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PANAMÁ EN SU LABERINTO: LAS ELECCIONES MAÑANA
Ana Elena Porras
Movimiento Ciudadano por la Identidad Panameña
3 de may.
Amigas y amigos: mañana serán las elecciones generales y se puede sentir la tensión en el aire que respiramos. Y es que no se trata apenas de la alternancia de partidos en el poder, dentro de un paraguas democrático con acento oligárquico, sino que se introduce ahora la posibilidad real de que se consolide un gobierno dictatorial de ultra derecha: neoliberal y neo fascista.
Hay quienes aspiramos a vencer la opción reeleccionista dictatorial por las urnas, mientras proponemos un cambio al sistema político por la vía constituyente; otros, más radicales, rechazan la democracia como vía del cambio social y proponen la revolución popular por la fuerza. La mayor parte de los grupos en oposición a la propuesta oficialista (unos conservadores-confesionales, otros social demócratas, y otros más o menos radicales en el espectro socialista) anhelamos un país más justo, democrático, participativo e incluyente. Entre los grupos que combatimos la dictadura neoliberal de Martinelli, no existe un consenso en la utopía social, ni en los medios que debemos adoptar para lograr la meta del país justo, aunque todos compartimos la convicción de que es urgente focalizarnos en la inversión social y la igualdad de oportunidades.
Nuestra agrupación abriga en su corazón a varios candidatos y seguidores, de quienes nos enorgullecemos, que han hecho esfuerzos patrióticos por presentar opciones valiosas a la oferta electoral a los panameños. Los candidatos y seguidores que defienden la democratización de Panamá (en sus diferentes concepciones e ideologías) participaron en nuestro Foro por la Memoria y la Identidad, haciendo aportes valiosos desde su concepción y propuesta electoral. Con excepción de la oferta oficialista, que despreció al Foro y a nuestro Movimiento, porque desprecia también nuestra causa, todas defendieron la necesidad de recuperar, construir y redefinir la memoria histórica y sus actores, fortaleciendo la identidad nacional, como incluyente y multicultural, como vías de descolonización, democratización y viabilidad de nuestro Estado Nacional.
Queridos amigos y amigas: Independientemente de los resultados de mañana, nuestra agrupación deberá reasumir la labor de resistencia contra las políticas del olvido desarrollista, contra las políticas mercantilistas que dan prioridad al capital financiero sobre los derechos humanos; contra las prácticas colonialistas que atentan contra la autonomía financiera y desarrollo cultural y humano de Panamá; a continuar nuestros esfuerzos grupales por fortalecer la acción ciudadana, cultivar amor patrio, solidaridad entre panameños de diferentes clases y culturas, valorizar nuestra diversidad, grupos de género y edad. Tendremos que tomar nuevo aliento para defender la memoria histórica y la identidad nacional frente al nuevo mandatario. Actualizar nuestra agenda, reformular nuestras estrategias.
Nuestro ideario plantea propuestas teóricas que buscan construir nuestro propio lenguaje e imaginario de panameños y panameñas pero también se compromete con la acción para el cambio porque defendemos los derechos culturales de Panamá, combatiendo la discriminación y la exclusión que generan las culturas anti democráticas.
Mi intención de esta tarde es enviarles, en estos momentos angustiantes que nos agobian, una voz de aliento, un abrazo patriótico y un beso fraternal. Ana Elena
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Un grito por la razón
sábado 3 de mayo de 2014 - 12:00 a.m.
Desde hace tres meses hay campamentos ngäbes apostados en Barro Blanco, vigilantes de que las obras no continúen
Gisela Pérez
opinion@laestrella.com.pa
De todos lados de la Comarca han llegado a este lugar, donde se turnan para que los lugareños descansen.
Sin duda, es un grito irrevocable de la decisión de nuestros hermanos ngäbes por defender sus derechos. En el fondo de sus corazones solo se escucha el golpe de la emoción por conservar lo suyo. Durante las desmesuradas tempestades, la fuerza subterránea es mucho más poderosa, y esta tiene el poder divino de imponer la justicia, cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen.
Y esta fuerza subterránea, que tiene conexión directa al corazón humano, ha movido a la sociedad civil a mantener la resistencia con donaciones de alimentos para que puedan soportar la vigilancia activa en los campamentos. Ningún partido político ha aportado un centavo a esta campaña de solidaridad, que se ha gestado voluntariamente.
Creo en la conciencia de este país, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde solo se escucha el rumor emocionado de cientos de panameños buscando donaciones de alimentos.
La cacica Silvia Carrera y su pueblo han decidido acceder a la petición del Tribunal Electoral. Cesó la manifestación, procediendo a levantar banderas blancas frente a los policías. Ellos esperan que la policía respete la tregua y no ataque al campamento. Todo esto, a fin de evitar que la sangre siga derramándose y para que no exista excusa para suspender las garantías constitucionales.
Un ministro, a sabiendas de que están violando la Ley 10 que crea la Comarca Ngäbe Bugle, pues el proyecto inunda a tres comunidades dentro de sus límites, amenazó con ir a los lugares afectados, donde hay 490 familias y no siete personas, como miente descaradamente, a aparecerse con un megáfono después del 4 de mayo, anunciándoles que ‘el que sabe nadar que nade’, porque van a inundar. ¡Cómo cambian los hombres con débiles valores y principios, por el efímero poder!
Desde el año 2012 se presentó un recurso de nulidad contra la Resolución proferida por la ANAM, mediante la cual se aprueba el Estudio de Impacto Ambiental, violatorio de normas constitucionales, para la construcción del Proyecto Barro Blanco, del que entre los dueños está un prominente miembro del círculo 0 del sátrapa y donante de otra campaña política.
La Corte hizo caso omiso y lo engavetó, dando oportunidad a que la obra se construyera con un Estudio de Impacto Ambiental amañado, si lo comparamos con el Peritaje firmado por el Gobierno y la Comarca Ngäbe Buglé en las Oficinas de Naciones Unidas. Todavía el recurso no ha sido fallado por la Corte Suprema de Justicia. ¡Pero cuidado!
A los magistrados de la Corte y a todos los funcionarios que tienen en su haber las decisiones para terminar con este conflicto les digo: Los hijos de Urracá no son cobardes. Recuerden que Urracá nunca fue vencido por los conquistadores. Son descendientes de los bravos que sobrevivieron las tiranías de los españoles en este suelo sagrado. Son capaces de sacrificar sus vidas para salvar sus tierras y sus recursos naturales.
Impidan, señores, la violencia.
Este noble pueblo panameño quiere la defensa de la vida humana. Nuestra bandera está enlutada por los cientos de panameños lisiados que este régimen ha dejado, por las decenas de muertos, de mujeres y niñas violadas por el Senafront impunemente, por las antorchas humanas del Centro de Cumplimiento, por los asiáticos asesinados, por los neonatos fallecidos, etc.
Este grito mudo de nuestros corazones solo reclama que nos traten a nosotros, a nuestras familias, a nuestros hermanos panameños y a nuestros bienes, como quisieran que los traten a ustedes y a sus familias.
Para terminar, solo quiero decir: ‘Dichosos los que asimilan que las palabras de armonía y paz no deben servir para ocultar sentimientos de racismo y exterminio. Infaustos los que, en el gobierno, ocultan tras la mentira de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la deshonra en las páginas de la historia.