La ruta del movimiento afrodescendiente en Venezuela contra la discriminación

Pérdida de rumbo de ciertos sectores del movimiento afrodescendientes que claudicaron frente a un sueldo, hipotecaron sus principios, abandonaron la calle por sus comodidades, dejaron la crítica y las luchas sociales por la burocracia, ejercen el sectarismo y se convierten en obstruccionistas de las luchas de las comunidades afrodescendientes



De Durban A Ginebra 2013. La ruta del movimiento afrodescendiente en Venezuela contra la discriminación

Por: Diógenes Díaz
Aporrea Miércoles, 16/07/2014
Correo del autor diogenesd@gmail.com

Cuando pensamos en escribir estas notas surgieron varias ideas, la primera seria fortalecer la memoria colectiva, reconstrucción de procesos sociales en nuestra historia inmediata del papel cumplido por sus protagonistas, al caso, los movimientos sociales afrodescendientes. Ciertos sectores de poder o quienes cuentan la historia a su manera, sacan provecho al desconocimiento de cómo sucedieron y se conquistaron derechos colectivos. Aparecen los heroicos políticos oportunistas y deshonesto liderazgo llevándose los meritos que no son de su patrimonio. En concreto, el titulo dice todo, reconstruir en la memoria colectiva de los movimientos afrodescendientes su lucha contra la discriminación en Venezuela, partimos de un punto y construimos dos senderos, la referencia en el tiempo del protagonismo de los afrodescendientes como sujetos sociales en distintas coyunturas y el otro camino es una revisión de toda la producción teórica generada por intelectuales comprometidos en su mayoría con las luchas de este sector vulnerable en nuestra sociedad. Debo adelantarme que ciertos datos no se dedican mayor extensión del análisis por las limitantes mismas de la ponencia, números de páginas principalmente.

Aunque nos establecimos una demarcación temporal del trabajo, Durban 2001 y Ginebra 2013, necesariamente tenemos que mencionar algunos antecedentes del tema, nos ubicamos en los terrenos internacional y nacional, como se establecieron dinámicas a la par en estos planos que produjeron acciones e iniciativas del denominado movimiento social afrodescendiente confrontando la discriminación. Hay antecedentes previos a las iniciativas políticas del movimiento social y referencias conceptuales antes de los años ochenta y noventa del siglo pasado. Debemos hacer referencias a Miguel Acosta Saignes quien dedico cuartillas al tema de la discriminación, antes de partir nos dejos estas reflexiones “Cuando se emplea solo el sentido común como criterio clasificatorio, aparece como negro, con frecuencia, alguien quien simplemente se discrimina” y aclara más adelante. “Cuando hablamos de los negros tratamos sobre los africanos y sus descendientes en América en situaciones históricas bien definidas.” (Acosta, Miguel. 1986:21). Las limitaciones de abordar el tema son propias de la influencia de la antropología cultural y la visión política ortodoxa del mencionado maestro. Aun así, encontramos en la insurgente corriente de los 40 algunas menciones “sin querer recurrir a los habituales argumentos del cristianismo y de la religión que considera todos los hombres hermanos. Afirmamos que el prejuicio racial no tiene razón de ser ni tiene justificación posibles, a no ser el de la fuerza bruta y del crimen” (Sojo, Juan.2008.37) La última cita nos coloca en los tiempos de la segunda guerra mundial en una Venezuela de abundancia y miseria, abundancia de una clase y miseria de una mayoría, incluida la descendientes de africanos que vive este prejuicio. Sobre todo al salir del primer intelectual que acuño el término Afrovenezolano; Juan Pablo Sojo. Mención que hacemos cuando establezcamos una polémica con el renombrado mestizaje. Hoy aun repetido. En ese debate todavía fuimos derrotados por el mito de la democracia, la igualdad, el mestizaje como armas que ocultaron realidades. Tal fue el atropello que ningún programa de la misma izquierda venezolana planteaba la lucha contra la discriminación y el racismo en Venezuela, trágicamente desde ciertos sectores de ese sector político aun persiste prácticas discriminatorias disimuladas. Aunque los años del taller de estudios afroamericanos “Miguel Acosta Saignes” en la Universidad Central de Venezuela tímidamente se desarrollaron debates sobre el tema orientados por Jesús Chucho García y Ligia Montañéz por 1986-87. Evidencia que ciertos sectores revolucionarios comenzaron a revisar conceptos, montados sobre la Cresta del movimiento cultural popular iniciado en los setenta con el Congreso cultural de Cabimas y continuado con el Movimiento de los Poderes Creadores del Pueblo a finales de esa década del ochenta.

Ahora bien, compartimos cuando se establece dos décadas para entender las acciones políticas de quienes militábamos en el incipiente movimiento afrovenezolano, los años ochenta como escenario de lucha por el “rescate” de la cultura, la defensa de las tradiciones musicales y orales, la llamada resistencia cultural sin conciencia del tema discriminatorio como un hecho político. Y la década del noventa como un momento de cambio radical, “se generó una mayor conciencia (un reconocimiento) de la discriminación racial entre los afrovenezolanos. Esa capacidad de darse cuenta de los prejuicios raciales se fue colectivizando y a final de la década comenzaron a organizarse agrupaciones con el objetivo central de enfrentar el racismo en Venezuela. (Mijares Martha.2003:66) En ese orden de cambios en la conciencia colectiva de los movimientos culturales afrovenezolanos como se llamaban, se crean dos organizaciones que son referencias obligadas para la historia del movimiento social afrodescendiente hoy: la Unión de Mujeres Negras de Venezuela y la Fundación Afroamerica. La primera es la organización frontalmente creada en 1992 para enfrentar el tema de la doble discriminación; el sexista y el racial, agrupación de feministas negras como se definían. De una editorial de su órgano divulgativo de febrero del 93 cuando se invita a Primer encuentro nacional de Mujeres Negras Venezolanas en abril de ese año se define dicho evento como ” un intento por conocer y compartir experiencias con hermanas de distintas regiones del país, donde discutiremos como se vive la discriminación racial en cada pueblo, en cada comunidad, que se ha hecho y se continua haciendo para mantener viva la cultura afrovenezolana”. Hay que resaltar el papel importante para el contexto político que se vivía saliendo de dos intentonas de insurrección militar y el trauma social del Caracazo para puntualizar tres episodios de nuestra historia contemporánea. Compartimos la apreciación de quien ha profundizado en conocer esta experiencia organizativa ” Esta organización nació como producto de la participación de algunas feministas venezolanas en congresos internacionales de la Coordinación de Organizaciones No-gubernamentales de mujeres durante la década de los ochenta. Unión de Mujeres Negras ha desarrollado numerosos programas comunitarios de concientización sobre el racismo y para el mejoramiento de la autoestima de mujeres “negras”, así como de educación en etno-historia afrovenezolana”. (Ishibashi, Jun.2003:57). Formo parte de la recién creada Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, afrocaribeñas y de la diáspora. Participaron por Venezuela Yrene Ugueto y Josefina Brigtown. Se acordó asumir el 25 de Julio como día de la Mujer Afro Latinoamericana y el Caribe. Articulación de organizaciones que cumpliría un papel importante hasta la fecha en luchas de los derechos de las mujeres afrodescendientes.

