Poemario de amor
Sebastiano Monada
Publicados por Raúl Prada Alcoreza
Jozef Siklienka: Mujer vaporosa
Poemario del amor, poemas pertenecientes a Carla Roca Ortiz. Fueron entregados a ella, como manifestación desbordante de una entrega, de la pasión por la revelación femenina de la totalidad y la des-totalización, es decir, la creación. Los publicamos, porque ella considera que se deben publicar, pues tampoco se cree dueña de ninguna pasión. Entonces, estos poemas, son de todas maneras dedicados, a un ser, metáfora de una ángel, si se puede hablar así, capaz de comprender y ser transparente en su entrega, en su interpretación candente.
Índice:
Entrañable constelación de mujer absoluta
El eterno retorno del amor
Mujer metáfora y ventana interior
Tejedora de esperanzas
Artesana de los tejidos
Eres
Amor
¿Cómo es posible tu existencia?
Te amo como nunca he amado a nadie
¿Quién soy?
Mi bien
Sensualidad
Nombre y cuerpo de mis sueños
Premonición
¿Amor virtual?
Mujer
Mujer armazón de mundos
Dilución amorosa de la mañana
Entrañable constelación de mujer absoluta
Cascada de cabellos negros
Caen sobre tus hombros primaverales
Ojos dulces, cuya picardía brota, estilo italiano
Rostro claro, luz lunar alumbrando la inmensidad nocturna
Habitada por constelaciones viajeras
Noche cóncava, curvándose en la memoria de tus pasiones
Cosmos agitado en el estallido repetido de las estrellas
Mientras tu boca suave, juvenil, insinúa a la vez
Una sutil sonrisa y un beso ardiente
Mi mirada aventurera te encuentra
La evocación impetuosa, amazona, cautivadora
De mujer absoluta
Me conquista
Tu rostro resplandeciente como el alba
Cuadro revelador de Botticelli,
Candorosamente sensual y reflexiva
Apacible en la madurez de tus sueños
Impetuosamente desbordada en los entusiasmos
Espontáneamente desplegados
De tu deslumbrante encanto camba
Conmovedoramente afectuosa
Mujer total, absoluta
Manifestación adorable, seductora, de la llanura insomne
Provocando amor como respuesta a la percepción de tu presencia
Ocasionando estallidos de románticas utopías
Pasiones desbordadas atravesando el cuerpo
Ahora, capaz de rapto y dilución total
Al verte tan propia
Talante madurado en vino añejo
Herencias de la abuela de gustosa tradición y filosofía renacentista
Figura fragante, huella profunda, hendida en las costumbres
Invadiendo la atmosfera hasta convertirla en emanación tuya
Entonación de la trama femenina, tejido artesanal
Interprete de mundos perdidos
Cohesión familiar y ternura de pareja
Me rindo a tus encantos legendarios
Acumulados en la suavidad de tu piel
En el espesor voluptuoso de tu memoria tropical
Enamorado entonces, atrapado en el fulgor nocturno de tus ojos
En la acuática pronunciación de tus labios
En la insinuación espontanea de tu boca
En las reflexiones de mujer madura
Abrazadas por tu imperecedera lozanía
Delgada figura recorriendo vaporosa
El clima convulsionado del universo de mis sensaciones
Ahora, después del acontecimiento, transportando tú nombre
Diluyéndome diseminadamente fragmentario
Todo lo mío es tuyo
Hago entrega de mis moléculas y mis átomos dinámicos
Del brío explosivo, acompañante de mis recorridos
Mis vehemencias desbordando primaveras y otoños
Mis bosquejos insurrectos
Mis sueños transgresores
Los recónditos secretos
La palabra esculpida, la experiencia inscrita
Y la espontaneidad romántica, guerrera, utópica
De las múltiples subversiones creativas
Te entrego todo
La escritura nómada
La grama de lo posible
Queriéndome refugiar
En el hogar de tu templado espíritu
Mujer voluptuosa encarnando enunciados labrados
Maravillosamente repetida en cada rasgo dibujado
De tu rostro latino, de tu cuello iluminado
Por una suave luz resbalando silenciosamente
Descubriendo tiernamente la narrativa romántica
De la escritura intrépida de tus pasiones
De la grafía sensitiva, ambulante, envolvente
De tu imaginación vital desprendida solarmente
De la estética pictórica de tu cuerpo
Irradiando la circulación de los climas
Atrapándome en una atmosfera incandescente
Perdiéndome para siempre en la caricia seductora
De tu presencia enraizada
El eterno retorno del amor
¿Volver a enamorarme, acaso?
No es voluntad, ni búsqueda, ni periplo
Es nacimiento
Un horizonte nuevo de luces y de voces
De sensaciones acaso agazapadas
Esperando felinas el asalto a la presa
Caza intrépida, veloz, zarpazos desgarradores
Colmillo clavándose en la garganta
Amor depredador, impulso vital de los ciclos
¿Por qué no dejar que ocurra?
¿Por qué detener su salto de leopardo?
Al verte sonriente apoyada en la baranda
Tu suave mano tocando la madera
La bata de lana cayendo apaciblemente
Mostrando vulnerable tu fino hombro
Apenas cubierto por una delgada chompa bruna
Tu blonda cabellera azabache arrullada en una cola meneada
Cae resbalando hasta tocar tu seno
Más abajo tu cintura cubierta
Cadera matricial, fecunda, curva ornamental
Melodía de canciones rituales
Ceremonia sensual de la celebración de la fertilidad
Eterno retorno del comienzo inaugural
Mientras tus ojos viajan soñadores
Por la estepa donde los recuerdos son apenas empujados por la brisa
Donde tus pensamientos cabalgan como rebaños salvajes
De caballos y yeguas garbosas
Mirada de mujer mediterránea, insondable
Allí, en las profundidades de sus brillos circulares
Se esconden los secretos de tu espíritu
¿Quién podrá interpretar los jeroglíficos
Donde se guardan las claves de tu entrega?
