Subversiones indígenas (Parte III)

La dinámica, los recorridos y la configuración molecular de los movimientos sociales



La dinámica, los recorridos y la configuración molecular de los movimientos sociales

La dimensión molecular es la que casi siempre se desatiende enlos análisis políticos y sociales. Esta dimensión es el sustrato de los acontecimientos. Se trata de la multiplicidad de lugares desde donde segesta un movimiento, se articula su composición, sale a la luz, una vezque se ha incubado en la sombra, en el silencio aparente de los rinconesy de los márgenes. La forma molecular, cómo funciona su gestación ydespués su desplazamiento, es la condición de posibilidad existencial dela manifestación. Generalmente, se trabaja desde el producto terminado,como si este producto terminado hubiese estado ahí desde siempre,esperando a que alguien lo descubra.El analista y el cientista social nunca van a renunciar a los modelosdeductivos, a los paradigmas modernos que suponen totalidad yestructuras. Por eso, casi siempre encuentran analogías y continuidadesen la historia de los movimientos sociales. Por eso terminan elaborandocronologías largas, como haciendo el seguimiento de un espíritu de larebelión. Este sujeto de la rebelión no es más que una construcción apriori del sujeto investigador, un desdoblamiento de un ego solitario,que busca desesperadamente poblarse con el uso reiterativo deteorías fragmentadas.De lo que se trata es de superar esta herencia de la modernidad,de desapegarse de un centro, que es el centro del análisis, compuestode un cuerpo de hipótesis encuadradas a una verdad preestablecida:hay rebelión porque hay crisis; que es lo mismo que decir: hay rebeliónporque hay demandas. Esta tautología nos traslada al contenidorepetitivo de los discursos analíticos. De lo que se trata es de partir delos márgenes, de la dislocación de la periferia, de la multiplicidad de lassingularidades que bullen en el entorno del problema. No se trata, porcierto, de bajar a los testimonios. Digan lo que digan los testimonios,siempre serán escuchados por un par de orejas, por un oído; las orejas y eloído del investigador, que se encuentra ya conformado, ya estructurado.Por eso, éste actúa como memoria reiterativa. De lo que se trata es deencontrar en el laberinto de los recorridos, trayectorias, nomadismos
Page 90
91Los movimientos moleculares de la multitud de los múltiples sujetos dispuestos a quebrar la estática del poder, losdiversos nacimientos de la subversión de la praxis. Con la distribuciónespaciada de estos nacimientos, de los miles de recorridos que optan pordistintas direcciones, de sus conexiones, de sus articulaciones y alianzas,se conforman dispositivos y agenciamientos que retienen las fuerzasdesplegadas, atribuyéndoles orientaciones consensuadas.En la medida en que evoluciona este proceso de alianzas, desimultaneidades, de creación de dispositivos alternativos, se expandela rebelión. Ésta produce aquel desplazamiento, pero no sólo acontecesu espaciamiento sino también su propia metamorfosis. Ahora son losdispositivos los que forman cadenas, series, cuadros, matrices. Avanzan sutransformación en máquinas de guerra. Es cuando la rebelión se convierteen una subversión, inventando territorialidades, desterritorializando lageografía del poder, configurando un mapa de contrapoderes.Esta genealogía de la rebelión no se desentiende de lastemporalidades inmanentes a la praxis de la subversión. Se retoma lashistoricidades efectivas no tanto en su secuencia como en sus intensidades.La medida de las temporalidades es relativa. Depende del referente. Comoeste referente es subjetivo, depende de la experiencia múltiple de lossujetos, depende de las vivencias y la capacidad de significar los sucesos,escapando de las campañas publicitarias, de los lenguajes de la imagen,de las políticas establecidas que montan escenarios, dando más bienlugar a las alteridades de los imaginarios radicales. Nacen otros sentidosdel magma de significaciones. Los sentidos que inventa la multitud.Aunque esta nueva semántica no esté del todo decodificada, del todointerpretada, se vislumbra un nuevo horizonte hermenéutico. Obligaentonces a modular los estudios de los movimientos sociales en funciónde los nuevos códigos, devenidos de los afectos, deseos, pasiones de lasmultitudes. La teoría es posible. Pero se trata de una teoría de ruptura. Sedebe elaborar nuevas armas de la crítica, considerando la crítica de lasarmas desplegadas por los rebeldes y subversivos.También hay historias acumulativas. No deja de considerarselas experiencias precedentes. Sin embargo, las anteriores asonadasno plantean una linealidad y una continuidad, como si fuese un hiloconductor que nos lleva fatalmente a la victoria o a la derrota. En los
Page 91
92Subversiones indígenas paradigmas de la modernidad se consideraba el problema de los procesosrevolucionarios desde un telos, desde una finalidad preestablecida,presupuesta desde un origen de las contradicciones estructurales. Estafinalidad era la toma del poder. ¿Qué hay después? ¿Escapamos del poder?¿Escapamos del capitalismo y del colonialismo? ¿O más bien la lógica delpoder captura la victoria revolucionaria condenándola a la restauracióndel poder por otros medios?La experiencia de los Estados socialistas de la Europa Oriental nosenseña que en la medida en que no se escapa de la historia, se restaurael poder; que en la medida en que se reproduce el Estado, se repite elcapitalismo en sus nuevas condiciones, aunque en éstas no aparezcala burguesía sino una burocracia de funcionarios que expropian alproletariado el ejercicio de las transformaciones. No es, pues, el logro deuna finalidad preestablecida lo que permite evaluar objetivamente losmovimientos sociales.En la contemporaneidad, la comprensión de los movimientossociales requiere captar la inmanencia de los procesos, las singularidadesde los acontecimientos, la elaboración espontánea y consensuada de lastácticas, las constantes adecuaciones de la multitud a los desafíos de lacoyuntura. Quizás una de las preguntas clave sea cómo se constituyenlos sujetos sociales en la contemporaneidad. ¿Cómo escapan a losdiagramas de poder que los han constituido? ¿Cómo inventan líneas defuga, recreando recorridos nómadas? ¿Cómo se apropian de los espaciospúblicos, derivando en efectos políticos de alcance?.Pero también habría que preguntarse sobre los límites y lascontradicciones de los movimientos sociales, sobre sus herenciasestructuradas, sobre las formas conservadoras y autoritarias persistentes,sobre sus deseos de Estado. Todo esto forma parte de la incertidumbre,del campo de posibilidades y de las probabilidades inherentes a loseventos, a la herencia de determinantes y condicionantes pervivientes.Las contradicciones no sólo son materiales y políticas, sino tambiénsubjetivas. Hay problemas existenciales y relativos a la subjetividad en losmovimientos sociales. Éstos no pueden visibilizarse desde la dimensiónmolar de los eventos, sino que es indispensable hundirse en la dimensiónmolecular.
Page 92
93Los movimientos moleculares de la multitud Ahora bien, la dinámica molecular no excluye la formación molar.Las perspectivas molecular y molar no sólo se complementan, sino quelo molecular es la condición existencial de la formación molar, que puedeser llamada la dimensión instituyente e instituida del mapa cambiantede las instituciones, de las instituciones imaginarias de la sociedad, de laforma material de su perduración, de su reminiscencia, pero también dela configuración de su engranaje maquínico. La dinámica molecular delos movimientos sociales nos permite entender los ritmos paulatinos, aveces abruptos, de las modificaciones en el mapa institucional. Ningunainstitución es realmente estática. En ella bulle la vida funcional de susaparatos, de la aplicación de sus reglas, de las desviaciones cómplices,aceptadas en el pragmatismo del clientelaje y la corrosión. Pero también lasreformas pequeñas, medianas y grandes las atraviesan. ¿Cómo entenderesta dinámica molar de las instituciones sino en concomitancia con lasdinámicas moleculares de clase? El estudio de las dinámicas molecularesde clase y de los movimientos sociales estriba en el análisis del sustratode los acontecimientos, pero también de los mapas institucionales.Los movimientos sociales de mayo y junio de 2005 arrojan muchosdatos, muestran bastantes síntomas como para poder abordar el análisisde sus dinámicas moleculares. Para llegar a esta dimensión múltiple,bullente, que aparece como si fuera caosmosis, partamos de un lugarintermedio, que llamaremos el de los estratos de los movimientos sociales;pero también, en correlación con este lugar intermedio, tenemos otrolugar, el de las sedimentaciones de los movimientos sociales. Estratos y sedimentaciones de losmovimientos sociales La sectorialización de los movimientos sociales en mayo y junio de 2005parece mantener la misma característica de los movimientos de masasque arrancaron en la guerra del agua (abril de 2000), atravesaron elbloqueo de caminos campesino e indígena de septiembre de ese mismoaño y llegaron a las elecciones de 2002, con fisuras entre bases y dirigentes,bases e instrumentos políticos, inmediatamente después del ascensoal Parlamento de dirigentes indígenas, sindicales e izquierdistas. Se
Page 93
94Subversiones indígenas recorrió un lapso crítico para llegar al rebasamiento de las bases respectode las dirigencias en febrero de 2003, en medio de la contingencia de unmotín policial.Esa sublevación de las bases se prolongó evolutivamente aseptiembre y octubre de 2003, cuando se produjo la insurrecciónpacífica, tanto en el campo como en las ciudades de El Alto y La Paz, conciertas repercusiones en otras ciudades. Esa insurrección derivó en lasustitución presidencial de Sánchez de Lozada, y marcó de lleno el ingresoa un periodo de transición política. Como decíamos, la sectorializaciónparece mantenerse en mayo y junio de 2005, cuando vuelve la asonadapopular, con características parecidas al renombrado octubre de 2003. Sinembargo, las diferencias asoman rápidamente. Se trata de otra coyuntura,distinta en varios aspectos. Fue el punto crítico más alto de la transición.El gobierno de Carlos Mesa terminó perdiéndose en su propio laberinto.Lejos de cumplir con lo encomendado en octubre de 2003 (la recuperaciónde los recursos hidrocarburíferos y la Asamblea Constituyente), Mesaprefirió alejarse de esta agenda y se acercó más bien a una nueva agenda,inventada e impuesta por la burguesía intermediaria, apoyada por laconspiración de las empresas trasnacionales y, de manera indirecta, porla conspiración de los organismos multilaterales.La aparente levitación del gobierno de Mesa sobre el campode fuerzas, conformado por las luchas sociales y las reaccionesconservadoras, terminó convirtiéndolo en una fuerza centrífuga ficticia.Esta ficción fortaleció a la contrarreforma conservadora, que buscabarestaurar el orden político perdido con la fuga de Sánchez de Lozadadurante la asonada popular de la guerra del gas. Un referéndum sobrelos hidrocarburos inició el lento recular del gobierno de transición haciael campo conservador, hacia el peso específico del poder económicode la burguesía intermediaria, en su versión ideológica de oligarquíaregional. Las contradicciones entre el Ejecutivo, sobre todo en la figuradel presidente, y el Comité Cívico de Santa Cruz fueron patentes todo eltiempo durante el referéndum del 18 de julio y después del cabildo enSanta Cruz de junio de 2004. Se ahondaron después de la concentracióny el cabildo autonómico de enero de 2005 en Santa Cruz de la Sierra.Tales contradicciones expresan los distintos intereses de los estratos de
Page 94
95Los movimientos moleculares de la multitud la burguesía nacional, pero también las estruendosas dificultades de laburguesía intermediaria para lograr un proyecto de Estado.Quizás Mesa era la mejor carta que se tenía; empero, la ópticaregionalizada de una parte de la burguesía, sus fuertes vínculosideológicos con el neoliberalismo, sobre todo en la versión despojantede Gonzalo Sánchez de Lozada, terminaron escindiendo los interesesparticulares de los intereses generales de la burguesía. Esto nos muestraque los distintos estratos de la burguesía no tienen conciencia para sí,usando la terminología de Hegel. Carlos Mesa nunca fue el hombre delos movimientos sociales; no podía serlo debido a los límites impuestospor la clase a la que pertenecía, la clase media alta e ilustrada. El hechode que un movimiento social lo hubiera obligado a asumir el mandoconstitucional es parte del azar político, del juego de las circunstancias.La popularidad ganada por Mesa a un principio se debía más a su capitalsimbólico. Su figura de intelectual, de historiador, de comunicadorsocial le confirió prestigio, lo que se sumó al hecho de que fue la mejorsalida que encontró la plebe después de la asonada. Bastaron menos deveinte meses para perder su popularidad. Se retiró sin poder y sin apoyo,desmoralizado ante la intensidad de la revuelta popular, que irónicamentevolvía a forzar una nueva serie de sustituciones constitucionales. Lapresidencia recayó en la máxima autoridad del Poder Judicial, EduardoRodríguez, quien asumió con el mandato expreso de llamar a eleccionesgenerales.Los movimientos sociales repitieron en mayo y junio de 2005sus diferencias integradas en una simultaneidad rebelde: trabajadoresmineros y cooperativistas mineros, confederaciones, federaciones,centrales y subcentrales sindicales agrarias, acompañados por autoridadesoriginarias y ayllus, en un pacto sin precedentes por la unidad. Eneste conglomerado sindical y de comunidades se encuentran las seisfederaciones cocaleras del Chapare, sumadas a la federación cocalera delos Yungas, las organizaciones de colonizadores, además del Movimientode los Sin Tierra (MST); el pueblo alteño, con su poderosa Federación deJuntas de Vecinos (FEJUVE), las corporaciones gremiales, los sindicatosde maestros, los obreros sindicalizados de las urbes, los estudiantesuniversitarios. A todos estos sectores sociales se suman, a última hora,
Page 95
96Subversiones indígenas los municipios mediante convocatorias ambiguas, los trabajadores de losaeropuertos y ciertos fragmentos populosos de las clases medias.Todo este conglomerado parece repetir los sucesos de abril de 2000y de octubre de 2003; es decir, la suma de los sectores sociales alzados. Sinembargo, hay diferencias. Éstas tienen que ver con los desplazamientosinternos y externos de los movimientos sociales. En seis años, las consignasde los movimientos han unificado objetivos compartidos. Ya en octubrede 2003 los objetivos primordiales se podían resumir en dos: recuperacióntotal de los hidrocarburos y Asamblea Constituyente, que fueronreplanteados en mayo y junio del 2005. Sin embargo, su significación hacambiado, madurando en la especificación de los significados. Se hablaahora de una nacionalización de los hidrocarburos y de una AsambleaConstituyente como poder constituyente de las multitudes.Por otra parte, los movimientos sociales tienden a actuar de maneramancomunada, llegando a acuerdos o haciendo coincidir sus marchaspara confluir en concentraciones y cabildos gigantescos. Esto ocurrió el24 de mayo de 2005 y volvió a ocurrir el 8 de junio de ese año. Pero se tratade otra coyuntura, distinta a la de octubre de 2003. El contexto es otro,el mapa de fuerzas, diferente. Desde el referéndum hasta junio de 2005,la derecha despliega una ofensiva en varios ámbitos: monopolio de losmedios de comunicación, campañas publicitarias que hacen de caja deresonancia, cabildos autonómicos, conspiración parlamentaria, asambleapreautonómica y hasta un golpe de mano intentando la sustituciónconstitucional del presidente del Congreso, Hormando Vaca Diez, lo quepodría haber derivado en la aplicación de mano dura, un estado de sitio yla represión a las organizaciones sociales, a los movimientos sociales y alos dirigentes e intelectuales ligados al movimiento social.Pero tal ofensiva de la derecha, de la oligarquía regional, dela burguesía intermediaria, de las trasnacionales y de los partidostradicionales terminó en seco gracias a la heroica intervención de losmovimientos sociales en Sucre, la capital de la República. La ciudad fuecopada, la plaza 25 de Mayo sitiada y emboscada, se tomó el aeropuerto,los trabajadores de la Administración y Servicios de Aeropuertos Nacional(AASANA), organizados sindicalmente, entraron en huelga; tambiénentraron en huelga los gobiernos municipales.
