El racismo y las reinas de belleza

La racialización del poder y las “reinas” de belleza, ejemplos de Bolivia y Argentina



La racialización del poder y las «reinas» colegiales de belleza
Carlos Guillén

Se habla mucho del indígena, pero en ese hablar se evita lo sustancial
y se da pábulo a lo secundario. Porque lo secundario es una vil manera
de tratar el “problema indio”: no lo resuelve, pero lo distrae; da algún
tiempo más de respiro antes de que venga lo que algunos temen: la
Tempestad en los Andes.
Tratar lo sustancial da pavor a algunos, por eso lo silencian. Pero
corresponde a los militantes indianistas y kataristas el evitar la
distracción e ir a lo sustancial. Y en esa sustancialidad un tema
primordial es el de la racialización del poder. Es difícil hablar de
racialización, es una palabra que estremece a los q’aras pues confunden
análisis de la racialización con un racismo a la inversa. Sin embargo, la
racialización es EL aspecto primordial. Sufrimos de discriminación racial
y esa discriminación ordena todo el aparato estatal, institucional y
jurídico. No hay más que pensar en lo sucedido recientemente en las
Fuerzas Armadas de Bolivia respecto al pedido der descolonización de
los sargentos y clases, quienes son racialmente discriminados.
El racismo palabra políticamente incorrecta. El q’ara no la pronuncia,
pero la práctica. Y el poder evita que el indio piense en ello, pues
puede darle malas ideas de liberación. Los académicos y políticos en
Bolivia no discuten sobre la racialización del poder. Para ellos no hay
razas, y si no hay razas no hay racismo. Sin embargo, como ironiza
Carlos Macusaya: Respecto a la raza y el racismo es como con respecto
a Dios. Muchos creen en Dios pero nunca lo han visto, mientras que el
racismo todos lo practican o lo sufren, pero nadie cree que existe.
Una forma perniciosa del racismo es la humillación a las mujeres de
origen indígena en la elección de “reinas” que se dan en escuelas y
colegios. Se da en todos los países. «Reina» es la niña que menos
fenotipo indígena tiene. Cuando las autoridades educativas, presionadas
por ONGs generalmente, “cambian”, pues improvisan dos clases de
belleza, la de grado inferior que denominan elección de “pallas”, de
“ñustas”, de “cholitas” o de cualquier otra denominación con color
indígena, en la que pueden ser elegidas las morenitas, y la otra, la de
primera categoría, las “misses” que solamente pueden ser blancas.
O sino hacen dos categorías de elección: la provincial, donde pueden
participar indias, y la nacional (la seria), donde sólo ganan blancas.
Propongo al lector la lectura de un pequeño artículo redactado sobre
lo que sucede en Argentina al respecto, autor
Jatun Inti
, y que lo
extracté de Facebook, y del poema que adjunta. ¿No es hora de que
reaccionemos ante semejante denigración de la mujer indígena?:
«Durante la Fiesta Nacional de los Estudiantes en Jujuy nunca ha
sido elegida una Reina Provincial de apellido Mamani, Quispe o Condori
oriunda de nuestra tierra y que nos represente tambien culturalmente.
Los parámetros con que son elegidas no tienen nada que ver con
nuestra cultura. ¿Dónde están nuestros valores?
“FIESTA DE NACIONAL DE LOS ESTUDIANTES 2009” 58 AÑOS, Y NUNCA
SALIÓ UNA REINA COYA, GUARANI… ¿ESTO NO ES DISCRIMINACIÓN?
Cambiemos la historia, no participemos en la elección provincial!!!
Elijamos nuestras Reinas de otra manera con otros parámetros donde
no queden excluidas las warmikunas norteñas, elijámosla no sólo por lo
estéticos y con miradas occidentales sino por otros valores más
significativos.
EL CAMBIO ESTA EN VOS, HABLÁ CON EL DIRECTOR DE TU ESCUELA, NO
SEAS CÓMPLICE DE ESTA DISCRIMINACIÓN

Poema:
REINA DE LOS ESTUDIANTES
(Autor: Toqo Zuleta)
Dicen que me han elegido
Reina Departamental.
Debo comprarme un vestido
Mi frente hacer descalzar.
Dicen que debo aprender
a andar con tacos altos,
hacerme cortar las trenzas,
depilarme los sobacos.
Dicen que después elegirán
a la Reina Nacional,
pero que ahí ya no estaré
porque no eligen a collas.
Mejor dicho es imposible,
Para alguien de Rinconada,
Yavi, Santa Catalina.
Cochinoca o Tumbaya.
Así que fui a San Salvador.
Cuando subí al escenario…
¡Bájate bolsa de carbón!
Me gritaron y silbaron.
Mientras ríos de moco
brotaban de mis narices.
¡Tenía que desfilar
Sonriendo a esos infelices!
¡Para qué he nacido india!
Solita lloro mi suerte,
Con el corazón maltrecho
Ratos deseo la muerte.
Debo pintarme de blanca,
Teñir mi pelo de rubio
Ausentarme de mi Pacha
Y perderme en el mundo