Dos aretes redondos cuelgan de tus delicadas orejas
Acompañando la sonrisa deleitosa
Mostrando la blancura marfil de tus paradisíacos dientes
Calcio cuidadosamente guardado desde niña
La armonía de tu rostro me recuerda
La representación de la belleza, equilibrio y sincronía musical
Jugando en la claridad de tu piel
Composición poiética, telos hereditario
Antigüedad inscrita en la expresión ancestral, seducción irresistible
Hembra convocativa y mujer adorada como símbolo
Alegoría del mito del origen del fuego
De las armas, de los instrumentos y de la agricultura
Semblante sereno en la ternura dibujada
Espejo del alma pronunciándose resplandeciente
Como sinfonía de luces capturadas
Por la encantadora magia de tu fisonomía
No se puede no amarte, es imposible
No se puede detener el nacimiento impetuoso, vehemencia amorosa
El asalto felino del desborde efusivo
No se puede detener el querer intempestivo
Inmensamente, emulando a los amantes heroicos
No se puede renunciar sin renunciar al mismo tiempo a la vida
No se puede detener la fuerza gravitatoria del amor
Me convertiré en una órbita girando alrededor tuyo
Describiendo la geométrica de esta atracción
La gramática de las pasiones
Mujer metáfora y ventana interior
Mujer palabra, mujer figura
Mujer pasión
Mujer de fuego, mujer de agua
Mujer tierra, mujer serena
Mujer amazona, mujer guerrera
Herencia aromática de café destilado
Manos cultivadoras de pasta, cociendo salsa
Secreto familiar, alquimia culinaria
Bifurcación de lo crudo y lo cocido
Origen del mito y la cultura
La abuela, la madre, acompañando esta innovación
De la memoria
Mujeres imborrables, entramado latino
Del tejido hogareño
Artesanas del tiempo, amasadoras de los recuerdos
Cocineras de la conversación inagotable
Médula histórica
Mujeres sabias, como ningún hombre podría serlo
Al no separar lo condensado y lo indeterminado
El espesor de la percepción y la virtualidad de la razón
Cuerpo voluptuoso y ánimo vaporoso
Fieles acompañantes jardineras
De las enredaderas del eterno coloquio femenino
Mientras se cose la salsa de la pizza dominical
Lugar del gusto y de la filosofía ancestral
Pensamiento moldeado en arcilla
Cocido a fuego lento
Espacio reflexivo donde rebrota la reminiscencia
En el ayer
Una ventana colonial te custodia
Una reja de hierro forjado te resguarda
Un caballete de madera tapa a la vista
El ingreso óptico a la casa
Clausurando a la mirada
La visita indiscreta al refugio
Ocultando a los ojos curiosos tesoros de la alcoba
Entorno de piedra
Lumbrera bordeada por el muro urbano
Adentro tus cosas, lo tuyo esparcido decorativamente
Tu aroma balsámico suspendido exquisitamente en el aire
Adentro tus enigmas herméticos, tus epítomes celosamente guardados
Tus manuscritos entrañablemente tallados en las hojas
Adentro, el cuarto donde duermes apacible
Adentro es donde añoro estar
Retroceder dos años en el tiempo, reunirme contigo
Como acordamos alguna vez
En un café casero de la ciudad virreinal
Interrumpir mi viaje de retorno, quedarme contigo para siempre
En la eternidad del instante
Conocer tu aposento, tus pergaminos
La manera primorosa de ordenar los objetos
De componer con artefactos materiales, con fetiches retraídos
Una antigua costumbre doméstica
En el espacio privativo de la morada
Este afuera y este adentro de la residencia
Afuera y adentro de ti
Escenarios íntimos y externos
Escenarios de textura móvil
Dando lugar a tu cuidadosa aparición
Apoyada en un codo
Tu delgado brazo, haciendo un triangulo insinuante
Sostiene tu cabeza delicadamente
Tu melena suelta, ámbar del desierto
Cae como cascada melancólica
Sobre tus hombros blandos
Cubriendo, marrullera, envolviendo, tu cuello claro
Ese es el lugar donde me pierdo
Ese es el lugar donde me dejo caer
No sé si es la desnudez cilíndrica, tentadora
De tu garganta curva
Cazadora de mi mirada
No sé si es la metáfora de una luz selenita
El acicate erótico desenlazando deseos
Me pierdo en tu cuello, en su provocación desnuda
Me pierdo en la luz lunar resbalando perezosamente
Agua de manantial
Más abajo, tus senos manifiestos, placenteros
Arropados por una ligera blusa lila
Composición magistral en un cuerpo espigado
Arquetipo estético moderno
En la médula del cuadro tu rostro luminoso
Nebulosa humana de esta composición figural
Rostro expresivo, jubiloso, definido por una sonrisa rebosante
Unos ojos navegantes, románticos
Mujer de la ventana
Fisonomía desenvuelta, despreocupada
Belleza matinal antes de todo
Antes de la ordenada secuencia de la norma y del aliño
Cabellera recién despierta, alborozo matutino
Gracia de mujer dispensada de los trajines de la semana
Beldad sencilla sin ornamentos
Mujer de la ventana, líneas de fuga
Mujer urbana, líneas cautivadas, corporativas
Prosista escrupulosa, enlazando amorosamente la narrativa
Gramática de las pasiones
Amo ese esplendor tuyo
Esa pose espectacular de mujer fatal
Esa travesura coqueta sutilmente teatralizada
Haciéndote perpetuamente moza, vital
Amo el candor perene de tu silueta
Tu rostro risueño y mediterráneo
Amo tu edad, la edad de la razón
También de las nostalgias
También de la búsqueda del horizonte nómada
Amo tu sonrisa genuina
La sensualidad emanada de tu busto grácil
Amo los cruces de puente entre tus mundos
Tus metamorfosis, la abundancia de tus portes
Tus maneras de ser
Enamorado de tu devenir mujer
No hay sólo un acontecer, sino un enjambre
Tantas mujeres habitan tu cuerpo
Enamorado de todas estoy
De esa aglomeración exuberante
De su retruécano inacabado
De su complementación turbulenta
Creativa, emergente
Tejedora de esperanzas
Contemplas el libro como se admira una reliquia encontrada
Gozándola al tenerla a mano
Estampado urbano, vestigio de lectura pública
Tus ojos inclinados, largas pestañas, cejas suaves, párpados epicúreos
Dejando resbalar tu mirada profesional
Deslizándose por la liza explanada de la portada
Mientras tu sonrisa prodigiosa murmura una canción antigua
Rúbrica de tu semblante
Concediendo plenitud lograda
Acompañando la alegría rebosante de mujer madura
Recia como la certeza consolidada del mundo
Habitado por sensaciones experimentadas
Por significaciones cultivadas, capturas benévolas
Hay una hermosura alcanzada en este esplendor
Después de haber vivido
Una belleza propia de la edad de la razón
Eso te convierte en el núcleo de un ámbito
Donde riges como centro acogedor
Redes tejidas por tus finas manos de pianista
Pacientemente, artesana de la palabra
Alfarera de los climas sensuales brotando de tu cuerpo
Artista de la arcilla moldeada, de la cerámica cocida
Por el fuego de tu imaginación lúdica
Narrativa mundana, composición inaugural
Hecha de los elementos primordiales
Agua, tierra, aire, fuego
Médula del bosque, abundancia de la floresta, certidumbre de la selva
Serenidad aposentada en el trópico
Toboriche de dura madera cobijando a Araverá
Destello celestial, hija del cacique Urutï
Mítico cóndor blanco
Esposa de Chinu Tumpa, dios colibrí
Perseguida por los Aña, lémures crueles
Montados en potros alados lanzadores de fuego
Preñada, llevando en el vientre a Paye
Chamán del Chaco Boreal
Árbol refugio de secretos de Destello celestial
Convertida en hermosa flor, néctar del colibrí
Así te veo al contemplar la fragancia femenina
De tu vitalidad frondosa transcurriendo apacible
Figura elegante irradiando confianza
Maravillosa existencia dadora de esperanzas
¿Cómo eres posible en las ruinas de un mundo desaparecido?
¿Dónde te ocultaste en los tiempos aciagos?
¿Te guardo el Toborichi como a Destello celestial?
Sólo sé, en el ahora eterno, de tu reveladora preexistencia
Tradición cultural resguardando el hogar
Al mirarte se apacigua mi espíritu
Aposentándose como colibrí en el nido de tu madero
Te contemplo asombrado, hechizado, acuarela corpórea
De sutiles atractivos
Consagración primaveral, juventud renovada
Eres la trama remozada de la espera
Artesana de los tejidos
¿Dónde se pierden tus ojos cuando hablas?
¿Dónde estás artesana de tejidos y de tramas?
¿Dónde tus ojos románticos se posan?
Mariposas melancólicas atraídas por el néctar de las flores
Pensamientos alados descendiendo a tu añorada tierra ignota
¿Dónde , amor mío, está tu espíritu, cuando pronuncias el lenguaje
De los sueños imposibles realizados?
¿Cuál es ese lugar que me pone celoso?