La Fundación Afroamerica creada por Jesús Chucho García en 1993 es hija de dos experiencias anteriores; el taller de Investigación de la Cultura Afrovenezolana TIDCAV (1981) y el ya mencionado taller de estudios afroamericanos de la UCV (1987). Según sus propias palabras; “Este Taller, por un lado, jugó un papel en torno a la necesidad de iniciar una serie de investigaciones históricas pero bajo nuestra visión y reivindicando nuestra propia subjetividad y, por otro lado, encaró el trabajo comunitario por una mejor calidad de vida, estructurado en un programa de lucha sobre todo en los aspectos ecológicos, educativos y culturales”. (García. 2001:51). La Fundación Afroamerica es la única experiencia de espacio para la investigación con mayor continuidad del tema, realizando seminarios, eventos, declaraciones, edición de libros y la publicación de la revista AfricaAmerica por un decenio y medio para el dialogo, la polémica y la reconstrucción teórica, observamos dos etapas lógicas a sus tiempos; en los primeros cinco años empeñada en la resistencia cultural y en su última etapa un órgano de difusión de las posiciones de mayor avanzada del movimiento social afrodescendiente, una referencia importante del debate político . La revista Africamerica numero 7 el tema central se titulaba; Racismo, Endoracismo y pobreza en las Américas y los Caribes editada en 1998. La editorial se titulaba Ese Cáncer Llamado Racismo ” dedicado a este flagelo vergonzoso de la humanidad y su expresión en las Américas y los Caribes; pero también es esta oportunidad expondremos algunas alternativas que están poniéndose en práctica para lograr salir de estas trampas que algunas veces nosotros, los descendientes de africanos, reproducimos, pues el cáncer camina por dentro y no lo sabemos”. Jesús Chucho García para el momento criticado por muchos dentro del mundo académico y atacado por quienes ignoraban los avances, se convirtió en una referencia intelectual a nivel nacional y en el continente, asumiendo con sus investigaciones y publicaciones el peso histórico de ser la base conceptual del movimiento social afrodescendiente como tal y en la nueva etapa por venir. Estas dos organizaciones se entrecruzaban y dialogaban con un sin número de organizaciones homologas del continente y el mundo. Dejemos en sus propias palabras la descripción del terreno de las alianzas que existían:” En la actualidad existen tres grandes organizaciones a nivel continental con objetivos similares. La primera es la Red Continental de Organizaciones Afro, creada en 1994, que tiene su sede en Uruguay y es liderada por la Organización Mundo Afro. Esta organización surge a raíz del Primer Seminario Contra el Racismo y la Xenofobia, realizado en la ciudad de Montevideo en noviembre de 1994. Entre sus objetivos se destacan: establecer vínculos que respondan a las necesidades y aspiraciones de las comunidades negras; elaborar políticas para la acción en situaciones coyunturales; impulsar proyectos para la erradicación del racismo y la discriminación; impulsar proyectos para la plena incorporación de las comunidades negras en la vida social y política de sus respectivos países (Afro Fax, 1996: 1). A la Red Continental pertenecen organizaciones de Honduras, Costa Rica, Perú, Colombia, Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil, Ecuador y Estados Unidos.

La segunda organización continental es Afroamérica XXI, que surgió en Washington en el mes de noviembre del año 1996 a raíz de un Foro sobre Alivio a la Pobreza en Minorías de América Latina y El Caribe, realizado en la sede del BID. Esta organización plantea que “… las comunidades negras, como el resto de las poblaciones del continente, contribuimos a la construcción de la democracia, la paz y el desarrollo integral. En tal sentido hacemos un llamado a nuestros gobiernos, organismos multilaterales y agencias de cooperación para el desarrollo a que ajusten sus políticas sociales y económicas con respecto al alivio de la pobreza de nuestras comunidades…” (“Declaración Afroamérica XXI”, 1998: 20). Afroamérica XXI está constituida por organizaciones afro de Perú, Brasil, Honduras, Venezuela, Colombia, Argentina, Estados Unidos, Bolivia, Ecuador, México, Uruguay y Nicaragua.

La tercera organización es GALCI, Alianza Global Latinocaribeña, que surgió en Nueva York en el mes de octubre de 1999 y está conformada por organizaciones de México (Organización Tercera Raíz), Honduras (Organización Negra Centro Americana-ONECA), Uruguay (Mundo Afro), Venezuela (Fundación Afroamérica), Perú (Asociación Negra de Derechos Humanos-ASONHED), Estados Unidos (Caribbean Cultural Center). El objetivo de este grupo es esencialmente establecer un lobby permanente ante los organismos multilaterales para incidir en las orientaciones políticas hacia los sectores afrolatinoamericanos. Desde el punto de vista organizativo aspira a ser un espacio de coincidencias entre las diferentes redes para lograr objetivos más generales, respetando las especificidades de cada una de las redes.

La inclusión del tema afro en organismos internacionales, llamados “actores globales”, como Unesco, OEA, OIT, BID, Banco Mundial, la Fundación Kellog, Fundación Interamericana, Fundación Ford, es un indicador de que estas organizaciones transnacionales y organismos multilaterales están entendiendo el papel que pueden jugar las organizaciones afro en esta era de globalización, así como su papel en la erradicación de la pobreza.” (Ibídem, 2001:52). La mirada política de las luchas traspasando lo local y nacional, olfateando nuevos triunfos.