Page 96
97Los movimientos moleculares de la multitud Toda una tenaza social movilizada envolvía a los diputados,atrapados en la vorágine de la sublevación. Los parlamentarios, quehabían escapado de La Paz para sesionar tranquilos, para conspirar encalma, se encontraron de pronto emboscados en la ciudad de los cuatronombres. Al movimiento social este gasto heroico le costó una víctimafatal y varios heridos, todos ellos mineros.Los desplazamientos externos de los movimientos sociales tienenque ver con su expansión. El movimiento se expande a todo el eje central,incorporando al mapa de los bloqueos a la ciudad de Santa Cruz de laSierra. La expansión del movimiento se extiende al sur, logrando unagran concentración y marchas en Sucre. También hay irradiacionesdel movimiento al norte, sobre todo en el departamento del Beni.Prácticamente toda Bolivia estaba copada por las movilizaciones ybloqueos y sitiadas sus ciudades.Lo que diferenció a mayo y junio de 2005 de octubre de 2003 fuela expansión. El mapa de los movimientos sociales anteriores muestraefectos políticos más circunscritos al occidente. En cambio, el mapa delos movimientos sociales recientes logró efectos políticos mayores, estavez en todo el país. Todo esto se desarrolla en un contexto distinto decorrelación de fuerzas. En octubre de 2003 los sectores conservadores,que manejaban el aparato público, fueron sorprendidos por la virulenciade los eventos. En cambio, hasta mayo y junio de 2005, las organizacionessociales se defendieron de una ofensiva restauradora que se aproximabaa sus dos años de vida. En mayo y en junio se volvió a la ofensiva en tornoa la nacionalización de los hidrocarburos y la Asamblea Constituyente.Con la renuncia del presidente del Congreso y del presidente de laCámara de Diputados a la sustitución constitucional, la derecha volvió aser derrotada políticamente.Sin embargo, se abría una nueva coyuntura plagada de incerti-dumbre. No se había logrado los objetivos de la lucha; ni la nacionali-zación de los hidrocarburos, ni la Asamblea Constituyente. Se ingresóentonces a una etapa electoral, donde no se sabía en qué condicionesse encontraban los sectores sociales para afrontar las elecciones quese avecinaban.
Page 97
98Subversiones indígenas Los desplazamientos internos del movimiento social tienenque ver con su intensidad. Tres semanas de movilizaciones, bloqueosy marchas las de mayo y junio de 2005. Tres semanas de constanteevolución en espiral. Tres semanas de construir una argumentaciónpopular en torno a la nacionalización, a la Asamblea Constituyente. Sedesarrolló una posición crítica respecto de los gobiernos autonómicosdepartamentales con dos alternativas: o discutir el tema en la AsambleaConstituyente, lugar apropiado para tratar todas las propuestas en tornoal nuevo diseño de Estado, o inducir a alternativas y formas autonómicassobre la base de las nacionalidades, los municipios y las provincias. Fueun desenvolvimiento de la experiencia colectiva, con intensas vivenciasde los movilizados, aunque también de los no movilizados. Fue unaprendizaje en corto tiempo de los ritmos y de las transformacionesinherentes al campo político. Fue una decodificación de los discursosoficiales, una emergencia de los saberes y una constitución de sujetossociales. Los desplazamientos internos implican la ampliación de loshorizontes internos.El balance de los acontecimientos de mayo y junio es el siguiente: 1. Si tomamos en cuenta la ofensiva conservadora, podemos valorarcomo victoria política el haber logrado evitar la restauración de lospartidos tradicionales, que venía acompañada por el estado de sitioy la represión.2. Si consideramos los objetivos de la lucha, es decir, la nacionalizaciónde los hidrocarburos y la Asamblea Constituyente, podemosevaluar lo sucedido como una postergación de esos objetivosprimordiales. La sustitución constitucional del presidente de laCorte Suprema, con la consecuente tarea de convocar a elecciones,fue un diferimiento de los anhelos populares.3. Si constatamos la expansión de los movimientos sociales, podemosvalorizar su capacidad de convocatoria y de movilización. Elincremento de sus formas de organización, su irradiación ycirculación produjeron desplazamientos internos que coadyuvarona la intensificación del uso de las formas; produjeron tambiéndesplazamientos externos que coadyuvaron a la expansión de estosusos a desterritorializaciones y reterritorializaciones, en espacioslisos y volviendo a cartografiar espacios estriados.
Page 98
99Los movimientos moleculares de la multitud 4. El ingreso a una etapa electoral exigió al movimiento social nuevastácticas, articuladas estratégicamente. Las organizaciones socialesy el instrumento político del campo popular requirieron replantearsus estrategias políticas, su forma de organización y su formaenunciativa.5. Considerando la formulación de estrategias, vemos que losmovimientos sociales no abordaron la elaboración alternativade planes y programas de largo aliento, y optaron más bien porconstrucciones parciales, momentáneas y coyunturales.6. Todo esto nos conduce a evaluaciones pendientes de la relatividadreferencial. La composición de los referentes y la composición delas evaluaciones nos trasladan a una valoración móvil y cambiantedel acontecimiento.7. En conclusión, no hay victoria total ni derrota absoluta, sinovictorias parciales y derrotas específicas. Es menester escapar deldramatismo de las ponderaciones heredadas de la modernidad,avanzar más bien a ponderaciones dinámicas, adecuadas a lasvariaciones de los procesos. La vida continúa. El proceso de las contradicciones internas Se puede apreciar que los movimientos sociales contienen suscontradicciones, muestran paradojas, a veces hasta aporías. En laintimidad de estos procesos contradictorios es indispensable analizaruna paradoja arrojada en el contexto de las luchas sociales recientes.Esta paradoja tiene que ver con los objetivos primordiales planteadospor los movimientos sociales: la nacionalización de los hidrocarburos yla Asamblea Constituyente. La pregunta es: ¿quién iba a nacionalizar yquien iba a convocar a la Asamblea Constituyente? Las organizacionessociales y el instrumento político depositaron estas tareas en el Estado.Concretamente, en octubre de 2003 se encomendó estas tareas algobierno de transición de Carlos Mesa, también en mayo y junio de 2005se exigió al gobierno y al Parlamento su cumplimiento. Luego se delegóestas tareas al segundo gobierno de la transición.Resultaba paradójico que se depositara el cumplimiento de losobjetivos del movimiento social a instituciones que no tenían voluntad dehacerlo; es más, que estaban en contra. Era obligar al enemigo a ejecutar
Page 99
100Subversiones indígenas acciones que le iban a afectar. Esta paradoja se puede plantear también deotra manera: la sublevación contra el Estado termina siendo estatalista. Enel fondo, tal como se presentó, sin poder cruzar sus propias limitaciones,la rebelión reproduce al Estado en la expectativa de sus demandas.Reproduce al sujeto, al soberano, a quien van dirigidas estas demandas.También se puede replantear la paradoja de otro modo: la subver-sión contra las instituciones del ancien régime terminó siendo legalista,pues exigía el cumplimiento de las leyes, de la Constitución, y tambiénla construcción de una nueva legalidad. Se esperaba que el Parlamentoconvocara a la Asamblea Constituyente, se esperaba que el Parlamentonacionalizara los hidrocarburos. Esto, como se sabe, no ocurrió. Nosencontrábamos lejos de ese postulado del mayo de 1968 parisino: “losderechos no se los mendiga, se los toma”. Podemos interpretar tambiénla paradoja del siguiente modo: la insurrección contra el poder usó losmétodos, instrumentos y procedimientos usuales de la política oficial.¿Cómo explicar esto?René Zavaleta Mercado hablaba de una paradoja señorial, en la queel patrón criollo y el indio entablaban una relación perversa de dominacióny sumisión. La paradoja señorial viene a ser una interpretación, en lascondiciones de la formación social boliviana, de la dialéctica del señor y elsiervo, dialéctica de señorío y servidumbre, expuesta en la Fenomenologíadel espíritu de Hegel. Kojève interpreta esta dialéctica como la dialécticadel amo y del esclavo. Independientemente de si se trata de la mismasituación filosófica, la paradoja señorial y la dialéctica de señorío yservidumbre muestran analogías estructurales. Ciertamente hay quedistinguir la consecuencia teórica de las dos expresiones. Cuando se hablade paradoja se señala algo irresoluble; cuando se habla de dialéctica, seplantea una superación, una síntesis que contiene la contradicción. Yamarcada esta diferencia teórica, nos interesa saber si hemos salido de laparadoja propuesta por René Zavaleta. ¿La paradoja de la que hablamos,que podemos interpretarla como la paradoja estatal, forma parte de laparadoja señorial? Dos hipótesis interpretativas al respecto: 1. Al no salir del horizonte del colonialismo interno, reproducimosde distintos modos la paradoja señorial, que puede interpretarsecomo una dialéctica perversa de dominación y sumisión.
Page 100
101Los movimientos moleculares de la multitud 2. La paradoja estatal deriva de la instauración del Estado nacional de1952, Estado paternalista, criatura y padre del proletariado minero.Esta paradoja forma parte del imaginario social de lo nacional-popular. No necesariamente estas hipótesis son excluyentes. Sólo que una semueve en el horizonte de la paradoja señorial, en el horizonte del diagramacolonial, y la otra se mueve en el horizonte del Estado populista. Esto noquiere decir necesariamente que un horizonte, el segundo, se encuentredentro del otro, el primero. Pueden ser horizontes distintos, aunqueyuxtapuestos.Esta caracterización es importante, sobre todo para no calificar a lonacional-popular como continuidad del colonialismo. Las concepcionesnacional-populares pueden oponerse al colonialismo, sólo que lo hacenen el contexto de las luchas nacionales contra el imperialismo. Lasconcepciones anticoloniales arrancan de la memoria larga, atravesandoel estupor de los siglos; pero, en la medida en que no retomen lasluchas nacional-populares, se quedan en el mito o, en todo caso, enuna reivindicación abstracta. Las discriminaciones, las exclusiones y losracismos coloniales adquieren connotación histórica en la formaciónsocial, en la estructura del Estado y la sociedad periféricos, en el contextode las contradicciones de una República perdida en el interior de laperiferia, atravesada por las contradicciones de una sociedad de clases,en un país ocupado por el imperio y el régimen económico impuesto porlas trasnacionales. Juegos, enlaces, alianzas y articulaciones de lamicropolítica y su segmentaridad Encontremos las segmentaridades binarias, circulares y lineales de losmovimientos sociales, segmentaridades flexibles y duras, segmentaridadesconformadas en un ámbito de recurrencias micropolítica, que hacede sustrato a la macropolítica, cuando los movimientos sociales en suconjunto se oponen al Estado. Las segmentaridades binarias aparecencuando emergen las contradicciones de clase: proletarios contra
Page 101
102Subversiones indígenas burgueses, campesinos contra terratenientes, también en su versión decampesinos sin tierra contra latifundistas. Estratos urbanos popularescontra las instituciones de servicio. Los estratos plebeyos de la nacióncontra las empresas trasnacionales, pueblos indígenas contra lasoligarquías.La segmentaridad binaria también aparece en la bifurcación entrehombres y mujeres, entre niños y adultos, entre adolescentes y viejos.Las segmentaridades circulares aparecen cuando a partir de un centrose configuran distintos círculos, que pueden ser concéntricos o no: micasa, mi calle, mi barrio, el distrito, el municipio, la ciudad, la provincia, eldepartamento. Las segmentaridades lineales aparecen cuando dejamosla familia y entramos a la escuela, cuando dejamos la escuela y entramos ala universidad, o cuando dejamos cualquiera de estos segmentos y vamosal espacio de trabajo. Nos movemos linealmente de un segmento a otro.Todas estas segmentaridades pueden ser flexibles o duras, dependede la plasticidad o dureza del juego segmentario en el mapa institucional,en el mapa de clases y en el mapa de las territorialidades diversas. Enlos movimientos sociales, tanto las organizaciones como los sindicatosaparecen como segmentaridades circulares. Pero cuando pasamosde la junta de vecinos y vamos al sindicato, nos encontramos en unacircularidad lineal. También aparecen circularidades binarias como ladistinción dinámica entre bases y dirigentes.Cuando estas segmentaridades conforman una cartografíadura ingresamos a formas de dependencia y autoritarismo, formasque terminan inhibiendo al movimiento social. Cuando estassegmentaridades conforman un espacio liso, este espaciamiento flexiblelibera flujos que derivan en enlaces, alianzas y articulaciones novedosas,que terminan diseñando nuevos recorridos, que derivan en redes yentramados desbordantes. La subversión es un tejido hilvanado desdelas segmentaridades flexibles, las cuales componen los campos de lamicropolítica.
Page 102
103Los movimientos moleculares de la multitud Multitudes y clases en los movimientossociales antisistémicos Ha vuelto la discusión sobre los nombres, las definiciones, los conceptosy las clasificaciones sociales. ¿Cómo identificar a los movimientossociales desatados como respuesta a la destrucción socioeconómicadejada por el neoliberalismo? ¿Encontramos allí al proletariado? ¿Setrata de nuevas clases o, más bien, de una nueva descomposición de lasclases, un nuevo desclasamiento, así como ocurrió cuando se formó elproletariado? Antonio Negri y Michel Hardt sugieren volver a utilizar elnombre de multitud para referirse a los nuevos fenómenos sociales, enel contexto de la globalización. En esa misma perspectiva, aunque conotra tonalidad, lo hace también Paolo Virno al hablarnos de la gramáticade la multitud. Este retorno a la categoría de multitud usada por Spinozaabre no solamente un debate, sino también nos enfrenta nuevamente alos secretos del lenguaje, del que no salimos nunca enmarcándonos ennuestro hábito de nombrar.¿Por qué multitud es mejor que proletariado en el análisis yla interpretación de las luchas sociales contemporáneas? ¿Es ésta lapregunta clave? ¿No es mejor hablar de una modificación en el ámbitode las relaciones entre lenguajes y referentes espacio-temporales? Conesto estamos diciendo que la situación del lenguaje no es la misma quedurante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.Durante la segunda mitad del siglo XX, el lenguaje se disemina;emergen desde su interior sus partes componentes, cada una de ellasreclama la representación de la totalidad. Sus partes se articulan de otramanera. Este proceso le abre nuevas posibilidades. El lenguaje se hacemás rico y expansivo. Se complementa también de otra manera con lasprácticas e instituciones sociales. Las transformaciones tecnológicastambién reditúan su relación con aquél.Tomando en cuenta tal contexto de transformaciones podemos verque el lenguaje —como matriz, pero también como flujos; como estructuras,pero también como desplazamientos; como composiciones, pero tambiéncomo invenciones— cambia sus condiciones de relacionamiento. Esde esperar entonces que sus usos cambien a su vez las significaciones,
Page 103
104Subversiones indígenas las simbolizaciones, las figuraciones, los valores conceptuales, lasconceptualizaciones, los sentidos diversos. Proletariado ya no quieredecir lo mismo; algo parecido ocurre con multitud y clases sociales. Lascondiciones de significación de estas palabras han cambiado.No estamos apostando a una especie de metafísica del lenguaje.No decimos que sólo han cambiado las condiciones del lenguaje;decimos que han cambiado sus condiciones de articulación con lasinstituciones. Lo que decimos supone la modificación y transformaciónde las instituciones mismas, de su mapa, de su disposición en el mapa.No dejamos de percibir una transformación en la geografía social, en losantiguos usos del lenguaje; se diría, de cambio en la realidad, o, mejor,en los recortes de realidad. Empero, no hay que olvidar que la realidadde la que se hablaba no es independiente de los usos del lenguaje. Esarealidad se hace visible en éste. Tendríamos que hablar entonces deuna compleja relación entre articulaciones del lenguaje, relación quese abre a las articulaciones de estas articulaciones con composicionesinstitucionales, con configuraciones espacio-temporales.Hablamos entonces de los distintos niveles del lenguaje, de susdiferentes sedimentaciones, estratificaciones que componen formasde expresión y formas de contenido. Podemos hablar de una mezclaentre prácticas, usos, articulaciones, composiciones del lenguaje yprácticas, comportamientos, conductas, instituciones, conglomeradosinstitucionales, formaciones sociales. Estos planos de consistenciapueden dar cuenta de la ubicación, el valor, el estancamiento, eldesplazamiento y la diseminación de los sentidos.Durante la modernidad se usó la concepción de clases sociales, enplural, para describir el cuadro diferenciado de la sociedad. Primero se lausó para describir el cuadro económico. Las clases sociales respondíana funciones económicas. Esto se puede ver en el cuadro económico deQuesnay. Saint-Simon transfirió la diferenciación del cuadro económicoa un cuadro social. Las clases económicas no sólo aparecían descritassino también, de forma dinámica, se enfrentaban unas a otras. El sentidode la dinámica de clases venía dado por la lucha de clases en el contextode la Revolución Francesa. El socialismo francés retoma esta herenciateórica, otorgándole mayor precisión.