Amor, canción corporal, melodía vital
Sinfonía de pasiones, ritmo de flujos deseantes
Sueño poético, intrépido, de percusiones estéticas
Cuando hablas viajas donde no puedo llegar
Cuando hablas y viajas me pierdo contemplando
Tu recorrido inalcanzable
De metamorfosis y distancias aproximativas
Tu extrañamiento desgarrándome cuando me quedo
En el lugar donde me pongo, donde coloco mis alforjas
Mis herramientas de combate, mi sudor diurno
Mi voz interpelando al método
La terrosa existencia sosteniendo pensadas rebeliones
Quedo en el lugar, hombre afincado en la materialidad del tiempo
Del abandono, de la duración y de la memoria
Al viajar de esa manera, musa del alba y del crepúsculo
Desgarras mi ser diluyéndome en la eterna pregunta
Sobre la existencia asumida y la plenitud buscada
Viéndote presente en tu alejamiento y distanciada en el momento
Colindante y alejada, corpórea y virtual, a la vez
Viéndote tan propia, tan mujer, tan carnal y fecunda
Viéndote tan ensimismada, tan flotante, a la vez
Desgarrándome entonces de amor escindido
Amo tanto a tu cuerpo vital como a las quimeras insomnes
Habitantes laboriosos de tu mirada
Me tienes rendido a tus pies
Encantadora pintura de Sandro Botticelli
Mujer holista en toda tu exuberancia
Mujer fuerte y vulnerable a la vez
Mujer terrenal e imaginaria, en su vicisitud
Mujer de mis sueños y de mis bravas compulsiones, en su trance
Mujer de vestido azul y aretes plateados
De cosmético suave remarcando deleitosamente tus labios
De delicadas cejas maquilladas, curvas tímidas
Acompañando la melancolía sideral de tus ojos nocturnos
Soñadores, románticos, gitanos
Mujer de la prosa clara, diáfana
Tejedora de tramas logradas en su propio inacabamiento
Artesana de las sensaciones brotadas de mi cuerpo seducido
Cantar de los cantares
Cántaro de miel y cántaro de vino añejo
Amo tu aparición húmeda, tropical, convocativa
Amo tus cabellos lacios recogidos hacia atrás
Dejando, sin embargo, sueltos los de adelante
Cayendo sobre tu frente y cubriendo tus delicadas orejas claras
Amo los rasgos llaneros de tu rostro
La marca indeleble de tu sonrisa oculta
La preocupación tenue dibujada imperceptiblemente
Amo tu cuello seductor, tus hombros claros
Curvados por la fuerza secreta de la sensualidad, suaves
Amo ese cuerpo recio de hembra universal
Cuerpo continente de la sabiduría femenina
Inentendible para el ego patético masculino
Dejándome entonces entregado
A la historia barroca encarnada en ti
Ya no me pertenezco, te pertenezco a ti
A la certidumbre femenina, local y viajera
Soy ahora parte de tu naturaleza proliferante
Parte de tu nicho, de tu oikos, de tu biotopos
Eres
Eres de nuestras tierras
Tierras de Abya Yala
Entre dos océanos y dos historias civilizatorias
La oriental y la occidental
Eres del continente perdido
Más acá y más allá del bien y del mal
Más acá y más allá de la densidad de la memoria
De la vertiginosidad del presente
Eres de las playas claras y tibias
De la tierras mojadas por el río
Descolgándose de las monumentales cumbres nevadas
bajando estrepitosa a los valles, a los llanos
Al trópico denso de la cuenca amazónica
Formas parte de estos humus fértiles, de estos vahos envolventes
Embriagantes
Formas parte de estos campos, olor a carbón, a leña
A café destilado
Formas partes de estas ciudades pueblerinas
A pesar de sus veloces expansiones
Sus emulaciones modernas
Eres la jovencita colegial traviesa y aprendiz
En el caldo de las emociones de la vida
Eres tus lágrimas arrancadas por tus enojos
Eres tus desbordantes alegrías emanando de tu cuerpo
Delicado
Eres el ahora melancólico, nostálgico
Remembranza de tus tiempos depositados en los sedimentos
De tu cuerpo experimentado
Eres también el deseo de fundar en el presente
Un mundo emanado de tus palpitantes querencias
Eres la cristalina y suave voz pronunciada
Delicadamente, acariciante brisa soplando significados
Joyas de orfebres alquimistas
Voz acuática, serena, de tono tropical
Voz atravesando la geología viviente, corporal, de mis circulaciones
Y pulsaciones
Apaciguando mis inquietudes con esa sabía frecuencia
De las palabras de mujer edificada en certezas culturales
Melodía de sensaciones impronunciables
Sin embargo, iluminadoras de recorridos
Trayectorias de metamorfosis y navegaciones sin retorno
Eres la dama airosa y grácil
La prestancia desplegada en el entorno
Orbitando alrededor tuyo
Canción romántica cantada por trovadores insomnes
Eres el embrujo de mis ojos
El embriagador aroma producido por tu presencia
Gravitante
Por tu irresistible forma de dirigirte a mi
Eres el aire entrando a mis pulmones
Aire respirado por la brava rebelión impetuosa
Eres el aire absorbido por mis células
Eres el aire convertido en palabras volviendo a la atmósfera
Eres mis palabras retornando a ti inspiración fluida
Amor
Amor explosión existencial
Conmoción corporal y de la memoria
Convocatoria del origen
Utopía romántica
Amor imposible en la posibilidad misma
Posible en la imposibilidad misma
Emoción e imaginación sublevadas
Reclamando la eternidad del instante
Cuando te amo
Cuando no te tengo y te demando
Amor paradójico
Ansiedad inmensa capaz de arrastrarme al abismo
O de tomar el cielo por asalto
Amor inquieto por tu ausencia
Cavando como minero en el densidad de la distancia
Para encontrar la veta mineral llevándome a ti
Amor guerrero, batallador
Luchando en un presente saturado
Por edificar el nicho donde cobijarnos
De la tempestad del acontecer empujándonos
A nuestro desaparecer
Amor, palabra resumida como para expresar
La desmesura vehemente de vidas encontradas
Amor irradiándose cambiando el territorio a su paso
Amor amante de los entornos de tu piel
De la casa donde resides
De la ciudad donde habitas
De los libros tocados por tus manos de pianista
De los paisajes mirados por tus ojos soñadores
Del lomo del caballo montado por tus piernas amazonas
Por tu cadera de jinete y tu cuerpo viajero
Del café destilado tomado por tus labios benignos
De tus reflexiones flotantes interpelando apatías
De tu ropa apegada al aroma exuberante
Emanando de las intensidades desatadas por tu metabolismo
Literario
Amor experiencia indecible
Experiencia demoledora como un cataclismo
Energía vital de los comienzos
Creadora de universos desapareciendo
En las pupilas acuáticas de tus ojos gitanos
Reapareciendo en el vaho sensual exhalado
De tu corporeidad primaveral
Amor inalcanzable dibujado en el horizonte nómada
En la esfera narrativa de los entramados femeninos
Amor ideal
Contrastado en la cotidianidad de nuestras premuras
En la gravitación exigente de nuestros compromisos
Por las leyes de la realidad
Física indiferente a la subversión de los afectos
Sólo podrán vencerla
Si el amor es tan grande como para derribar la realidad
Construyendo en sustitución la melodía de las pasiones
¿Cómo es posible tu existencia?
¿Cómo eres posible?
¿Cómo es posible tu existencia?
¿Cómo puedes compartir este presente fugaz?
¿Cómo puedes hacerlo, talante vigoroso,
Ímpetu tenaz, arraigada en la eternidad del instante?
¿Cómo puedes ser, reverberación sensual, emanación tierna
Agudeza intuitiva?