Para ese mismo tiempo en la Universidad Central de Venezuela, en la Escuela de Psicología, la Profesora Ligia Montañéz, crea una línea de investigación sobre racismo, prejuicio racial y endoracismo en Venezuela, la producción de muchas tesis permitirían nutrir en un futuro los discursos para la aplicación de políticas públicas de esa competencia. Su libro titulado; El racismo Oculto en una sociedad no racista en 1993 que recorrió varias actuaciones, primero como trabajo académico, luego texto para un concurso de la Casa de las Américas tres años antes con mención especial y su incorporación al debate que realizábamos como colectivo en el taller de estudios Afroamericanos de la UCV. Desde 1988 se empeñaba con artículos reflexivos y desarrollando en la actividad docente comprometida: un conjunto de revisiones y dedicar un tema de ningún interés académico en la escuela de Psicología. Su libro lo defino como el primer texto centrado en desmontar desde una perspectiva multidisciplinaria el tema del racismo en Venezuela. En el mismo orden en la escuela de Antropología de la UCV, la colega María Martha Mijares desarrollo una investigación dos años después (1995) como tesis de grado convertido en un libro Titulado; Racismo y Endoracismo en Barlovento (1997). Un intento de incorporar las renovaciones del discurso político que se vivía en las organizaciones afrovenezolanas en investigaciones con claridad innovadora y comprometida con la realidad. Mientras muchos seguíamos repitiendo el tema de la religiosidad y los aportes musicales, Su autora fue renovadora a plantearse un tema ausente en ese escenario culturalista y contribuir modestamente a buscar nuevos horizontes. Estos dos textos son referentes en esa coyuntura del nuevo interés de actores en el mundo académico del tema del racismo y discriminación racial.

Triunfos importantes venían conquistándose en la región; en Nicaragua en el año 1987 se promulga la Ley de autonomía de la costa Atlántica, en Colombia en 1991 se reconoce lo pluricultural y lo multiétnico se aprueba en 1993 la ley 70 o ley de Comunidades Negras. Revisan en ecuador la constitución y se aprueban instrumentos legales que favorecen a los afroecuatorianos, igualmente en Perú. “En Venezuela, al iniciarse la discusión sobre la nueva constitución, la Fundación Afroamerica y la Unión de Mujeres Negras, hicimos nuestras proposiciones para que el Estado incorporara la noción afrovenezolana dentro del carácter plurietnico y diversidad cultural y como elemento fundacional de la Republica. Allí en esas propuestas que debía contener la nueva constitución, exigíamos el reconocimiento histórico, político y cultural de los africanos y las africanas y sus descendientes, así como la reconsideración de la propiedad colectiva de las tierras de los antiguos cimarrones y cimarrona”. (García, Jesus.2006:30) al final esta proposiciones fueron ignoradas para no decir que la V republica se inicio con un acto discriminatorio contra los descendientes de esclavizados africanos. Las organizaciones afrovenezolanas con mayor nivel de conciencia político y de experiencia de luchas y debate político internacional realizo sus propuestas y la negativa debe ser considerada por cualquier lado que se evalúe; que la constitución bolivariana nació con una acción discriminatoria, las propuestas fueron ignoradas por una mentalidad racista heredada. En el artículo de Jun Ishibashi titulado; Multiculturalismo y racismo en la época de Chávez: Etnogénesis afrovenezolana en el proceso bolivariano (2007) se argumenta con detalle las contradicciones del mismo gobierno y su liderazgo en el reconocimiento de los afrodescendientes, la lentitud de políticas afirmativas por fuerte contradicciones en el estado que aún persiste en asumir lo afrodescendiente como un sujeto de derecho dentro de la sociedad Venezolana. No se puede hablar de socialismo del siglo XXI si existe la discriminación, negaría en esencia una sociedad llamada de igualdad, equidad y justicia social.

En Venezuela surge en el mes de junio del 2000 la Red de Organizaciones Afrovenezolanas (ROA). Encabezada por Jesús Chucho García se convierte en la iniciativa política de articulación de todas las voluntades y organizaciones identificadas con la temática Afrovenezolana, una acción con mayor madurez conceptual y reconociendo los desniveles políticos, pero meritoria de ser la propuesta colectiva de mayor alcance desde los afrodescendientes. Entre sus principales objetivos se encuentra “luchar contra cualquier forma de racismo, xenofobia, intolerancia y sus formas conexas, exclusión, endoracismo y discriminación hacia el ciudadano y ciudadana afrodescendientes y cualquier ciudadano y ciudadana en nuestro país y el mundo que sufra este tipo de aberración de la humanidad”. Dentro de sus líneas estratégicas leemos; “Luchar abiertamente contra cualquier forma de discriminación racial y poner en práctica el plan de acción de la Conferencia Mundial contra el Racismo (Suráfrica 2001) firmada por nuestro país dialogando con las diferentes instancias del estado y otras organizaciones sociales en Venezuela para concretar políticas y acciones”. Para destacar sus aportes al tema central de este escrito, la lucha contra la discriminación mostraremos su articulación con otros movimientos sociales homólogos del continente:

En septiembre del año 2000 se crea en San José de Costa Rica la Alianza Estratégica Afrolatinoamericana,Constituida por ONGs, redes, liderazgos y agrupaciones del continente para preparar una agenda de trabajo hacia la III Conferencia Universal contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia, la Intolerancia y sus formas conexas, a realizarse en la ciudad de Durban.(….)En el mes de diciembre, la Alianza Estratégica Latinoamericana, conjuntamente con la Fundación Ideas de Chile, promueven antes de la Pre-Conferencia de Naciones Unidas contra el Racismo, la Conferencia ciudadana contra el Racismo, realizada en Santiago de Chile del 3 al 4 de diciembre del 2000, donde se analizaron las nuevas formas de racismo y las ONGs del continente asumieron una posición: que el racismo tenía nuevas formas y además se había agudizado en muchos países del continente.(García, 2001:85)

La creación del termino afrodescendiente como una autoconstrucción social que se creó en la conferencia citada en Chile fue desarrollada previamente en reuniones como la de Rio de Janeiro, Brasil en 1999, donde participo Chucho García por los afrovenezolanos. Como ruptura con una concepción dominadora, colonialistas y epistemológicamente racista por eurocentrica que se ejercía para explicar la presencia de la africanidad y sus descendientes. Su definición desde el principio como herramienta política para la lucha y posicionamiento de los descendientes de africanos desde una concepción total y compleja, desechando las simplificaciones de destacar un aporte o una característica. Para remarcar lo anteriormente afirmado recurro al preciso argumento de Agustín Lao Montes:

El proceso de Durban sirvió de espacio organizativo y pedagógico para la formación y consolidación de redes afrolatinas de movimientos sociales, como la Alianza Estratégica y la Red de Mujeres Afro-Latinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora. La Red de Mujeres se organizó en 1992 en un congreso en la República Dominicana, lo cual revela un proceso organizacional de redes de mujeres negras que tienden a organizarse primero, e indica también que las mujeres afrolatinas jugaron un papel importante en colocar la cuestión de la raza en el centro del debate feminista incluyendo las conferencias mundiales de mujeres como el encuentro de 1992 en Pekín. Fue en este proceso de organización hemisférica (desde escalas locales y nacionales local hasta niveles trasnacionales) donde el movimiento desarrolló un liderazgo colectivo y una identidad política. Como lo planteó Romero Rodríguez, líder de la organización Mundo Afro en Uruguay, en uno de los encuentros más importante de la red en el 2000 en Santiago de Chile “entramos Negros y salimos Afrodescendientes”, queriendo decir que el movimiento acuñó el término afrodescendiente como una nueva identidad política con el propósito de incluir a las personas de descendencia africana de todos los colores y a pesar de una infinidad de diferencias. El término Afrodescendiente, gestado y negociado por las redes trasnacionales de movimiento negro en América Latina, fue adoptado posteriormente por la ONU, por ONGs, y por organizaciones internacionales de diversa índole (desde la Fundación Ford hasta el Banco Mundial). Como categoría política el significante afrodescendiente también representa la voluntad de desarrollar lazos diaspóricos con miembros de la diáspora africana global a través de las Américas y en otras partes del mundo.

La Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia, y Formas Conexas de Discriminación, organizada por la Organización de Naciones Unidas, en Durban, Sudáfrica, entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre del 2001, fue de enorme importancia para las causas contra el racismo y por la democracia, a la vez que fue motivo de gran controversia. Como hemos observado, el proceso hacia Durban revitalizo la agenda mundial contra el racismo a la vez que facilito la emergencia de un campo político Afrodescendiente en América Latina. Sin embargo, los Estados Unidos (acompañados principalmente por Canadá e Israel) abandonaron la conferencia en protesta por dos elementos que claramente habrían de aprobarse en el documento de consenso, estos fueron: la declaración del sionismo como una forma de racismo (específicamente contra los Palestinos), y la defensa de medidas de justicia reparativa a partir del reconocimiento de la esclavitud transatlántica y sus efectos históricos como un crimen de lesa humanidad. La Declaración y Plan de Acción de Durban, el documento aprobado en la conferencia y sus mecanismos de implementación, representa un acuerdo sumamente democrático con un programa práctico claro y viable de medidas concretas contra el racismo y a favor de la justicia y equidad racial. Después del boicot de varios poderes occidentales al encuentro de Durban y su pacto, liderado por los Estados Unidos, la región del mundo en la que sobresalieron más las pautas de Durban contra el racismo fue Latinoamérica. (Lao-Montes, 2009:24).

Durban se convirtió en la agenda principal de dialogo entre los distintos movimientos sociales afrodescendientes del continente. Fue honorable la participación de la delegación venezolana quien suscribió este histórico documento en su representación oficial y los voceros de los movimientos sociales, su implementación y posterior evaluación es asunto de estas reflexiones. Mientras la burocracia intenta encontrar en la diáspora africana un pretexto para sus lastimosos, hipócritas y falsos pronunciamiento. En Durban los africanos y los afrodescendientes se miraron el rostro y sintieron que el racismo era el mismo allá o aquí. La agenda de Durban se convirtió en una herramienta política para los colectivos afrodescendientes y un punto de negociación con gobiernos progresistas y un punto de demanda contra gobiernos reaccionarios. Aunque contradictoriamente, gobiernos progresistas como en Venezuela arrastran deuda con este tema y caso contrario que gobiernos como en Colombia dieron un paso adelante en acciones afirmativas. La representación del movimiento afrodescendientes estuvo bajo los hombros de Jorge Guerrero veloz, Nirva Camacho y Chucho García, quien cumplió un rol activo en la histórica conferencia.

Desde su fundación el movimiento social afrodescendiente en Venezuela, por un periodo importante la ROA, realizo distintas iniciativas nacionales para difundir los acuerdos de la Conferencia de Durban y la implementación de su plan de acción. El discurso contradictorio del mismo canciller venezolano, Luis Alfonzo Dávila García asistente la histórica conferencia en Sudáfrica, reflejo la inconsistencia de sus argumentos; “Venezuela es una sociedad multiétnica y pluricultural, resultado de la fusión de etnoculturas e idiosincrasias muy diversas, en cuya formación tomaron parte y se amalgamaron las tres razas primigenias de América, como lo fueron la india, la negra y la blanca, y de la inmigración proveniente de todas las naciones del mundo entero durante varios siglos”. (Un discurso evolucionista descarado), “Los venezolanos estamos orgullosos de este mestizaje. Hemos creado una cultura del respeto a las diferencias, lo cual nos ha permitido un mejor manejo de la diversidad” (el mito de la igualdad racial por el mestizaje). Este sedimento conceptual ambiguo del discurso, entra en contradicción con compromisos como “Venezuela rechaza toda forma de discriminación que menoscabo o anule el goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades fundamentales de todo ser humano”…”acudimos a esta conferencia porque Venezuela quiere hacer oír su voz ratificando su tradicional e histórica posición y compromiso de luchar contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y cualquier otra forma de intolerancia que se pueda dar en el mundo”…”Venezuela espera de esta conferencia, al menos, una declaración y un plan de acción que refleje las aspiraciones de la comunidad internacional en su conjunto y los intereses de las minorías victimas hoy de diferentes formas de exclusión.” Hasta la fecha de hoy siendo Venezuela firmante de la conferencia de Durban y manifestando toda su voluntad no se ha creado el Comité Nacional de seguimiento y la implementación de la declaración y plan de acción firmado en la tercera Conferencia de Durban del 2001.

