La crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
Emmanuel Rozental
México, querido Subcomandante, es un cuerpo
desgarrado, un suelo fracturado,
que hay que recomponer como un cuerpo
y una tierra sanas en las que
–como todo cuerpo y toda verdadera tierra –
cada una de sus partes, cuando se armonizan
y se cultivan en el bien, son tan necesarias
como importantes.
Javier Sicilia1
Si, Javier Sicilia. Lo es. Un cuerpo de mujer. Una mujer con
todas las mujeres. Hace años lo sabemos, lo venimos gritando,
nos lo explicaron de todas las maneras hasta cuando lo
entendimos en desesperación. ¿Qué época estamos viviendo?
Pues estamos muriendo Colombia. En lo fundamental, en
lo más terrible y evidente, no tendría que explicar más, sólo
señalar con más detalle. Claro, es porque soy de allá. Si fuera
de México, diría que es México, o Haití, o Afganistán. Pero
es Colombia y repito: lo veníamos advirtiendo. ¿Por qué no
basta entonces con nombrarla así, desgarrada, penetrada,
desmembrada, rota, como todo cuerpo de toda verdadera
Madre, Mujer, tierra, puebla? ¿Por qué no bastaba antes –ni
ahora- con nombrar fascismo, capital-modernidad, campos
de exterminio, explotación y despojo o “Libre Comercio”
para sumarnos a la resistencia de los pueblos, a la lucha por la
libertad y la vida? ¿Por qué no basta con nombrar Colombia,
para que no haga falta escribir textos y presentar argumentos?
1 Sicilia, J. Carta de Javier Sicilia al Subcomandante Marcos. Movimien-
to por la Paz con Justicia y Dignidad 2011. En http://movimientoporlapaz.
mx/2011/08/29/carta-de-javier-sicilia-al-subcomandante-marcos/ Consulta-
do, 2011-09-01
203palabras para tejernos, resistir y transformar
Ustedes dirán.
Me niego a empezar al revés. Otra vez con las estadísticas de
despojo, las historias de masacres y desaparecidos. Resumo:
encerraron a una mujer en su tierra, impotente. La golpean,
la manosean, la desmiembran, la violan, la penetran, la roban,
la entierran en miles de fosas comunes con todas y todos
los demás, la hacen trabajar peor y más que a una esclava, la
vuelven invisible, como invisible es su dolor y su imposible
capacidad de seguir con vida para la vida, así sea despojada.
Le dan mil muertes, decenas de miles de muertes, millones de
muertes. Le niegan la comida. Le degüellan a las hijas y los
hijos. Desaparece ella, los compañeros, los hijos, las hijas, los
vecinos. Le quitan la tierra. Le tiran limosna en una esquina.
Los mismos que la masacran, le regalan una cobija: la cobija.
María Campbell, una “mestiza” del Canadá nos lo contó
hace años, durante uno de los destierros, donde aprendí que
Colombia no es solamente el territorio y que lo que nos hacen
no es solamente allí.
Mi cujcum (abuela), nos lo decía de niñas. No reciban la cobija.
Yo no entendía, pero no se me olvidó. Por fin, cansada de
sufrir, de andar las calles, de vender mi cuerpo por una dosis,
de ser golpeada por cualquiera. Después de haber aprendido y
repasado el desprecio por ser mujer, por ser india, por ser pobre,
por no ser como definen los patrones. Habiendo salido de otra
cárcel a la cárcel de otra calle en otra ciudad que ni recuerdo,
llegaron ellas. Traían café. Sonreían con la convicción que les da
el desprecio hecho caridad, salario y proyecto y me ofrecieron
la cobija. Temblaba de frío, de miedo. Tan poca cosa era, que
no había sido ni siquiera capaz de matarme. Ese día entendí a
mi cujcum. La escuché: No recibas la cobija ́ Me convertí en lo
que sentí en ese momento en el que tuve el valor de rechazarla
con firmeza, de levantarme y seguir adelante, de mirar a mis
benefactores a la cara con desprecio y reconocer su estúpida
sorpresa. Nos roban la tierra, la cultura, la vida, la dignidad,
la lengua, las costumbres, la comida. Nos lo quitan todo. Nos
204la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
llenan de vergüenza. Nos convierten en desecho, en basura, en
menos que nadie y luego, cuando lo logran, a quienes tenemos
un resto de movimiento y somos mendigas y dolor, nos entregan
la cobija para que les demos las gracias.
María Campbell no recibió la cobija. Es una mujer de su
pueblo, de su tierra, de sus hijas, de si misma. Es testimonio
vivo de quienes se levantan de la miseria a la que fueron
destinadas dentro de un mundo que las desprecia.
Dice Héctor Mondragón: “En Colombia no hay desplazamiento
porque hay guerra, hay guerra para que haya desplazamiento”.
¿Todavía hay que explicar más? ¿No se entiende todo? Colombia
es donde quiera que hay terror, guerra, masacres, pestes,
miseria, leyes, tratados, para despojar a la gente y riquezas para
explotar que justifican y explican el desarraigo y la expulsión.
Colombia es donde quiera que se repartan cobijas a algunas de
las víctimas y se firma la paz de la ayuda humanitaria. Colombia
es el saqueo donde se masacra para robar y acumular. Donde la
gente es un estorbo para quienes tienen un plan y vienen, con
su codicia, por todo. Si cada historia de violación de derechos
humanos, oculta al beneficiario, al diseñador, al autor de
estos despojos, entonces le ayuda a esconderse tras la lástima
y la ira, a ocultar la intención, a seguir adelante amarrando,
penetrando, violando, despojando y, claro, entregando cobijas.
Ayuda con eficiencia fría a transformar pueblos en lucha en
mendigos organizados y liderados por los siervos del violador.