Un espíritu delicado descifrador de las huellas y vestigios
De un mundo hundiéndose en su desaparición
¿Cómo puedes ser tan mujer, tan profundamente humana?
Tan reveladoramente versátil en la candidez de tus rasgos
Gramática corporal inscrita por las percusiones del timbal afro
Nutrientes emociones atravesando los pliegues de la travesía
Brisa existencial dilatada sin cometidos premiosos
Anhelo seráfico, magma fluyente
Soplo conjugado, turbulencia molecular invisible
Tú devuelves en reciprocidad esa donación
Al dar de ti la hechicera exhibición de tus ritmos anatómicos
De tus rituales simbólicos inaugurando el comienzo recurrente del mito
¿Cómo eres posible en las ruinas de ciudades desaparecidas?
Tú presencia súbita, inverosímil en la regularidad de los naufragios
En las resignaciones masivas ahogándose en el fetichismo cotidiano
De la especulación trivial, espejismo estrepitoso, ostentación descomedida
De abalorios desechables
Tu presencia viajera contrasta con el derroche
Misceláneo de la ocasión
Se aferra a la concavidad de cada instante
Como si fueran inmensos territorios recorridos
Por comunidades nómadas, cazadora y recolectoras
Artesanas y técnicas de los primordiales instrumentos
Tu existencia anacrónica contrasta
Con la crónica incineración de las cosas
Depositando en tu interior la memoria de los momentos
Simples en su grandeza, grandes en su simpleza
¿Cómo puedes ser posible?
Revelación casual en el azar de los sucesos
Golpe de dados tirados al cielo, caídos en el suelo terrestre
Número aleatorio de la necesidad
Tesis de Mallarme
¿Cómo puede el golpe de dados dar como destino
La composición mágica de la pronunciación rítmica
De tus aprehensiones primorosas
De tus góticos estremecimientos
De tus refugios reflexivos
De tus meditaciones orientales
Combinada con la modernidad de tus ademanes
Con la tradicional costumbre de la mesa
De la cocina, de la masa de la pasta, de la mezcla de la salsa
Del efluvio aromático del café destilado
¿Cómo es posible tu paso por el mundo?
Paso hendido en la arenas y en el suelo húmedo
De las explanadas de las historias locales
Tu paso agraciado de piernas largas
Piernas moldeadas como esculturas clásicas
Piernas de Venus, inmortales, obsesión pictórica realista
Paso de gacela en el claro del bosque
Paso de musa en el espesor del insomnio de la escritura
Sólo es posible por albedrío épico
Por diligencia indómita opuesta a los avatares
Por rebeliones minuciosas en la filigrana de las rutinas
Por rebeliones dramáticas en las confines de los embates
Dibujada por las colisiones y las osadías constitutivas
Sólo es posible por propensión inconfundible
Como devoción somática, aprendizaje asumido
Impulso legendario, utópico
En un ánimo despejado al devenir
Te amo como nunca he amado a nadie
El amor de mi vida
Canción de Pablo Milanés
Te amo como nunca amé a nadie
Frase recurrente pronunciada por los enamorados
De todos los tiempos
Aunque lo digan redundantemente
En las varias ocasiones de sus fascinaciones
En los diversos relatos amorosos
Adquiere valor en la sinceridad del momento
Nunca lo dije a nadie antes
Parecía frase entonada, teatral
Ahora recurro a esta misma frase tantas veces dicha
No encuentro otra para decirte lo mismo
En la confesión sincera del estremecimiento sentido
No encuentro otros recursos filológicos
Para confesarte mi amor
Estremecido, conmocionado
Alterado hasta la mínima partícula cuántica
En un cuerpo acostumbrado a la rebelión
Acostumbrado al combate, a las exigencias de la eventualidad
De la subversión de la praxis contra la historia y la realidad
Cuerpo, sin embargo, vulnerable ante la revelación candorosa
De la armonía apacible, sabiduría antigua femenina
De las ancestrales abuelas, de las eternas mamás, de las hijas continuadoras
A pesar de las rupturas generacionales
De las nietas promesas de nuevos tiempos
Vulnerable ante la conjugación estética de delicados dibujos corporales
Y palabras descolladas pronunciadas por tu voz acuática
Vulnerable a la gracias de tu vaporoso cuerpo
De tus miradas viajeras
De tus manos y dedos de concierto
De tu sonrisa sensual de mujer madura
De tu composición regia normando el movimiento del ambiente
Clima templado de los ciclos de tu escritura
Soy derrotado
Por tus encantos embriagadores, manifestaciones fluidas
De la cautivadora substancia contenida
En tu afinada morfología mediterránea
Soy derrotado por la caricia tierna, soplo tibio de tus verbos
Envolviéndome en el remolino de tus constelaciones emotivas
Sinfonía maravillosa de tus inspiraciones palpitantes
De tu respiración delicada canción pectoral
Soy derrotado por tu ciclo vital cruzándose con el mío
Atrayéndome con inmensa reciedumbre gravitatoria
Arrancando mis moléculas hacia el campo magnético de tu energía
Normando las parábolas alrededor de tu médula
Núcleo del nacimiento de una nuevo hado
Por eso, yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa
Fragmento de Romancero Gitano
Poemario de Federico García Lorca
Yo soy la otredad construida por tu fibra femenina
Los fragmentos de mi cuerpo, de mis pasiones, de mis pensamientos
Pertenecen al bucle febril de tu existencia
Te amo como nunca amé a nadie
Adquiere connotación
En el ahora de un hombre maduro
De un hombre artesano de palabras
Quien, sin embargo, no encuentra otras ahora
Para expresarte su sismo al encontrar tú aparición aguardada
Otras palabras sino aquellas mismas adolescentes frases
Pronunciadas por los enamorados de siempre
Este te amo como nunca amé a nadie
Adquiere inmanencia matricial
Confesión trémula
De alguien vivido
Quien, sin embargo, no encuentra
Otra pronunciación para decirte:
Eres el amor de mi vida
¿Quién soy?
¿Quién soy?
¿Acaso el anagrama febrilmente leído
De los ensayos filosóficos de Sartre?
¿O la novela dramática de los Hermanos Karamasov
De Dostoievki?
¿Réquiem para una república de Almaraz
Texto de intensa tonalidad camusiana?
Existencialismo boliviano
¿Más bien las largas conversaciones interminables con el primo
Erudito y matemático?
Descubrir la rebelión en las venas negras de los libros
De piel lechosa
En la figura estereotipada de los caudillos insomnes
En los nombres incendiarios de los escritores prohibidos
Soy acaso la emoción sentida al ver el rostro pálido
Los cabellos largos y lacios de la muchacha cubana recién llegada
Acaso el curso mixto de primaria
Bullicioso e inocente de mi escuela
Sacro producto de la revolución de 1952
Las largas caminatas a la escuela llevando de la mano a mi hermano menor
Las excursiones al cerro con la profesora de la reforma educativa
Los amigos líderes, adelantados en todo
En las peleas callejeras, en conocimiento de las artes
Secretas escondidas por las mujeres
¿Acaso soy la buscada elocuencia radical en el grupo de amigos?
