Documental El río que nos atraviesa plantea el debate sobre la explotación petrolera en los pueblos originarios
Por: Correo del Orinoco | Viernes, 03/10/2014
Aporrea
La ópera prima de Manuela Blanco se estrenará el 10 de octubre
03-10-14.-El viernes 10 de octubre se estrenará en las salas comerciales de Caracas el documental El río que nos atraviesa, ópera prima de Manuela Blanco que ha participado en los festivales internacionales de Unasur Cine y Mar de Plata, ambos en Argentina; Punta del Este en Uruguay; Contra el silencio, todas las voces, de México; en el Latinoamericano y Caribeño de Margarita y en el certamen franco-andino en Caracas.
La pieza muestra la magia del Orinoco desde la experiencia personal de la cineasta y antropóloga, con el que dice tener un vínculo especial incluso desde antes de nacer. Desde esa mirada personal, Blanco se adentra en el entorno del río y sus habitantes, en los pueblos originarios de la zona, algunos de los cuales cobra mayor presencia en el documental hasta convertirse en protagonistas que cuentan el precio que han pagado y quizás continúen cancelando a cambio de “el progreso”, de nuestro país.
A manera de antecedente El río que nos atraviesa resume el ecocidio perpetrado por la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) en los años 60 del siglo pasado en Caño Mánamo (mostrado en profundidad por el realizador Carlos Azpúrua) para luego denunciar, en voces de las propias víctimas, la situación generada por la Pdvsa de antes y sostenida por la de ahora.
El río que nos atraviesa no solamente muestra el daño ecológico de la explotación indiscriminada de los hidrocarburos, también da cuenta del impacto que eso ha generado, desde el punto de vista social y cultural en los pueblos originarios que hacen vida en torno al río.
El documental de Blanco insinúa la indiferencia de una Pdvsa negada a mostrar su posición ante este problema que afecta profundamente a los pueblos originarios y al ambiente.
Según contó Manuela Blanco en una presentación del documental realizada ayer ante los medios, desde antes de comenzar la producción le solicitaron a la petrolera Estatal el apoyo para el proyecto audiovisual o al menos para que los acompañaran con la intención de buscar una respuesta para las comunidades afectadas.
“Entre 2009 y 2010 estuvieron un poco pendientes de lo que estábamos haciendo pero luego no se preocuparon. Estamos esperando a ver si nos acompañan en la premier de la película. Para nosotros es prioritario que Pdvsa nos acompañe, siempre hemos querido saber su posición, no los hemos querido excluir y hemos insistido en que tienen que acompañar el documental. Porque más allá de reflejar la angustia y hacer un llamado de conciencia sobre eso que está pasando, no tenemos soluciones reales, más allá de plantear cuél es el escenario, no tenemos las respuestas, que podría aportar la industria petrolera”, declaró la directora.
A parte del recorrido por las salas comerciales, se prepara una serie de cineforos dentro de las comunidades indígenas y en espacios universitarios, con la intención de difundir el riesgo que corre el Orinoco y los pueblos que de alguna u otra manera dependen de este afluente.
“La prioridad es que la gente conozca el Orinoco y que además se entere de lo que ahí ocurre. Todos disfrutamos el petróleo pero no sabemos quienes son los que de alguna u otra manera están pagando el costo cultural y social de ese aprovechamiento”, reflexionó la cineasta.