Dirán, si se atreven, que eso es Colombia, como dicen que es Irak
o México, o Haití, o Guatemala, o Siria, o Libia, u Honduras o
todas partes. Es para decir que es un problema nuestro, de cada
cual. Para investigar y analizar y publicar y elaborar enredándolo
todo. Para confundir de manera ilustrada, concluyendo que
somos violentos por naturaleza, que es el narcotráfico, que no
sabemos resolver nuestros problemas en paz, que es falta de
instituciones fuertes, de gobernabilidad, de llegar a acuerdos,
205palabras para tejernos, resistir y transformar
de investigar. Están diciéndolo y además montan espectáculos
de desarme, de justicia, de paz, para encubrir, brindar terapia
sicológica, repartir mercados, devolver algunos ranchos. Dicen
lo que dicen siempre a toda mujer violada: “Usted no es la
única. Deje de quejarse. Por algo sería”. La culpa es de ella.
Que llore, que se vea bien triste y abandonada, que ruegue
para recibir ayuda, que acepte la cobija y las monedas y con
ello, todas las explicaciones que encubren y permiten que siga
adelante el proyecto y la acumulación también avance en su
insaciable curso.
Pertinencia del Fascismo
En estos días, uno vuelve a leer a Benjamin, a Hannah Arendt,
a Primo Levi. A Edwin Black probando cómo IBM organizó
los censos, el transporte masivo y el exterminio eficiente, sin los
cuales el computador no habría sido posible, y como se llenó
de dinero y de poder, con tanta muerte tan bien organizada.
Los social-demócratas y los sindicatos plegándose al progreso
del terror y el odio. El orden que convence, que recluta, que
organiza, que manda desde un centro invisible. Uno vuelve
sobre la Europa y la Alemania de los años 30 y el surgimiento
del fascismo. El totalitarismo. Lo que antes generaba terror
imaginar, hoy está acá, es pertinente en nuestros días. Sólo que
mucho peor, mucho más poderoso y amenazante; con capacidad
de abarcarlo todo en todas partes; de destruir masivamente y
en instantes. Algo terrible, eficiente, planificado se cierne sobre
el planeta y sus pueblos ¿Exagero? No. Mi respuesta es desde
Colombia. Allá mismo le tenemos más miedo a equivocarnos
denominando el horror con términos cuestionables como
fascismo y genocidio, que al terror mismo con el que los
imponen. Porque quienes nombran no son quienes mueren y
sufren o, si lo son, para nombrar hay condiciones y formatos
y ordenes del propio verdugo. Colombia: más de 5 millones
de desterrados, despojados, que se denominan cómodamente
206la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
desplazados internos. Más desaparecidas y desaparecidos,
más asesinadas y asesinados que en todas las dictaduras del
Cono Sur combinadas. Más sindicalistas muertos durante
las últimas décadas, que la suma de todos los sindicalistas
asesinados en todos los demás países del mundo2. Todo esto es
para algo y para algunos. Eso, el terror y la mentira, el engaño
y la complicidad, el aprovecharse de la infamia para conseguir
arriba, abajo, a la derecha o a la izquierda. Eso, Colombia es la
época que estamos muriendo.
El libre mercado: eliminación de excedentes
Karl Polanyi lo denominó “La Gran Transformación”3. Se
refería a una utopía destructiva y falsa, impuesta desde arriba
y para beneficio de una concepción y práctica de economía
que suplantaba a todas las demás: el libre mercado. Es falso
que el ser humano sea el “hombre económico”, motivado
por la codicia y por intereses particulares orientados hacia
la posesión insaciable de bienes materiales. Adam Smith y
todos los que negaron las demás economías como primitivas
e irrelevantes, se inventaron una fantasía egoísta, racional,
utilitaria, instrumental, para poder negar lo demás, lo común,
lo colectivo, la economía de la vida misma, de la Madre Tierra,
de la Naturaleza que genera vida para la vida misma, que se
cicatriza, se modifica, se armoniza y cambia para pervivir.
Distorsionaron el sentido de comunidades, culturas, diversidad,
compartir, tejer sociedades, disfrutar, tejerse con la vida.
Impusieron esta farsa incapaz de reconocer que “los sistemas
económicos deben servir a intereses no-económicos”4. Los
2 López Hernández, C. Y refundaron la patria. De cómo mafiosos y políticos
reconfiguraron el Estado colombiano. Bogotá. Random House Mondadori S.A.
3 Polanyi, K. The great Transformation. The political economy of our time. Beacon
Press Boston. (1a Ed. 1944)
4 Ibid, pág. 48.
207palabras para tejernos, resistir y transformar
principios económicos de la Madre Tierra, sí, los de las madres,
las abuelas, las mujeres, la memoria, la vida, el alimento que es
sustento y es sabor y ternura, vivir como compartir, recordar,
renacer; todos ellos negados por una fórmula universal a favor
de la codicia: el origen económico de la catástrofe que recurre,
el imperativo primordial de esa farsa: nada existe mientras no
tenga valor de cambio en el mercado. Todo debe transformarse
en mercancía, en commodity, o desaparecer. Lo que no tiene
precio, lo que no puede comprarse o venderse. Lo que no
sirve para acumular, para que acumulen los dueños de todo,
no tiene derecho a existir. Debe ser eliminado. Mintieron.
Nos engañan. Deliran. Hicieron posible lo imposible en esa
alucinación que nos gobierna: convertir la naturaleza, al ser
humano y el dinero en commodities, en mercancías. La vida y
el medio de cambio, transformados en objetos de acumulación
y compraventa5. Despojados de su naturaleza. La naturaleza
es materia prima, que debe explotarse, transformarse en
mercancía y luego en basura, para servir a la acumulación,
despojada de vida. El ser humano en trabajo explotable, en
fuerza de trabajo, despojada de humanidad. El dinero y los
medios de cambio, con fines de acumulación, desataron esta
locura de división de la humanidad en un espectro amplio de
explotados y explotadores, mientras destruye todo tejido social.
Consolida la esquizofrenia colectiva que permite argumentar
razonablemente que no se puede proteger la vida a costa
de detener la acumulación y hacer políticas consecuentes.
Concluyó en la práctica que la prioridad es acumular aún sin
producir, o producir lo que se vende que no corresponde con
lo que se necesita. Especular improductivamente es posible,
indispensable, así el resultado sea que los pueblos dependan y
se extingan bajo las reglas del juego de casino de los apostadores
globales, que inflan grandes burbujas de capitales ficticios
5 Ibid, pág. 71.
208la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
que crecen representando bienes y productos que no existen.
