En las fiestas de La Paz, todos son indígenas

Interesante fenómeno de valoración de lo ancestral y predominio cultural originario



Investigadores: el folclore une a los mestizos y criollos

Erbol
Miércoles, Mayo 21, 2014 - 17:41

Tres investigadores concuerdan que las fiestas folclóricas, la combinación de actividades culturales religiosas y las costumbres rurales y urbanas, unen a los mestizos y los criollos en los eventos donde intercambian las identidades y comparten incluso el mismo espacio las personas de diferentes capas sociales e ideologías.

“Entiendo que el espacio público es todo aquello que compartimos en la ciudad (como las) calles, avenidas y parques donde transitan los ciudadanos y al apropiarse de ese espacio se generan elementos económicos y políticos de poder, de lucha y procesos de identidades”, dijo el sociólogo David Mendoza.

La antropóloga Ángela Caballero indicó que la fiesta urbana paceña representa al corazón que late todo el tiempo y que convierte a la ciudad en un fenómeno donde los personajes impresionan a los ciudadanos y habitantes ya sea enojándolos o cautivándolos con la expresión folklórica.

“La danza, la música y el traje desde su condición estética permite intercambiar cuestiones de lo local, los lugares y las identidades; incluso, la fiesta es un mecanismo para vincular los caracteres socio-laborales. La fiesta une a las múltiples generaciones”, acotó.

El investigador Clever Cárdenas manifestó que el reconocimiento cultural e identitario paceño es un fenómeno sociológico que se mantiene año tras año en diferentes festividades folklóricas de la ciudad de La Paz.

“El hecho de bailar en una fiesta popular pone a pensar que estamos reconociendo la pertenencia a una identidad cultural, probablemente también a una identidad étnica. La fiesta es la que da el carácter constitutivo a la identidad paceña, es la que termina constituyendo nuestra subjetividad. La fiesta es un acto simbólico. El tomar las calles viene desde lo andino, es el único momento donde la gente marginada puede sentirse admirada”, afirmó.

Según los estudiosos, las fiestas folklóricas atraen a propios y extraños por el colorido, la alegría y el derroche por la que se caracterizan. Los ciudadanos se encuentran en las calles para intercambiar múltiples sensaciones donde nace la identidad colectiva de distintas clases sociales que se orientan a la reintegración social y la unión de bolivianos.

Cárdenas explicó que las tradiciones son las que terminan recuperando la dimensión humana del espacio público porque la misma ciudadanía es la que reconocería su identidad del carácter aymara, la sociedad y la cosmovisión “cosmokollita”.

“La fiesta está mestizando a los blancos porque mueve los sentimientos colectivos, por ejemplo, la Alasita es el único momento donde la ciudad se vuelve india porque todos vienen a ella y todos están comprando”, subrayó.

Las manifestaciones se efectuaron en el foro-debate: “La apropiación del espacio público por las manifestaciones folklóricas populares”, evento donde participaron los representantes de conjuntos y asociaciones folklóricas de La Paz y las autoridades de la Alcaldía paceña.