Page 104
105Los movimientos moleculares de la multitud Marx y Engels desarrollan la teoría de la lucha de clases en el contextode las sociedades estructuradas por el modo de producción capitalista.Se trata de un campo de intensidades, desplazamientos, contradiccionesque atraviesan, componen y corroen el espacio social. En esta historia decontradicciones y antagonismos, el proletariado aparece como una clasecompuesta por la disolución de las otras clases. Por lo tanto, aparece comolímite de las clases sociales. Límite donde éstas dejan de ser clases parareconocerse en su disolución completa, cuando pierden toda propiedady les queda sólo su cuerpo, susceptible de convertirse en mercancía. Elcuerpo como mercancía es la fuerza de trabajo.La lucha de clases adquiere su mayor intensidad en la perspectivadel proletariado, la última clase, la que no tiene nada que perder. Su luchatiende, a su vez, a disolver la sociedad de clases. El proletariado liberaráa las clases explotadas de las cadenas impuestas por el capitalismo. Enla descripción marxista, el proletariado adquiere no sólo personalidadpropia sino que también se convierte en sujeto como conciencia de clasepara sí. La figura que se describe es la del obrero uniformado que llenalas ciudades industriales. Proletariado, término plural, define a esa claseliminar explotada por el capital. La significación del proletariado irradia atodos los trabajadores que sufren la subsunción del trabajo por el capital.El proletariado es el portador de una nueva sociedad, es el sepulturero dela sociedad capitalista y el creador de la sociedad comunista.La Comuna de París, las insurrecciones de 1848, las huelgas y paros,las luchas por las ocho horas de trabajo en Francia son los escenariosdonde el proletariado adquiere un perfil histórico. La expansión delas luchas sociales modernas al Oriente va a enriquecer la forma y elcontenido del proletariado, va a ampliar su entorno y comprometeralianzas. Las tesis del Oriente, que desarrollaran Lenin y Trotsky, son laexpresión mejor lograda de los nuevos rasgos del proletariado a escalamundial. La complejidad de las formaciones sociales en el Oriente, en losbordes, límites, umbrales y periferia del capitalismo, trata de ser pensadasegún las modificaciones en las formaciones enunciativas marxistas,desplazamientos de las prácticas discursivas.El sentido del proletariado cambia en ese nuevo horizonte que definela alianza obrero-campesina. La alianza permite plantear la posibilidad
Page 105
106Subversiones indígenas de la Revolución Proletaria en el punto de quiebre del eslabón más débilde la cadena capitalista. Esta alianza no es solamente campesina, sinouna articulación entre dos ámbitos de clase, un recorrido de la historiade la proletarización y la campesinización. El bolchevismo se sostieneen el trasfondo del populismo de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. La tesis de la hegemonía proletaria y la estrategia de la dictadura del proletariado se salvan de caer en el razonamiento y las prácticaspopulistas. Como se puede ver, no es el mismo sentido ontológico ysubjetivo del proletariado en el siglo XIX y de principios del siglo XX. Por lotanto, tampoco es el mismo proletariado.El siglo XX se abre con la insurrección de los guerreros del CelesteImperio, los tai ping, los llamados boxers, en la China ocupada por laspotencias colonialistas. En Bolivia se abre con la Guerra Federal y, dentrode ella, con la rebelión aymara. De 1910 a 1919 transcurre la RevoluciónMexicana. Todas estas subversiones se dan en la periferia capitalista.Ninguna es proletaria. Se trata, prioritariamente, de campesinos enMéxico; de indígenas en Bolivia; de guerreros taoístas en China. Es unalucha por la reforma agraria, por la defensa de las tierras de comunidadesy una guerra abierta contra la ocupación colonial. Todos estos objetivosplanteados tienen que ver con la expansión capitalista y las consecuenciasperversas que provoca en las sociedades convulsionadas de la periferia.Son otras clases las que se levantan contra las instituciones de propiedadde la tierra, de la Ley de Exvinculación, de la extraterritorialidad de lasciudades-puerto ocupadas, de la extraterritorialidad de las embajadasimperialistas.Las contradicciones desatadas, convertidas en antagonismos, noson directamente contra el capital, sino contra las formas políticas yeconómicas que instaura el capital en las lejanas tierras de la periferia.¿Cómo nombrar a estas clases no proletarias? ¿Se encuentran en procesode proletarización? No, de ninguna manera. Se enfrentan a institucionesneocoloniales, instituciones que refuerzan, paradójicamente, la expan-sión del capital. Tal expansión aleja a estas clases, que podemos llamarincluso comunidades, de su pasado. Las somete a una actualidaddestructiva. Por eso ellas se resisten, se rebelan y se sublevan. Esta esla matriz de las luchas de liberación nacional. Estas luchas congregan
Page 106
107Los movimientos moleculares de la multitud a conglomerados sociales en descomposición, afectados por lacorrosión que provocan los diagramas de poder gamonal y colonial,los agenciamientos concretos de poder, las instituciones sostenidasal amparo de los Estados bárbaros, al servicio del sistema del mundocapitalista, de las instituciones de ocupación.Estas rebeliones en la periferia capitalista constituyen otros sujetos.Las lecturas de mediados del siglo XX los relacionaron con el nacimientode la conciencia nacional. Y es que a mediados del siglo XX se tenía otrasrealidades, se incorporó el proletariado a esas multitudes levantandobanderas de liberación nacional. Las alianzas del proletariado con lasotras clases explotadas, no sólo campesinas, construyó perfiles políticosde transición, perfiles de liberación nacional mezclados con proyectossocialistas. Por eso se utilizaba en aquellos discursos nacionalistastérminos como ‘alianza de clases’, en el sentido de una dirección histórica,afectada por ideologías socialistas y hasta por discursos marxistas.Dichas alianzas se identificaban con un proyecto de futuro; en cambio,las alianzas, si las podemos llamar así, se identificaban con un pasadoperdido, que quería ser recuperado. Ambas subversiones se dan en unmundo capitalista, en distintos tiempos de su evolución.A fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI se asiste a nuevasrebeliones e insurrecciones anticapitalistas, en otra etapa de los cicloslargos del capital. Como dice Negri, el proletariado profesional hadesaparecido, también el proletariado masa: aparece un proletariadonómada, articulado, en su sufrimiento y subversión, a otras clases endisolución. Negri, Hardt, Virno identifican al sujeto de estas rebeliones defines de siglo y comienzos del nuevo como ‘multitud’. ¿Desarrollando unamirada retrospectiva, estamos autorizados a hablar de una genealogía dela multitud en todo el siglo? Trataremos de responder a esta pregunta, nosólo desde una perspectiva teórica, sino también a la luz de la historiareciente y la historia larga, pasando por el ciclo mediano, la historia delsiglo XX. Este tratamiento del problema nos puede ayudar a responder lapregunta sobre los alcances de las categorías ‘proletariado’ y ‘multitud’.Nos puede permitir evaluar su conexión, su disociación y diferencia en eltranscurso del tiempo social.
Page 107
108Subversiones indígenas Genealogía de la multitud No interesa tanto averiguar cuál concepto es más adecuado en laactualidad del capitalismo globalizado: ‘proletariado’ o ‘multitud’, paradar cuenta de las luchas sociales contra el capital. No se trata de sabercuál concepto tiene mayor correspondencia con la realidad, haciendoparáfrasis de Tarky. En primer lugar, habría que decir qué se entiende porrealidad. Empero, no estamos en esa discusión. La realidad no deja deser una totalización ideal, una construcción de la razón, como en el casode naturaleza, como diría Kant. Estamos lejos de aceptar que la realidades la absoluta exterioridad, pues esa realidad nombrada no deja de sertambién una construcción, con todo lo que connota, sobre todo en elsentido creativo.Volviendo al tema, ‘proletariado’ y ‘multitud’ son interpretacionesde procesos constitutivos de subjetividades alternativas a las formasde dominación del capital. Forman parte del lenguaje, de las prácticasdiscursivas, de las formaciones enunciativas; por lo tanto, forman partede las articulaciones entre composiciones del lenguaje y composicionesno lingüísticas, composiciones sociales y subjetivas. Son también formasde relaciones entre instituciones del lenguaje e instituciones sociales;empero, también se trata de relaciones entre las líneas lingüísticas defuga y líneas sociales de fuga. Sobre todo esto último importa cuando setrata de comprender los usos del concepto, la categoría, el término, lapalabra ‘multitud’.La ‘multitud’ se opone a ‘pueblo’, como dice Paolo Virno; la‘multitud’ no se opone al ‘proletariado’; multitud y proletariado secomplementan81. El proletariado deviene multitud. La multitud se oponeal pueblo, de la misma manera que multitud se opone al Estado82. Elpueblo es la base de legitimidad del Estado, es la voluntad general quedelega su poder al soberano. En cambio, la multitud se niega a transferirel poder al soberano. Podríamos decir que la multitud constituye supropia autonomía. Es inmediatamente autónoma. Se constituye envoluntad inmediata, en voluntad colectiva, que se realiza en la acción 81. Paolo Virno, “Multitudes et classe ouvrière”, entrevista con Maurizio Lazzarato, s/d.82. Virno, 2003b.
Page 108
109Los movimientos moleculares de la multitud multitudinaria. La multitud es aprensible y comprensible desde lacondición de posibilidad epistemológica de campo configurante delacontecimiento. Acontecimiento entendido como devenir de múltiplessingularidades. La multitud es un acontecimiento social y político.Sin embargo, debemos cuidarnos de separar el concepto de loscontextos donde emerge efectivamente la multitud o, más bien, lasmultitudes. La multitud adquiere significación histórica concreta cuandose toma en cuenta el perfil propio del acontecimiento social en cuestión. Nose trata solamente de vincular la práctica discursiva a la práctica política,el discurso a la acción, sino de lograr una interpretación que sea posibleen los horizontes de visibilidad que abre la acción misma. La acción y elconocimiento no están desligados de la praxis. No sólo hablamos de lapraxis que construye el conocimiento, de la praxis de investigación, de lapráctica teórica, sino que hablamos de la praxis política. El conocimiento,la comprensión, la interpretación y el análisis están íntimamente ligadosa los efectos políticos; por lo tanto, a las prácticas que ocasionan esosefectos políticos.Alguien dirá que lo anterior es una tesis marxista. Ciertamente, separece. Sin embargo, habría que anotar que no se trata de la dialéctica.No se busca una síntesis entre teoría y práctica. No se trata de la unidadde la pluralidad, sino de la multiplicidad que no deviene unidad, porquese mantiene en el devenir de campos de intensidades, de la articulaciónde planos de consistencia. El acontecimiento como multiplicidad desingularidades exige un pensamiento, que, a su vez, es acontecimiento.La clave se encuentra en cómo se articulan los planos del lenguajea los planos de los campos sociales. La clave está en cómo se formauna máquina de guerra. La multitud adquiere sentido como máquinade guerra. La dinámica molecular de la multitud No vamos a revisar la bibliografía que aborda el concepto de multitud.No vamos a revisar su nacimiento en los escritos de Nicolás Maquiavelo,y menos detenernos en la exorcización que hace Tomas Hobbes dela multitud, defendiendo desesperadamente el concepto de pueblo,
Page 109
110Subversiones indígenas adecuado a la unificación del Estado. La filosofía de Baruch Spinozaaparece como matriz del concepto de multitud, sobre todo en lo queconcierne al problema de la expresión, problema concomitante a lamultiplicidad, a la singularidad y a la multitud83. Sin embargo, tampocovamos a detenernos en una exposición exhaustiva de la construcciónde la multitud que hace Spinoza. Para los fines de este ensayo bastaránalgunos apuntes.Vamos a optar por circunscribirnos al ámbito las recuperacionescontemporáneas de la multitud, haciendo un breve recorrido por losensayos y las clases de Gilles Deleuze sobre el tema. Retomaremos eltrabajo de interpretación de Antonio Negri. En este camino, tenemos losdespliegues analíticos de la multitud en dos polémicos libros de MichaelHardt y Antonio Negri; éstos son Imperio84 y Multitud85. Asimismo, nosabriremos a los aportes de Paolo Virno, sobre todo de su texto Gramáticade la multitud. Ya señalados los marcos conceptuales, haremos unaevaluación teórica y práctica de los usos del concepto ‘multitud’ enlos trabajos del grupo Comuna, particularmente en los trabajos deRaúl Prada86.No podemos comenzar esta evaluación de la multitud sin antesplantearnos algunas hipótesis de trabajo. Quizás la más importantetiene que ver con la constitución histórica de la multitud, sobre todocon la forma. Esta forma de constitución de la multitud no sólo sediferencia de la forma de constitución del pueblo, que tiene que ver conla conformación de una voluntad general, así como con la construcciónde la representación de la totalidad, de la sociedad, de los ciudadanos.También tiene que ver con el pacto de unidad: el contrato social, base delegitimidad sobre la que se sostiene la soberanía.Ernesto Laclau habla de una construcción discursiva del pueblo,que pasa por el ámbito propiamente discursivo, el nivel de los significantesvacíos, que exceden en su desmesura los contenidos empíricos mediante 83. Véase Spinoza, 1977 y 1990. Revisar Deleuze, 1975 y 2005. Deleuze tiene otro ensayo: Spinoza:filosofía práctica (1991). Otro estudio importante sobre el poder y potencia en Spinoza es Laanomalía salvaje, de Negri (1993). Del mismo autor se puede revisar Spinoza subversivo (2000).84. Hardt y Negri, 2000.85. Hardt y Negri, 2004.86. Véase los textos del grupo Comuna citados anteriormente.
Page 110
111Los movimientos moleculares de la multitud los cuales una demanda particular adquiere universalidad y hegemonía,interpretando y articulando el resto de las demandas en cuestión. Laconstrucción de pueblo se da recurriendo también al desplazamientoretórico del discurso87. Se puede entender esta construcción como laconstrucción de una identidad colectiva que pasa por la evoluciónconcurrente de las demandas. La evolución de las demandas pasa porlas peticiones, que se convierten en reclamos, los cuales devienen endemandas democráticas, adquiriendo una subjetividad más ampliaal convertirse en demandas populares. Este desarrollo define unafrontera interna, distingue pueblo de Estado, además de hacer posiblela constitución del pueblo mediante una articulación equivalencial delas demandas.La multitud vive otro proceso, diferente a la universalización delpueblo, distinta a la hegemonía de la demanda que interpreta a las demás.La multitud no se hace posible mediante la articulación equivalencial delas demandas, una especie de combinatoria de éstas. La multitud aparececomo un acontecimiento de singularidades, singularidades irreductibles,por lo tanto resistentes a la equivalencia y a la generalización. La multitudno es una construcción de una identidad; más bien se manifiesta como undevenir de identidades, un magma de significaciones. Las singularidadesno desaparecen, aunque dialogan, establecen alianzas; formandoconsensos, sí, pero como en un mapa cambiante de alianzas y acuerdos,de objetivos y postulados. No es que hay algo en común, como un sentidocomún, sino que la comunidad, como existencia plural, padece, seconmueve, es afectada por la acción que desencadena, la rebelión quehace emerger de sus entrañas, la insurrección que expande atravesandolos espacios del poder. La multitud es un campo configurante cambiante.La política es vivida por la multitud como conflicto social.En el Retorno de la Bolivia plebeya se trabajó para el análisis dela guerra del agua (abril de 2000) en una hermenéutica de la violencia,que se puso como tarea deshilvanar el acontecimiento por medio de lassingularidades que lo componían. En el texto se escribió lo siguiente: 87. Laclau, 2005.