Con el libre mercado, inevitablemente, se inicia un “doble
movimiento”. Por un lado, la liberalización de todo convertido
en mercancía, a través del credo falso de la auto-regulación
de los mercados sin interferencias y de la consecuente
eliminación sistemática y la destrucción de tejidos sociales,
territorios, trabajo y su creciente suplantación por capitales
ficticios. Por otro lado y simultáneamente, la encubierta
regularización de todo, para que la falsa libertad de mercado
pueda imponerse en beneficio de unos pocos y para posponer
e impedir el derrumbe inevitable, el estallido, la debacle de
algo que es insostenible. La doctrina del libre mercado, lo
demuestra Polanyi, solamente resiste mientras esta libertad
se restrinja y se reglamente negando toda libertad. La vida
no es mercancía. El dinero no puede ser commodity. Mientras
los sacerdotes de este credo nos convenzan de que lo que no
puede ser fracasa, no porque es absurdo y causa destrucción y
muerte, sino porque no se ha acabado de implementar; porque
los pobres son culpables de la pobreza; porque no explotar
más la vida, es lo que genera el desastre ambiental; porque
cuando las burbujas estallan, la solución es volverlas a inflar
robándose el producto del trabajo de los pueblos para llenar las
arcas de los que nos estafan. Que esta mentira es la realidad,
la única realidad posible y que sus crisis son causadas porque
no se ha implementado el modelo y para que se profundice la
mercantilización de todo. La doctrina que causa la destrucción
es la solución. La que las víctimas defendemos protegiendo y
admirando a los verdugos. La del sentido práctico, el realismo,
el pragmatismo, a nombre de una fantasía que, concretamente,
enriquece a los que la imponen como realidad a toda costa y a
costo de todo.
Afortunadamente, creía Polanyi, convencido de que somos
capaces de aprender, el fracaso de esta utopía que desembocó
209palabras para tejernos, resistir y transformar
en el fascismo6 de dos guerras y en el holocausto, dejaría
claro, de una vez por todas, su inviabilidad. Un contundente
“Nunca Más” al libre mercado, a la transformación de todo en
mercancía para llenar el saco roto de la codicia insaciable de
sus beneficiarios. Tres resultados, tan evidentes como obvios,
nos estallan en la cara:
1. La competencia entre trabajadores y tecnologías, la lucha
de pobres contra pobres por el mendrugo y el empleo, no
solo bajan el precio del trabajo, denigran la vida y le hacen
perder sentido, nos transforman en monstruos insensibles y
maltratados, nos enganchan en esa carrera hacia abajo que
consiste en hacer cada vez más por menos para el que manda
y adorarlo sin comprender. Inevitable y simultáneamente,
se genera excedente de población y tarde o temprano, por
razones prácticas, hay que eliminar lo que no sirve y sobra.
2. La naturaleza explotada, maltratada, destruida, se
muere. Muerta, se agotan las fuentes de materias primas.
La escasez de recursos naturales, de una parte, mejora los
precios de bienes comunes y mercancías esenciales, con lo
cual, mientras más se destruye, más ganan; lo cual acelera
la destrucción por razones prácticas de acumulación. Ricos
(y pobres empleados), celebran la explotación acelerada
que mata, el crecimiento que se genera, los privilegios que
se adquieren y, sobre todo, la posibilidad de consumir que
resuelva la crisis. Pero lo que no alcanza y a lo que no le
damos tiempo para renovarse, se termina. La vida se agota.
La naturaleza se muere. Los bienes comunes no dan a basto.
Falta naturaleza.
3. La capacidad productiva y de acumulación del capital,
que es en realidad su capacidad destructiva para la
acumulación privada y excluyente, es superada con creces
por la capacidad desregulada de inversión especulativa
y de consumo de vidas y reservas naturales. La economía
6 History in the Gear of Social Change, págs. 245-256
210la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
de la acumulación capitalista, va consumiendo vida. Falta
vida y sobra capital. Para salvar al capital, hay que eliminar
excedentes. El dinero pierde capacidad adquisitiva. Las
divisas duras se ablandan y se devalúan. No son más que
papeles. Quienes los poseen lo saben. Son expertos en leer
las gráficas y las líneas van para abajo con el tiempo. Hay
que cambiar los papeles circularmente y en una espiral
acelerada, por bienes que suban de precio, que no pierdan
el valor, que protejan la codicia y sus logros. Oro. Lingotes
de oro y de metales preciosos. Para sacar un gramo, vale la
pena destruir una cordillera, desplazar, despojar y dejar sin
agua especies y pueblos, acabar con la tierra y la vida. Cada
gramo de oro contribuye al ahorro de quienes tienen divisas7.
Pero también es negocio acumular tierras, comida, agua,
biodiversidad y fuentes de energía. El dinero convertido
en mercancía; los papelitos sagrados hay que convertirlos, a
través de una guerra monetaria inclemente que los imprime
con desesperación, en bienes y metales para unos pocos.
Producir es destruir. Acumular especulando requiere de
privatizar lo colectivo, explotar, despojar, encarecer el agua,
el alimento. Lo que van matando debe ir quedando en pocas
manos.
A todo esto lo llaman crisis económica. Crisis de los mercados
financieros. Caída de la bolsa de valores. Se toman medidas
drásticas. Según Cristine Legarde, la directora del FMI: “La
economía mundial enfrenta crecientes riesgos y las opciones de
medidas de apoyo son más reducidas que antes”8.
7 Rozental, E. Economía, especulación y Extractivismo: Consideraciones prácticas
para la Vida. http://www.nasaacin.org/component/content/article/1-ultimas-
noticias/1568-economia-especulacion-y-extractivismo-consideraciones-prac-
ticas-para-la-vida, 2011.
8 Economía mundial enfrenta “creciente” crisis. http://www.elespectador.com/
economia/articulo-294927-economia-mundial-enfrenta-crecientes-ries-
gos-dice-fmi). El Espectador Agosto 27 de 2011. Subrayados míos, M.R.
