Nota del Profesor J:
Muy interesante la descripción que hace el autor del artículo, mostrando la diversidad de iniciativas, aunque se concentra más en actividades políticas, de lucha y de concientización, en desmedro de las actividades relacionales, formadoras de facto de otra sociedad, de otro mundo, como las económicas de producción, autoconsumo y huertas, a las que dedica unas pocas letras dentro de una línea y media. Estamos convencidos de que no se trata de un error, sino de la sobrevivencia en muchos compañeros de las viejas formas de hacer política, en vez de concentrar esfuerzos en cambiar el mundo. Veamos el interesante artículo:
Tres años después de que la acampada de sol se mudara a los “barrios despiertos”
Un vecindario en ebullición en el distrito de Carabanchel
El 28 de mayo de 2011 se reunían las primeras asambleas de barrio del 15M. Tres años después, Carabanchel es uno de aquellos distritos donde se han fortalecido las redes de apoyo mutuo para solucionar necesidades básicas, la autogestión de la cultura o el empoderamiento vecinal.
Daniel Rozas
Madrid
28/05/14 · 0:08
Diagonal
Carabanchel es uno de los distritos del sureste de Madrid que siempre han desprendido un aura de conciencia y movimiento social, como Aluche, Usera, o el paradigmático Vallecas. Ese aura fue evidente en un tejido vecinal articulado en espacios como el Centro Social Casa del Barrio, la Asamblea de Trabajadores de Carabanchel (Atraka) o la lucha contra el cierre del centro ocupacional Magerit, que se hizo fuerte en 2011, pero creció con la ola de organización desde abajo propiciada por el movimiento 15M. “Se nota el crecimiento exponencial del movimiento social en Carabanchel desde que el 15M decidió trasladarse a las periferias desde la acampada en Sol”, comenta una vecina del barrio. Ese movimiento se traduce en multitud de proyectos con organización horizontal e inclusiva, en ámbitos muy variados.
“Se nota el crecimiento exponencial del movimiento social en Carabanchel desde que el 15M decidió trasladarse a las periferias desde la acampada en Sol”
La Asamblea Popular de Carabanchel (APC) fue una de las más de cien que se crearon el 28 de mayo de 2011, por iniciativa de la comisión de Extensión de la Asamblea de Sol, y desde entonces continúa reuniéndose semanalmente en la plaza de Oporto. Entre las comisiones de la APC hay una que aglutina a más personas: “Se denominaba comisión social e inició su andadura parando redadas racistas en el barrio”, comenta Irina, integrante, “pero los vecinos comenzaron a acudir con órdenes de desahucio y, aunando esfuerzo con la PAH, empezó a centrarse en vivienda”. En ella son principalmente las propias personas afectadas las que se organizan para, entre todas, buscar solución habitacional.
El empoderamiento ha dejado fuera de la ecuación el término ‘caridad’, según cuenta Irina: “en Carabanchel se trabaja de manera horizontal, aplicando apoyo mutuo entre las personas afectadas. Así se están consiguiendo grandes éxitos, hemos parado cientos de desahucios, haciendo realidad el lema ‘sólo no puedes, con amigos sí’”. Irina destaca que la fórmula “aporta soluciones y además pone en un brete al poder, al visibilizar una contradicción entre el acaparamiento inmobiliario por parte de los bancos y las necesidades básicas de la gente”.
Colectivizando necesidades
Marcheline representa uno de los casos de empoderamiento más claros de Carabanchel: acudió a la APC y a la PAH en 2011 por un problema habitacional y se ha convertido en una de las cabezas visibles del activismo en el barrio: “Estaba desesperada, había acudido a los servicios sociales, a la Iglesia y a todo tipo de organizaciones sin obtener ni ayuda, ni consuelo. Con la asamblea, comenzamos a acudir a los medios de comunicación, lo que propició la paralización del desahucio, y le arrancamos al banco un alquiler social”. Madre de tres hijos y residente en el Estado español desde hace 20 años, comenta que antes se sentía “como una inmigrante” y ahora “como una ciudadana más”. Carabanchel es el distrito con más migrantes de Madrid, un 28% de un total de 256.000 habitantes. Marcheline prosigue: “Yo antes era una ignorante política, ahora hago política a diario. Nos hemos dado cuenta que en colectivo, tejiendo redes, somos capaces de vencer el miedo y hemos recobrado la esperanza debido a la confianza y a la solidaridad”.