Las primeras expediciones pidiendo libertad
El encuentro con la marcha del Colegio Ayacucho
Muchachos intrépidos y audaces
Acostumbrados a enfrentarse a la policía
Soy tu mirada clara y celeste
Tu rostro oval y pálido adornado suavemente con esporádicas pecas
Como estrellas nocturnas contrastando con tu nívea piel
La complicidad conspirativa en el café universitario
Los bloqueos abruptos en la Avenida Villazón
Las provisionales molotov explotando en la calle adoquinada
Lanzando temerariamente su llama crepitante
Los gases lacrimógenos, barrera de humo, arrancando lágrimas inesperadas
Seguidas por la estampida estudiantil
Nos encontramos tantas veces antes de amarnos
Hablando tanto de todo menos de nosotros
Militantes del gobierno obrero campesino
Cuando ya estábamos juntos compartiendo el hogar
Seguimos militando con el sigilo convencido de la pretendida vanguardia
Tú feminista, yo por la revolución permanente
Llegaron los hijos, tiernas criaturas de nuestro amor
Y nuestros combates obstinados
La vida nos arrastró como vendaval hacia la edad de la razón
Descubrí tu espíritu bohemio y peregrino
Querías conocerlo todo, absorberlo todo con tu percepción fogosa
Con tu inspiración intensa, con tu forma de exigirle al instante
La intuición absoluta
Cuando te fuiste en tres años interminables
No pude detener tu naufragio en las aguas insondables del destino
Nos despedimos una mañana, antes de uno de mis viajes
Me miraste con el otoño de tus ojos, el crepúsculo ingrato de tu vida
Supe del adiós traducido en luz de celaje
En el fondo de tus ojos dejando teñido el océano celeste
¿Quizás sea tu partida?
Mi soledad perenne, mi errancia inscrita como huella indeleble
A pesar del buen humor dilatado
Del carácter jovial exhalando afectividad
En las fraternidades conspicuas y en las reuniones cómplices
A pesar de los amigos numerosos y los escasos amores
De los repetidos cortejos como profusiones de mariposas primaverales
A pesar de los escritos insurrectos y la inextinguible guerra de los heterodoxos
Parecida a la memoria reiterativa de las primeras hazañas
¿Quién soy?
No lo sé, tampoco sé si lo sabré algún día
Lo que soy está en mis presentes pasos
En los flamantes aprendizajes
En las entregas sinceras a los brazos amantes
En el nuevo hogar formado a cincel
Dando forma a las rocosas personas labradas
Parejas de ciclos antelados
La sedimentación de historias renuentes a los cambios
Por eso amé en ti ese logro artesanal
Una nueva hechura de pasión esculpida
Estoy
En el nuevo nacimiento de nuestra fertilidad creativa
Tres hijos acompañan mi contemporaneidad
La época corporal de la actualidad pronunciada
Tres hijos, son lo que soy
Mi suceder distribuido en sus caminos francos
Tres acontecimientos en mi historia inquieta
Tres nombres, los epígrafes de la trama familiar
Del estambre de peregrinaciones itinerantes
Periplos diversos entrecruzados en la reminiscencia vital
Y lúdica
De tiempo volví a amar
Quizás con la fuerza impetuosa dada por la madurez
Por el despertar de sensaciones guardadas
Por eso emergidas volcánicamente
Saber y explosión sensual se interceptan como dragones
Pugnando, ataviando un fervor ignoto, copioso
He amado tres veces
La primera de una manera militante
La segunda descubriendo el espesor de la piel
La tercera, contigo, perplejo ante la revelación
Cautivadora de los sortilegios voluptuosos, evocativos
De mujer recia en la beldad de la sazón, coreando el aura florecida
De la primorosa juventud lograda
En el lienzo colorido de tus manos artistas
Enseñándome la plenitud del inacabamiento
¿Cómo puedo ahora continuar?
En el todavía inmortal del instante de tus ojos viajeros
En la luz brillante y húmeda de tu cuello desnudo
En la voz acuática pronunciando inmensos ríos amazónicos
Danzando en meandros la canción interminable
Dedicada al océano
Serás el último amor habido
No tendré más
Lo demás es sosiego, armonía, paz de la meditación
Y la remembranza excavadora del tiempo perdido
Acompañarte en la realización artesanal de tus trenzados amorosos
Del arco iris, entramado legendario expresado en tus melódicas emociones
En el pentagrama de tus hábitos
En la contrastación verificada de tus certezas culturales
Amarrando pasados y presentes en el afecto hermenéutico
De tu transcurrir existencial
Lo sé
Por eso me detengo a cavilar
Despidiéndome de mi pretérito recorrido
Celebrando el nuevo horizonte abierto
Ceremonialmente, en el rito del sacrificio
Constitutivo de la comunidad
Mi bien
Mi bien
Agua de manantial
Ternura espontánea
Médula de mi presente
Esbelta presencia femenina
Fragancia de la floresta
Cuando me hablas fluyendo
Remanso interminable de emociones
De frases maduradas en tu genealogía
Quedo encantado
Por la condensación erudita del efluvio figurativo
De tus formas expresivas
Tus ademanes flexibles
Tus nociones forjadas
En la afanosa rebelión feminista
Me encanta la manera como me interpelas
Cuestionando los radicalismo profesados
Las nostalgias de un pasado rememorado
Peso arrastrado en el devenir
De los años, haciéndonos más veteranos
Cuando reprochas tiernamente
Con voz acuática y sabiduría heredada
De las mujeres ejes constitutivos de la familia
Cuando me dices jugabas con muñecas
Mientras yo quería alzarme en armas
Amo por eso a tus muñecas
Y no dejo las armas de la crítica
En tu rostro pálido y resplandeciente
Delegado, dibujando risueñamente
La gracia de mujer mirándome como a un niño
Tus ojos soñadores resaltan
Emanando enunciaciones visuales
Sin necesidad de palabras
Me siento cobijado por tu ternura
Por tu experimentada manera de manejar
Las situaciones, las conversaciones íntimas
Los debates interminables
Cariñosamente compartidos
Por eso recurro a la memoria minera
Cuando hablan los obreros de sus compañeras
Reconociéndolas como las maridas
Pues llevan las riendas del hogar y de las luchas
Eres la tibieza somática y acogedora
La Sofía y la praxis de la gestión amorosa
Inteligencia femínea
Desconocida por los hombres
Eres la crítica material y sencilla
De la apoteosis de las grandes tragedias
Históricas de la humanidad
De la apología de las ideas ultimatistas
Buscando más bien
En la simplicidad de lo cotidiano
La grandeza efectiva
Eres mi maestra
Enseñándome a vivir en la concavidad cordial
De los instantes comunes
En la afable relación con los entornos apreciados
Enseñándome a relativizar los protagonismos arronjados
Mostrándome la modestia de la sabia entereza
Combinada con el ahora y aquí te quiero
Eres la dueña
De mi cuerpo y sus avatares
De su modulación dinámica
De su emanación virtual
En forma de metáforas y conjeturas
Eres la dueña de mis moléculas
De mis partículas cuánticas
De mi imaginación entusiasta
De mis utopías quijotescas
De mi escritura rebelde
Te amo
Como combatiente
Al mismo tiempo niño eterno
Atrapado en inmadureces no resueltas
A pesar de las pretensiones épicas
De transformaciones milenarias
Emancipaciones múltiples
Liberaciones obsesivamente perseguidas
No dejaré de ser un combatiente
Seré mejor contigo a mi lado
Ahora aprendiendo de ti
Sobre las emancipaciones minuciosas