211palabras para tejernos, resistir y transformar
No, Karl Polanyi, no aprendimos. Estamos mucho peor.
Muchísimo peor. Una vez que usted desenmascaró la utopía
que aún nos somete, pasó a mostrar cómo de la crisis se llegó
inevitablemente a la hecatombe del fascismo. Las tensiones
permanecieron latentes mientras la economía mundial
siguió funcionando. Las diversas respuestas que se dieron a
la nueva situación de crisis representaban, esencialmente,
la desaparición de la economía tradicional; cuando ésta se
desintegró junto con los tejidos sociales a los que daba sustento,
la civilización del mercado quedó englobada en la destrucción
que generó para imponerse. La acción ciega de instituciones
desalmadas, cuyo único propósito es el de la acumulación
material en manos privadas, generó lo inevitable: los eventos
que hicieron la historia inenarrable del horror totalitario y
de la destrucción inclemente. De las ruinas de ese infierno
fascista, surgió este otro que hoy ocupa las primeras planas
de los medios de propaganda: se caen las bolsas de valores, el
precio del oro sigue aumentando, hay que proteger la confianza
inversionista, hay guerras, masacres, muertes en masa en todas
partes y por diversas vías; es necesario el sacrificio para salvar
la economía; los paquetes de ayuda deben ser aceptados; el
déficit debe reducirse recortando el gasto, la inversión social;
los indignados, los pueblos, los griegos, los indígenas, se
movilizan, llenan plazas, se oponen; las tropas apoyadas por la
OTAN entran en Trípoli: en la guerra entre tiranos, perdieron
los pueblos. No entendemos nada de mercados, de guerras
monetarias, de especulación, de recorte del gasto, de entrega
de bienes comunes y territorios, de flexibilización laboral,
de construcción de infraestructura privada (vías, poliductos,
puertos, aeropuertos, terminales, represas) con recursos
públicos, para que nos penetren con los productos de marca que
producen las mujeres y los niños esclavizados en las maquilas
y extraigan todas las materias primas y la vida a ningún costo,
excepto el de la destrucción y de nuestro despojo. Eso de
212la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
las bolsas que se caen es cosa de expertos, no de populares.
Pero algo sí sabemos: todo lo que se cae, empezando por las
bolsas, cae encima de los pobres y de los que no entendemos.
Ahora imponen Tratados de Libre Comercio. Constituciones
supranacionales que les dan derecho, por ley, a quedarse con
todo sin que nosotras podamos modificar esos cuerpos legales.
¿Exagero comparando estos tiempos con los del terror
totalitario fascista? Cito a Hannah Arendt en Dominación
total 9, escrito en esos tiempos (1944), sobre esos hechos. El
hoy del que ella hablaba resuena con pertinencia en el hoy de
ahora. Escuchemos:
El peligro de las fábricas de cadáveres y de los agujeros del
olvido es que hoy, con poblaciones y despojados en aumento
en todas partes, hay masas de gente que resultan superfluas,
si seguimos pensando nuestro mundo en términos utilitarios.
Los eventos sociales, políticos, económicos en todas partes
confluyen en una conspiración con instrumentos totalitarios
diseñados para hacer superfluos a los seres humanos. La
tentación implícita es bien comprendida por el sentido común
utilitario de las masas, que, en la mayoría de los países está
muy desesperada para retener un miedo suficiente ante la
muerte… las soluciones más eficientes para el problema de la
sobre-población son tanto un atractivo como una advertencia.
Los soluciones totalitarias pueden perfectamente sobrevivir
la caída de regímenes totalitarios en la forma de fuertes
tentaciones que surgirán cuando quiera que parezca imposible
aliviar la miseria política, social o económica de una manera
digna del ser humano… El desafío es fabricar algo que no
existe, es decir, un tipo de especie humana, parecida a cualquier
animal cuya única “libertad” consista en “preservar esa especie”.
Transformar la personalidad humana en una cosa. Después del
asesinato de la persona moral y de aniquilar la persona jurídica,
9 Arendt, H. Total Domination. The origins of Totalitarianism en The portable
Hannah Arendt (Peter Baer Editor). Penguin Books. Págs. 132-152. (1a ed.
1951)
213palabras para tejernos, resistir y transformar
la destrucción de los individuos es casi siempre exitosa…
la destrucción de la espontaneidad, del poder humano para
comenzar algo nuevo a partir de sus propios recursos, algo que
no pueda ser explicado como reacciones a un contexto y a unos
eventos. Nada queda más que horribles marionetas con rostros
humanos, que se comportan como perros en los experimentos
de Pavlov, reaccionando con perfecta confiabilidad predecible,
aún cuando marchan hacia su propia muerte, y quienes no
hacen nada diferente a reaccionar. Este es el verdadero triunfo
del sistema.
Sí, todo esto es relevante ahora mismo, razonable, realista,
posible. Está sucediendo otra vez. Hay algo peor que la muerte
y es el fin de los nacimientos. Esa capacidad única, hermosa,
de renacer. De sacar música y alegría aún en la miseria
y defender la vida para resistir el despojo. Ya en el pasado,
con el totalitarismo, se le pudo dar fin a los nacimientos
transformando masas de seres humanos en muertos en vida;
asesinos y asesinados por el sistema, para el sistema, convertidos
en horribles marionetas reactivas. Ya estaban muertos, faltaba
solamente eliminarlos. No es la muerte de la persona moral,
me atrevo a decir, sino de la ética que es, ante todo, la fuente
creativa de los nacimientos. La moral se refiere a las reglas
del juego. Al bien y mal, conveniente e inconveniente que
estructuran regímenes, órdenes, sociedades. Hay una estructura
moral global en torno a la fantasía perversa del libre mercado.
Lo ético, en cambio, es esa capacidad de actuar con plena
conciencia de la moral, de enfrentarla, torcerla, contradecirla,
engañarla de mil maneras y asumir las consecuencias. No
someterse, no obedecer, defender la vida, no permitir que nos
conviertan en marionetas en camino a la destrucción como
excedente de trabajo. Generar vida aún en el encierro y bajo la
opresión, como las mujeres violentadas. El sistema tiene que
eliminar los nacimientos para poder acabar con los excedentes
y tal cosa no solo es pensable, posible, sino que ya se hizo y se
está ejecutando ahora.