La postura indiferente y discriminatoria del gobierno obligo a emprender de parte del movimiento social afrodescendiente una cantidad de acciones entre el 2000 y 2005. El golpe de estado de abril del 2002 fue la coyuntura para hacer entender que la relación del discurso reaccionario, clasista y el racismo era una realidad en Venezuela. La matriz de opiniones de los sectores golpistas contra el jefe de estado, Hugo Chávez, el ministro Aristóbulo Isturiz para el momento responsable de la cartera de educación y el manejo de los estereotipos del militante chavista como pobre, flojo, indio y negro. Expreso la visión de la derecha conspiradora sin disimular todo el odio de clase con argumentos de desprecio racial. Coloco por sus mismas torpezas un debate, los golpistas en reconocerse ellos como una elite privilegiada, inteligente y blanca o mestiza contra una mayoría descendientes de negros y los ignorantes campesinos, obreros o delincuentes de los barrios, hablaban en número de las mayorías del país. Desmedidos en descalificaciones y con discursos irradiando discriminación, propusieron una lucha que trajo como consecuencia un pueblo que rescato su líder y retomo el poder del gobierno. El líder del proceso bolivariano se reconoció entre las mayorías y concientizo su deuda con ese pueblo que lo defendía y genero respuesta pendientes en acciones afirmativas. Para profundizar en ese tema recomiendo revisar el trabajo de Herrera salas, Jesús María (2004) que lleva por nombre; Racismo y Discurso Político en Venezuela. Cabe recordar que los afrodescendientes fueron los primeros en denunciar el Alcalde golpista Alfredo Peña y su racista campaña Plomo al hampa, el fenotipo del delincuente era afrovenezolano y justificaría todo el concepto traído por el Súper Policía Braton, allí queda para la historia.

Previo a esta coyuntura encontramos que en iniciativas de organizar distintos sectores articulados en la Red de organizaciones afrovenezolanas se reitera el tema de la discriminación y el racismo como una realidad y todos los pronunciamientos llamaban la atención al gobierno y exigían respuestas, Veamos algunos de esos pronunciamientos. En el encuentro nacional de mujeres afrovenezolanas que se llevo a cabo en Ocumare de la costa del 10 al 12 de agosto del 2001, en el encuentro se debatieron aspectos como la participación de las afrovenezolanas en la historia de Venezuela, el racismo y la discriminación racial desde la perspectiva de género, el endorracismo en la familia venezolana, violencia intrafamiliar y desarrollo económico. Días antes que se realizara la conferencia en Sudáfrica de ese año. Los encuentros juveniles arrancando desde el primero en Palmarejo, entre el 14 y 16 de septiembre del 2001 planteaba entre sus objetivos ” Organizar la red afrojuvenil de Venezuela para luchar contra el racismo, la desigualdad de oportunidades, la discriminación racial, la intolerancia y sus formas conexas”. Los posteriores encuentros del llamado Cumbe de Mujeres, algunas provenientes de la Unión de Mujeres Negras reiteraron por una década igual que los miembros juveniles, la solicitud de luchar contra el racismo y la discriminación racial. Declaraciones públicas y manifiestos contra el racismo que comenzó asumirse por parte del gobierno como una realidad con los ataques que mencionamos hacia la primera figura política del estado venezolano y a su ministro de educación, el movimiento social afrodescendiente presiono a la cancillería venezolana para que firmara el protocolo facultativo catorce de la convención contra la discriminación racial, para penalizar el racismo ante el comité contra la discriminación, convención firmada por el país en 1967 y el protocolo fue suscrito en septiembre de 2003.

La firma de este protocolo fue el ejercicio de la autonomía del movimiento social que reafirmo su compromiso con los procesos de cambio en el país pero no hipoteco sus derechos y obligaciones, una representación del movimiento afrovenezolano en el 2005, Reina Arratia y Luis Perdomo, formo parte de la delegación venezolana que presento un informe de la lucha contra la discriminación en Venezuela, recomendándole entre tantas cosas. Reconocer los afrodescendientes en la constitución por los mecanismos de enmienda o reforma de ella y por otro lado implementar el plan de acción de la conferencia de Durban. Posteriormente asistimos en el 2013 a una presentación del mismo informe ante el comité internacional contra la discriminación en Ginebra y sustancialmente no cambiaron las recomendaciones, argumentos que dejaremos para las conclusiones de nuestro texto.

El movimiento social afrodescendiente a la par de realizar múltiples actividades en el país se activo en el plano internacional en su lucha contra el racismo y la discriminación racial, a continuación enumero las actividades más resaltantes donde participo en que directamente o de forma transversal se desarrollaron agenda contra el racismo y la discriminación racial; el Primer Taller de Acciones Afirmativas para los Afrodescendientes en América y El Caribe en Mayo del 2003, Montevideo, Uruguay, en el primer encuentro de Parlamentarios Afrodescendientes, en Brasilia, Brasil, año 2003, en la instalación del grupo de trabajo de Africano y Afrodescendientes Noviembre del 2003, Ginebra, Suiza. En los anteriores el gobierno no tuvo representación oficial. Se formo parte del comité internacional de la Conferencia Santiago+5 en Brasilia, Brasil la mayoría de los eventos auspiciado por Naciones Unidas. Ante una continua incomprensión de parte del gobierno bolivariano, se plantea realizar el I Encuentro Internacional de Afrodescendientes y Políticas Públicas, 6 y 7 de mayo de 2005 en Caracas, Venezuela, durante dos días más de 200 participantes en representación de 10 países y 12 estados del país, se reunieron en la capital venezolana para compartir experiencia y analizar la situación de las políticas públicas relativas a las y los afrodescendientes. Esencialmente fue un encuentro de reflexión y llamado a cumplir la agenda de Durban. Posteriormente Venezuela realizaría tres versiones de otros encuentros internacionales, denominados; Encuentro Internacional de Mujer y familia Afrovenezolana en Junio del 2006 el debate atravesado por la cruda realidad de las tres formas de agresión hacia la mujer afrodescendiente: machismo, racismo y explotación de clase. Los otros dos encuentros se llamaron “Afrodescendientes y la Transformación Revolucionaria en las Américas, África y el Caribe” Noviembre de 2006 y el otro “Afrodescendientes y Transformaciones revolucionarias en América latina y El Caribe” dichos foros políticos deslindaron con un discurso y practica de la derecha internacional que penetro en comunidades afrodescendientes y proponía el reencuentro de los movimientos sociales afrodescendientes con orientación revolucionaria y progresista. Por supuesto, pasa por reconocer la situación de pobreza, miseria y discriminación racial de la mayoría de los afrodescendientes en la región, encontraremos en sus declaraciones dicho elemento sustancial en sus acciones permanentes. El conjunto de iniciativas llevo a conquistar un conjunto de espacios en instancias del gobierno en años posteriores, importantes que aún se mantienen en funcionamiento, otras desaparecidas y las recién creadas inútiles, como el caso de CONADECAFRO.

