Por la seguridad y en defensa del territorio, se fortalece la policía comunitaria de Ostula

Por la seguridad y en defensa del territorio, se fortalece la policía comunitaria de Ostula

Hacen falta recursos y mayor visibilidad al movimiento. También lograr que regresen el resto de los comuneros que se encuentran en el exilio, fortalecer su proceso autonómico y justicia para sus muertos.

GLORIA MUÑOZ RAMÍREZ
Desinformémonos

México. La comunidad nahua de Santa María Ostula, en el litoral del Pacífico michoacano, se encuentra fortalecida luego de dos años de vivir en la incertidumbre, bajo la batuta del crimen organizado y de los caciques de la región que arrojaron un saldo 31 comuneros muertos entre el 2009 y el 2011. Los desafío son ahora el sostenimiento de su movimiento y la defensa de su territorio, además de impedir que regresen Los Templarios a la región, y que los partidos políticos los dividan.

Primero fue el despojo de sus tierras, que recuperaron a tiros en junio de 2009 y sobre la cuales levantaron el nuevo poblado de Xayacalan. Después vino la embestida de la delincuencia y de los pequeños propietarios de La Placita. Los muertos, la rabia, el dolor y el exilio de la población amenazada. Y a partir de febrero de 2014, de la mano de los comuneros que regresaron en alianza con las autodefensas de los municipios vecinos, llegaron, con todo y sus dificultades, la reorganización y la defensa de sus tierras, principalmente de los árboles en peligro de extinción, como la sangualica, orgullo de la región.

Hacen falta recursos y mayor visibilidad al movimiento. También lograr que regresen el resto de los comuneros que se encuentran en el exilio, fortalecer su proceso autonómico y justicia para sus muertos. Y por eso, dicen, sus representantes organizaron una serie de presentaciones en distintos lugares de la Ciudad de México.

Semeí Verdía Zepeda, coordinador de las autodefensas del municipio de Aquila y comandante de la policía comunitaria de Santa María Ostula, y Agustín Vera, vocero de la comunidad, acompañados de Carlos González, su asesor jurídico, hablan con Desinformémonos sobre uno de sus principales preocupaciones: la injerencia de los partidos politicos en su movimiento, el desafío de mantenerse unidos, la defensa del territorio, su vinculación con las autodefensas y los retos por venir.

¿Cuáles son las principales preocupaciones del movimiento en este momento?

La organización, mantenernos unidos, porque como dice el dicho “unidos llegamos lejos y desunidos no tan lejos”. Eso es lo que más nos preocupa ahora, porque el gobierno intervino en el movimiento y no precisamente para hacer cosas buenas. Al gobierno se le está dando una pausa, pero en cualquier momento vamos a resurgir todos y vamos a tener que hacer la tarea que tenemos pendiente.

¿Cuáles son los riesgos que ustedes le ven al movimiento, en qué se podría desviar?

El riesgo más grandes es que en el estado de Michoacán se avecinan las elecciones para gobernador, presidentes municipales, diputados locales y ésa es nuestra preocupación. Dentro de nuestro movimiento hay de todos los colores y lo que estamos tratando de concientizar es que debemos estar unidos y que no nos vaya a pasar como ya sucedió en Ostula, que los partidos llegaron a dividir. Ahora estamos buscando la forma de reorganizarnos sin partidos políticos.

Todos militábamos en diferentes partidos y todos sufríamos lo mismo, el ataque de los criminales; Al principio a los priístas no les aumentaban la gasolina, a ellos no les cobraban cuota, no les secuestraban familia, pero llegó un momento en que se tuvieron que unir, porque a ellos también les empezó a suceder. Llegó un momento en que le entró casi toda la ciudadanía, porque los políticos, entre comillas, ya están organizados.

¿Si no controlan la injerencia de los partidos, pueden desviar al movimiento?

Si, de todos los partidos se han acercado al movimiento, menos de uno, que es el PRI, pero los demás todos, porque quieren figurar; porque todos quieren la gubernatura de Michoacán y saben que si llegan al movimiento tienen una gran posibilidad, pero nosotros somos inteligentes y sabemos lo que quieren, y estamos buscando estrategias, a ver cómo va a salir.

¿Cuál es la posición de Ostula, con respecto a la propuesta de las guardias rurales, le van a entrar o no le van a entrar?

Hay compañeros de la comunidad que se inscribieron a la defensa rural, pero la policía comunitaria se mantiene independientemente de eso.

Un grupo se adhirió a las guardias y otro grupo se mantiene como policía comunitaria. La gente en las encargaturas elegidas en asambleas se mantienen, pero a las guardias comunitarias no las eligió la comunidad, es un grupo que nombró la comandancia.

¿En este momento cómo se encuentran las comunidades de toda la zona, en comparación de cómo estaban en febrero, que es cuando ustedes regresan?

Al inicio si hubo una tensión, mucha gente desconocía el proyecto, pero afortunadamente todos los compañeros que andan al frente son de las comunidades y finalmente el trabajo es lo que los ha ido posicionando y se han ganado el respeto. En Semana Santa, luego de tres, cuatro años sin tener nada, tuvimos mucho turismo, que se había perdido por la inseguridad. Ahora se puede caminar con tranquilidad.

¿En qué momento se cruza la policía comunitaria de Ostula con las autodefensas, cómo sucede, viniendo de procesos diferentes?