214la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
Basta con observar esta gráfica10, que se puede comparar con
toda la evidencia existente respecto de la crisis energética y el
calentamiento global.
Las fuentes de energía, aún las nuevas y las renovables, no
alcanzarán muy pronto para sostener el orden social actual. Sin
contar con el crecimiento poblacional y de consumo energético
en curso, e ignorando que, de seguir creciendo, el calentamiento
global y la contaminación acabarían con la vida, resulta evidente
que bajo el sistema-mundo actual, la naturaleza no da más.
Si basta con mirar esta gráfica para entender esta realidad,
este hecho es mucho más evidente para las élites del “Libre
Comercio”. La ecuación en sus mentes utópicas es sencilla.
Sobra gente y faltan recursos para seguir acumulando. Sobra
capacidad productiva y faltan consumidores. Sobra capital y
faltan mercados. Es esta una oportunidad para acumular los
bienes que escasean y se traducen en ganancias especulativas y
para eliminar simultáneamente por la vía combinada del terror,
la propaganda y las políticas públicas, es decir, por medio de la
coerción y del consenso, todos los excedentes. Es que además,
el proceso de eliminación de excedentes, la guerra, el terror, la
industria de la ayuda humanitaria, activan la economía y son
10 Chefurka, P. World Energy and Population. Trends to 2100. Figure 13. To-
tal Energy Use 1965-2100. En http://www.paulchefurka.ca/WEAP/WEAP.
html Consultado 2011-09-01
215palabras para tejernos, resistir y transformar
rentables. Destruir genera ganancias a través del propio proceso
destructivo. Muy pronto habrá de alcanzarse, con eficiencia,
un “Mundo Feliz”, con muy poca gente, muy rica, muy
poderosa y todo lo que sobra será eliminado con un mínimo
de resistencia que al volverse manejable dará legitimidad
a la destrucción y la encubrirá. Fácil resulta entender la
consolidación de grandes monopolios, la destrucción de
competidores, la apropiación urgente y global de territorios
y bienes comunes. Es un asunto realista y práctico. Fácil si
aceptamos la ecuación que hace de la biopolítica (los medios
sofisticados para engendrar las horribles marionetas descritas
por Arendt) y de la geoestrategia (instrumentos de apropiación
y concentración territorial y de riquezas), en poder de las
élites transnacionales más poderosas, a cuyo servicio están
los estados nación del norte y del sur, los ejércitos públicos y
privados, los medios de comunicación y el “tercer sector” de las
ONGs, lo mismo que los contenidos educativos y las normas
morales (instituciones y tratados) del planeta, para quienes
todo esto es un asunto práctico y sencillo11. Natural. Un
proceso necesario que requiere de eficiencia sin miramientos
románticos e idealistas. Mucha gente para lo poco que queda.
Si fuésemos coherentes, de acuerdo con esta realidad que no
se nos permite objetar, ni conocer, empezaríamos a suicidarnos
en masa. A matarnos eficientemente entre todas y todos. A
despojarnos compitiendo entre nosotras y nosotros por el bien
de la economía. A entender que es culpa de quienes sufren
que haya tanto sufrimiento. ¿Empezaríamos? ¿No lo estamos
haciendo?
Lo que sobra es el sistema
Pero esta realidad es falsa, inaceptable: se ha fabricado para
encubrir unas verdades. No es que haya mucha gente y pocos
11 Dávalos, P. La democracia disciplinaria: El proyecto pos-neoliberal para Améri-
ca Latina. PDF. Texto inédito en prensa.
216la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
recursos. Es que hay muy poca gente que ha acumulado
demasiados recursos y por eso sobramos los demás. En estas
condiciones creadas para beneficio de unos, no alcanza la
Madre Tierra para alimentarnos. El estadístico holandés Jan
Pen, diseñó un método visual para observar la desigualdad y
sus tendencias. Se trata de una marcha que dura una hora, en
la que alcanzan a pasar todos los ciudadanos de una nación.
La estatura de la población, corresponde a sus ingresos. Los
más pobres van adelante, los más ricos atrás. Linda McQuaig
y Neil Brooks, actualizaron con datos de nuestros días estas
marchas para Canadá y los EEUU12. La brecha que separa
a los gigantes billonarios que marchan durante los últimos
segundos, de los enanos que ocupan casi toda la hora, nunca ha
sido tan amplia en toda la historia. Sin embargo, canadienses
y estadounidenses viven convencidos de que la época de las
desigualdades quedó en el pasado. Para el caso de Canadá,
tuvieron que pasar masas durante 40 minutos para que por
fin apareciera gente cuya estatura (ingresos) correspondiera
al promedio nacional que era de 2 metros de altura(médicos,
contadores, abogados, etc.). Pero el último minuto de la
marcha abre los ojos de los ingenuos: con 57 metros de
estatura, iba Ian David Sinclair, CEO de Canadian Pacific,
cuyos ingresos eran $334,725 dólares. Edgar Bronfman de
Seagram ́s con $397,582, casi llegaba a los 65 metros de
estatura. Pero por encima de todos, en el último segundo, iba
John Armstrong, de Imperial Oil, con ingresos de $453,820,
superando los 70 metros de estatura. Esto es lo que habríamos
visto en 1978. Para el 2010, los verdaderos gigantes aparecían
únicamente en los últimos segundos. Sus cabezas son tan altas
que resulta difícil ver sus rostros. Por ejemplo, Siegfried Wolf
de Magna Internacional, con un ingreso de $13 millones, con
una estatura cercana a los 700 metros y de último, mucho
12 Mcquaig, L. Brooks, N. The trouble with billionaires. Viking, Canada. Págs
10-14
217palabras para tejernos, resistir y transformar
más atrás, Michael Lazaridis de Research in Motion, con $51
millones de dólares, y una estatura superior a los 2500 metros.