En la filigrana de las costumbres
Instantáneas, puntuales
Cotidianas
Donde efectivamente somos
Sin esperar
Tomar el cielo por asalto
Sensualidad
Ayer hable contigo
Largamente conversamos sobre las intimidades del cuerpo
Las experiencias de diseminación y entrega
La importancia del clima erótico
De la cultura gestora de placeres
Perdida por la premura del tiempo imprescindible
Del tiempo valorado por su uso comercial
Arrastrando a los cuerpos a su desvalorización
A su uso apresurado
Dramáticamente desgajado de sus devenires
Vacío cubierto apenas por el imaginario patriarcal
Simulación, dominio sin placer
Violencia contra los cuerpos
Pretensión de goce
Cuando lo único habido
Es la catarsis desesperada del hombre despojado
Escapar de este despedazamiento
De esta ilusión frenética
Reaprender de las antiguas culturas
La dilatación del tiempo labrado por cuidado del cuerpo
Por la preparación de sus espesores
Continente de los flujos deseantes
La creación del clima tibio
Cobijador de la entrega
De la amalgama candorosa de composiciones sensuales
Recuperando la potencia erótica
Es tarea urgente en el camino de las emancipaciones
Amo tus confidencias y las mías
La memoria guardada de los éxtasis
De las inscripciones amorosas en la piel
De los temores en la antesala
Del goce mezclado con dolor
De la maravillosa pronunciación emotiva
Transitando por las venas
Cuando las respiraciones se agolpan
Como corrientes de nubes encontradas
Haciendo estallar relámpagos fogosos
Haciendo crepitar las composiciones consolidadas
Corpóreas y anímicas
Sensualidad
De mujer vigorosa
De cabellos largos envueltos
Resbalando por tu hombro delicadamente
Cubriendo tu cuello reluciente
Cascada nocturna cayendo gravitatoriamente
Hasta tocar tu seno voluptuoso
Cantar de miel y vino
En lengua aramea
Mientras miras soñadoramente
La eterna creación de la vida
En la proliferación de los detalles
En el asombro de los colores y los aromas
Apoteosis sensual
Curvando tus largas piernas adustas
Presentando tus caderas briosas
Tu suave abdomen entrañable pradera
Donde se aposentan mis ansias
Guardando la matriz de los nacimientos
Tus hermosos pies desnudos
Sostienen tu cuerpo
Mostrando dulces dedos cuidados
Afanosamente desde la infancia
Una de tus manos se agarra del madero
Ramal figurando el asenso de mis pulsaciones al verte
La otra mano se oculta detrás de tu cadera
Mientras tu rostro refulgente es el escenario de una copla
Romancero gitano conmovido por tu tenue sonrisa
Tus labios solícitos a hablar o dar un mimo
Rostro oval, mediterráneo,
Melodía del llano
Utopía barroca de mis anhelos
Te amo y te deseo
Desde el ímpetu acumulado de todas mis estaciones
Sedimentos de intensidad en el espesor de la memoria
Emergidos en el momento crucial de tu aparición
Cuando andaba reuniendo mis armas
Para dar la última batalla
Revelación sin transcurso
Mostrándome la mudanza de los horizontes
El recomienzo eterno del amor
Nombre y cuerpo de mis sueños
No puedo ocultar tu nombre
Tu nombre es mi horizonte
No puedo ocultar mi amor por ti
Aunque me lo pidas
Mi amor me desborda y me domina
No puedo callar
Quiero recitar en las calles
Los poemas escritos
Palomas mensajeras, viajeras hacia la residencia
De la composición corporal construida por tus emociones
No me pidas no cante
No me pidas me calle
No me pidas
Mi amor se libera de todo control
Quiere cada lugar de la geografía del mundo
Sepa de mi entrega
Sepa del sacrificio ancestral
Del los ritos y ceremonias
Practicados
Ofrendándote los circuitos del don
La circulación de mi sangre
Los recorridos nómadas de mis pasiones
Recibí tu canción de Paula Fernandes
Escuche la letra y la melodía
Me estremecí deviniendo de ti
Al decirme de confesiones
Quedo atónito y perdido
En la pronunciación acuática de tu voz
En el desprendimiento de tu ánimo vaporoso
Antiguo y moderno
Dulce tejedora de las tramas
Conduciendo destinos
Abriendo senderos
Haciendo caminos en el andar
¿Cómo no rendirme a ese encanto?
A esa ternura sabia de mujer recia
Bella en su madurez y conocimiento
Labrado en la ardua labor de vivir contingencias
Avatares y desafíos
¿Cómo no rendirme a la madre entregada al hijo?
No hay mayor manifestación
De desborde material sobre los sentidos
Cuando una mujer madre expresa su sensualidad
En el logro de su cultivo acumulado
En el apego a la vida
En la lucha por defender los derechos
Del hijo en un mundo derrotado por la indolencia
Amo ese batallar
Esa guerra propia
Siendo en realidad de todos
Ignorada por todos
Sin entender, sin comprender
En ese drama nos jugamos
La condición humana
La dignidad de la vida
Tu nombre es el mío
Soy lo que evocas
Soy tú
Mezclado, confundido
Palpitando en tus pulsaciones
Emocionándome en tus emociones
Pensando en tus pensamientos
No soy yo
Si no la manifestación candorosa
De tus formas migrantes
De tus contenidos cambiantes
De tus palabras arrastradas
Por la historia sabia de la sororidad
Reprimida de la mujeres
Sin embargo, resistente
Perviviente
Proyectando la liberación de todos
Los cuerpos devenidos
Desde la explosión inicial
Premonición
Sé, estaré contigo
Estaré a tu lado como tu sombra
Como el fuego del hogar dándote el calor
Estaré en tu mirada
Atravesándome luminosamente
La morfología beligerante
Estaré
En la candidez de tus labios refinados
En el resplandor nacarado de tus dientes
Perlas capturadas en el fondo del mar
Arte orfebre de joyero eximio
Estaré
En tu rostro alusivo, llanero
Inapelable por su versatilidad
De exuberante fémina
Entre la edad candorosa
Y la edad de la razón
Mientras tus cabellos hacen de contorno
Cabellos recorriendo los bordes de tu rostro
Tu cuello húmedamente luminoso
Llegando en su caída a orillar tus senos
Llevas una blusa negra
Color de la bandera de los anarquistas
Aunque no lo seas
Y cuides tiernamente
La paz anhelada por los supervivientes
En cambio yo quiero continuar la guerra inconclusa
Hasta los últimos celajes
Tiñendo los paisajes del color de sus estertores
Hasta envolverse por la noche del universo oscuro
Curvándose sobre las luces, la densa materia
Demandante del eterno retoro de lo mismo
Tú estás ahí
Ofreciendo tu existencia
Como prueba palpable
Del amor en la edad de la razón
Es cuando se ama racionalmente
Es cuando la mujer es vigor logrado
Convocatoria de la entrega
De la agonía y nacimiento amoroso
En plena elocuencia de los arqueos
En una transición dejando la impetuosa juventud
Perfilando la tibieza madura, reflexiva
Voluptuosa entre la espontaneidad y la sabiduría
Entre el deseo y la paz
En la mitad de tu rostro se aposenta la luz solar
Iluminando tanto tu tez pálida
Pintándola como a punto de desaparecer
La otra mitad esta sombreada como en un cuadro
Suavemente, pinceladas imperceptibles
Otorgando espesor mundano a tu semblante
Mitad niña y mitad altiva
Primaveral y otoñal a la vez
Miras desde la profundidad de tu historia
Después de haber mirado al mundo en su cataclismo
Habiendo experimentado los golpes de la vida
Tan fuertes yo no sé
Como decía Cesar Vallejo en los Heraldos negros
Como cuando el pan del horno se nos quema