Hay una cosa muy importante, a partir de la situación que estaba en Ostula y de cómo vivía la gente que estaba fuera, sobre todo el núcleo que se mantuvo en Colima, incomunicado, estaban desesperados y en febrero del 2013 sólo teníamos noticias de que los criminales se iban acabando el bosque. Surge en ese momento el movimiento de autodefensas en Tepalcatepec y en Buenavista y en septiembre u octubre de ese año, desesperados, preocupados fuera de la comunidad, nos empezamos a acercar. Ya teníamos más o menos la decisión, lo platicamos un poco y vimos que no había de otra, que se tenía que hacer la alianza con las autodefensas para poder entrar de nuevo a Ostula, porque desde adentro no se iba a poder, porque había mucho control, nos tenían vigilados; cualquier persona que hablara en la asamblea, o que dijera de más se lo chingaban, había un control absoluto.

(Intervención de Carlos Gonzélez, asesor jurídico de la comunidad). Hubo una discusión muy profunda de que implican las autodefensas, qué son, y qué pueden llegar a hacer. Fue una situación que se dio en un momento determinado y una decisión que se toma y que tuvo su consecuencia. La primera fue que Ostula se liberó de la mafia, del crimen organizado, ¿Qué más puede venir?, mucho depende de la organización que se logre construir. Yo creo que hay muchas incógnitas; dentro de las autodefensas no sólo hay diferencias de clase o de origen cultural, también hay intereses del gobierno, de algunas mafias, de gobiernos extranjeros.

Parece que todo lo que se dice de las autodefensas es verdad, que todo es complejo, ni blanco no negro…

(Continúa Carlos González) Yo creo que lo compañeros vieron la posibilidad y el momento. Si no se hacía esa alianza, en ese momento Ostula seguiría jodido y también el municipio de Aquila. Cuando Ostula se incorpora a esta lucha sí les dio todo un giro regionalmente, todo el municipio cambió.

¿En cuatro meses cuáles han sido los avances más significativos en la región?

La seguridad más que nada. Y se pararon las minas clandestinas.

¿La policía comunitaria de Ostula se sigue planteando la defensa del territorio?

Si, ahora en el despojo de la madera. Rescatamos el talado. Son varios poblados en la comunidad. En Pomaro, otra comunidad independiente de Ostula, ellos (el crimen organizado) le estaban saqueando tres minerales y nomás le daban de una, principalmente el hierro. Las minas que estaban ilegales todas se pararon, sólo sigue trabajando una que es legal.

En resumen, la comunidad se ha liberado del crimen organizado

Hay mucha incertidumbre y es difícil saber qué va a pasar, pero ¿ustedes que esperan, como ven a la comunidad en un año?

La protección de la comunidad depende también de los otros municipios y ya no estamos solos. Yo tengo la coordinación directa con los dirigentes de los otros municipios y por eso estamos unidos. Si quieren asaltar a Ostula primero tienen que hacerlo en los otros municipios, porque por ahí tienen que entrar, porque ahí entramos pura gente que nos lastimaron. Pa´ que nos vuelvan a atropellar como lo hicieron va a estar difícil, claro que no podemos decir que no van a asesinar a una persona, lo pueden hacer, pero que salga de la comunidad quién sabe. Ya Ostula no está solo. Como estamos muy cerca, nos reunimos casi cada ocho días, mínimo 50 personas.

¿Y están conscientes de toda la fuerza del Estado?

Estamos trabajando en eso, organizándonos con los demás pueblos que hacen falta, para que no pase nada.

¿Cómo se vinculan con la comunidad?

Estamos bien vinculados y por eso se ha mantenido todo. Hay una confianza total de la gente hacia uno, platicamos. Somos comuneros todos, sólo que hay detallitos que nosotros no podemos arreglarles, como problemas caseros, entre familias, porque para eso están las autoridades.

¿También están pidiéndoles que impartan justicia?

Sí, pero nosotros sólo somos mediadores, sólo para escuchar

¿Cómo se relacionan con los diferentes niveles de gobierno?

Entre lo que cabe bien, a mi no me han faltado al respeto

¿Cuál es objetivo del recorrido de una semana que están haciendo en la Ciudad de México?

El objetivo principal es que los pueblos que nos han apoyado desde el 2009 a la fecha, vuelvan a apoyar y que vean que no nos estamos arropando con el crimen organizado, que dependemos de las organizaciones que nos han apoyado siempre, porque la desinformación es muy grande. Y el apoyo es para las policías comunitarias, para los víveres, para combustible de las camionetas. Yo diario ando con cuatro personas y ellos tienen que comer y cuando nos tenemos que mover lo hacemos alrededor de quince, juntándonos ya somos muchos y cuando son operativos somos como 350, de todo el municipio y aparte la comunidad.

¿Por qué decidieron darle más visibilidad al movimiento?

Por la mala información que hay, por que la comunidad estuvo callada durante muchos años y queremos que ahora nos vuelvan a escuchar.

¿Y el proceso de organización comunitaria que inició en 2009 con la recuperación de tierras, en qué etapa se encuentra?

Siempre se mantuvo la autonomía. La educación en Xayacalan se sigue manteniendo con una escuela y están ahí trabajando todos los habitantes, dentro de toda la comunidad se hizo un frente. Habían algunas escuelas que no pertenecían al sistema indígena, con la fuerza que tuvo el movimiento se hizo un documento que se mandó a las autoridades a Morelia, señalando que dentro del territorio comunal se iba a impartir esa educación indígena y el otro programa desapareció, se abrieron muchas extensiones. Hay muchos problemas todavía, en cosas como la regularización de las plazas de maestros, de sus pagos, pero a pesar de esto se ha mantenido.

¿Hacia dónde se están encaminando?

En la parte educativa la idea es tener un programa de educación indígena desde preescolar hasta la universidad. Más que nada se trata de fortalecer nuestra identidad como pueblo indígena, sobre todo la cuestión de la lengua, que hasta la fecha se ha perdido y con este sistema creemos que será una estrategia fundamental para rescatarla por medio de la educación de nuestros hijos.