Page 111
112Subversiones indígenas El acontecimiento está constituido por singularidades,estas singularidades se distribuyen y dispersan dibujando elperfil circunstancial con la masa aleatoria de los hechos. Lassingularidades tienden a converger hacia un punto de saturacióny de diferenciación, a partir del cual se pasa a conformar otroacontecimiento. El acontecimiento se remite a sus dos modosde acontecer, evidentemente en la figura de acontecimientosconcretos, delimitados y temporalizados, pero también en laprefiguración de acontecimiento puro, de acontecimiento en sucondición trascendental. Pervivencia del acontecimiento más alládel espacio y del tiempo88. El acontecimiento en su condición trascendental es un a priori, es elacontecimiento puro, como tal, como posibilidad. Empero, este a priorino se encuentra en el nacimiento; aunque señale el origen, se encuentraparadójicamente en la emergencia actualizada del acontecimiento, en elpresente. Pero en un presente pensado como ruptura, como dislocación.¿Podríamos decir que esta condición trascendental del acontecimientoes el sentido? ¿Qué hay de la multitud como acontecimiento socialcompuesto por múltiples singularidades sociales, políticas, culturalesy subjetivas? La multitud es la condición subjetiva del acontecimiento.Obviamente, no como conciencia histórica sino más bien como potenciasocial, como poder de los cuerpos plurales, motivados por afectos,pasiones, deseos, razones. Podemos hablar entonces de la multitud comoautonomías de lo colectivo respecto a las formas de poder enajenadas;por ejemplo, el Estado y las instituciones. La multitud como perspectivade las sociedades sin Estado.Para comprender la producción del acontecimiento, paracomprender la praxis de la multitud, es menester comprender lairreductibilidad de las singularidades. En el texto mencionado se dice:“lo que se opone a la forma de lo personal, lo general y lo individual esla idea de singularidades, que deben ser tomadas en su pluralidad comoantigeneralidades, que son impersonales y preindividuales. La idea de 88. En El retorno de la Bolivia plebeya (García Linera, Gutiérrez, Prada Alcoreza y Tapia, 2000)revisar “Hermenéutica de la violencia”, de Prada Alcoreza, pp. 94 y 95.
Page 112
113Los movimientos moleculares de la multitud singularidades nos permite abordar la multiplicidad del acontecimiento,tanto en su campo de dominio como en su potencia genética89”.Las singularidades no pueden generalizarse, son irreductibles,son impersonales y preindividuales. Las singularidades pueden serconcebidas según otro horizonte distinto a la universalidad; estehorizonte es el relativo al espesor de las multiplicidades, espesor quepuede ser visualizado, palmado, conmensurado en el flujo de lastemporalidades, como devenir de multiplicidades. La multitud estáconformada por multiplicad de singularidades, las cuales aparecenen sus formas concretas organizativas, grupales, redes comunitarias,filiaciones y alianzas, fragmentos geográficos de clase, fragmentos yflujos de la proletarización en los contextos determinados por los cicloshistóricos del capital. La multitud se compone por emplazamientos,desplazamientos y reemplazamientos de subjetividades, que aparecencomo formas de reconocimiento, formas del lenguaje, escriturasagramáticas de los cuerpos. La multitud es un desplazamiento espacio-temporal y subjetivo de flujos y movimientos de cuerpos, motivados porafectos, deseos, pasiones, razones y proyectos políticos, inherentes a lanaturaleza de los problemas asumidos, de las demandas expresadas, delas formas políticas inventadas por la revuelta de lo colectivo.En el mismo texto citado si dice, a propósito de la esencia delacontecimiento: No es fácil captar el acontecimiento de la batalla, ella transcurre porencima del combatiente; éste sólo ve sus actos particulares, perono capta la verdad eterna del acontecimiento. Hace falta una largaconquista para llegar a este más allá del valor y la cobardía, hacefalta encontrar la capacidad trascendental para captar lo puro dela batalla, encontrar esta facultad que es una intuición volitiva. Nohablamos, como se ve, de una intuición sensible, de una intuiciónintelectiva y de una intuición imaginativa, como es el caso de losenunciados críticos de Kant, sino de una voluntad inmanente alacontecimiento90. 89. Op. cit., p. 98.90. Op cit., pp. 98 y 99.
Page 113
114Subversiones indígenas ¿Se habla acaso de la intuición de la multitud al hablar de la intuiciónvolitiva? Para afirmar esto habría que concebir antes una voluntad de lamultitud. ¿Cómo podríamos hablar de la voluntad de la multitud cuandonos referimos a una multiplicidad? En todo caso, tendríamos que hablarde multiplicidad de voluntades. Sin embargo, en el texto mencionado nose habla de intuición de la multitud, sino de intuición del acontecimiento,intuición volitiva, que puede llegar a tenerla el combatiente heridode muerte, que, a decir de Deleuze, “no es ni cobarde ni valiente, queya no puede ser ni vencedor ni vencido, completamente más allá,sosteniéndose allí donde se sostiene el acontecimiento, participandoallí de su terrible impasibilidad”91. La intuición volitiva es la síntesis devoluntades que desean la realización de un campo de posibilidades, quedefinen horizontes de futuro. Se trata de un conocimiento desiderativo.Y a partir de este horizonte de visibilidad se comprende el presente y elpasado, se le da sentido a lo que ocurre en el ahora, se rescata el sentidoinmanente del acontecimiento. Se ha dicho que la intuición volitiva puede abarcar los horizontesproblemáticos del acontecimiento, pero lo hace a la vez comointuición trascendental, evidentemente no sensible; es decir, norelativa a la forma pura del espacio y el tiempo, sino como unaintuición relativa a la voluntad trascendental. Voluntad pura nomediada por la experiencia, voluntad originaria, anterior a todavoluntad empírica. En otras palabras, condición de posibilidadde la acción misma, condición que da forma a nuestros impulsos,a nuestros anhelos, querencias y deseos. Les da lugar, les da unparaje, las cobija, como convirtiéndose en morada. La voluntad esel territorio de los impulsos, los instintos, los anhelos, las querenciasy los deseos; es un territorio que cobra vida precisamente al cobijarestas pasiones, adquiere perfiles circunstanciales en forma de síntesiscoyunturales. La intuición volitiva es como un acontecimientoanticipado, que se adelanta al devenir, preforma las accionestransformadoras del mundo. Mediante esta actividad volitiva secapta el mundo tal como debería ser y a partir de esta prefiguraciónse vislumbra el mundo tal como es o, por lo menos, tal como pareceser. El mundo tal como debería ser es el futuro, el mundo tal como 91. Deleuze, 1989, p. 118.
Page 114
115Los movimientos moleculares de la multitud es tiene que ver el pasado, el presente es el acontecimiento, cuandoactuamos gobernando las cosas, iluminándolas, sacándolasde las profundidades donde se encuentran atrapadas. En elacontecimiento actuamos y movilizamos las cosas, les damos vida,las hacemos presente92. En el texto en cuestión se hace perceptible el acontecimiento mediantela intuición volitiva, intuición íntimamente ligada a las motivacionesdesencadenadas por la acción de la multitud. Por lo tanto, la multitudno solamente es concebida como acontecimiento social y político, sinotambién, y sobre todo, como el sujeto primordial de la intuición volitiva.Ahora, lo que importa es saber cómo se ha formado el conceptode multitud en la experiencia histórica concreta, cómo se ha formado enla vivencia de los eventos desatados por los movimientos sociales en lahistoria reciente de Bolivia. La multitud en los movimientos sociales La forma en la que aparecen los movimientos sociales al comenzar el siglo XXI es novedosa por su composición social, por su forma de organización, por su gestación en las asambleas de base, por sus localismos,sectorialismos, gremialismos, comunitarismos, que terminan gestandosus propias alianzas, expandiendo los alcances de las movilizaciones.El perfil plural de las movilizaciones hace a los movimientos socialescompuestos de multiplicidades y singularidades que tienden a manifestarsus propias autonomías. En la guerra del agua emerge la multitud consu propia criatura: la Coordinadora del Agua y de la Vida. Ésta suponela coordinación de todos los sectores alzados contra la privatización delagua, desde los campesinos hasta los profesionales, pasando por losejes articuladores de la movilización antiglobalizadora: los regantes ylos fabriles, como también por las juntas de vecinos y los “guerreros delagua”, jóvenes estigmatizados por la sociedad que se convierten en loshéroes de aquella guerra. En El retorno de la Bolivia plebeya se describeestas circunstancias del siguiente modo: 92. Prada Alcoreza, op. cit., pp. 99 y 100.
Page 115
116Subversiones indígenas Los guerreros del agua dejaron en suspenso los engranajes delEstado, su forma gubernamental fue vencida, la disponibilidad dedecir, así como la decisión de los dispositivos políticos quedaronconculcados por la fuerza de la masa. La iniciativa de la acción quedóen manos de la multitud abigarrada que tomó las plazas y las calles,sitió también los cuarteles, asediando con la elocuencia popular delas piedras las vetustas fortalezas de un orden decadente93. En este caso, la multitud no es meramente una construcción teórica,sino que viene a ser una emergencia que se hace visible. Se trata de laemergencia de los cuerpos afectados por el neoliberalismo, las políticasde privatización, los procesos de globalización, las formas recurrentesdel capitalismo contemporáneo; el cuarto ciclo del capitalismo, segúnGiovanni Arrighi; etapa del capitalismo desterritorializado, segúnAntonio Negri; la restauración prolongada de las herencias coloniales,de acuerdo a las interpretaciones de Comuna. La multitud viene a seruna configuración desde la perspectiva de la agitación de los cuerpos,su convulsión e irradiación política. La multitud se construye con lasnociones comunes que devienen de la experiencia y de las prácticas. Estaconfiguración está íntimamente ligada al poder de los cuerpos, a lo queellos pueden, a su potencia.Esta construcción inductiva nos retrotrae a las tesis ontológicas,epistemológicas y éticas de Baruch Spinoza. Este filósofo crítico tambiéndesarrolla dos tipos de construcciones conceptuales: una línea deducidade la razón, la otra inducida desde la práctica94. En el primer caso,estamos ante una crítica de la filosofía racionalista de Descartes, críticacombinada con tradiciones naturalistas del Renacimiento. En el segundocaso, estamos ante una ruptura de Spinoza con la tradición filosófica,cambiando radicalmente la perspectiva del análisis, llevándonos a lainmanencia del cuerpo. Por lo tanto, podemos deducir dos epistemologíasen la evolución de Spinoza. La referencia a este filósofo exuberante,expulsado del reino español y de la sinagoga, no es casual, no sólo porel uso del concepto de multitud, remontándonos a una genealogía delconcepto, sino sobre todo por el método, que deja de ser meramentegeométrico para llegar a ser práctico. Michael Hardt dice al respecto: 93. Op. cit., pp. 89 y 90.94. Revisar Hardt, 2004.
Page 116
117Los movimientos moleculares de la multitud La piedra de la revolución que produjo Spinoza en la epistemologíaes su concepción del rol de la noción común entendida como elvínculo entre la imaginación y la razón. Spinoza desmitifica la razón.En el argumento especulativo de la Parte II (de la Ética), Spinozadefine la razón en un estilo cartesiano, matemático. La razón era unsistema dado de verdad necesaria, de modo que la producción dela razón era completamente oscura. Por lo tanto, el primer génerode conocimiento (imaginación, opinión y revelación), la fuente delerror, no podía desempeñar ninguna función positiva en un proyectode busca de la verdad; la única estrategia podía ser su negación.Ahora bien, en el proyecto práctico del pensamiento de Spinozahallamos una importante distinción entre las diferentes formas delprimer género de conocimiento y una valoración de la imaginación.La imaginación suministra una indicación real (aunque fluctuantey contingente) del estado de los cuerpos y las relaciones que estánpresentes. La noción común interviene con la capacidad de hacerque la imaginación sea permanente y necesaria: la combinaciónno niega la imaginación, sino que en cambio la lleva al plano dela razón95. No nos olvidemos que Spinoza distingue tres géneros de conocimiento.El primer género consiste en la imaginación, la opinión y la revelación;el segundo género es la razón y el tercer género, la intuición. El primergénero es la fuente del error, pero también, como se ve, la matriz de losotros géneros de conocimiento. Esto último es importante, pues cuandoleemos a Negri, Hardt y Virno, el manejo que hacen de la categoría multitudparece responder a tres consideraciones. La primera consideración tieneque ver con la herencia teórica del Renacimiento, rescatada en plenaclausura del siglo XX, el crepúsculo de la modernidad, y en el contexto delnacimiento del siglo XXI, que apunta al horizonte de una nueva época.La segunda consideración tiene que ver con que el uso de la categoríade multitud parece responder a una adecuación conceptual, adecuaciónque responde a un nuevo perfil histórico de la subsunción del trabajoal capital. Este nuevo perfil expresa la diseminación del proletariadomasa, del proletariado uniformizado, que trabaja en las grandes usinas.La adecuación teórica responde entonces a las actuales condiciones del 95. Op. cit., p. 200.
Page 117
118Subversiones indígenas proletariado nómada, versión posmoderna de la explotación capitalistacontemporánea.La tercera consideración tiene que ver con que la multitud no dejade formar parte de la nueva formación discursiva marxista, en polémicacon el marxismo modernista del siglo XX. Estas tres consideraciones notoman en cuenta el sentido práctico, desarrollado por Spinoza en Ética96,retomada por la crítica de la filosofía, asumida en las subversiones teóricasdel materialismo aleatorio97. Desde esta otra perspectiva, que podríamosllamar una epistemología práctica, la multitud viene a ser también, y sobretodo, una figuración, una configuración y una reconfiguración segúnla experiencia de las luchas sociales antiglobalizadoras, anticapitalistasy anticoloniales. Forma parte del imaginario social de los movimientossociales.El perfil de la multitud durante la guerra del agua apareceen la bullente explosión de rebeliones, que atraviesan la ciudad deCochabamba, los valles y la zona del Chapare, llegando a la cordilleray la puna cochabambina, de donde bajan contingentes campesinossindicalizados y ayllus. En El retorno de la Bolivia plebeya se recoge asíesta configuración: La Coordinadora del Agua emerge del esfuerzo multitudinariode los poderes locales dispersos en la geografía de la urbe y en elmapa de las territorialidades concretas del valle. Se trata en realidadde una red de alianzas de diferentes estratos de una sociedadabigarrada. Lo que los une es la lucha por el control del agua, queen el fondo es una lucha por la reproducción social, por el destinode la vida social. Se encuentran articulados en la Coordinadoracaracterísticos sectores como los regantes, distribuidores del agua,que controlan pozos locales, las juntas de vecinos, los fabriles, losmaestros urbanos y rurales, asociaciones civiles, agrupaciones deprofesionales, movimientos de jóvenes. Los combatientes de laCoordinadora se llaman a sí mismos como los guerreros del agua98. 96. Spinoza, 1977.97. Es el título de un libro póstumo de Luis Althusser. También se puede revisar Badiuo, 2002.98. García Linera, Gutiérrez, Prada Alcoreza y Tapia, 2000: 90.
Page 118
119Los movimientos moleculares de la multitud Como se puede ver, la multitud viene a ser la emergencia de una matrizde redes y estrategias sociales. Podríamos decir, haciendo paráfrasis altítulo de un libro, que la multitud se construye por la subversión de lapráctica99. La mayoría de la población, la mayor parte de la sociedad entraen contradicción con el modelo de privatizaciones. La gota que rebalsael vaso es el intento desmedido de privatizar el agua con altos precios,pues es este un elemento vital para la reproducción de la vida. Es cuandola contradicción se convierte en abierto antagonismo con las políticasdel gobierno neoliberal. Estas contradicciones abarcan no solamenteal proletariado fabril, sino también a amplios sectores de la poblaciónno obrera. Si bien el sindicato fabril sirve de catalizador de la lucha, dearticulador de la Coordinadora del Agua y de sujeto de la convocatoria, laincorporación de otros estratos de la sociedad, la gestación del movimientoen organizaciones territoriales, las alianzas suscitadas y consolidadasen asambleas y cabildos muestran la complejidad del conglomeradosocial levantado. Esta articulación de diferencias, esta composición desingularidades hacen al contenido de la multitud.La multitud, en su momento de emergencia, en su momento deconstitución, supone un orden de relaciones. En el caso de la guerradel agua, tendríamos que hablar de un orden de relaciones en torno allíquido elemento. A las preguntas sobre cuál es este orden de relacionesy en qué síntesis histórica cristaliza la significación social del agua, serespondió con cinco proposiciones en el texto que citamos. En primerlugar, se trata de una red de consumo y de distribución. En segundolugar, se trata de un mapa de fuerzas que disputan el control del agua,buscando direccionalizar su uso, su posesión, sus finalidades, así comosus recorridos. En tercer lugar, se trata de una nueva forma emergentede organización de la movilización y representación social. En cuartolugar, se trata de la abolición de la significación social del estado decosas globalizado por vía de la privatización. En quinto lugar, se tratadel horizonte utópico que avizora la creatividad de la acción de lamultitud100. 100 99. Véase Prada Alcoreza, 1986.100. García Linera, Gutiérrez, Prada Alcoreza y Tapia, 2000 pp. 91 y 92.