Golpes como el odio de Dios
Habiendo experimentado también el goce de mujer
Sensible, apertura fluyente a los climas embriagantes
De la emanación erótica
A los aromas pronunciados por la laboriosa artesanía
De las abuelas
Viejas tejedoras
Compositoras de la memoria, la transmisión oral
Sabias mujeres olvidadas
Cuya mirada viene del pasado
Logra contemplar el confín del porvenir
Amo en ti tu perfil desafiante
El alejamiento de los convencionalismos
Tu belleza inconfundible, singular
Propia de la arcilla cocida de nuestras tierras
En su mestizaje voraz
Amo
Tu cabellera oscura arremolinada, rizada
En olas de bucles caprichosos
Empujada ligeramente por la brisa del día
Amo
Tus labios encarnados a punto de cerrarse
Mostrando apenas el blancor refulgente
De tu dentadura cuidada
Amo la composición mediterránea de tu nariz y tus cejas
Sobresaliendo, resaltando una escondida melancolía
En la pradera de felicidades alcanzadas
Amo la distribución minuciosa de tus pecas en la frente
Pequeñas estrellas de bronce en tu tez blanca
Encuentro en tu cuello lánguido
La regia geometría por donde sube el soplo de tu voz
Convirtiendo tu respiración en mariposas gramaticales
Amo el borde descubierto apenas
De tus suaves pechos
De donde quisiera prenderme como niño sediento
Siento la fuerza tremenda de tu vitalidad
Capaz de comenzar otra trama de tejedora
Encontrando los hilos regalados por la tierra
En recompensa a tu dedicación devota
Una melodía de figuraciones
Componen tu elocuencia somática
El espesor de los efluvios musicales
De tus emociones absolutas
Descubro una erudición inédita en los volúmenes
Articulados de tu corporeidad
Iniciada desde el calcio de tus huesos
Hasta el suave, sigiloso, erotismo de tu corteza delicada
Pasando por tus órganos efusivos
Hay una rebelión material en el cuadro ofrecido
Por tu pose altiva
Solemne, sin embargo, reposada
Quisiera acompañar esta modulación vital
Esta leyenda anatómica
Esta intensidad vehemente convocativa
Apetencia de mundos desconocidos
De tus trayectos itinerantes
De tus multiplicidades subjetivas
Habitantes de tu recorrido intrépido
Quisiera ser tu aspiración
Quedarme en tu interior
Como aire circulando en su ciclo
Como sangre recorriendo en su circuito
Todo tu continente voluptuoso
Quisiera darte la paz y la calma
En esta etapa de tu vida
En este horizonte extendido
Como presente renovado
Como memoria recurrente e invención creativa
Quisiera ser la caricia tierna
El cobijo donde duermas segura
Protegida por mi custodia templada
Quisiera ser el beso serenando a tus labios
Habitados de verbos ancestrales
Quisiera ser tuyo en la eternidad encendida
Por tus ojos viajeros
Amor virtual?
Es verdad
No te besé
Pero, leí en tus labios
Besos posibles
No llegué a estar cerca de ti
Tan próximos como para confundirnos
Pero, al escucharte, al leerte, al verte
Por la pantalla
Pude acceder, a través de tus palabras
Tu voz acuática
Al ánimo, al impulso vital
Al ímpetu
Que habita tu hermoso cuerpo esbelto
Pude descubrir
Las fuerzas armonizando una melodía
Corporal
Energía musical hecha de emociones
Concurrentes
En el espacio-tiempo de tu transcurrir
En las imágenes mandadas por ti gentilmente
Puede adivinar la fragancia embriagante
De mujer absoluta
Por eso me enamoré sin tocarte
Me embarqué en inagotables conversaciones
Sobre todos los tópicos arribados
Inquietudes codiciosas en la apertura amorosa
Buscando inquirir quien es el otro
Mi amor por la revelación
Por el ser luminoso
Remontando la distancia
Manifestada en la forma virtual
De nuestra relación
Creció con el tiempo
Con el acumulo de una memoria
Con el develamiento de tus facetas
Tu afable manera de desplegar comportamientos
Tibios y tiernos
Afectos constructores del nicho
Un oasis en la urbanidad fatal
Te fallé tres veces
Como Simón Pedro a Jesús
No eres María ni Magdalena para perdonar
No soy Simón Pedro para ser perdonado
No es este un evangelio
Sino la trama urdida por dos trayectos de vida
Encontrados
La segunda vez me dijiste
Estas atrapado en tu pasado
No sé si es tan certera esta apreciación
Lo cierto es
Anclado estoy por la física implacable
De la escasez
Tesis de la economía monetarista
La vida es paradójica
Se afecta a las personas más queridas
Se logra abrir las puertas del corazón tierno
De la musa de ojos viajeros
Cuando menos se puede acudir a su demanda
Se escribe compulsivamente
Empujado por la devoción a la palabra
Emanación del cuerpo
Cuando te encuentras más arrinconado
Descubres el amor de tu vida
Cuando no puede llegar a ella
A su espesor territorial
¿Serán pruebas del destino?
¿Desafíos sórdidos del juego caprichoso
Del azar y la necesidad?
No lo sé
No seré salvado por Jesús como Simón Pedro
No soy un discípulo
Soy el inacabamiento de un guerrero
La historia inconclusa de un enamorado
La niñez perdurable en la edad de la razón
No quiero afectarte
No quiero fallar de nuevo
No tengo la cara de Simón Pedro para enfrentar
Refugiándome en el silencio
A meditar en el anti-héroe que soy
Como si mi vida fuera una novela de Cervantes
O de Malraux
Perdona
Por el desconcierto ocasionado
Por haber develado el lado oscuro de la luna
Donde no se dice lo ocurrido
Aprovechando la sombra contrastada
Cuando el sol brilla del otro lado
Mujer
Mujer
Composición musical
Tus curvas danzan una dulce canción
Con el fondo nocturno alumbrado por las luces
De una ciudad encendida primorosa
Radiante en su fiesta
Cuando las jovencitas salen en grupo
Sonriendo ante la premonición de la aventura
Tu figura esbelta reluce candorosa
Tus ojos brillantes sonríen
Sintetizando la muchedumbre de voces
De las maravillosas adolescentes
Destacas
Con tu peinado lacio
Tu maquillaje encarnado
Tu cuello desnudo alumbrando
Como luna llena
Conmoviendo a las manadas de lobos
Habitantes míticos de los bosques
Conmoviendo
Los ritmos de mi pectoral
Como si fuera un arpa sensible del Chaco
Mujer
Delgada en su finura
Fina en su gracia
Arrogante en su caminar
Provocativa sin quererlo
Elegante erotismo
De la noche festiva de la ciudad
Me pierdo en tus encantos
Clima embriagador de la vigilia transgresora
Rito envolvente de las convocatorias
A la manifestación festiva de la metrópoli
Eres parte de la música
Como nota corporal
Acompañando
A la sonoridad del ritmo
Cantado por Ivete Sangalo
Eres parte de mi sueño
Vaporoso suspenso
Sin gobierno del tiempo
Cuyo espacio es tan plástico
Transcurriendo en una materialidad
Construida por la propia irradiación
De la música y de la concavidad de la noche
Te amo
Te amo
Aunque parezca exagerado decirlo
Lo siento cuando ya no soy lo que era
Lo se
Cuando te recuerdo
En la huella dejada por tu voz acuática
En la inscripción consentida en mis ojos
Por tu imagen de mujer absoluta
Por tu fragancia adivinada
En la experiencia denotada
En la modulación curvada de tus portes culturales
En los ritmos apacibles de tus reflexiones
Te amo
Cuando extraño las interminables conversaciones
Horadadoras de nuestros cuerpos expuestos
Atravesando su tiempo acumulado como memoria
Se, te amo, en la certeza corporal
En la conmoción de mis órganos
