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La marcha de protesta de ayer reunio a personas que protestaban en Managua contra el acuerdo comercial entre Centroamérica y Estados Unidos (Cafta).
Un ataque de abejas africanizadas y los morterazos lanzados por los estudiantes contra el edificio del Centro de Convenciones Plaza Inter, fueron los eventos inesperados de la marcha que se suponía sería pacífica, para expresar la oposición a la negociación del Cafta, cuya VII Ronda termina hoy en Managua.
A las tres de la tarde, los marchistas, portando pancartas, mantas y banderas, expresaban su oposición total al TLC o pedían una moratoria de la negociación.
Cerca de la Laguna de Tiscapa, un fuerte dispositivo policial, con algunos francotiradores, era observado por las decenas de personas que pasaban a unos cinco metros de distancia. En tanto, dentro de los patios del Estado Mayor del Ejército de Nicaragua, fue desplegada al menos una escuadra de soldados armados de AK para resguardar las instalaciones.
Al llegar a uno de los accesos de Plaza Inter que estaba custodiado por policías desarmados, los estudiantes dispararon los morteros contra el Centro de Convenciones, en cuyo balcón norte había negociadores observando el paso de la marcha.
Los negociadores se vieron obligados a ingresar ante las detonaciones amenazantes, que retumbaban al son de tambores y una Gigantona que bailaba frenéticamente en medio de la humareda.
Los antimotines al parecer fueron replegados momentáneamente para evitar mayores provocaciones, pero por algunos momentos les ordenaron tomar posiciones y disparar balas de goma, aunque ésta fue una acción fugaz porque los estudiantes se retiraron ante la insistencia de los organizadores de la marcha.
No obstante, algunos insistieron en seguir disparando contra el Centro Comercial Plaza Inter y otros optaron por lanzar bolsas de agua, piedras y estopas de naranja, pese a los llamados que les hacían por los parlantes de mantener la compostura.
Más adelante, cuando los marchistas alcanzaron las inmediaciones de la Asamblea Nacional y el acto oficial apenas iniciaba, el ataque de las abejas provocó que los organizadores de la marcha entregaran de forma apresurada al presidente de la Asamblea Nacional, Jaime Cuadra, el anteproyecto de ley para la moratoria de la entrada en vigencia del Cafta.
Una hora después del ataque de las abejas, un oficial de la Policía Nacional por medio de altoparlantes de su unidad, recomendó a los organizadores de la marcha dejar de tirar morteros, porque el sonido de las explosiones irritaba a las abejas. Sin embargo, el consejo llegó demasiado tarde.