Page 119
120Subversiones indígenas Las jornadas de abril de 2000 son visualizadas como un armazónconformado en distintos planos de la realidad: el plano expandidopor el consumo, el mapa intenso de las fuerzas, las estructuras de lasorganizaciones, la resignificación de las cosas y los hechos, además delhorizonte utópico abierto. Es que la guerra por el agua no podría ser evaluada en su múltipledimensionalidad sino a partir de la demanda de su consumo,la distribución y concentración de las fuerzas intervinientes,la movilidad y el carácter de las organizaciones, la lucha por elsentido y la legitimación social, así como el valor histórico de laapertura hacia las posibilidades de futuro. Ocurre también comosi todos estos planos de realidad se cruzaran y dieran lugar a unainterpretación mayúscula, a un entrelazamiento abigarrado dealta intensidad. Se concentra la multitud y es como si se evocara elespíritu de la comunidad, se concentra la temporalidad y es comosi la historia diera un salto a otro escenario que sale del campo de locotidiano, se concentran las voluntades y es como si se amplificaranlas potencialidades de la masa social incandescente. La guerra porel agua rememora antiguas luchas, pero también convoca a sufantasma, que llega del porvenir como promesa101. La guerra del agua define las matrices sociales de la rebelión que duranteseis años consecutivos van a sostener los movimientos sociales, desdeabril de 2000 hasta mayo y junio de 2005. La rebelión social tiene su propioitinerario, con sus altas y sus bajas, con sus flujos y reflujos, comprendehitos importantes en la construcción de la memoria corta de esta historiareciente. Recordemos:El bloqueo de caminos de septiembre de 2000; la marcha indígenapor la Asamblea Constituyente de 2002; las elecciones generales de esemismo año; el motín policial de febrero de 2003, el subsiguiente desbordede muchedumbre en las ciudades de La Paz y El Alto; la guerra del gasde octubre del 2003, la consiguiente renuncia del presidente Sánchezde Lozada y el colapso de su Gobierno, la primera transición política;la movilización nacional de mayo y junio de 2005, que impidió que sematerializara la conspiración conservadora que buscaba restaurar elorden perdido de los partidos tradicionales neoliberales; la segunda 101. Op. cit., p. 93.
Page 120
121Los movimientos moleculares de la multitud transición, la sustitución constitucional del presidente de la CorteSuprema de Justicia y la salida electoral a la crisis política.Estos hitos son como cumbres en los recorridos de los movimientossociales, y vienen acompañados por otros desplazamientos menosintensos, menos extensos, quizás más locales o, en su caso, más sectoriales,como pequeños montículos en el ciclo de la rebelión: la continuidadabrumadora de las marchas cocaleras, que comenzaron antes de 2000y que tienen su propia ruta; las marchas cíclicas de los maestros poraumentos salariales y otras reivindicaciones gremiales, además de suoposición a la Reforma Educativa, repetidas insistentemente cada añoy siguiendo también su propio derrotero; las sucesivas marchas de losy las prestatarias de instituciones financieras, que en algún momentotuvieron desenlace dramático con la toma de la Superintendencia deBancos por parte de aguerridas dirigentes; la marcha de los jubilados,ancianos y ancianas que reclamaban por sus jubilaciones en contrade la privatización de los seguros sociales; las marchas de la llamada“generación sándwich”(ex trabajadores que se encontraron sin normativalegal que los amparara, sin poderse atener ni al antiguo ni al nuevosistema de pensiones); el bloqueo de caminos de los cooperativistasmineros, que reaparecieron después de febrero de 2003 ataviados de latípica indumentaria del legendario proletariado minero, con guardatojos,chamarras de cuero y dinamita en mano; las marchas de la COB, desde lamina Caracoles a la sede de gobierno; la lucha de los estudiantes de laciudad de El Alto por su universidad pública.En la metáfora montañesa que hemos elegido para trazar elrecorrido de los movimientos sociales tenemos también quebradas yvalles: los reflujos de los movimientos sociales. Un lapso corto, emperoproblemático, que se da poco tiempo después de las elecciones de 2002,cuando se comienza a plantear diferencias agudas entre direcciones ybases, instrumentos políticos y movimientos sociales; un lapso largo,que dura como dos años, desde la transición de Carlos Mesa, cuandolos movimientos sociales remontan momentos críticos y tiene lugar elreferéndum sobre los hidrocarburos; fue este un periodo notablementeproblemático debido a la marcada distancia entre el instrumento políticoy los movimientos sociales.
Page 121
122Subversiones indígenas Si se toma distancia de estos hechos para echar sobre ellos una miradaretrospectiva, podríamos decir que el despliegue de la potencia social sedesarrolla permanentemente, de manera compleja y contradictoria, peromanteniendo la evolución sostenida de la sublevación. Se logra ascendera la cúspide de la movilización nacional en mayo y junio de 2005, cuandoel bloqueo de caminos y el sitio a las urbes se ampliaron hacia la ciudadde Santa Cruz. Fueron esta urbe y su entorno rural la línea más intensade los enfrentamientos. Con la expansión, el desenlace fue posible en laciudad de Sucre.Los poderes entraron en juego: las maniobras del Congreso, delEjecutivo, de los comités cívicos, de los medios de comunicación y delas empresas trasnacionales, en contraposición con los movimientossociales. En Sucre se reunió el Congreso para sesionar y buscar unasustitución constitucional en la persona del resistido presidente delCongreso, previendo el estado de sitio y la represión para liquidar a losmovimientos sociales.Una vez llegados los parlamentarios a la ciudad de Sucre, elmovimiento social, trasladado a la capital de la República, emboscóa los congresistas, tendiéndoles lo que se vino en llamar un “corralito”.Al Congreso no le quedó otra cosa que renunciar a su conspiración yreconocer en los hechos su situación insostenible. Tuvo que avalar otrasalida constitucional que no estaba en sus planes y habilitar el adelantode las elecciones nacionales.Después de esa derrota de la “santa alianza” conservadora(oligarquía, cívicos, parlamentarios y trasnacionales), el Congresovolvió a sesionar en la sede de gobierno. Ya en La Paz, después de largassesiones, se logró concertar un acuerdo político, consistente en juntar lasllamadas dos agendas: la agenda de octubre de 2003, que corresponde alos movimientos sociales, y la agenda de enero de 2005, que correspondeal Comité Cívico de Santa Cruz. En su diseño estratégico, la agendade octubre se proponía la nacionalización de los hidrocarburos y laconvocatoria a la Asamblea Constituyente. La agenda del Comité Cívicose planteaba un referéndum autonómico y la elección de prefectos. Elacuerdo político dio luz verde a las elecciones nacionales y de prefectospara diciembre de 2005, y la convocatoria a la Asamblea Constituyente
Page 122
123Los movimientos moleculares de la multitud y el referéndum autonómico, para julio de 2006. Las elecciones seefectuaron el 18 de diciembre, después de una perturbadora pelea porlos escaños departamentales en el Congreso, que tenía por objetivo lapostergación de las elecciones. La victoria contundente, por mayoríaabsoluta, del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones nacionalestraza un nuevo escenario político. La derrota electoral de los sectoresconservadores coloca en una situación vulnerable a la derecha, por lomenos la deja con la dificultad de mantener la legitimidad respecto de suscaros objetivos: continuar con el modelo neoliberal y lograr los llamadosgobiernos autonómicos.En este contexto político y social, y con la gama de coyunturassucesivas, sus desenlaces y las aperturas a nuevos horizontes políticos,la victoria del MAS no podría explicarse sin ese impresionante tejidoalterativo de la movilización social. Las condiciones de la victoria políticase forjaron en los intensos escenarios de los movimientos sociales. Elpaso raudo de las distintas coyunturas, vertiginosamente empujadas porla turbulencia social y política, mostró nuevos horizontes de visibilidad.En este tiempo de luchas sociales se construye un intelecto general,se constituyen nuevos sujetos sociales, modificando la mentalidad de lasmasas, destruyendo valores y prejuicios heredados para construir nuevosvalores que son la base de la autovaloración de indígenas, mestizos ytrabajadores. La victoria electoral, pues, es un hecho político construidopor la subversión social.Volvamos a la construcción práctica de la multitud por medio de laexperiencia boliviana. La multitud se constituye en abril de 2000, en plenaguerra del agua. Antes no existía. La multitud es un arte de organización,y mediante este logro se marcha hacia una combinación política queaumente la fuerza de los cuerpos. No debemos olvidar que para pensarrealmente en términos de poder se debe plantear la cuestión en términosde cuerpo102. Todo lo que el cuerpo puede hacer puede pensarse tambiénen sentido del derecho natural103. Desde esta perspectiva, la ley de lanaturaleza ya no se refiere a una perfección final, sino al deseo inicial, al 102. Ver Deleuze, 1975.103. Op. cit.
Page 123
124Subversiones indígenas apetito más fuerte104. Las auténticas leyes naturales son normas de poder,no reglas de deber105.“La expresión del poder libre de cualquier ordenmoral es el principio ético de la sociedad”106. A propósito de esta ética dela multitud, Gilles Deleuze dice: “ir al extremo de lo que uno puede hacer[aller jusqu’au bout de ce qu’on peut] es la tarea propiamente ética.” Éstees el momento en que la Ética toma el cuerpo como modelo, pues todocuerpo extiende su poder tan lejos como puede hacerlo. En cierto sentido,todo ser, cada momento, va hasta el extremo de lo que puede hacer107.En la organización de los encuentros sociales, adecuados a loscuerpos, que atentan contra las relaciones útiles y componibles, medianteeste arte de organizar los encuentros, se produce el paso del derechonatural al derecho civil. El derecho civil no niega al derecho natural, nise produce ninguna síntesis dialéctica entre ambos de tal modo quese conserve y supere la contradicción. No se trata de una concepcióndialéctica, que en realidad conserva y restaura lo negado. Al contrario,el derecho civil preserva e intensifica el derecho natural, de la mismamanera que la razón fortifica la imaginación108.Concurre en este proceso la transformación de la multiplicidad enmultitud109. La multitud, en tanto acontecimiento social, se encuentraabierta al antagonismo y al conflicto; en su dinámica molecular produceun aumento de poder que alcanza un plano de composición110. En esteplanomeno, que es el mismo campo de consistencia o de composiciónen el que se mueve la multitud, la normatividad social se convierte enderecho civil, el campo de intensidades adquiere expresión histórica.Michael Hardt dice que la multitud es la multiplicidad que se ha hechofuerte111. Nosotros podemos decir que es la potencia social que se harealizado como ética y como política. Los vínculos sociales se hantransformado, los viejos valores han sido destruidos y se han creado otros 104. Op. cit.105. Op. cit.106. Michael Hardt, 2004, p. 208.107. Deleuze, op. cit.108. Michael Hardt, op. cit., p. 209.109. Al respecto, revisar Negri, 1993110. Revisar Prada Alcoreza, 2005.111. Michael Hardt. 2004 p. 209.
Page 124
125Los movimientos moleculares de la multitud nuevos, la cohesión social adquiere dimensiones expansivas y nivelesde empatía que no podían lograrse antes, en las condiciones de unamultiplicidad aterida. En estas condiciones, el gobierno de la multitud esla democracia.Al respecto, debemos definir que se trata de la democraciaradical, para que no se confunda esta afirmación con una apología dela democracia representativa, delegativa y formal, que no es más que lasimulación burocrática e institucional de la democracia. La democracia,para Spinoza, es el gobierno absoluto de la multitud. Spinoza dice que“este derecho, definido por el poder de la multitud, se llama generalmenteEstado. Y es absolutamente controlado por quien, a través del consensocomún, maneja los asuntos de la república […] Si este cargo correspondea un concilio compuesto por la multitud general, el Estado se llamaentonces democracia”112. Clase obrera y multitud Durante el periodo neoliberal dominante, de 1985 a 2000, las resistenciasdispersas no constituyen una multitud, pues se trata de resistenciaslocales, sectoriales y gremiales, afincadas en organizaciones que noterminan de formar redes, tejidos y entramados sociales. En gran parte,estas organizaciones son la fragmentación de lo que fue la centralidadproletaria minera y su entorno, centralidad e irradiación conformada yexpandida a lo largo de la historia sindical. Podemos fechar la historiaconcentrada del sindicalismo en Bolivia desde las postrimerías de laGuerra del Chaco hasta los días del hundimiento de la Unidad Democráticay Popular (UDP), cuando se derrumba la hegemonía y la dirección de laCOB, para llegar a ser después de esta caída, hasta nuestros días, tan sólouna organización que agrupa a una minoría de los obreros sindicalizados,además de los maestros, gremialistas y campesinos.La extensa mayoría de los trabajadores no se encuentrasindicalizada, está más bien en un proceso de reproletarización. Enlas condiciones del retorno tardío a un capitalismo salvaje, en pleno 112. Baruch Spinoza. 1990, p. 17.
Page 125
126Subversiones indígenas proceso de globalización, se trata de un proletariado nómada, que semueve al margen de los congresos de la COB y está en los umbrales delsindicalismo debido a las circunstancias de la flexibilización laboral. La COB no se preocupó de organizarlos, menos de sindicalizarlos. Pero hubo otras iniciativas, como la de los fabriles de Cochabamba, para organizarsindicatos de trabajadoras que trabajan a destajo para empresassubcontratistas. Y es que desde 1985 hasta nuestros días el sindicalismoobrero vive en crisis: achicamiento y pérdida de convocatoria de la COB,desvalorización de su papel durante las crisis económicas provocadaspor las políticas neoliberales de privatización y de ajuste estructural,achicamiento del Estado, reformas estatales, reformas políticas comola Ley de Participación Popular y la Reforma Educativa, funcionales ala globalización. Por su lado, la crisis de la República se hace patente cuando estallanlas rebeliones sociales a partir de abril de 2000. En seis años de luchassociales, desde la guerra del agua hasta la segunda guerra del gas (mayoy junio de 2005), la participación de la COB es colateral. La otrora gloriosacentral de los trabajadores de Bolivia no su brillo. Sus años heroicosquedaron en los anales de la historia.La historia del sindicalismo obrero tiene un recorrido conmovedor:la constitución de la Federación de Fabriles, en 1946; la fundación de laCOB, en 1952, acompañada por el clamor inmediato de la RevoluciónNacional; la lucha obrera contra la decadencia de la Revolución, que, enantagonismo abierto, desencadenó un enfrentamiento con los militaresen las pampas de Sora Sora, en 1963; la participación abierta de la COB enla conformación de la Asamblea Popular. Todo esto quedó en la memoria.No se ha vuelto a actualizar.Podemos hablar también de una historia larga del sindicalismoboliviano. Guillermo Lora, en su Historia del movimiento obreroboliviano, la describe desde 1848113. Desde esa perspectiva, losantecedentes del sindicalismo boliviano se encuentran en los gremiosartesanales que se forman o se organizan, dependiendo del caso, si sonnuevos o si son una herencia modificada de las organizaciones gremiales 113. Lora, 1967, 1969, 1970 y 1980.
