La filosofía del nosotros

La idea del sujeto abstracto se concretiza en el con-vivir con los demás en armonía con el entorno social y natural, en la configuración del nosotros, así cobra sentido la Filosofía del nosotros



La Filosofía del nosotros

La idea fundamental de una Filosofía del nosotros, parte de la realización de lo plural-diverso, humano y social-histórico.

Seria entonces, el re-encuentro del sujeto, su valoración en sí mismo en la pluralidad-diversidad y el contexto social-histórico. Aquí la idea del sujeto abstracto se concretiza en el con-vivir con los demás en armonía con el entorno social y natural, en la configuración del nosotros, así cobra sentido la Filosofía del nosotros.

Este planteamiento encuentra su mayor exposición en Roig, Arturo 2009 (1981) Teoría y crítica del pensamiento latinoamericano (Argentina: Una Ventana), con el concepto a priori antropológico, cuya extensión recoge crítica y mitológicamente los argumentos de esta Filosofía. “Se trata de una meditación en la que no solo interesa el conocimiento, sino el sujeto que conoce, el filósofo en particular, en su realidad humana e histórica” (Roig, 2009: 9)

Esta Filosofía adquiere su verdadero valor cuando el sujeto (en plural) se afirma como valioso en sí mismo, aquí el concepto pueblo es el articulador y se redimensiona en la comprensión de la historicidad de todo ser humano, no la superioridad de uno sobre otro. Esta es una nueva vuelta al humanismo.

Esta concepción es entre otras cosas, una Filosofía transformadora - liberadora, donde se afirma el sujeto (en plural) en la plena realización del nosotros. La consigna sería “ponernos para nosotros y valer sencillamente para nosotros”, Roig sostiene que esto está en clave hegeliana, cuando el filósofo de Stuttgart, señala “la Filosofía exige un pueblo”, es decir la plena reafirmación del sujeto (en plural), esa es la transición hacia el nosotros.

La concepción del nosotros está referida a la diversidad, no la unidad ni a lo idéntico, que por extensión nos lleva al tema nacional (de identidad) o nacionalismo chauvinistas, que fue aprovechado en el terreno político por el populismo, que en el mayor de los casos encubre la diversidad del nosotros, por la masa sin conciencia objeto de manipulación. Diría Ernesto Laclau que esto se manifiesta en la “adoración de un caudillo”. Entonces la respuesta a la pregunta por el nosotros ha de encontrarse en la diversidad, en la arena política seria a la diversidad de opciones, no la de un único führer (en castellano líder).

La desorientación del nosotros, por especulaciones metafísicas y seudo concretizaciones, desvía el verdadero valor del nosotros, de afirmación del sujeto (en plural) en la plena realización del nosotros, es decir el pueblo.

Abdiel Rodríguez Reyes
http://filosofiaysociedadpanama.blogspot.com/

Nota de Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J):
Pocos autores y pensadores osan aventurarse en el campo del sujeto Nosotros, lo que es uno de los resultados del contexto en que vivimos, donde el individualismo acentuado refuerza cada vez más la fragmentación del ser. Los seres humanos, como parte del conjunto armonioso de los seres vivos y por ende del mundo natural, siempre hemos vivido en comunidad, que es la forma-puente de interconexión de lo humano con el resto del mundo natural. Luego, la agricultura, donde cada golpe de azadón es una herida a la madre tierra, la propiedad, el patriarcado y el poder, terminan por desnaturalizarnos completamente y, con ello, deshumanizándonos, ya que nos han transformado en un espejo roto donde cada fragmento refleja trozos de realidad y de allí la necesidad de preguntarle siempre si soy el más bonito para salir a matar a quienes nos hacen competencia. No sólo somos pedazos del ser, sino que además el poder y la ideología nos hacen creer que somos ser, que cada uno de nosotros (ay!, digo nosotros, duele) es como un ente plenamente autónomo de los demás, para lo cual aniquilan la espiritualidad y crean seres imaginarios con forma humana que llaman “espíritus” y para mejor efecto les otorgan categoría de superiores, para argumentar la jerarquía y autoritarismo del poder.