Pero debo detenerme en el caso de la Comisión Presidencial para la prevención y eliminación de todas las formas de Discriminación racial y otras distinciones en el sistema educativo, creada el seis de mayo de 2005, propuesta directa del movimiento social afrodescendiente en el encuentro internacional de la misma fecha en Caracas. Juramentada el 9 de mayo de 2006, Un años y tres días después. El movimiento social afrodescendiente planteo un conjunto de propuestas en el seno de la comisión, larga listas de recomendaciones que en razón de la verdad desconocemos su cumplimiento, lo cierto, es que nos llama la atención la dedicada a la ” revisión de planes de estudios, programas , libros de textos, a fin de eliminar todas las formas de racismos que existen en el sistemas educativo” lamentablemente seguimos estructuralmente en el mismo punto, no hay voluntad política para transformar las líneas curriculares, los contenidos y programas para combatir la discriminación y a pesar de la aprobación de la nueva ley de educación en el 2009 no hay voluntad política ni cambios en el modelo de educación, pese a los esfuerzos de los afrodescendientes de hacer propuestas concretas sobre el tema y tener en sus manos la dirección de la secretaria ejecutiva de dicha comisión presidencial. La comisión presidencial se aísla, fue discriminada por la burocracia y se perdió el rumbo original de su creación, fue la primera experiencia concreta de políticas contra la discriminación y termino discriminada.

Aunque de presencia fugaz en la coyuntura electoral del 2006, un conjunto importante de los afrodescendientes se plantearon un frente electoral denominado Cimarrones Afrodescendientes por la revolución, apostando al triunfo del candidato Hugo Chávez, en sus pliego de peticiones subrayo una ” Exhortar al ejecutivo nacional a derrotar la pobreza, la explotación, discriminación y el abandono que aun mantienen al afrodescendiente en una situación de carencia” para el momento, es recordar el cuadro dramático de las comunidades afrodescendientes y la relación directa con la pobreza. Nos referimos a esta propuesta electoral para ejemplificar como el tema fue trabajado en coyunturas importantes políticamente en el país. Igualmente la producción intelectual se genera desde el movimiento social afrodescendiente hay un texto básico en la revisión del tema del seguimiento de Durban “Comunidades Afrodescendientes en Venezuela y América Latina” (2001) compilado por Nirva Camacho y Jesús Chucho García, recopilando un conjunto de reflexiones de distintos países del continente sobre el tema del racismo y la discriminación racial, la experiencia y reflexión de los voceros y voceras del cumplimiento de la agenda de Durban y la evaluación de las políticas afirmativas. En nuestro país el movimiento social afrodescendiente puso sobre la mesa ideas para el debate la publicación de tres textos planteando la temática tal es el caso del texto “Familia Afrovenezolana, endorracismo y autoreconocimiento”(2005) de Nirva Camacho, desde la perspectiva de Psicóloga y activista feminista, incorpora elementos de reflexión en lo histórico y social, así como nuestra herencia cultural, factores incluidos en la construcción del racismo y la adquisición del endorracismo y proponiendo argumentos para lo que llama el autoreconocimiento. Herramientas políticas para consolidar las familias y comunidades afrodescendientes. Igualmente Jorge Guerrero Veloz nos propone en su libro ” Afrovenezonalidad y subjetividad”(2005) la compilación de sus artículos que caminan desde un debate sobre la cretividad y multiculturalidad, la educación afrodescendiente y el papel de los movimientos sociales en la construcción de políticas públicas. “Nuestra participación desde la perspectiva de los afrovenezolanos(as) como sujetos históricos de de nuestro propio proceso, nos ha llevado a poner el tema del racismo y la discriminación racial en la agenda publica para la construcción de una nueva ciudadanía, todo concatenado con la constitución que en su preámbulo dice, que somos un país multiétnico y pluricultural, protagónico y participativo para refundar la república”. (Guerrero, Jorge. 2005:53). De la misma manera Jesús Chucho García le dedica en su publicación denominada “Afrovenezonalidad e inclusión en el proceso bolivariano venezolano” (2006) organizando una cantidad valiosa de sus artículos plantea frontalmente el tema de la discriminación racial y las contradicciones en el seno del gobierno bolivariano y los procesos de transformación en la región y la urgencia de plantearse posiciones de vanguardia y propuestas de políticas afirmativas de parte del gobierno revolucionario constructor de un modelo social alternativo, reinvindicando lo que llama la soberanía intelectual del movimiento social expresa con argumentos críticos las pocas respuestas desde el gobierno en políticas de mayor peso contra este flagelo, en una relectura de ese texto encontramos que queda pendiente el comité nacional de seguimiento y monitoreo del Plan de acción de Durban, por mencionar uno importante. Antes de finalizar la primera década del siglo XXI el movimiento social afrodescendiente tenia propuestas políticas, declaraciones y producción intelectual para generar políticas afirmativas, la presión política era necesaria y se tuvo que hacer para avanzar, aunque sectores racistas en el gobierno herederos del mestizaje seguían manteniendo posturas inflexibles.

Hay reflexiones sobre una visión limitada para este movimiento social y algunos estudiosos plantea radicalmente la construcción de un nuevo imaginario político “Lo que está planteado para los afrovenezolanos es militar en el procesos de una reafirmación de la identidad para aspirar a concretar sus sueños transformadores de una realidad claramente injusta para ellos” para ellos le propone a los colectivos afrodescendientes en el tema que nos concentra; “Cuestionar a nivel de la opinión pública la insolvencia de la Cancillería Venezolana al incumplir con el Plan de Acción de Durban, es decir, cuestionar su indiferencia al no establecer responsablemente puentes comunicacionales con las comunidades afro, para recopilar las denuncias de acciones discriminitativas sufridas lo cual acarrea una imposibilidad para la elaboración de un informe objetivo que se supone, Venezuela debe entregar cada mes de enero”(Lucena, Hernan.2007:65). Pero en otro orden desde una visión como activista la comprensión de ese proceso se percibe de manera crítica y en su propia síntesis nos dice “Una de las tantas formas de exclusión social en Venezuela se manifiesta a través de la discriminación racial y étnica en sus diversas modalidades, una situación aun no abordada con suficiente amplitud y efectividad política. La autora invita al auto-reconocimiento étnico como un proceso para revertir desde la esfera más personal, las imágenes distorsionadas heredadas, y propone construir la participación política desde la etnicidad, como una forma de alcanzar políticas reparativas.”(Escalona, Blanca. 2007:43). Encontramos percepciones de este mismo proceso “Para ello hemos adoptado una perspectiva de análisis que entiende la nueva identidad cultural afrovenezolana como una construcción sociopolítica emergente en el contexto de la revolución bolivariana. Esta nueva conformación identitaria afrodescendiente impone a los investigadores la desconstrucción analítica de sus discursos, como vía para comprender las condiciones políticas en que las identidades étnicas se producen, se reproducen, se metamorfosean y reorganizan, creando e innovando el repertorio de símbolos y prácticas culturales que las definen. (Ayala, Mario-Mora, Ernesto. 2008:30). Ambas consideraciones sobre el proceso que describimos son incluyentes y consideran definitivamente la elaboración solida de un discurso político del movimiento social afrodescendiente, imponer su propia agenda y no permitir su disolución entre las mallas del estado deudor con el tema de la discriminación y otros por tratar.