Page 126
127Los movimientos moleculares de la multitud de la Colonia. Aquella etapa se caracteriza por estar condicionada arelaciones precapitalistas de producción; por eso su carácter medieval,feudal y colonial. El sindicalismo propiamente dicho comienza despuésde la Guerra Federal, cuando se instaura el régimen liberal. Lora diceal respecto: La historia contemporánea del movimiento obrero bolivianopresenta dos etapas claramente definidas. En la primera época,que va desde 1920, predomina la marcha ascendente de la feudal-burguesía, representada primordialmente por el liberalismo,hacia el monopolio del poder político. Luego vienen losesfuerzos desplegados por la clase obrera en sentido de lograr suindependencia, organizarse e inspirar su actuación en sus propiosintereses114. Parte de este proceso viene impregnada por formas de organizacióntales como las mutuales y las cooperativas; los sindicatos van a aparecercomo formas de organización de la clase obrera en las condiciones deldesarrollo capitalista desigual y combinado. Estado y nomadismo La soberanía política aparece con dos rostros: uno de ellos es la delemperador terrible y mago, el segundo es la del rey sacerdote y jurista.El primer rostro pertenece a un cuerpo que procede por captura, lazos,nudos y redes. El segundo rostro pertenece a un cuerpo que procede portratados, pactos y contratos115. Los dos rostros, los dos cuerpos no estánseparados. Uno de ellos no tiene la exclusividad de los signos y el otroel de las herramientas. El déspota atroz ya es amo de las grandes obras,en tanto que el soberano sabio conquista y transforma todo el régimende signos. La combinación de ambos rostros y de ambos cuerpos, lacombinación de signos y herramientas conforma el rasgo diferencialde la soberanía política. Podemos llamar a esto “complementariedaddel Estado”116. 114. Op. cit. tomo II, p. 11.115. Revisar Deleuze y Guattari, 2000, particularmente el capítulo “Aparato de captura”.116. Op. cit., p. 434.
Page 127
128Subversiones indígenas La guerra tiene otro origen, forma parte del saber práctico de losnómadas. Por eso la guerra, en sus orígenes, es exterior al Estado. Empero,la guerra establece con el Estado una relación perversa. La guerra mediaentre los dos cuerpos del Estado, permite el paso de un rostro a otro, deun cuerpo a otro, produciendo una sucesión. Pasamos del emperadorterrible y mago al rey sabio mediante la captura de los guerreros.Gilles Deleuze y Félix Guattari dicen que no hay que confundir estamediación de la guerra entre los dos polos con ninguna casualidad. Lamáquina de guerra no explica nada, es exterior al Estado, se dirige contrael Estado, lucha contra esta soberanía política. Tiene, en cambio, otralegitimidad. La máquina de guerra puede ya estar atrapada, formar partedel Estado, pero encastrada, recortada y subordinada. En todo caso, siinterviene en el desarrollo del Estado, lo hace articulándose con otrosfactores, en un juego de condiciones y determinantes. Si ocurre unaevolución del Estado, es menester que el polo jurídico tenga resonanciacon el polo heurístico, que haya conjunción y complementariedad entresignos y herramientas. El segundo polo recarga al primer polo. De estemodo, el Estado tiene una unidad de composición; ésta es su medio deinterioridad. Hay unidad de composición a pesar de todas las diferenciasde organización y desarrollo117.Se puede, pues, definir al Estado como un aparato de captura;la captura aparece como captura mágica, en el proceso descrito de lacomplementariedad de los dos polos y la mediación de la máquina deguerra o, más bien, en la exterioridad de este flujo inmanente de la acción.La captura mágica muestra que ésta ya fue hecha. El Estado supone yatal captura.Se trata de la captura de los nómadas y de los territorios, la capturade los animales y de las tierras, la captura de las plantas y de los flujos deagua, la captura de los recursos y sus potencias. La relación del medio deinterioridad del Estado, de su unidad de composición con la exterioridad—quizás sea mejor decir con el afuera salvaje— es de expansión ytambién de colonización. El asentamiento de la ley y de las institucionesse produce una vez que ha sido capturado y cooptado el entorno. La 117. Op. cit. p. 435.
Page 128
129Los movimientos moleculares de la multitud periferia sin ley y sin instituciones, o con otras leyes y otras instituciones.La construcción de una centralidad y también de una jerarquía formaparte de la evolución del Estado.En Bolivia, el problema del Estado puede enriquecerse con estamirada genealógica, que escapa de las rejillas de la ciencia política,aunque también de la antropología política y de la historia. No setrata de pensar el Estado según la evolución de las sociedades, segúndeterminadas condiciones históricas de posibilidad, como la escritura,la sedentarización, las clases sociales, alguna base tecnológica, elcomercio. Se trata de comprender que el nacimiento de los Estados estan antiguo como el nacimiento de las sociedades mismas, sobre todosi se piensa en las sociedades nómadas, las que Pierre Clastres llamó“sociedades contra el Estado”. La arqueología nos muestra la coexistenciade ambas instituciones desde tiempos remotos. Tiwanaku compartecon el ayllu, la comunidad en forma de archipiélago territorial estasprocedencias inmemoriales. Alguna vez se planteó dar otros nombresa estas instituciones, quizás “sociedades con Estado” y “sociedades sinEstado”118. Sin embargo, ahora no se trata de discutir los términos, sinode evaluar los procesos.Por razones de síntesis, llamemos a una ‘Estado arcaico’ y llamemosa la otra ‘sociedad nómada arcaica’. A esta última también podríamoshaberla llamado “sociedad del archipiélago territorial” o, definitivamente,proponer para ella el nombre de ayllu, como categoría universal. Pero,como dijimos, no interesa en este momento mayor precisión sobre lostérminos. Lo que interesa es visualizar los procesos de los Estados y lassociedades en los desplazamientos múltiples de las historias concretas. Enla geografía andina, los Estados parecen haber vivido transformaciones ensus medios de interioridad, en sus unidades de composición, según unacorrespondencia confrontada con los ayllus. En la geografía amazónicay chaqueña, las sociedades parecen haber impuesto una predominanciade las sociedades nómadas. No es este un panorama homogéneo, pues enMoxos se llegó a tener una agricultura elaborada usando redes de canalesy terraplenes. En el periodo expansivo del Tawantinsuyu se incorporó a la 118. Ver Prada Alcoreza, 2004.
Page 129
130Subversiones indígenas administración inca lo que se vino en llamar el cuarto suyu, el Antisuyu,que corresponde a lo que es la Amazonia y el Chaco.La múltiple historia de las relaciones entre Estados y sociedadesen el continente antes de la conquista y la Colonia está por hacerse.Sólo hay estudios de caso, como seguimiento a las crónicas y con lamirada del historiador de los documentos y correspondencia que dejó laadministración colonial. La tarea queda pendiente. Es necesario el apoyode la arqueología para armar el mapa de las relaciones de las diversasinstituciones en los distintos contextos societales.Los periodos coloniales traen otro estado de cosas, se incorporanotras instituciones, los territorios conquistados, con sus poblaciones,sus instituciones, sus ámbitos imaginarios y simbólicos a los flujosdescontrolados del comercio, del mercado, de la colonización, del trajínde la administración extraterritorial de las coronas y los imperios, de laexplotación del oro y la plata y, más tarde, de las plantaciones. El Estadoque se instala en las tierras de Abya Yala es el Estado moderno, en suversión patrimonial. El gran Estado colonizador es ya el instrumento dela expansión imperial, pero sobre todo instrumento del desplazamientomundial del capitalismo. Estos Estados son los grandes dispositivos quediseñan el sistema mundo capitalista.La evolución de las repúblicas criollas hacia la forma de los Estados-nación en el continente americano pasa por las guerras de independencia.Empero, en su amplia mayoría, son Estados-nación subordinados a losEstados-nación de los imperialismos en desarrollo, en los distintos ciclosdel desarrollo capitalista. Si observamos los procesos políticos, vemos quelos dos polos del Estado que habíamos dibujado más arriba no se dan enla metáfora del emperador terrible y el rey sacerdote, merced a la capturade la máquina de guerra. Los polos del Estado se dan en el continentecomo ruptura, en la dislocación de la historia, en su desaparición comocontinuidad y relato, en la trasgresión inaudita, en la violencia sinprecedentes. No es la guerra de los nómadas contra el Estado y despuésla captura mágica por el Estado de la máquina de guerra, sino la guerra deconquista. Una guerra desatada por el Estado patrimonial colonizador,por los aparatos militares, administrativos y de explotación de las grandesempresas coloniales, financiadas por la expansión capitalista. Si hubiera
Page 130
131Los movimientos moleculares de la multitud que recurrir a alguna metáfora, ésta tendría que ser la del cuerpo cortado,la del cuerpo fragmentado y torturado.Son rostros y cuerpos que constituyen soberanía política no sóloen distintos ámbitos estatales sino también en horizontes históricosradicalmente diferentes. Se trata de un quiebre con las consecuentesdisyunciones y descomposiciones de mapas institucionales, estructurassimbólicas e imaginarios sociales. Se trata de la supeditación violenta dela alteridad y la diferencia a la subjetividad moderna; de la subsunciónformal del trabajo al capital, en una gigantesca acumulación originaria.Es el nacimiento violento del mundo moderno.La crisis que se pone en evidencia con la historia reciente delas luchas sociales, desde abril de 2000 a mayo y junio de 2005, rasgacompletamente el velo de ficciones que cubre la composición quebradade la República. La institucionalidad jurídico-política no es más queuna ilusión jurídica y política, a pesar de su materialidad, pues no tienecorrespondencia con las relaciones, prácticas y estructuras sociales, conla vida cotidiana. Tampoco la tiene con la vida política; es decir, con elcampo bullente del consumo, del intercambio, de la complementariedady de las producciones; ni con el campo de fuerzas concurrentes y losmapas de los conflictos.Esta crisis múltiple, crisis de la República, del Estado, del modelopolítico, del modelo económico, crisis social y cultural, pone en cuestión laexistencia misma del Estado-nación subalterno. La crisis requiere hurgaren el accidente del quiebre histórico mismo. Esto significa hacer visiblelo que se ha puesto en la sombra, iluminar la pluralidad que anida en laoscuridad arrinconada por la Ilustración, recuperar de las profundidadesgeológicas las composiciones diseminadas de las sociedades indígenas. Las dos polaridades del Estado deben ser abolidas. Polaridadesde un cuerpo cortado, partes del cuerpo fragmentado, amarradas ensu mezcla forzada; mezcla que solapa el Estado arcaico con las formasreiteradas del Estado colonial. La guerra de conquista media en estacomplementariedad espuria entre el pasado y el presente, entre Estadoarcaico y Estado colonial. El descuartizamiento del Tawantinsuyu sellevó a cabo mediante un apabullante proceso de desterritorialización.La guerra anticolonial, en oposición a la guerra de conquista, desamarra
Page 131
132Subversiones indígenas el nudo que enlaza las partes indebidas del Estado. Disuelve los pactoscoloniales, los pactos señoriales, los pactos clientelares, los pactos degobernabilidad. En esta perspectiva, el horizonte posible es el de ladescolonización radical.Ello significa constituir las condiciones materiales y subjetivas,las condiciones de posibilidad histórica de una democracia efectiva enun continente conquistado, mutilado, explotado y saqueado donde losEstados criollos hicieron la guerra a las sociedades indígenas. Esto es,una democracia que no sólo iguale a los hombres y las mujeres, sinotambién haga equivalentes a las culturas, con sus proyectos civilizatoriosy societales. Al respecto, los movimientos sociales idearon una consigna,que en realidad es una perspectiva democrática radical. Esta perspectivaes la Asamblea Constituyente, pensada como instrumento del poderconstituyente originario.La Asamblea Constituyente no puede reducirse a una asambleanacional, que sólo se encargue de redactar la nueva carta magna. Eso eslo que pretendían las instituciones conformadas para apoyar al proceso,desde la Unidad de Coordinación para la Asamblea Constituyente(UCAC), conformada por el gobierno de Carlos Mesa, hasta el ConsejoPreconstituyente, apresuradamente armado por el gobierno de RodríguezVeltzé y la Comisión del Parlamento, organizada con el mismo fin.Estas instancias no son más que podadoras del poder constituyentede las multitudes. Se oponen a los alcances de este poder, que usa a laAsamblea Constituyente como instrumento político para cambiar launidad de composición del Estado, para modificar el mapa institucional,para producir un nuevo reordenamiento geográfico, avanzando enla reterritorialización indígena y en la recuperación absoluta de losrecursos naturales, en aras de gestiones colectivistas y comunitarias. Elactual gobierno popular, que nació de las urnas, no puede repetir estasreiteradas limitaciones del poder constituido, que quiere enjaular alpoder constituyente, como si fuera una fiera salvaje. Si lo hace, se limitaráa contentarse con una gestión de gobierno, que en el mejor de los casosopte por reformas estructurales de signo opuesto a las anteriores, a lasreformas neoliberales. Las reformas no nos sacarán de la crisis.
Page 132
133Los movimientos moleculares de la multitud La crisis múltiple de la República requiere transformacionesprofundas que apunten a derribar los cimientos de las estructuras depoder vigente. Luego de la gestión de gobierno, ¿qué? ¿Qué posicionesse tiene con respecto al Estado, institución heredada de la Colonia?¿Cómo traspasar el poder efectivo a las comunidades, colectividades,organizaciones sociales que realicen el control social? ¿De qué maneradesplazarse, creando miles de líneas de fuga que nos permitan salir de losdiagramas de poder impuestos por una larga historia de dominacionespolimorfas? ¿Cuáles son los pasos clave para una descolonizaciónradical? ¿De qué manera podemos evitar una nueva suplantación de losdeseos, las pasiones, las esperanzas de las multitudes? ¿Cómo se puedeestar a la altura de los seis años de luchas sostenidas por los movimientossociales que supieron crear nuevos horizontes políticos, horizontes quenos constituyen hoy, que nos hacen diferentes, cambiando raudamentelas coyunturas?Son estas preguntas las que palpitan en el ambiente. Sirven deparámetro para medir las políticas que se implemente. La cuestión delEstado es primordial, pues apunta a la matriz de su relacionamiento con lassociedades. Tiene que ver con la problemática del poder, que no se resuelvesimplemente con llegar al poder; pues el poder, la estructura de poder, laarquitectura de poder heredada puede tomar al gobierno, atrapándoloen las lógicas ya establecidas. De este modo, la consecuencia es que elgobierno tome al partido, atrapado en una ruta que ya no controla. Paraescapar de este dramatismo, de una historia ya escrita, para crear, paraescribir un nuevo relato, un nuevo entramado, es indispensable transferirel ejercicio político a los portadores del cambio: los movimientos sociales,las comunidades, las colectividades. Desde esta perspectiva, el gobiernono puede sino ejercerse desde abajo. Lo demás es suplantación y nuevasilusiones, que no tardarán en desplomarse como castillo de naipes. Elgobierno popular no puede olvidar que es un gobierno de transición en elproceso constituyente. No tiene ni las competencias, ni los atributos, ni losinstrumentos, para completar el devenir de las transformaciones políticasy sociales. En cambio, la Asamblea Constituyente tiene estas competen-cias, estos atributos y estos instrumentos, no sólo porque es soberana, sinosobre todo porque es instrumento del poder constituyente originario.
Page 133
134Subversiones indígenas Escenarios ¿Cómo se conforman los escenarios políticos, no los del teatro o el cine?Esta pregunta relacionada parece pertinente, pues la política cada vez másse parece al teatro y al cine. Es una puesta en escena. Sobre todo cuandointervienen los medios de comunicación de masas, particularmente lascadenas televisivas. Se puede decir que la televisión produce “realidades”.Por lo menos, esas realidades asumidas socialmente. Hablamos de laconstrucción de imágenes, de la construcción del imaginario virtual,donde la realidad ya no es la realidad fáctica, el hecho contundenteque afecta inmediatamente a los sentidos, que se la acepta pormediaciones simbólicas, que termina conformando los imaginariossociales, verdaderos entramados de interpretación. Ahora la realidadestá subsumida al celuloide y a la pantalla, la realidad forma parte deun montaje, instrumentalizado por las máquinas y significado por lapersecución compulsiva del sensacionalismo.Las cadenas televisivas en Bolivia no se esmeran mucho en elestilo, ni en el decoro, tampoco en el guión; basta con exasperar ciertasimágenes para convencer. Uno de esos grotescos montajes escénicos esel relativo a la relación coca-cocaína. Se dice, sin mayor reflexión, quela coca excedentaria está directamente destinada a la producción decocaína. La zona del enfoque es el Chapare, en esta acusación siguenlas zonas de Los Yungas. Habría que preguntarse qué entienden estosentusiastas comunicadores por “excedentario”, respecto de qué, ¿delconsumo tradicional? ¿Se tiene estadísticas actualizadas del consumotradicional, incluyendo la exportación al norte argentino y, obviamente, elcrecimiento vegetativo y social de los acullicadores? Ciertamente que no.Todavía los “comunicadores” se mueven, si es que se esmeran en tomarloen cuenta, con los estándares de las investigaciones sobre el consumo delos años sesenta del siglo pasado. La premisa de sus enunciaciones sonlos prejuicios. Sobre todo las aparentes verdades difundidas por la DEA,los servicios de inteligencia, el Departamento de Estado y las políticascontra el tráfico de drogas de Estados Unidos. Y a pesar de ello, entranen contradicción con los comportamientos efectivos y secretos de lasinstituciones y dispositivos de control e interdicción estadounidenses.
