal- para atemorizar a las comunidades e imponer el terror para conseguir sus objetivos. “Vemos que la mano del gobierno tiene mucha ambición por los recursos naturales del ejido, y quiere acabar políticamente con la organización, porque no quiere tener resistencia para que el pueblo entregue fácilmente sus tierras para construir los grandes hoteles de lujo, campos de golf y pistas de aterrizaje para los turistas ricos”, declararon el 9 de septiembre.

“Nuestro compañero Juan Vázquez Guzmán es un ejemplo de lucha y amor por su pueblo, dio la vida por él, luchó para que su pueblo fuera libre de la opresión y el abuso de poder del mal gobierno, luchó por recuperar el territorio despojado”, afirmaron los tzeltales. No ha sido fácil la organización para los ejidatarios después del asesinato de Vázquez. Padecen la violencia y la represión de los tres niveles de gobierno y de los paramilitares priistas, desde el año 2007.

Después del asesinato, recibieron una cascada de muestras de apoyo, con pronunciamientos, cartas y declaraciones de parte de grupos, colectivos, organizaciones de derechos humanos, y otros representantes de la sociedad civil nacional e internacional. Para coincidir con el cumpleaños de Juan Vázquez, el 25 de junio, se organizó la “Semana de Acción Mundial: Juan Vázquez Guzmán Vive, la lucha de Bachajón sigue”, una campaña internacional coordinada por una red mundial de grupos comunitarios solidarios.
Honrar y mantener la memoria de Juan Vázquez es un gran estímulo para el pueblo de San Sebastián Bachajón, afirman los ejidatarios, para continuar en la resistencia y la defensa de su territorio. Para ello se valen de diversos medios de lucha, como el bloqueo de la carretera; acciones simbólicas que afirman su derecho a vivir en su territorio; la campaña por la liberación de sus presos; a través de medios legales, con la promoción de su amparo; y por medio de la unión con otros pueblos indígenas de México también en resistencia. “Nuestra lucha”, afirman, “es por la dignidad y la autonomía, porque queremos seguir siendo lo que somos”.

El bloqueo de carretera y el banco de grava

Los dos principales actos tradicionales de protesta de los ejidatarios de Bachajón son la toma de la caseta de cobro y el bloqueo de la carretera. El 2 de julio de 2013, hicieron un “bloqueo informativo” masivo en la carretera principal de Palenque a Ocosingo, a pocos metros del crucero hacia las cascadas de Agua Azul. Unas mantas grandes proclamaron: “¡El mal gobierno es responsable de la muerte del compa Juan Vázquez Guzmán!” “¡No al despojo de nuestras tierras!” “Libertad inmediata a nuestros presos!” “¡Libertad inmediata a Alberto Patishtán y los demás presos políticos de Chiapas!” “¡Vivan los pueblos en resistencia y los caracoles zapatistas!”

Los tzeltales repartieron volantes en español e inglés, porque muchos turistas viajan por esta carretera. A través de un altavoz, leyeron su comunicado con un llamado a la justicia y con un no a la impunidad, por el respeto a su territorio, y se declararan “dispuestos a dar la vida por nuestra madre tierra y por nuestra lucha, así como lo hizo el compañero Juan, corazón de nuestra lucha y nuestra pueblo”. Los ejidatarios señalaron que Juan Vázquez denunció las redes de corrupción y complicidades del gobierno para despojar al pueblo de San Sebastián Bachajón de sus tierras y para desarticular su organización.

Además de la caseta de cobro, otro punto de quiebre a largo plazo en el conflicto entre los ejidatarios adherentes a la Sexta y los partidarios del gobierno es la organización de un banco de grava, fuente de material para la construcción, “que ya se acabaron el comisariado ejidal, junto con el ex comisariado ejidal por su explotación sin ningún control”, denunciaron los adherentes. Fue simbólico cuando informaron, en su comunicado del 26 de septiembre de 2013, que su organización tomó el acuerdo de comenzar a trabajar un nuevo banco de grava en territorio para atender las necesidades de los ejidatarios y para beneficio colectivo del pueblo. “Hacemos responsable a los gobiernos de cualquier agresión, amenaza y represión que traten de hacer para impedir nuestros trabajos como organización y ejidatarios del banco de grava Nah Chawuk”.