El interés pedagógico de enumerar y referir a eventos y declaraciones públicas es ubicarnos para asimilar los próximos argumentos, precisar desde cuándo, y quienes han planteado el tema de la discriminación en este proceso y dar elementos para comprender con la claridad necesaria los últimos acontecimientos en nuestra sociedad; como la aprobación de la Ley contra la discriminación racial y la existencia hoy del Instituto contra la discriminación racial, INCODIR, denominado por sus siglas de ahora en adelante. En primer lugar debo afirmar que la propuesta de la Ley contra la discriminación nació del movimiento social afrodescendiente de Venezuela, aun no siendo una ley de afrodescendientes exclusivamente, porque protege otros grupos vulnerables. Para el vocero de la ROA y actual vicepresidente de CONADECAFRO, Enrique Arrieta en su discurso del 10 de mayo 2011 frente a la asamblea nacional, cuando se discutió en primera discusión el proyecto de ley, reseña los siguiente;” Esta misma fecha por su importancia histórica ha sido elegida por la honorable directiva de la Asamblea Nacional para dar la primera discusión del proyecto de ley orgánica contra la discriminación racial. Es preciso destacar que el anteproyecto de esta ley lo presento la Red de organizaciones Afrovenezolanas (ROA) el 17 de mayo de 2007″. Esta propuesta fue presentada en una coyuntura política necesaria de subrayar, para el año 2007 se realizaría el referéndum para la reforma de la constitución bolivariana, realizado el día 3 de diciembre de ese mismo año, el cual no conto con el voto afirmativo de la mayoría, fue negada esa reforma. Los afrodescendientes plantearan un conjunto de proposiciones desde incluir el termino en el preámbulo de la constitución vigente y proponer un capitulo denominado; de los derechos de las comunidades afrovenezolanas. El día 20 de marzo del 2007 por primera vez en la historia política de Venezuela un grupo de descendientes de africanos y africanas realizamos una marcha y concentración política que culmino en los patios de la asamblea nacional para entregar dicha propuesta. Al final no fue considerada y solo se incluyo en la propuesta negada el término africano y afrodescendiente en uno u otro artículo. Por segunda vez se niega en una actitud discriminatoria el reconocimiento de los afrodescendientes en la constitución, teniendo argumentos, propuestas y firmando convenciones internacionales el estado venezolano que tiene obligaciones contra el racismo y la discriminación racial. Pese a ese desprecio, se presento el anteproyecto de ley, revisado en la sub comisión de Legislación, Participación, garantías y derechos de los afrodescendientes de la comisión permanente de Pueblos Indígenas, según palabras del mismo Arrieta en su discurso “es fruto del trabajo colectivo de mucha gente, es producto de 4 años de propuestas, reuniones en pequeños y grandes grupos, encuentros con especialistas venezolanos y de otros países”. Contando rápidamente estamos hablando que dos después de Durban comienza a discutirse, siete años después se introduce formalmente, en diez años de Durban es un proyecto de ley engavetada desde hace siete años y formalmente desde tres años según los datos del discurso mencionado y once años después de Durban aprobada como ley orgánica en la asamblea nacional, igual tiempo, ya como Ley firmada por el Presidente de la republica, Hugo Chávez, en diciembre del 2011. Aun pasaron después dos años de refrendada le ley y su publicación en la gaceta oficial para crear el organismo rector de esta ley, INCODIR. Nombrando las autoridades actuales. Doce años después de Durban, les permito sacar sus propias conclusiones de cuál es la deuda del estado venezolano con el tema de la discriminación, aun es este momento. Porque existe la ley y no se aplica y en concreto no hay políticas del estado.

El nombramiento de sus autoridades no vino por una dadiva del gobierno, tuvieron que reconocer su deuda con los afrodescendientes en Ginebra 2013. Escribimos a nuestra llegada de esa reunión en Ginebra donde participamos como vocero de la red de Afrodescendientes de Venezuela esta reflexión; “Toda la agenda del tema de las políticas contra la discriminación en nuestro país fue propuesta por el movimiento social afrodescendiente. Mucho antes que se le intentara castrar y se entregaran unos pocos a una actitud sumisa y gobiernera, me refiero aquellos que olvidan su compromiso con quienes lo postularon y su distancia con las comunidades. Hay quienes no recuerdan que desde nuestra brillante participación en la Conferencia de Durban en el 2001 comenzó a empujarse el tema en el seno del gobierno revolucionario. La comisión Presidencial contra el racismo en el Ministerio de Educación, el Viceministerio para Las Mujeres afrodescendientes y La ley contra la discriminación en Venezuela su fuente principal fue los debates en el movimientos social interno y afinados por las experiencias internacionales. Debemos recordarle esto a quienes coronados en cargos burocráticos pasean por los pasillos de los ministerios con sus agendas personales o se toman fotos con los candidatos de turno para aparecer en pantalla. El papel de los movimientos sociales es contribuir manteniendo su autonomía a la construcción de políticas públicas afirmativas, no son agencias de empleos.

Por ese argumento tan sólido, asistimos a Ginebra a la Defensa del Informe Consolidado de la República Bolivariana de Venezuela ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación racial, invitados por nuestra Cancillería se hicieron las observaciones pertinentes previamente a este informe. Los cimarrones Luis Perdomo, Johnny Gutiérrez, Sixto Hernández y Manuel Salcedo de la Red afrodescendientes de Venezuela, organización perteneciente al Movimiento Social Afrodescendiente de Venezuela, elaboraron un Informe Complementario con el derecho que le asiste a cualquiera de las organizaciones invitadas a esa consulta. Quien le escribe tuvo el privilegio pese a los obstáculos burocráticos de cumplir la vocería del movimiento social afro, aunque fue una limitante, no permitieron en quince minutos el comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas, plantear lo esencial de este informe; en primer lugar, el tema de incluir a los afrodescendientes en el currículo a todos los niveles de educación, reconociendo los intentos frustrados del caso, la urgencia de una política de comunicación que reitere los componentes reales de nuestra sociedad , diversidad cultural y en especial la afrodescendiente, por ultimo por el tiempo cedido, exigimos la creación definitiva del Instituto Contra la Discriminación racial en Venezuela.