Page 134
135Los movimientos moleculares de la multitud Hasta ahora, no se ha respondido a preguntas que cuestionan elcontexto integral del tráfico, desde el cultivo de coca hasta el consumode cocaína. Tal parece que, a pesar de la teatralizada lucha contra elnarcotráfico, se promociona mantener ciertos niveles de consumo, ciertaslíneas de tráfico, reprimir otras, afectar a los pequeños productores y nonecesariamente a los grandes carteles (dependiendo de cuáles): atacara lo más débil y vulnerable en la cadena, a los productores de la hojade coca, como si de esta forma se libraran de su conciencia culpable.El montaje de la lucha contra la cadena coca-cocaína es uno de losescenarios; su puesta en escena se ha mantenido como parte de la guerrade baja intensidad contra los cultivadores de la hoja de coca.Otras puestas en escena se llevaron a cabo, sin duda, en torno a lacompulsiva publicidad del neoliberalismo, tal como se aplicó en AméricaLatina, pero sobre todo en Bolivia. Aparecieron con el aplastante pesodiscursivo de que no había otra realidad que la verdad del mercadomundial y la globalización. La realidad enunciada terminaba circunscritaa la efectividad del mercado y la expansión de la globalización. Desdeesta perspectiva, se clausuraba el modelo de acumulación estatal yse abría las políticas económicas al pragmatismo del mercado y a lacadena de privatizaciones. El achicamiento del Estado, el ejercicio de ladesregulación, la flexibilización laboral, la transferencia de las empresaspúblicas y de los recursos naturales al capital trasnacional fueron medidasde ajuste estructural a imagen y semejanza de la reducción monetarista delmundo. Con la relocalización minera supuestamente había desaparecidoel proletariado e ingresábamos de lleno a un país cuyo destino era serpaís de empresarios.Esta puesta en escena duró quince años; al cabo, los cuadrosterminaron desdibujados y despintados, el telón de fondo se desgarró.Al iluminarse la escena, el drama apareció convertido en pantomima.Quedaron al descubierto los artificios del montaje: todo este aparatajehabía servido para enajenar de manera delincuencial los recursospúblicos, las empresas estatales, los recursos naturales, el ahorro interno,los fondos de seguro de los trabajadores. La motivación profunda de estearte, si se lo puede llamar así, fue el circuito exacerbado del clientelaje, elcírculo perverso de la prebenda y la mañosa circulación de influencias. El
Page 135
136Subversiones indígenas resultado no fue otro que la absoluta transnacionalización de la economíay la pérdida, sin apelación, de la soberanía.Este escenario se desmoronó ya desde la guerra del agua, de abril de2000, y sobre todo después de la guerra del gas, de octubre de 2003, y diolugar a la irrupción apoteósica de los movimientos sociales después decasi dos años de gobierno de transición en mayo y junio de 2005. Pero hayquienes quieren rearmarlo entre bambalinas, ocultando su pragmatismoneoliberal con un simulado discurso nacionalizador.La cronología de los sucesos y el cuadro de situaciones de las dosúltimas décadas nos permiten saber que hay otros escenarios, esta vezpuestos en escena por los movimientos sociales. Se trata, en realidad, deuna secuencia de escenarios que componen la trama de la movilizaciónsocial.Esta historia reciente tiene sus desenlaces, que serán tratados comoparte de un entramado social que parece evolucionar a tonalidades cadavez más intensas, a situaciones cada vez mayores y expansivas y cuyacomposición y disposición de fuerzas se inclina a definir consecuenciaspolíticas de considerable alcance.El primero de los escenarios ya fue nombrado: la guerra del agua deabril de 2000; el segundo escenario puede ser identificado como el de laguerra indígena y campesina de septiembre de aquel mismo año; el tercerescenario fue desencadenado por el motín policial de febrero de 2003; elcuarto escenario corresponde a los acontecimientos concomitantes a laguerra del gas de octubre de 2003, y el quinto escenario tiene que vercon la movilización general y expansiva de mayo y junio de 2005. Con elprimer escenario se abre el ciclo de los movimientos sociales, la historiareciente de las luchas sociales, de los actores populares, los protagonistascolectivos, las organizaciones sociales y las multitudes. Hay figuras de larebelión que toman la iniciativa política y definen los horizontes de losúltimos tiempos, abren las coyunturas y las clausuran para iniciar otras.El primer desenlace fue la expulsión de la trasnacional Aguas delTunari y la consecuente derrota del gobierno de turno en lo que respectaa las políticas de privatización del elemento vital.El segundo desenlace nos traslada sorpresivamente a los primeroslevantamientos anticoloniales: se enlaza genealógicamente a las
Page 136
137Los movimientos moleculares de la multitud rebeliones indígenas del siglo XVIII. Antiguas luchas no resueltas terminanpor hacerse presentes al inicio del siglo XXI. La guerra indígena interpelaal Estado republicano, derrumbando sus certezas, sus valores, susprejuicios, sus poses, sus modalidades discursivas, sus legalidades y sulegitimidad lograda.El tercer desenlace devela la guerra intestina en el interior del Estado,muestra sus grados de descomposición cuando sus aparatos coercitivos,las instituciones que monopolizan la violencia legal, se enfrascan en unaguerra interestatal, en una microguerra civil.El cuarto desenlace produce la renuncia del entonces presidente,Gonzalo Sánchez de Lozada, emblemático personaje del periodoneoliberal, artífice de las políticas de ajuste estructural y de la modalidadde privatizaciones conocidas como “capitalización”. Con esto se producela primera sustitución constitucional y el primer gobierno de transición.El quinto desenlace clausura el lapso del primer gobierno detransición, para en seco la conspiración de la santa alianza conservadora(empresarios privados, terratenientes, oligarquías, burguesía interme-diaria, trasnacionales, Congreso, Poder Ejecutivo y Poder Judicial) quequería derivar en una abrupta sustitución constitucional por la personadel entonces presidente del Congreso, llevando a cabo a continuación unestado de sitio y la represión a los movimientos sociales, además de abriruna coyuntura electoral con la última sustitución constitucional posible,en la persona del presidente de la Corte Suprema.Como se puede apreciar, los múltiples escenarios pueden conformardos grupos: el primero se remonta a 1985-2000; el segundo, a 2000-2006.La diferencia entre ambos radica no sólo en que la puesta enescena en los segundos la producen los movimientos sociales, sino en lacomposición misma de su montaje y en sus diseñadores. En el primer grupo,la composición de escenarios tiene que ver con políticas internacionales:en un caso, de interdicción de la coca; en otro, con políticas monetaristasy de reforma diseñadas por organismos multilaterales (Fondo MonetarioInternacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo)que representan, en definitiva, el nuevo orden mundial. En el montajetambién intervienen actores nacionales, como los partidos políticos, lospoderes del Estado, principalmente el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.
Page 137
138Subversiones indígenas Y aquí participan con esmero los medios de comunicación de masa. Loscanales de televisión, la prensa y hasta las radios privadas. Todo se hacepara convencer a la opinión pública sobre la eficacia y pertinencia delas medidas.En el segundo grupo, la composición tiene que ver con la crisisdesatada por la aplicación de las medidas de ajuste estructural. Elescenario lo diseñan las resistencias, las respuestas populares, lasdemandas sociales, la interpelación colectiva al modelo neoliberal. Por lotanto, la composición de los escenarios tiene que ver con la emergenciade un proyecto propio, de un proyecto nacional o de nacionalidadescomponentes, con políticas que emergen de la intimidad del cuerposocial.Los diseñadores de este montaje son los movimientos sociales,aunque también los medios de comunicación participan en el montaje,pues difunden como noticia las rebeliones, los levantamientos, lasmarchas, los bloqueos, las insurrecciones pacíficas. Pero lo hacen másbien de manera pasiva, con ánimo de decepcionar. Y pasan tambiéna la intervención activa cuando toman partido, descalificando a losmovimientos sociales, interpretando lo que acontece con una miradadistorsionadora de los hechos. Toman, por ejemplo, partido por lasempresas trasnacionales frente a la demanda de nacionalización delos hidrocarburos. Al hacerlo de este modo, participan de determinadamanera en el montaje de los escenarios. Sin embargo, debe quedar claroque sin medios de comunicación no se hubieran dado plenamente losescenarios, sólo que en unos casos jugaron papel de aparente neutralidad,difundiendo esmeradamente el mensaje de las estructuras del poder y delas estructuras económicas; en otros, intervinieron descarnadamente encontra de los movimientos sociales. Escenarios de la coyuntura electoral yla coyuntura poselectoral En la última coyuntura electoral (julio a diciembre de 2005), lo que más sediscutió era la inclinación del voto o, por lo menos, eran estas tendenciaslas que motivaban a toda clase de especulaciones. Llama la atención que
Page 138
139Los movimientos moleculares de la multitud lo que menos se discutiera fueran los programas políticos. En la medidaen que se tocaron los programas, se los exhibía de manera chillona, sinintentar siquiera hacer una observación comparativa. Lejos se estaba deabordar el análisis de los programas de gobierno.Podría suscitar toda una evaluación el parentesco de los programasen cuanto a la nacionalización de los hidrocarburos: la asociaciónderechista PODEMOShablaba de una “nacionalización del beneficio”,el otro partido centroderechista, Unidad Nacional, hablaba de unanacionalización “mediante acciones” en tanto que el Movimiento alSocialismo (MAS) hablaba de una nacionalización efectiva.¿Por qué este parentesco? Porque nadie pudo obviar la demandapopular por la nacionalización de los hidrocarburos, ni siquiera losotrora defensores a ultranza de las privatizaciones, capitalizaciones ytransnacionalizaciones de la economía. Extraña manera, en su caso, depresentarse sin disimulo, sin rubor, como si no hubiera pasado nada,como si no llamara la atención que asumieran posición opuesta, comopartidarios de alguna forma de nacionalización. Llamaba la atenciónque los dos nuevos partidos conservadores, que cobijan a los que fueronesmerados privatizadores, sobre todo sus candidatos a la presidencia,conocidos neoliberales, hablaran de nacionalización. Estas poses formanparte de las adaptaciones políticas al horizonte histórico abierto por losmovimientos sociales.En todo caso, lo que se debe discutir a fondo es qué se entiendepor nacionalización. La nacionalización viene a ser la acción políticay legal por parte del Estado mediante la cual éste se hace cargo de losrecursos y de los bienes privados, estatalizándolos, transfiriendo lapropiedad privada a su propiedad. En resumidas cuentas, a esta acciónse la puede denominar “confiscación”. Generalmente, la nacionalizaciónviene acompañada por la indemnización a las empresas damnificadas.Esto depende de una auditoría, de las posibilidades y del tiempo deejecución de la indemnización. Ciertamente, el carácter y la cantidad dela indemnización no pueden afectar el desenvolvimiento de la empresaestatal, no pueden atentar contra su desarrollo y consistencia. Con esteparámetro, podemos pasar a analizar las formas de nacionalizaciónmencionadas por las campañas electorales.
Page 139
140Subversiones indígenas La “nacionalización de los beneficios” no es, en primer lugar, unanacionalización. Se trata simplemente del reparto de las utilidades entreel Estado y las empresas trasnacionales. Eso es lo que ya se da en la actualLey de Hidrocarburos, aprobada por el Congreso en 2005, que pasó de unadistribución del orden del 18% a una del orden del 50% para el Estado. ¿Quésentido tiene lanzar como programa de gobierno un objetivo que ya estárealizado? ¿Qué clase de tautología política es ésta? Se entiende así que eluso del término ‘nacionalización’ confunde, busca engatusar al elector, enun ambiente cuya inclinación preponderante es por la nacionalización.No podemos llamar a esto un programa político; en todo caso, se parecemucho a las manipulaciones de la mercadotecnia. Se vende un programao, más bien, se compra el voto, se engancha al elector con campañaspublicitarias. De este modo, no interesa tanto cumplir con lo que se dice,sino impactar en la opinión pública. El objetivo es, obviamente, ganar laselecciones, llegar al gobierno. ¿Para qué? Para lograr la continuidad delrégimen anterior por otros medios.Algo parecido pasa con el planteamiento de la condonación de ladeuda externa: forma parte de la agenda de la cooperación internacional,algo que en parte se ha ejecutado, con los HIPC I y II119; forma parte de unproceso en marcha. La deuda infinita de la periferia del mundo capitalistano puede pagarse; es más, ya se pagó con creces. Los mecanismos de pagode intereses y amortización están más diseñados para no pagar la deudaque para pagarla. Ésta es la paradoja. La deuda externa viene a ser unmecanismo de control y de dominación por parte de los Estados del centrodel sistema capitalista sobre la periferia. Ciertamente, estas cuestiones noaparecieron ni de lejos en los programas ni en la cabeza de los diseñadoresde los programas de gobierno. Son problemas primordiales que devienende referentes de la realidad y deben ser tomados en cuenta a la hora dediseñar políticas y estrategias de solución. 119. Programas auspiciados por el Jubileo 2000 de la Iglesia católica para la condonación de ladeuda de los países más pobres del mundo con los países más ricos del mundo, (HIPC por sussiglas en inglés, High Indebted Poor Countries).
Page 140
141Los movimientos moleculares de la multitud El presidente indígena que nació de las urnas Las elecciones nacionales, llevadas a cabo el 18 de diciembre de 2005,culminaron con la contundente victoria, por mayoría absoluta, del MAS.Este resultado dejó perplejos a sus contrincantes, quienes esperaban, enel peor de los casos, una derrota menor. Fueron literalmente aplastadospor la abrumadora victoria del instrumento político popular, vilipendiadopor una guerra sucia llevada a cabo por los medios de comunicación quecontrolaban empresarios de los partidos derrotados. No había nada quediscutir. La mayoría absoluta mostró la decisión de los votantes por uncambio efectivo, no por un cambio nominal, no por la palabra “cambio”,que puede servir hasta electoralmente para cualquiera, sino por elcambio material en el orden de las cosas. En contra de los pronósticos desupuestas encuestas —que no eran más que campañas publicitarias—,en contra del chantaje del poder económico, en contra del terrorismoempresarial y político de las clases dominantes y las trasnacionales, seimpuso estadísticamente la voluntad de cambio. No había nada queobservar en esta victoria, salvo, por contraste, el terrorismo blanco quellevaron adelante como campaña los patrones, recurriendo al miedode las clases medias. Ganó el presidente indígena, jugando también encontra del árbitro del partido.Ganó contra el poder del dinero, contra el poder del miedo y contrade la conspiración técnica tejida minuciosamente por la Corte Electoral120.Esta victoria popular dejó mudos, o por lo menos sin legitimidad, a losportavoces del patronato internacional y nacional, a los agoreros delApocalipsis, del caos si llegaba al poder un presidente indígena. Estosinquisidores modernos, que imaginaban el desastre si subía al poder laplebe, las multitudes, los indígenas, quedaron sin sus instrumentos detortura ante la sublevación de las víctimas que habían decidido no sermás víctimas. Las elecciones dejaron como resultado la voluntad generalhecha dato. Y se trata de una sumatoria que recoge en su cantidad lacualidad de un programa de transformaciones. 120. La Corte Nacional Electoral depuró de sus listas a cientos de miles de votantes que no sehabían reinscrito. Esto afectó, sobre todo, al MAS, porque le escamoteó votos y escaños en elParlamento en los lugares donde tenía electores seguros.