Por dramáticas que parezcan estas inequidades crecientes,
la marcha de los EEUU, muestra a la inequitativa Canadá,
comparativamente, como una sociedad justa y con mínimas
desigualdades. Durante casi toda la hora marchan verdaderos
enanos que no llegan a los 30 centímetros de estatura. Mientras
en 1961, los más ricos percibían ingresos promedio de $13,7
millones (ajustados a inflación del 2006), el promedio de sus
ingresos en el 2006 se incrementó a $263 millones. Es decir,
se había multiplicado más de 19 veces. En contraste el ingreso
promedio de los más pobres pasó de $22,000 a $31,000
dólares, es decir, aumentó 1.4 veces. John Paulson, asesor de
Obama en asuntos financieros y el mayor beneficiario de la
crisis hipotecaria de los EEUU, quien se enriqueció de manera
directa con el despojo de millones de ciudadanos que perdieron
sus viviendas y sus ahorros, tenía en 2007 un ingreso de $3.7
billones de dólares y una estatura de más de 200 km.!! Su
cabeza sale de la atmósfera y gira invisible en el espacio sideral.
¿Para qué perdemos el tiempo ocupándonos de gente que no
vamos a ver, a quienes no les importamos para nada y cuyo
poder nos resulta incomprensible? Por muchas razones entre
las que destaco solamente dos: para que ellos se enriquezcan
más allá de la locura existe un orden global que nos despoja,
nos embrutece, nos humilla y nos engaña. Pero además, que
no es cierto que haya muchas y muchos que hay que eliminar
como excedente para que podamos sobrevivir en armonía
el planeta y la humanidad. Lo que sobra es un sistema al
servicio de estos gigantes insaciables que explotan en exceso
las riquezas, imponen consumos desorbitados que denominan
libertad de elección y han decidido exterminarnos para seguir
creciendo. Karl (los dos), la inequidad inherente al sistema
de acumulación capitalista, al liberalismo de mercado, es
incompatible con la vida, por lo menos, con la de la mayoría de
218la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
las especies y personas. Pero no basta hoy con entender esto,
aunque es indispensable. Lo otro, lo que debe ser, lo que hace
falta para resistir y transformar la realidad, hace falta ahora,
con urgencia y hay que hacerlo realidad mientras avanza el
exterminio.
La modernidad y el capital son inseparables
Desde la avalancha que expulsó a los dictadores y eligió
a Aristide en el mísero Haití condenado por el racismo
patriarcal, extractivista, racional, autoritario y colonial -sí, el
mismo Haití negro que hizo de la libertad antes y ahora un
hecho de vida, aunque le costara tanta muerte, anticipando
la dignidad y haciendo realidad lo inverosímil- pasando por
Chiapas y el Zapatismo, Bolivia y la agenda de Octubre, el
Caracazo y la elección de Chávez, la Minga de Resistencia
Social y Comunitaria, los levantamientos del Norte del África,
el Medio Oriente, todo el Mediterráneo incluyendo Israel y
ahora Inglaterra y de vuelta a Bolivia y Ecuador por defender
las agendas populares de los pragmatismos autoritarios; algo
que ya no puede ocultarse revienta las cadenas de las doctrinas
y desmantela el autoritarismo de dogmas y lugares comunes.
Uno sale a llenar plazas, a recorrer, a marchar, a exigir. Sale a
avanzar por caminos de saberes para defender la vida. Sale
lo que no se alcanza a nombrar y se convierte en fuerza, en
certeza de lo que no se acepta y en decisión y deseo de lo que
debería ser. No es lo mismo en todas partes. Claro que no.
Unos salen a decir no, un NO grandote que es un SÍ igual de
grande pero que todavía no existe. Otros salen con agenda, con
propuesta, con procesos. Repasando queda claro que hay que
volver a pensar. Volver a sentir. Aprender. No era solamente
contra lo visible y lo evidente que se luchaba, que se lucha. No
bastaba con sacar a un gobierno o elegir a uno de los nuestros.
Tampoco era para repartir mejor lo que se produce y menos
para quitarte tu y ponerme yo. El pensamiento utilitario, la
219palabras para tejernos, resistir y transformar
racionalidad instrumental, la ilustración, la academia con
sus ciencias objetivas y su lenguaje que justifica y legitima lo
inaceptable. La modernidad y el capital son inseparables. Era
eso, un sistema-mundo, una civilización establecida que nos
penetra. Una manera de ser patriarcales, machistas, que nos
convirtió de antemano en hombres y mujeres y por eso, hasta
para conocernos tenemos que ser como no somos, tenemos
que saber lo que no queremos ser: un aceptar el poder para
tomarlo que nos convierte en lo mismo que nos asfixia; una
imposibilidad de distinguir entre nosotras y ellos, muchas veces,
porque delante de lo sentido y soñado, al aterrizarlo, están sus
razones, sus fórmulas, sus palabras, sus normas, lo prudente. Es
su orden el que define lo posible y lo imposible. Nos encierra,
nos convence, nos hace avanzar en resistencia y retroceder en
la práctica. Lo que hay que cambiar no cabe en estas palabras
ni en lo que hemos heredado y se nos viene desde dentro. Está
mezclado con eso otro que es Madre y solidario. Sentido y de
veras práctico, pero que en algún momento, en el cansancio
del maltrato y el dolor, ante el desafío inmenso de hacer lo que
no existe, de definir lo desconocido, de transformar con pocos
referentes y perdida la memoria, nos hace sentir a algunos
más pronto que a otros que persisten, que conviene abandonar
porque es soledad, ausencia y no sabemos cómo se hace. Mejor
dicho y de una vez, porque tendríamos que no tener precio
para no dejarnos comprar o vender tarde o temprano, y eso, no
es posible en el mundo del Libre Mercado.
Crisis del sistema-mundo: hegemonía, mafiosidad y emancipación
El sistema-mundo, esa modernidad con su lógica, su historia
de acontecimientos y botines para los ganadores, su tiempo de
relojes para explotar el trabajo y robarnos la creatividad y las
ganas, no aguanta más. Se derrumba y se defiende. Se le acaba
su espacio de maniobra. Sus estrategias los hunden más en
220la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
la crisis. Se bifurca en el caos de la destrucción, de la escasez,
de la incertidumbre. Pero sigue allí. Domina, decide, impera,
ahora mismo y en crisis.
