Balance de la Desuniversidad hacia la recuperación del común
Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
A un año y medio del lanzamiento de la Desuniversidad, los resultados aún son escasos. Veamos primero algunos resultados y luego algunos elementos de balance.
Pese a la poca divulgación y a los obstáculos encontrados, se realizaron algunas charlas y talleres en universidades y espacios públicos como parques, cerros y plazas. La principal motivación de los asistentes fue la curiosidad ante lo novedoso del concepto y algunos manifestaron que sintieron gran simpatía por la propuesta. Algunos subieron varias veces a los cerros a efectuar prácticas comunitarias tendientes a invitar vecinos a realizar actividades compartidas de donde posteriormente puedan surgir formas sostenidas de vida comunitaria y tareas de autogestión orientadas a producir no sólo bienes, alimentos y servicios, sino elementos de nueva subjetividad y de nuevo sujeto comunitario. En diferentes lugares se efectuaron juegos con niños con participación de adultos, en otros artesanías y objetos con material reciclado, en algunos se hizo práctica de almácigos y se hicieron preparativos de huerta comunitaria, así como de invernadero y construcción en barro.
Sin embargo no hubo constancia en la mayoría de los participantes, algunos de los cuales informaron que sólo estaban interesados en obtener metodologías y técnicas específicas haciendo abstracción de la siembra del común como aspecto de la cotidianeidad. Otros en charlas o talleres dejaron claro que sólo querían debatir sus propias experiencias, sin prestar atención, más bien rechazando, el concepto del común y así lo hicieron saber en los intercambios.
A pesar de ello, el balance de lo realizado anota varias aristas de interés, entre las cuales podemos señalar la valoración de padres, adultos y vecinos en general hacia las dinámicas novedosas de agrupamiento y realización de actividades de los hijos y menores en general, también la acogida y simpatía establecida, que denota que en la medida que existe constancia, es posible arribar a estadios superiores de participación y dedicación. Dos juntas de vecinos en asambleas de decenas de participantes adultos decidieron formalizar el desarrollo de las actividades compartidas en tres direcciones: el reforzamiento escolar, la huerta y el preuniversitario.
Conclusión de los resultados:
Hay una instalación territorial incipiente y germinal que sólo tendrá sentido si la continuidad asegura la seriedad de las actividades, los padres ven a los chicos y chicas interesados y estos últimos encuentran divertido el hecho de compartir una o dos veces por semana con los hijos de los vecinos.
Análisis:
Si bien es cierto que el predominio cultural, profesional e ideológico entre los estudiantes universitarios lo tiene la «utilidad» de las metodologías para su carrera, vocación o agrupamientos ideológicos, no es menos cierto que ese dato ya es conocido de antemano por nosotros, por lo que hemos fallado en diferenciarnos en la divulgación de las prácticas de aprendizaje de «utilidades» instrumentales. La presencia de las lógicas de la concientización para el reclutamiento de grupos rebeldes, anarquistas, libertarios y de variadas denominaciones, que caracterizan el espacio universitario, además de la disposición a formarse para el empleo, hacen de nuestras charlas, talleres e intercambios, espacios que finalmente terminan desinflándose o desviándose hacia debates tácticos y estratégicos de la lucha por el poder, por lo que de 20 o 40 personas, suben a las prácticas entre 3 y 5 lo máximo, los que empiezan a desgranarse paulatinamente, en especial porque hemos evitado la propuesta del «compromiso», la atadura, priorizando por la voluntad, la «gana», el deseo y la autoconciencia, elaborada en las dinámicas del compartir y no en la racionalidad apriorística de los participantes, ya que la comunidad no es posible capturarla mediante el concepto, sino comprenderla mediante la vivencia del despliegue de los afectos, el tejido que supera las redes ideológicas que operan dividiendo vecinos y miembros de localidades, barrios y centros de trabajo o estudio.
Propuestas para el segundo semestre de 2014:
Realizar el primer encuentro de reflexión sobre la autonomía comunitaria, entre los participantes de la Desuniversidad, de la Red de Economía Popular y Ecología Social, así como los que han estado actuando de manera más sistemática o colateral próximos a nuestras actividades, tales como algunos curadores de semillas o miembros de eco-aldeas, barrios y organizaciones sociales, encuentro informal que permitirá hacer un balance más acabado y detallado para un salto cualitativo.
Introducir fuertes modificaciones en la convocatoria a nuestros talleres y actividades, tales como «La lógica del no-poder para cambiar el mundo desde abajo», «cambiar el mundo desde los corazones y el tejido del afecto» y «las formas de vida en común con la madre tierra como alternativa a la destrucción capitalista».
Priorizar y profundizar las actividades compartidas en los espacios donde ya estamos presentes, reduciendo las propuestas que nos hacen, o que nos llegan, de hacernos presentes en otros lugares. Sólo iremos a otro lugar cuando esté funcionando el reforzamiento y la huerta comunitaria de los espacios en que estamos avanzando, aunque podremos abrirnos hacia otro espacio si las condiciones lo hacen necesario.
Lo invitamos a intercambiar con nosotros en el correo de la Desuniversidad, unlibre@gmail.com
Vea textos sobre la Desuniversidad en la columna «Universidad Libre» de http://clajadep.lahaine.org