Seul, 20 de septiembre. El homenaje de hoy de miles de campesinos surcoreanos al militante que se suicidó en la reciente cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC), realizada en Cancún, México, para protestar por el proyecto de reforma agrícola, terminó este sábado en incidentes violentos en Seúl.
Diez personas resultaron heridas en enfrentamientos entre la policía antidisturbios y una parte de los alrededor de 3 mil participantes en el funeral de Lee Kyung Hae, quien se inmoló con un arma blanca el pasado 10 de septiembre.
Los disturbios comenzaron cuando el cortejo quiso transformarse en manifestación y dirigirse hacia la residencia del presidente surcoreano, Roh Moo Hyun. Setecientos policías formaron barreras humanas y fueron atacados con proyectiles y golpeados con varas de bambú por los manifestantes. Varios heridos fueron trasladados al hospital.
Previamente, 20 campesinos habían transportado el féretro hasta un altar situado en el exterior del Parque Olímpico de Seúl. Kim Jung Koon, yerno del difunto, encabezó el cortejo con un gran retrato de su suegro ornado con un crespón negro.
Los asistentes portaban pancartas en las que podría leerse: “Mártir Lee Kyung Hae. Descanse en paz” y “Los campesinos también son parte de la nación, sálvenlos”.
Suh Jung Eui, máximo dirigente de la asociación de campesinos que Lee presidió anteriormente, declaró en su discurso fúnebre que los campesinos surcoreanos continuarán su lucha contra la apertura de los mercados agrícolas.
La muerte del militante dio a conocer al mundo entero la situación de los 3.6 millones de agricultores surcoreanos víctimas del endeudamiento y de la competencia internacional. Los hogares de estos campesinos tenían una deuda media de 17 mil dólares en 2002.
Mientras, las importaciones de productos agrícolas aumentaron de 4 mil 680 millones de dólares en 1998 a 5 mil 700 mi-
llones el año pasado.