Madre de tres hijos y residente en el Estado español desde hace 20 años, comenta que antes se sentía “como una inmigrante” y ahora “como una ciudadana más”
María, otra migrante afectada por su hipoteca, cuenta otro éxito: “En mi caso logramos que un juez paralizara la subasta de la vivienda y estoy en proceso de conseguir alquiler social”. María pone en valor el refuerzo moral de colectivizar los problemas: “Sentía una vergüenza muy grande por el tema del piso, me sentía culpable. Hemos convertido esa vergüenza en rabia traduciéndola en organización para defendernos entre todas”. La campaña Obra Social de la PAH se ha materializado en Carabanchel en Izan & Britanny, un edificio propiedad de la Sareb, liberado el pasado octubre para realojar a seis familias, sobre el que ya pesa una orden de desalojo. Además, está habiendo decenas de ocupaciones de pisos, menos mediáticas pero con notable apoyo del vecindario.
El recrudecimiento de la crisis arrojó en Carabanchel nuevos problemas relacionados con las necesidades más básicas, como alimentación o vestimenta. Así surgió la Red de Derechos Sociales (RDS), en la que los vecinos con necesidades trabajan de manera colaborativa. “No queremos que ninguna persona en el barrio malviva por culpa de un sistema que le ha dejado sin trabajo, sin casa y sin recursos”, explica Javier, que participa en la RDS. Algunas de sus acciones: stop desahucios, elaboración y reparto de cestas de comida, mercadillos de intercambio de libros de texto, donación y colectivización de juguetes y ropa, ferias en las que se comparten habilidades laborales… Javier habla de las “tiendas amigas”, comercios del barrio “que hacen descuentos a personas desempleadas y donan alimentos para que los colectivicemos”.
Cultura autogestionada
Gran parte de la ebullición de Carabanchel se observa fácilmente en sus centros sociales autogestionados, ya sean ocupados o de alquiler. El Espacio Sociocultural Liberado Autogestionado Eko (ESLA Eko) nació a finales de 2011 por iniciativa de la APC, que liberó un edificio abandonado durante una década, lo acondicionó y lo puso a disposición de los colectivos y vecinos del barrio. Entre las iniciativas dispares que acoge están la Universidad Popular de Carabanchel, la asesoría de ocupación, clases de apoyo a menores y de idiomas, serigrafía, teatro, agrupaciones de bailes tradicionales latinoamericanos y espacios para ensayo y reuniones.
En la órbita del Eko han surgido el Nodo de Producción y Autoconsumo y la red de huertos urbanos, que cultiva en solares de la zona. Otros espacios son el CSOA La Gatonera, okupado desde 2008; Vaciador34, un lugar donde se trabaja y politiza “la cuestión estética” de manera cotidiana; y La Nave, proyecto de vivienda colectiva y autoempleo de reciente creación. La lista no para de crecer y hace que este distrito sea, probablemente, el que resiste con más fuerza a los estragos del urbanismo neoliberal que practican las administraciones públicas madrileñas.
Tres proyectos muy del barrio
Casa del Barrio
Centro social autogestionado desde 2009. Lo alquila una asociación con el objetivo de “dar salida a las inquietudes sociales, construir barrio, generar y promover cultura, transmitir lecturas diferentes de la realidad, fomentar un pensamiento crítico, encontrarnos y conocernos”. Es la sede de varios colectivos como el Ateneo Republicano o del Grupo Antimilitarista del distrito. Está en la avenida de Carabanchel Alto, 64.
Atraka
La Asamblea de Trabajadores de Carabanchel (Atraka) surgió con la organización de trabajadores para la huelga general del 29 de septiembre de 2010. Pretende cubrir los espacios vacíos dejados por los sindicatos y aglutinar a colectivos, centros de trabajo y trabajadores a nivel de barrio. Disponen de un servicio de asesoría laboral, todos los martes de 19 a 21h en Casa del Barrio.
Carabancheleando
Proyecto de investigación militante que analiza las periferias urbanas después del estallido de la burbuja inmobiliaria, articulado con paseos para generar conocimiento colectivo, desde abajo y que sirva para la transformación social. Tras más de un año de trabajo, parte de los resultados se han reflejado en la web carabancheleando.wordpress.com.