Debemos detenernos en este último punto para aclararle al lector distraído sobre el tema, la Ley contra la discriminación fue aprobada en agosto del 2011 y firmado su ejecútese por nuestro Comandante eterno en Diciembre de ese mismo año, propuesta surgida de los movimientos sociales, no solo los afrodescendientes, sacada de las gavetas de las oficinas de las comisiones y asumida públicamente dentro de la asamblea nacional por el diputado Modesto Ruiz. En el artículo 25 de la mencionada Ley se expresa claramente la creación de este instituto contra la discriminación (INCODIR) y en la disposición transitoria única reza textualmente “ Hasta tanto entre en funcionamiento el Instituto Nacional contra la Discriminación Racial, el Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de relaciones interiores y justicia, establecerá las políticas necesarias para dar cumplimiento a los mecanismos adecuados para prevenir, atender, erradicar y sancionar la discriminación racial en cualquiera de sus manifestaciones”. En la realidad no se empujó lo que establece en la ley y con cierta timidez algunas medidas, por cierto el nivel de complicidad de los movimientos sociales no se puede ocultar. El que calla otorga.

Dos años y seis meses sin respuestas, solicitudes por escritos, hay una propuesta de reglamento presentado en el mismo diciembre del 2011 por un equipo de los afrodescendientes encabezada por Jesús Chucho García y perfeccionada por el fallecido procurador Carlos Escarra. Siempre hemos hablado de un racismo institucional que frena cualquier política que contenga reconocimiento étnico, diversidad cultural, derechos de minorías. Ojala sea en este caso negligencia y no una visión estructural que detiene los avances que ha permitido el proceso Bolivariano en nuestra sociedad. Aunque en razón a la justicia debemos señalar el éxito de la obligación de publicar visible en los comercios y negocios el artículo 8 de la mencionada que claramente prohíbe la práctica del racismo, distinto aquel repugnante cartel que decía “Se reserva el derecho de admisión”. Fuimos a Ginebra y frente al comité y la delegación venezolana planteamos abiertamente nuestra recomendación y exigimos la creación de esta instancia contra el racismo, solicitamos que su nombramiento del consejo directivo sea producto de la consulta necesaria con los movimientos sociales.” (Díaz, Diogenes.2013) exactamente publicado un 21 de agosto del 2013, once meses después estamos reunidos. Queremos dejar claro que la solicitud de creación definitiva de INCODIR la hicimos frente al comité internacional contra el racismo, lo hicimos en nombre del movimiento social afrodescendiente. Por supuesto la consulta de su directiva no se realizo.

Cualquier lectura de esta reflexión me calificaría de desleal o traidor que es la frase oportunista de boga. Mas allá de una crítica al gobierno realizada, señalo la perdida de rumbo de ciertos sectores del movimiento afrodescendientes que claudicaron frente a un sueldo, hipotecaron sus principios, abandonaron la calle por sus comodidades, dejaron la crítica y las luchas sociales por la burocracia, ejercen el sectarismo y se convierten en obstruccionistas de las luchas de las comunidades afrodescendientes. Tenemos historias de luchas y ninguno hoy por cuidar su cargo levantaron la voz ni la levantara. Es necesario reivindicar el carácter contestatario y el espíritu cimarrón de los y las dirigentes y apostar por una recuperación de su autonomía, soberanía intelectual y elaboración de una agenda que beneficie a los colectivos afrodescendientes. El caso más patético es CONADECAFRO.

Hoy encontramos reflexiones importantes para los últimos tiempos que nos dan luces para nuestras acciones, quiero destacar el realizado por una investigadora y activista afrovenezolana, a mi manera de ver el texto con una profundidad conceptual que permite recuperar el espíritu irreverente y libertario de nuestras luchas, líneas densas y complejas que ella misma resume en que ” Las organizaciones afrovenezolanas han transitado un largo camino hacia su consolidación como un movimiento con conciencia étnico-racial, progresivamente han logrado colocar en la agenda publica la discusión sobre interculturalidad, las diferencias, el racismo y la discriminación. Este artículo se reflexiona sobre la necesidad de desconstruir la manera en que creemos conocer en “otro” y de construir nuevas formas de pensarnos y relacionarnos como objetivo clave en la lucha del movimiento social afrovenezolano.” (Monagreda, Johanna. 2011:134). Recomiendo su lectura y debatir sus contenidos es un aporte de mucho contenido. En el mismo orden aparece el texto de de Esther Pineda Racismo, Endorracismo y Resistencia (2013) reiterando la propia sensibilidad del tema y la preocupación de esta talentosa intelectual negra-afrodescendiente quien carga nuevos elementos conceptuales al debate sobre el tema del racismo, y endorracismo. Lo valioso es que muestra la actualidad del debate con sus propias reflexiones y el desarrollo pedagógico del texto permite revisar algunas categorías utilizadas y aporta rutas para la comprensión del tema como una realidad social. A manera de referencia sabemos que fue un libro muy solicitado en la última feria internacional del libro de este año, quizás entre los más vendidos, estadística que permite entender que este espacio y sus debates son exageradamente vigentes y por tanto el Estado debe plantearse seriamente desarrollar una política contra la discriminación racial. Por último en referencias a texto sobre la temática reciente, el intelectual y activista Jesús Chucho García nos deja su última producción; Afrodescendientes en América Latina y el Caribe (2013) la ultima publicación de la editorial Afroamerica, cruzando el recurso etnohistórico, muy bien manejado como hilo de argumentación para desconstruir y proponer su discurso irreverente, pedagogía cimarrona para hacer entender los procesos y cambios en el sujeto social que representa lo afrodescendiente; De Africanos a “Negros”, De negros a Cimarrones; de Cimarrones a Independentistas. De Independentistas a Excluidos, de Excluidos a Afrodescendientes son los títulos de los capítulos que encierran la larga lucha de este proceso tan complejo contra el racismo y la discriminación que debe continuar porque hoy persiste ese flagelo en Venezuela. Dejo de ustedes estas reflexiones que apuntan a proponer una ruta de comprensión de esta larga lucha y del compromiso de los movimientos afrodescendientes por una sociedad de justicia social, equidad y libertad, Sobre todo sin racismo y discriminación de ningún tipo.

diogenesd@gmail.com

Movimiento social Afrodescendiente de Venezuela.

Universidad de Carabobo

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