¡Al ataque! Alianza del gobierno boliviano con empresas extractivas se lanza en picada sobre nuevas áreas protegidas y comunidades que ahí habitan

¿No estarán exagerando? ¡Basta ya!



7 petroleras explotarán hidrocarburos en áreas protegidas

Lunes, Diciembre 9, 2013 - 18:56
Erbol

El ambientalista e investigador Jorge Campanini informó que al menos 10 de las 22 Áreas Protegidas (AP), de categoría nacional, están comprometidas para la exploración y explotación de los hidrocarburos a cargo de siete petroleras, hace conocer un reporte del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB).

Explicó que se debe revisar qué sucedió con el tema de los contratos petroleros, ya que a la fecha existen varios contratos de exploración y explotación firmados por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) con algunas petroleras privadas en áreas sometidas a estudios y otras como resultado de la política de áreas reservadas.

El Gobierno firmó recientemente cinco contratos de exploración y explotación de hidrocarburos con las empresas Petrobras, Bristish Gas (BG), YPFB Chaco para explorar las áreas reservadas de Azero, Huacareta, El Dorado Oeste, Isarzama y San Miguel.

“Las áreas de exploración afectarán a San Miguel e Isarzama que están dentro del Parque Nacional Carrasco (PN), Huacareta está en parte de la Reserva Nacional de Flora y Fauna (RNFF) Tariquía, Azero está en prácticamente en el 90 a 95 por ciento (%) de la superficie del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Serranía (PNANMI) Iñao, San Andita está dentro del Parque Nacional y Manejo Integrado Aguaragüe, es un paquete”, señaló.

Según Campanini, a pesar de que recién se firmaron los contratos con las petroleras, las operaciones ya empezaron, como es el caso de Azero, donde se realizan tareas magnetotelúricas y perforación de pozos al interior del AP Iñao.

“El Gobierno dentro de ésta política de promoción y licitación de las Áreas Protegidas, no se han considerado los elementos necesarios como para poder ingresar a estas zonas o recién lo van hacer”, dijo.

El investigador advirtió que en los mismos territorios donde se realizarán las tareas de exploración, hay muchas poblaciones indígenas como es el caso de Iñao, área tradicional de las comunidades.

“Ni hablar de San Andita, todos conocemos aparte de estar la Escuela de Cóndores de las Fuerzas Armadas hay una gran variedad de comunidades campesinas e indígenas alrededor. Se trata de una zona es crítica por el tema de pasivos ambientales que se generaron desde los años 70″, afirmó el investigador del CEDIB.

Entre las áreas comprometidas para la exploración y explotación de hidrocarburos, que figuran en los contratos firmados y las licitaciones dijo que se encuentran los Parques Nacionales (PN) Carrasco, Tunari, Amboró, Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (PNANMI) Madidi, Serranía de Aguaragüe, Serranía de Iñao, el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), (RN) Tariquía, la Reserva de la Biósfera y Tierra Comunitaria de Origen (RBTCO) Pilón Lajas y el Área Nacional de Manejo Integrado (ANMI) de Apolombamba.

Jorge Campanini identificó a las petroleras YPFB Chaco, Petroandina, YPFB Andina, Repsol, Petrobras, Eastern Petroleum, Gazprom y Total E&P, detrás de las operaciones de exploración y explotación en las AP.

“Hubo un proceso de licitación y las empresas como Petrobras, BG Bolivia, YPFB Chaco se adjudicaron los contratos al igual que Total E&P y Gazprom para explorar en el área cero de Huacareta y San Andita porque la Asamblea Legislativa autorizó la firma de contratos”, dijo.

La expansión de la superficie petrolera comprometida para las tareas hidrocarburíferas –dijo el investigador- toca a más del 50% de la superficie de las áreas protegidas, entre las que se encuentran en ejecución y en proyección.

Campanini aclaró que el CEDIB no está en contra de explotar el gas, pero sí de respetar las normas y de priorizar la industrialización de hidrocarburos para el uso interno, antes que para la explotación, más aún en un contexto que se ofrece desfavorable para los precios de los hidrocarburos hacia los vecinos. “Gran parte de los ingresos por el gas sirve para comprar combustibles que no producimos, y ese un círculo vicioso, acotó.