“Cualquiera que haga un mínimo esfuerzo podrá ver lo
que nos depara el futuro, así es de evidente”. Hablaba así el
Dr. Hans Vergérus, en El Huevo de la Serpiente de Ingmar
Bergman13. Según este personaje, un médico que hacía
crueles experimentos llevando individuos sanos a extremos
autodestructivos en los años 20 de la Alemania social-
demócrata en crisis, sería inevitable la llegada de una nueva
sociedad sin paralelo en la historia, liberada de viejas ideas
románticas y de ideales no coherentes con la realidad. Una
sociedad en la que serían liberadas a sangre y fuego, las fuerzas
productivas y eliminadas las destructivas. Una sociedad
basada en un juicio realista donde lo inferior debe extinguirse
y lo superior, seleccionarse y reproducirse. “Es apenas
lógico”, decía. Los humillados, resentidos, incapaces de una
revolución y llenos de odio, serán movilizados por quienes les
prometan futuros concretos, grandeza y sacrificio. Aterradora
advertencia del resurgir de ordenes autoritarios de masa, que
resuena luego de las masacres de Utaya y Oslo en Noruega. El
asesino rubio, civilizado, cristiano y fundamentalista, también
habló del sacrificio necesario. Del carácter destructivo del
multiculturalismo que debería ser eliminado14. Tras su crimen,
no se hicieron redadas en los países cristianos en defensa de la
civilización y en la lucha contra el terrorismo. No salió Samuel
Huntington a proclamar una guerra contra el cristianismo
fundamentalista para salvar la civilización occidental. Pero eso
mismo sí se hizo y sí lo proclamó el ideólogo de la “guerra de las
13 Bergman, I . El Huevo de la Serpiente, película. 1977, minuto 115.
14 “Fue algo atroz pero necesario”, El Mundo.es 24 de Julio de 2011. Consultado
en http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/24/internacional/1311458614.
html 2011-09-01
221palabras para tejernos, resistir y transformar
civilizaciones”15 cuando proclamó sus argumentos contra Islam.
En la práctica, las acciones extremistas de estos “dementes” se
convierten en políticas públicas contra inmigrantes, mujeres,
indios, negros, pobres y diferentes; en ajuste estructural,
recortes presupuestarios, privatización de recursos y bienes
públicos, negación de libertades, desmantelamiento de
servicios y garantía de privilegios para los gigantes del final de
la marcha. El terror y la violencia imponen el orden y eliminan
a los que sobran. Paramilitares o BACRIM en Colombia,
Zetas y bandas en México. Escuadrones de la muerte y mafias
en todas partes. Comúnmente financiadas, entrenadas y
armadas por grandes empresas transnacionales y por el propio
gobierno de los EE.UU. Desde los barrios, hasta los grandes
consorcios, en la medida en que se derrumba el capital y la
modernidad, se convierte en cotidiana esta cultura mafiosa
que se toma los barrios, los campos, los estados y se integra a
través de fronteras y continentes. Sacar provecho con nuestro
grupo, para nosotros, de lo que se pueda. Conseguir por la
fuerza. Disfrazar con discursos. Abandonar pero explotar los
complicados ideales románticos. Ganar es tener razón y la
razón es para explicar el poder y justificarlo. La fuerza prima
sobre lo demás. El patriarcado puro y directo. Maquinaria ideal,
basada en el honor de la banda que elimina a sus oponentes
y lo que sobra. Terrible presagio en tiempos donde pestes y
epidemias, desastres “naturales”, guerras, hambre y sed nos
acostumbran a que mueran o sean destruidas vidas humanas
en números crecientes, sin que nos duela o nos importe. Se
concentra el poder en pocas manos y nos reclutan para seguir
plegados al ganador y al patrón. Cada esquina tiene dueños
y la ley la hacen los ganadores. Sin esta estructura, no habría
sido posible Álvaro Uribe Vélez, los escuadrones de la muerte,
15 Huntington, S. The clash of civilizations? Foreign Affairs. Consultado en
http://www.foreignaffairs.com/articles/48950/samuel-p-huntington/the-
clash-of-civilizations 2011-09-01
222la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
la alianza entre el Libre Comercio, las transnacionales, los
terratenientes y los escuadrones de la muerte16. No serían
posibles México, Guatemala, Honduras y un planeta que se
va plegando a la mafiosidad como maquinaria preparada para
eliminar excedentes y “resolver la crisis”. Si el sistema resuelve
su crisis, esta salida implica la eliminación de los pueblos y
de cualquier proceso emancipatorio. La crisis de ellos es de
sentido inverso a la nuestra.
Hasta su muerte, Primo Levi, sobreviviente de Auschwitz,
dedicó su vida a advertir sobre el riesgo de esta máquina de
muerte ordenada, eficiente, total, racional. No era solamente la
Alemania Nazi. La reconoció en la Argentina de la dictadura,
en el Chile de Pinochet, en Camboya, en Vietnam. Es posible
la destrucción masiva y amenaza el fin de los nacimientos.
Aunque se niegue y se racionalice; aunque le demos la espalda
al horror y al exterminio anunciados, lo hecho, lo que sucede
No podía ser lavado jamás; había demostrado que el hombre,
el género humano, es decir, nosotros, éramos potencialmente
capaces de causar una mole infinita de dolor; y que el dolor es
la única fuerza que se crea de la nada, sin gasto, sin trabajo. Es
suficiente no mirar, no escuchar, no hacer nada.17
La tentación totalitaria es demasiado intensa para ser negada.