Los presos

Como queda demostrado con el caso conocido del tzotzil Alberto Patishtán, en las cárceles de México se encuentran muchos presos indígenas detenidos injustamente por cargos falsos, pronunciados en un idioma que no entienden, con sus derechos básicos violados y su debido proceso no cumplido.

En abril de 2013, hubo tres presos tzeltales de Bachajón, quienes fueron torturados para obligarlos a confesar su culpa por crímenes que no cometieron. De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, todos fueron encarcelados “mediante actos cuyo propósito es minar las acciones por la defensa del territorio que el ejido emprende desde hace varios años”. Hubo una gran celebración cuando uno de ellos, Miguel Vázquez Deara, fue liberado el 26 de junio de 2013, “considerando que existieron violaciones a sus derechos de defensa adecuada”, señaló el centro de derechos humanos.

El 13 de agosto de 2013, al preso Miguel Demeza Jiménez se le concedió un amparo ante el auto de formal prisión dictado en su contra, ya que, en palabras de su abogado, Ricardo Lagunes Gasca, “el auto de formal prisión es violatorio del artículo 16 de la Constitución, ya que el juez de El Amate no señaló debidamente el fundamento y las razones lógico-jurídicas que acrediten la probable responsabilidad penal de Demeza Jiménez”. Esta decisión, según el abogado, “constata que ha permanecido injustamente preso por casi tres años”.

El otro preso que queda, Antonio Estrada Estrada, presentó un juicio de amparo el 30 de septiembre de 2013 en contra de la sentencia de siete años de prisión por el delito de asalto y delincuencia organizada, en relación a las violaciones a sus derechos humanos – que durante su detención no se le concedió la ayuda de un abogado y un traductor conocedor de su lengua y su cultura, y que fue sometido a tortura para obligarlo a firmar una declaración auto incriminatoria por los mismos policías que lo detuvieron y torturaron, que además se declararon víctimas del asalto imputado a Antonio.

Actualmente, Miguel Demeza Jiménez y Antonio Estrada Estrada permanecen encarcelados, el primero en el penal de El Amate y el segundo en Playas de Catazajá. La campaña por su libertad continúa.

Buscando el amparo

El 2 de febrero de 2011, las autoridades locales desalojaron a los ejidatarios de Bachajón de la caseta de cobro en la entrada de las Cascadas de Agua Azul, el área donde el gobierno planea desarrollar, con corporaciones multinacionales, un complejo turístico de lujo que rivalice con sitios como Cancún. En ese momento, 117 personas fueron detenidas arbitrariamente, y las autoridades se apoderaron de 2 mil 590 metros cuadrados de las tierras de uso común del ejido. Este despojo, advirtió su abogado, “es el principio del saqueo que viene más adelante”.

Para demostrar legalmente sus derechos sobre esta tierra, un representante de los ejidatarios promovió ante los tribunales un recurso de amparo contra la privación arbitraria de sus tierras comunales, en marzo de 2011. Después de casi dos años, el amparo fue rechazado -en enero de 2013-, pero los ejidatarios y su abogado persistieron y la decisión fue anulada en mayo de 2013. El 22 de julio, el caso del amparo 274/2011 llegó al mismo juez, José del Carmen Constantino Avendaño, que ya lo había rechazado en enero, y nuevamente dio falló en contra de los ejidatarios. Los ejidatarios denunciaron al juez como corrupto, que “vende su dignidad y honor”, y siguieron con la promoción del amparo.

El 1 de agosto presentaron un recurso de revisión contra la sentencia, el cual se encuentra en trámite. También solicitaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que estudie el amparo y proteja su territorio. Citaron como precedente “el fallo protector para la tribu yaqui, de Sonora, en el amparo en revisión 631/2012, relativo al proyecto Acueducto Independencia, impuesto por los gobiernos del estado y federal para despojar del agua del río Yaqui a los pueblos indígenas del sur de Sonora”.

El Congreso Nacional Indígena (CNI)

El 17 y 18 de agosto de 2013, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se realizó la cátedra Tata Juan Chávez Alonso, convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI) para relanzar la iniciativa indígena nacional. En este encuentro fundamental, integrantes de más de 32 pueblos indígenas, naciones y tribus de 19 estados se reunieron. Declararon que “reconocemos, apoyamos y animamos las luchas por la autonomía y libre determinación de todos los pueblos indígenas que conformamos el CNI”, porque “los malos gobiernos y las empresas trasnacionales se han valido de grupos paramilitares para imponer megaproyectos extractivos”. Entre las 29 demandas emitidas estuvo “la libertad de los compañeros presos de la comunidad tzeltal de Bachajón, Chiapas, Miguel Demeza Jiménez y Antonio Estrada Estrada”.