En la pronunciación de mis pensamientos
Queriendo recuperarte
En remembranzas, manadas de bisontes desaparecidos
Deslizándose silenciosamente
Como constante paisaje emotivo
Te amo
Al saber de tu composición construida artesanalmente
En una laboriosa lucha de mujer tejedora
Tramando recorridos conectores de otros mundos
Usando hilos regalados por la madre tierra
Compensando tu devota dedicación amorosa
Tú erudita manera de superar las contingencias
Te amo
Por la combinación seductora
De tus cabellos oscuros cascadas rizomáticas
De flujos invernales
Tu tez pálida brillando como luna llena
Tu mirada migrante atravesando territorios
Colindantes en su variado espesor pasional
Tus labios suaves, sin embargo pronunciación
Convocativa
Insinuantes, dulces como la miel
Gustosos como el vino de buena cepa
Añejado en las despensas de la casa solariega
Te amo
Por tu cuerpo esbelto como la imaginación de Salvador Dalí
Pintor surrealista
Manifestando estéticamente en el distanciamiento simbólico
La escultura mediterránea
Retomada por el artista amante del renacimiento
De antiguas civilizaciones
Imaginando a Venus de la mañana
Y del crepúsculo
Aparición erótica
Conteniendo la reflexión trabajada
De mujer en la edad de la razón
Mi amor es indiscutible
Es certeza existencial
Amor indescifrable
Espontaneo como floresta de la primavera
Incontrolable como los devastaciones
Inesperadas
Amor exigente
Sin embargo, prodigioso
En el instante
En el momento
Amor vivido como sueño
Deseo rebelde y aventurero
Irrenunciable
Te amo
Lo saben mis células tumultuosas
El calcio de mis huesos arqueros
La alteración de mis órganos efusivos
Las partículas sostenedoras del universo
Lo sabe mi ajayu
Soplo inicial recorriendo mis venas
Mi amor por ti
Es desenlace de una larga historia acumulada
Eres el entramado tejido
Por impetuosas búsquedas
Por perseverantes rebeliones
Por ideales concebidos
Arquetipos de belleza colmada
También por debilidades mantenidas
Y vulnerabilidades acompañantes
En el trayecto recorrido
Por un pretendiente
De tu atención y cariño
Mujer armazón de mundos
Mujer camba y colla en su emisión carnal, en su difusión cultural
Llanera y andina a la vez
Raigambre tropical y nacimiento en los brazos de la cordillera
Descendencia cruceña y fuente paceña
Combinación intensa boliviana
En el ardor de sus geografías diversas
En el hálito de sus civilizaciones ancestrales
En la emanación de sus culturas híbridas
Arcaicas y modernas
En la exploración ávida de sus discordancias
De sus analogías compartidas
Mestizaje voraz
Pasiones talladas en el cuerpo
Arcilla cocida por las rebeliones itinerantes
Por las sacrificios heroicos
Artesanía moldeada con ternura
Por las melodías románticas de las épocas
De las guitarras y charangos tocando nuestras canciones
Territoriales en sus contextura regional
En sus letras locales
Confeccionada
Por las reflexiones renacentistas y precolombinas
De nuestro pensamiento barroco
Por las preguntas sin respuesta
Eres el advenimiento repentino, relámpago
Luminosidad antes del estruendo
Anunciando la tempestad pasional
Resumen de nuestras historias aventureras
También de residencia en la tierra
Genealogías cíclicas
Obras humanas en acoplamiento
Eres la palabra dulce soplando mundos desaparecidos
Convertidos en sístole y diástole voluntariosa
Escultora de horizontes nómadas
Eres el brasa incendiaria esparcida en tu piel
Ardiendo por dentro como volcán en ciernes
Astro encapsulado conteniendo sensaciones candentes
Aves de fuego
Renacidas de las cenizas de los planetas disueltos
Eres el oasis en el desierto
Maná escondido
Cuando exhibes tu busto voluptuoso
Revelando los tiempos no han cambiado
Seguimos siendo demandas de amor
Donadoras de de la emulsión sensual
De la miel
Resina escurrida en nuestras propagaciones
Sanguíneas
No somos sino la apoteosis del asombro
Perplejidad del desborde de la vida
Cuando te prodigas, certeza somática
Te fundes conmigo en una amalgama metálica
Ofrenda a los orígenes del universo
A la explosión inicial
Sacrificio material a la voluntad inmanente del caosmosis
Escucho mis palpitaciones confundidas con las tuyas
Como timbales llamando a los tótemes del bosque
A energías encerradas en las montañas
A la fábula renovada vagando por la explanada
Inmensa del Altiplano
Convocando
A la pronunciación vaporosa de los follajes del llano
De las selvas amazónicas
En reciprocidad
Dono mi cuerpo en trueque
Torbellino circular de la compulsión emotiva
Emanación ansiosa de efluvios acumulados
Éxtasis del entrelazamiento, textura secreta
De la inmensa felicidad cristalizada en los huesos
Esparcida en los espesores somáticos
Destilando incandescentemente
Savia desbordada en la corteza herida de los árboles
Voces a-gramáticas, abandonando la estructura del lenguaje
Aflicciones de agonía y de nacimiento
Cuando la muerte y la vida terminan de confundirse
Mezcladas en un solo clamor de regocijo
Mujer armadura cultural
Pantera cruzando los puentes de los mundos
Enlazas con tus manos los hilos del tejido
Amarre anudando nuestras anatomías encontradas
Nuestros ánimos confabulados
En la invención de una melodía inédita
Dilución amorosa de la mañana
Hoy te amé temprano
Antes de la instalación del sol en el medio de todo
Te mire a los ojos, hundiéndome en su profundidad oceánica
Tus parparos epicúreos, tus largas pestañas no fueron escudo
Me acerque con la suavidad felina del asalto desgarrador
Sacándote la blusa capilar lentamente con mis destrezas tórridas
Quedaste aderezada ante mi arronjada embestida
Dejándote despojar de tu indumentaria
Te besé como lluvia tropical, tibia, copiosa
La humedad emanada de nuestros cuerpos
Nos envolvió en el clima alborotado creado
Por la búsqueda atropellada de nuestras privacidades
Interioridades secretas, socavones donde se guarda
El mineral de las pasiones
Tu boca húmeda fue invadida por mi suplicante lengua
Sentí tu agonía herida por los zarpazos eróticos
La ocupación sin aviso de mi piel en la tuya
Respirando por los poros nuestros espíritus arrastrados
Al caos de la conflagración somática
Ocasionada por el deseo desatado
Te tuve exuberante fragancia del llano
Me diluí como tormenta en la selva expuesta
Enterrándome en el humus fértil de tu territorialidad soñadora
El felino depredador asaltante quedó rendido
En la maraña de tus enredaderas
De tus tejidos amorosos, de tu arte sensual
Heredado de las culturas antiguas
Sabiduría olvidada en la vorágine de la modernidad
Recuerdo tu mirada curiosa viéndome tiernamente
Vencedora de la contienda anatómica
Tu rostro oval claro de luna
Desprendiendo una sinfonía para piano
Tu boca satisfecha, tu cuerpo lozano
Suspendido en el vaho matutino de la habitación
Alzando vuelo como primorosa ave victoriosa
Mientras el leopardo yacía desplomado
En la floresta caída al suelo
Después de la tempestad
Arracadas las hojas de los árboles
Te amo recordando la mañana agitada
En evocación del tango sensual bailado
Por nuestros cuerpos compulsivos
Ahora formas parte de la eternidad cobijada
En mi memoria larga espesor de intensidades