Page 141
142Subversiones indígenas Esta victoria electoral por mayoría absoluta no tiene precedentes, nosolamente si se toma en cuenta el periodo democrático iniciado en 1982,sino el periodo que data desde la Revolución Nacional de 1952, cuandoel control de las elecciones quedaba en manos del partido-Estado ocuando las elecciones formaban parte de un show cívico- militar, como laexhibición de 1966 que llevó a la presidencia al extravagante general RenéBarrientos. Durante el periodo neoliberal iniciado en 1985 ninguno delos partidos llamados “tradicionales o sistémicos” llegó jamás a acercarsea una mayoría absoluta. Se encontraron siempre muy por debajo. Pararesolver la dispersión y la fragmentación del voto se inventaron la“gobernabilidad” sostenida por pactos. A su vez, estos “pactos por lademocracia” se sostenían sobre relaciones clientelares y prebendales, loque se ha venido en llamar cuoteo político.Lo ocurrido el 18 de diciembre de 2005 no tiene precedentes, esun hito. Sin embargo, los medios de comunicación no se pronunciaron,menos los analistas políticos. Los medios y los analistas siguieron con larutina de irse por las ramas sin tocar el tronco y mucho menos las raíces.Pero estaban desentonados en el nuevo contexto, en el nuevo escenarioconstruido por las multitudes.Las movilizaciones de mayo y junio de 2005 abrieron la coyunturaelectoral, derrotaron la conspiración de la derecha, de su “santa alianza”,obligaron a una adelantada apertura electoral, a una nueva sustituciónconstitucional y a una nueva transición. No se pueden explicar losresultados de las elecciones si no a la luz del ciclo de los movimientossociales que arrancaron en 2000. Los movimientos sociales construyeronnuevos horizontes políticos, provocando sucesiones raudas, haciéndosedesmesuradamente visibles, conquistando sus derechos, defendiendolos intereses nacionales, sociales y de los indígenas, después de habersido pisoteados por la casta política y las clases dominantes. Y hubo unaconclusión democrática de tal ciclo de movilizaciones.El gobierno popular de Evo Morales se presenta como unaconclusión política de ese proceso. El presidente indígena aparece comouna reivindicación histórica de las mayorías. Esto no quiere decir que lasmovilizaciones acabaron, sino que las movilizaciones ahora se trasladanal plano del Estado, sin dejar sus propios territorios en las entrañas de
Page 142
143Los movimientos moleculares de la multitud la sociedad civil. Antes, con las elecciones de 2002, las movilizacionesse desplazaron al Parlamento, sin abandonar sus desplazamientos yrecorridos en la geografía de las luchas sociales. Por eso, lo que ahoraocurre está íntimamente ligado al proceso constituyente, y, en lamatriz de este proceso, con el poder constituyente de las multitudes.La multitud ahora aparece como multitud electoral, quizás de un modoexpansivo, irradiándose más allá de la movilización, incorporando a losno movilizados empero descontentos con el cretinismo parlamentario delos partidos neoliberales, con el cinismo de los gobiernos de las clasesdominantes. Indígenas, campesinos, sindicalistas, cooperativistas,gremialistas y clases medias votaron por el presidente indígena.La convocatoria de Evo reproduce la convocatoria de TupacAmaru. Aquélla fue una convocatoria a indios, mestizos, criollos,afrodescendientes y mulatos para liberarse del yugo colonial y construiruna nación. Todos tuvieron la oportunidad de iniciar otra historia, distintaa la signada por las traiciones, divisiones y chantajes de las oligarquías,siempre mezquinas, además de estrepitosamente miopes. Ahora laconvocatoria es nuevamente a todos: indígenas, mestizos, clases medias,empresarios con vocación nacional, para formar una nación, en plenosentido de la palabra.¿Escucharán todos el clamor de esta convocatoria? ¿Otra vez seimpondrá el localismo empedernido de las oligarquías que apuestan aparticularismos sin destino? ¿Otra vez se disolverá la cohesión movilizada,la multitud electoral? ¿Otra vez reaparecerá la conspiración como unmonstruo de mil cabezas? ¿Volverá el fantasma de la derrota de la UnidadDemocrática y Popular abriéndose en dos frentes al gobierno, uno dederecha y otro supuestamente de izquierda? No sabemos la respuesta.En realidad, está en nuestras manos, depende de lo que hagamos en esteahora político, en este presente, que es el único vínculo con la realidadefectiva. Lo demás es abstracto, y los fines perseguidos en el planoabstracto muchas veces sirven de excusa para justificar una empedernidaobsesión por la disolución, si es que no forman parte del brazo largo de laconspiración conservadora. La respuesta está en la acción política, tantodel gobierno como de las multitudes.
Page 143
144Subversiones indígenas Materializar la convocatoria es seguir consecuentemente elprograma encarnado en los movilizados. Esto tendrá que hacerloel gobierno, respaldado por su mayoría congresal. Materializar laconvocatoria es controlar, vigilar y también apoyar y defender al gobiernopopular. Esto por parte de la multitud electoral.La convocatoria está dada; su realización depende de laconsecuencia, tanto por parte del gobierno popular como de lasmultitudes, con el programa de los movimientos sociales. Consecuenciacon la política de las multitudes, política espontánea de las masas quesaben distinguir entre amigo y enemigo, que no sabotean al amigo yatacan al enemigo, que controlan y exigen el cumplimiento consecuentede su programa. Este programa se puede resumir en la nacionalizaciónde los hidrocarburos, en la convocatoria a la Asamblea Constituyenteoriginaria, en la nueva reforma agraria que corrija las faltas y perversionesde la anterior, en la reterritorialización de las comunidades indígenas.
Page 144
145Raíz y devenir de la comunidad Bibliografía Albó, Xavier. Pueblos indios en la política. La Paz, Plural, 2002.______ Desafíos de la solidaridad aymara. La Paz, CIPCA, 1985.______ La paradoja aymara: solidaridad y faccionalismo.La Paz, CIPCA, 1975.Aristóteles. Retórica, Madrid. Alianza Editorial, 1998. Madrid.Bataille, Georges. El erotismo. Barcelona, Tusquets, 2002.Baudiou, Alain. Breve tratado de ontología transitoria.Barcelona, Gedisa, 2002.______ Deleuze, el clamor del ser. Buenos Aires, Manantial, 1997.Bergson, Henri: El pensamiento y lo moviente.Buenos Aires, La Pléyade, 1972.Beriain, Josetxo. La integración en las sociedades modernas.Barcelona, Anthropos, 1996.Bouysse-Cassagne, Therese. Lluvias y cenizas: dos Pachakuti en la historia.La Paz, Hisbol, 1988.______ La identidad aymara: aproximación histórica siglos XV-XVI.La Paz: Hisbol, 1987.
Page 145
146Subversiones indígenas Clastres, Pierre. La Société Contre l’État. París, Les Éditions de Minuit, 1974.Condarco Morales, Ramiro. Zárate, el “Temible” Willka.La Paz, Renovación, 1982.Choque Canqui, Roberto. Cinco siglos de historia.Jesús de Machaca: La marka rebelde. La Paz, Plural, 2003.Deleuze, Gilles. En medio de Spinoza. Buenos Aires, Cactus, 2005.______ Spinoza: filosofía práctica. Barcelona, Tusquets, 1991.______ Lógica del sentido. Barcelona, Paidós, 1989.______ El bergsonismo. Madrid, Cátedra, 1987.______ Spinoza y el problema de la expresión.Barcelona, Muchnik, 1975.Deleuze, Gilles y Félix Guattari. Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia, Pre-textos, 2000.______ ¿Qué es la filosofía? Barcelona, Anagrama, 1993.Derrida, Jacques. Dar la muerte. Barcelona, Paidós, 2000.______ De la gramatología. México, Siglo XXI, 1998.______ Dar (el) tiempo. Barcelona, Paidós, 1995.Esposito, Roberto. Comunitas. Origen y destino de la comunidad.Buenos Aires, Amorrortu, 2003.Gadamer, Hans-Georg: Verdad y método. Tomos I y II.Salamanca, Sígueme, 1991.García Linera, Álvaro. Forma valor y forma comunidad.“Cuadernos de la cárcel”, Chonchocoro-La Paz, 1995.García Linera, Álvaro, Patricia Costas y Marxa Chávez.Sociología de los movimientos sociales. La Paz, Plural, 2004.
Page 146
147Bibliografía García Linera, Álvaro, Raquel Gutiérrez Aguilar, Raúl Prada Alcoreza y Luis Tapia Mealla. Horizontes y límites del poder y Estado. La Paz, Muela del Diablo, 2005.______ Democratizaciones plebeyas. La Paz, Muela del Diablo, 2003.______ Pluriverso. La Paz, Muela del Diablo, 2002.______ Tiempos de Rebelión. La Paz, Muela del Diablo, 2001.______ El retorno de la Bolivia plebeya.La Paz, Muela del Diablo, 2000.Hardt, Michael. Deleuze. Buenos Aires, Paidós, 2004.Hardt, Michael y Antonio Negri. Imperio. Buenos Aires, Paidós, 2000.______ Multitud. Barcelona, Debate, 2000Hegel, Georg Wilhelm Friedrich. Ciencia de la lógica.Buenos Aires, Solar, 1993______ Fenomenología del espíritu.México, Fondo de Cultura Económica, 1966.Hurtado, Xavier. Historia del katarismo. La Paz, Hisbol, 1986.Laclau, Ernesto. La razón populista. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2005.Lévi-Strauss, Claude. “Introduction à l’oeuvre de Marcel Mauss”,París, PUF, 1989.Lora, Guillermo. Historia del movimiento obrero boliviano. Tomos I, II, III y IV. La Paz, Los Amigos del Libro, 1967, 1969, 1970 y 1980.Malinowski, Bronislaw. Los argonautas del Pacífico.Madrid, Península, 2001.Martínez, Gabriel. Espacio y pensamiento. La Paz, Hisbol, 1989.
Page 147
148Subversiones indígenas Marx, Karl. El XVIII brumario de Luis Bonaparte. Moscú, Progreso, 1970.Marx, Karl y Friedrich Engels. La ideología alemana.Barcelona, Crítica, 1977.Mauss, Marcel. Ensayo sobre el don, Buenos Aires, Paidós, 1995.______ “Ensayo sobre el don. Forma y razón del intercambio en las sociedades arcaicas”, en Sociología y antropología. Madrid, Tecnos, 1991.Murra, John V. El mundo andino. Población, medio ambiente y economía. Lima, IEP,2002._______ “El control vertical de un máximo de pisos ecológicos en las sociedades andinas”, en Formaciones económicas y políticas del mundo andino, Lima: IEP, 1975._______ “Rebaños y pastores en la economía del Tawantinsuyu”, en Revista Peruana de Cultura, Lima, 1964._______ “Temas de estructura social y económica en la etnohistoria y el antiguo folklore andino”, en Folklore Americano. Lima, 1962._______ The Economic Organization of the Inca State. Chicago, Universidad de Chicago, 1956._______ “The Historic Tribes of Ecuador”, en Handbook of South American Indians. Washington DC, Smithsonian Institution, 1946.Negri, Antonio. La anomalía salvaje. Barcelona, Anthropos, 1993._______ Spinoza subversivo. Madrid, Akal, 2000.Paniagua, Teresa. Sociología del ayllu. La Paz, UMSA-Carrera deSociología, 1999.Piaget, Jean. Adaptación. Siglo XXI. 1980.Platt, Tristan. Qaraqara/Charca. Mallku, Inka y Rey en la provincia Charcas (siglo XV-XVII). Historia antropológica de una confederación aymara. La Paz, Plural, 2006.
Page 148
149Bibliografía ______ Los guerreros de Cristo. La Paz: Plural y Asur, 1997.______ “Mapas coloniales en la provincia de Chayanta: dos visiones conflictivas de un solo paisaje”, en Estudios bolivianos. Homenaje a Gunnar Mendoza. La Paz, UMSA- Facultad de Humanidades, 1978.______ Espejos y maíz: temas de la estructura simbólica andina. “Cuadernos de Investigación”. La Paz, CIPCA, 1976.______ “El yanantin entre los pobladores al norte de Potosí”, Íthaca, Nueva York, Universidad de Cornell, 1971.Prada Alcoreza, Raúl. Multitudes y clases en los movimientos sociales antisistémicos. Mimeografiado, 2006.______ “Dinámica molecular de los movimientos sociales”, en Herramienta, Revista de Debate y Crítica Marxista. Buenos Aires, 2005.______ Largo octubre. Genealogía de los movimientos sociales.La Paz, Plural, 2004.______ “La fuerza del acontecimiento”, en Tiempos de rebelión.La Paz, Comuna, 2001.______ Territorialidad. La Paz, Mitos, 1995.______ El ayllu en el desierto capitalista. La Paz, Episteme, 1988.______ La subversión de la praxis. La Paz, Episteme, 1986.______ Crítica al discurso metafísico de la economía.La Paz, Episteme, 1985.______ Ontología e imperialismo. Mimeografiado, s/f.Rasnake, Roger. Autoridad y poder en los Andes. Los kuraqkuna de Yura. La Paz, Hisbol, 1989.Reinaga, Fausto. La revolución india. La Paz, Partido Indio de Bolivia, 1969.Reinaga, Wálter. Escritos. La Paz. Tiwuanaku. 1990.
Page 149
150Subversiones indígenas Ripalda, José María. Los límites de la dialéctica. Madrid, Trotta, 2005.Rivera Cusicanqui, Silvia. Birlochas, trabajo de mujeres: explotación capitalista y opresión colonial entre migrantes aymaras de La Paz y El Alto. La Paz, Mama Huaco, 2001.______ Democracia liberal y democracia del ayllu: el caso del norte de Potosí. La Paz, ILDIS, 1990.______ Oprimidos pero no vencidos: luchas del campesinado qhichwa y aymara, 1900-1980. La Paz, Hisbol-CSUTCB, 1984.______ “El mallku y la sociedad colonial en el siglo XVII”, Avances No 1.La Paz, 1978a.______ “La expansión del latifundio en el altiplano boliviano. Elementos para la caracterización de una oligarquía regional”, Avances No 2.La Paz, 1978b.Saavedra, Bautista. El ayllu. La Paz, Juventud, 1998.Sahlins, Marshall. Cultura y razón práctica. Barcelona, Gedisa, 1997.Spedding, Alison. Kawsachun coca. Economía campesina cocalera en los Yungas y el Chapare. La Paz, PIEB, 2004.______ Wachu-wachu. Cultivo de coca e identidad en los yunkas de La Paz. La Paz, Cocayapu, CIPCA, Hisbol, 1994.Spinoza, Baruch. Tratado breve. Madrid, Alianza, 1990.______ Ética. México, UNAM, 1977.Temple, Dominique, Teoría de la reciprocidad, tomos I, II y III.La Paz, PADEP, 2003.Ticona Alejo, Esteban y Xavier Albó: La lucha por el poder.La Paz, Plural, 2003.Vernant, Jean-Pierre. Los orígenes del pensamiento griego.Barcelona, Paidós, 1992.
Page 150
151Bibliografía Vernant, Jean-Pierre y Marcel Detienne. El individuo, la muerte y el amor en la antigua Grecia. Barcelona, Paidós, 2001.Vernant, Jean-Pierre y Marcel Detienne. La cuisine du sacrifice en pays grec. París, Gallimard, 1979.Vernant, Jean-Pierre y Vidal-Naquet. Mito y tragedia en la antigua Grecia. Vol. 1 y 2. Barcelona, Paidós, 2002.Virno, Paolo. Cuando el verbo se hace carne. Lenguaje y naturaleza humana. Buenos Aires, Cactus “Tinta de limón”, 2004a.______ Palabras con palabras. Poderes y límites del lenguaje. Buenos Aires, Paidós, 2004b.______ El recuerdo del presente. Ensayo sobre el tiempo histórico.Buenos Aires, Paidós, 2003a.______ Gramática de la multitud. Para un análisis de las formas de vida contemporáneas. Buenos Aires, Puñaladas, 2003b.Wachtel, Nathan. El regreso de los antepasados. Los indios urus de Bolivia, del siglo XX al XVI. Ensayo de una historia regresiva. México, Fondo de Cultura Económica, 2001._______ “Hombres del agua. El problema uru. Siglos XVI-XVII”, en Revista del Museo Nacional de Etnografía y Folklore, La Paz, 1998._______ “L’acculturation”, en Faire de l’histoire, editada por J. Le Goff y P. Nora. París, 1974._______ La vision des vaincus. Les Indiens du Pérou devant la Conquête espagnole (1530-1570). París, ESC, 1971a._______ Pensée sauvage et aculturation. L’espace et le temps chez Felipe Guamán Poma de Ayala et L’Inca Garcilaso de la Vega.París, ESC, 1971b._______ Structuralisme et Histoire: á propos de l’organization social du Cuzco. París, Anales ESC, 1966