Después de este encuentro, los ejidatarios de San Sebastián Bachajón explicaron en un comunicado del 9 de septiembre, que “sabemos que no estamos solos porque son muchos los pueblos que estamos luchando por nuestra vida y dignidad, así platicamos y nos juntamos en la Catedra Tata Juan Chávez Alonso del Congreso Nacional Indígena, escuchamos nuestras luchas y vemos que tenemos un enemigo común que quiere exterminar nuestras culturas y apoderarse de nuestros territorios, donde vemos también que hay que seguir fortaleciendo nuestras organizaciones, nuestras culturas y autonomías que permitan transformar este mundo secuestrado por la mentalidad capitalista”.

En su intervención en la Cátedra, los ejidatarios adherentes a la Sexta subrayaron a todos los asistentes que “como pueblo indígena hacemos nuestra la lucha de ustedes”, porque “los de arriba ordenan acabar con nosotros, con nuestros pueblos, y mandan a destruir lo que nos da vida, construyendo presas, proyectos eco turísticos, parques eólicos, entubando los ríos, robando y contaminando nuestras semillas, abriendo minas, y para conseguirlo mandan matar a nuestros hermanos hombres y mujeres dignos que luchan por defender a la madre tierra, nos encarcelan, nos torturan y nos desaparecen, pero se les olvida que no somos uno, que no estamos solos y que como hijos de la tierra nuestras raíces siguen vivas a pesar de toda la muerte que ellos nos ofrecen”.

La impunidad y la lucha

Para el pueblo de Bachajón, la memoria de Juan Vázquez, su compañero asesinado, es una inspiración para continuar en la resistencia en defensa de su tierra y territorio ancestral de propiedad común. “Su recuerdo del compañero Juan Vázquez Guzmán es nuestra fuerza como organización para seguir luchando y defendiendo el territorio del despojo del mal gobierno”, afirmaron en comunicado.

“El mal gobierno y los dueños del dinero y el poder mandaron matar a nuestro hermano Juan Vázquez Guzmán el 24 de abril de este año”. Los ejidatarios consideran que los sicarios siguen libres y disfrutando el dinero que se les pagó por el asesinato. “Hasta la fecha, este crimen del mal gobierno sigue impune”, indicaron.

En su comunicado del 9 de septiembre, los ejidatarios señalaron como responsables del asesinato de Vázquez y del encarcelamiento de Estrada Estrada y Demeza Jiménez, al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, al gobernador del Estado de Chiapas, Manuel Velasco Coello, al ex secretario general de Gobierno, Noe Castañón León, al presidente municipal de Chilón, Leonardo Guirao Aguilar, y a operadores políticos de los tres niveles de gobierno, así como al ex comisariado ejidal. “No vamos a permitir que el gobierno haga lo que quiera con nuestro pueblo y con nuestro territorio. Nuestro compañero Juan Vázquez Guzmán entregó su vida por el pueblo y la tierra, es por eso que su sangre derramada no será en vano porque la defenderemos cueste lo que cueste. Es nuestro derecho y el gobierno debe respetar, ya basta de tanta injusticia y abuso del mal gobierno”.

“La lucha de nuestro pueblo San Sebastián Bachajón”, le dijeron al Congreso Nacional Indígena, “es por conservar nuestro territorio indígena que es herencia de nuestros antepasados, es donde vivimos, lo que nos da vida e identidad. Nuestro territorio lo estamos defendiendo hasta con nuestra vida de la ambición del gobierno y de los dueños del dinero, que quieren construir hoteles de lujo, campos de golf y pistas de aterrizaje para los turistas ricos, a costa de la explotación, marginación y discriminación de nuestro pueblo. Ante la defensa que hemos hecho contra estos proyectos, el gobierno solo ha tenido una respuesta: represión, cárcel y muerte”.

“Aunque no le guste a los mandones vamos a seguir defendiendo nuestro territorio, porque de aquí somos y no nos vamos a pesar de su represión y corrupción. Lo defenderemos como lo hicieron nuestros abuelos y abuelas, hasta la victoria. Así nos enseñó nuestro compañero, Juan Vázquez Guzmán, asesinado cobardemente por el mal gobierno”, finalizan.