Nos recorre por dentro en la cotidianidad. Hannah Arendt
describió el carácter burgués de las “personas normales”,
devotos padres de familia, preocupados por su seguridad,
bajo la presión de la crisis económica y la incertidumbre
consecuente de estos tiempos, capaces de hacer literalmente
cualquier cosa para satisfacer sus necesidades, sacrificando su
ética, su dignidad, su honor, sus creencias, a cambio de una sola
condición: ser totalmente eximidos de responsabilidad por sus
16 Lozano, J. Morris, H. Impunity, Documental 2010
17 Levi, P. Trilogía de Ausschwitz. Los Hundidos y los Salvados. Aleph Editores.
Pág. 544.
223palabras para tejernos, resistir y transformar
actos. La cima de la racionalidad. De la lógica. De lo moderno
en crisis. Las unidades asesinas de la SS y de la Gestapo no
estuvieron compuestas por fanáticos, asesinos congénitos o
sádicos, sino por la normalidad de funcionarios, empleados y
hombres de familia18. De la misma manera, el quehacer y las
culturas mafiosas reclutan en todas partes personas normales
y pragmáticas que buscan conseguir seguridad en tiempos de
incertidumbre, abandonando el romanticismo de ideales y
principios. Cambian agendas, se acomodan en cargos, se sirven
de luchas y sacrificios, desechan lo que no resuelva la necesidad
inmediata y asesinan obedeciendo ordenes, sembrando el
terror por razones de seguridad. Es imaginable y posible una
“civilización” del terror bajo las normas del orden mafioso.
Ante la caída de la modernidad y la creciente sin salida del
capital, en oposición al poder totalitario y jerárquico que
concentra la fuerza y se apropia del poder, se emancipan los
pueblos. El discurso, las explicaciones, las razones, no sirven
aún para nombrar lo que no existe y se requiere. Estas palabras
escritas hasta ahora y lo que señalan son lo que estorba, lo que
estamos aburridos de sufrir y repetir. Lo que nos pesa, nos
apresa, nos encierra. Vivir es otra cosa que anda por ahí en
saberes, en actos, en movimientos, en la penumbra de lo que se
teje por debajo y persiste a pesar de todo. En los nacimientos
que se defienden. En las resistencias. Es lo que dice el Sup
Marcos sobre Dionisio en su carta reciente: “La historia
del compañero Dionisio es sencilla y, como la de tod@s l@s
zapatistas, se puede resumir así: ni se rindió, ni se vendió, ni
claudicó”19.
18 Arendt, H. Ibid, Pág 152
19 Sup Marcos, Tal vez… Carta tercera a Don Luis Villoro. En Enlace Zapatis-
ta. Consultado en http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2011/08/25/sci-marcos-
tal-vez-carta-tercera-a-don-luis-villoro-en-el-intercambio-sobre-etica-y-
politica/ 2011-09-01
224la crisis de ellos es en sentido inverso a la nuestra
Por allá en la selva entre Colombia y Ecuador hay oro, hay
riquezas que invitan la codicia y prometen superar la crisis de
especuladores y de la bolsa de valores. Hay guerra. La guerra
que, venga de donde venga, le sirve al proyecto del capital,
ocupa el territorio del pueblo Awá. Los asesinan desde uno
y otro lado, con uno y otro pretexto, para que toda la riqueza
de su territorio sea explotada20. Caminando cuatro días, se
llega desde la última carretera colombiana, por la selva, hasta
la frontera. Allí, una minera compra a la gente a cambio de
explotar el oro. La emancipación libera y viene naciendo por
todas partes. Aprendiendo a no rendirse, a no venderse y a
no claudicar, allí también, como en el TIPNIS, en Sipacapa,
Tahrir, Túnez, la Puerta del Sol o en Azuay, en territorio
Awá. Viene. Lo tenemos que hacer venir tejiendo como las
abuelas. Desde allá, Nubia Pai, joven, indígena, mujer, recorre
con autoridades ancestrales el camino. Enfrenta las amenazas
sin protección de nadie, sin acceso a servicios esenciales, sin
reconocimiento de derechos fundamentales, sin libertades.
Busca apoyos para defender el territorio, la cultura, la vida.
Sabe, sin que acá se nombre, que vivir es tejerse con la vida.
Resiste. Conoce la vida y la ama. Defiende saberes que se
desechan o expropian. Convoca la resistencia. Ya vive en ese
otro mundo que es indispensable. Sabe que es mujer, que es
Colombia, que puede resultar superflua, o amenaza. Que la
pueden amarrar como a Colombia y asesinar como pretexto
para más militarización. Para convertir su territorio, como el
resto de Colombia, en “teatro de operaciones militares”. Para
eliminar pueblos y obstáculos al neo-extractivismo. Es ella
quien termina esta reflexión con las palabras de un correo
que me envía al salir de la selva. Hoy, cuando es necesario
saber quienes somos nosotras y quienes son ellos; saber lo que
20 Tejido de comunicación acin ¿Para qué masacran a los Awá? En Indyme-
dia. Consultado en http://colombia.indymedia.org/news/2009/02/98551.php
2011-09-01
225palabras para tejernos, resistir y transformar
aún no sabemos con sabiduría. En estos días, hay mujeres que
abren caminos y está Colombia. Lo demás, que no cabe y que
comienza más allá de las letras, son ensayos para resistir. Dice
Nubia:
Hola Manuel espero que te encuentres bien, pedir disculpa de
no haber escribido antes.
El trabajo que realizamos durante el 15 al 16 de agosto con
la comunidad peña Caraño resguardo indígena awá Hojal
la turbia ubicada a fronteras con el país vecino Ecuatoriano,
la cual desde hace dos años han venido explotando nuestras
riquezas culturales y del subsuelo como lo es el oro sin
consultar al pueblo
Agradecemos mucho por el vídeo conferencia que nos
enviaste, creo mucha conciencia en la gente, donde permitió
que la gente diga no mas explotación de la madre tierra y
engaños con falsos promesas comprando conciencia a favor
de los mineros
Finalmente se logro dialogar con el dueño de la empresa,
explicando nuestros derechos individuales colectivos y
territoriales dejando claro la violación a la consulta previa: la
asamblea desidia sacar definitivamente a estos empresarios de
nuestros territorios dejando 2 mese de plazo para que recojan
sus materiales firmado en acta, estamos en espera de lo que
pasar.
226