Este texto de Abdiel, de las nuevas generaciones de pensadores que vienen surgiendo por todas partes del continente ante la crisis de las instituciones y de la ideología, así como ante el surgimiento protagonista de las formas de vida comunitaria del Buen Vivir, él en Panamá, permite a los interesados tomarlo como punto de partida para mayores indagaciones filosóficas, desde las cuales puede ahondarse en campos específicos como la antropología, la sociología (que es la ciencia anti común, o antcomun-ista por excelencia, dado que estudia como se articulan y funcionan las partes del sujeto fragmentado, con lo que las ontologiza, o sea, les concede cualidad de ente, de ser, lo que es una aberración que poco importa al positivismo como arma teórica del capital, privado o estatal-socialista), el derecho, la historia y, de enorme y trascendental importancia, desde la sicología, espacio donde se expresan internamente las formas relacionales y comportamentales (conductuales) de estos fragmentos que somos.

Es claro que la ideología usa la fragmentación de los saberes para reforzar en cada ángulo la creencia, el mito, de que somos ser y no fragmentos, por eso en la formación académica se prioriza por las metodologías positivistas, también por las de Marx hasta 1872, donde cambia sus principales postulados por efectos de la experiencia de la Comuna de París y luego dedica tiempos al estudio de las comunas campesinas rusas. De allí que la sicología en última instancia sea la reserva estratégica del sistema en términos de comprensión y acción de los procesos de reconstrucción del ser común, de allí que para evitar el común, se comenzó a utilizar el concepto de sicología comunitaria, que busca orientar la búsqueda del nosotros, el común sicológico, apenas en las relaciones afectivas y redes de influencias hacia el ser, que contnúa siendo unidimensional y omnipoderoso. o sea, la sicología comunitaria se ha transformado en un estudio de contexto donde se estudia e investigan los procesos internos a los cuales se harán tratamientos integristas al estilo postivista-sociológico.

Así el estudio tecnocrático de la sicología evita que la sensibilidad y desprendimiento del estudiante o prefesional pueda percibir la existencia o posibilidad de una sicología del común, del sujeto nosotros, lo mismo que ocurre en todas las profesiones. Conozco en un país donde he estado y que no voy a nombrar, tal vez el país de nunca jamás, una pareja donde ella hablaba y hablaba de la sicología comunitaria, pero en todos los casos, aún los personales y por fuera del área profesional, sólo trata de mostrar su yo y “reconocer” el Yo de los demás, lo que queda muy bien, mucho mejor que quienes niegan al otro, pero es un potente reforzador de las individualidades, de los Yo, por lo tanto un potente freno a las exploraciones del Nosotros o el yosotros en última instancia, lo que no existe, pero sirve para indicar una transición. Al mismo tiempo tenía una amiga que buscaba, leía y preguntaba sobre la psique del nosotros, pues identificaba y sentía plenamente el sujeto común, de vida en común, a lo cual una profesora le había dicho que “eso es filosofía”, tratando de hacerla regresar al redil, lo que nunca consiguió. Pero esa no es la historia, sino la del marido de la primera, que tenía un pie en las ideas y prácticas de su mujer y el otro pie en las ideas y prácticas de la amiga, con lo que obviamente no coneguía el despliegue de su potencia investigativa y práctica. Este ejemplo sirve para ver el contexto personal, profesional y social de quienes queremos profundizar el estudio y la praxis liberadora de todas las éreas del saber.

Por el lado de la epistemología tenemos que el acto epistemológico es un acto de sujeto, por lo que al conocer,a su vez se modela como tal, de esa manera el proceso de construcción de saber en conjunto, permite un acto epistemológico compartido, lo que a su vez es modelador del sujeto común, en especial si entendemos que no existe sujeto y objeto, salvo en el análisis del acto epistemológico tendiente a reforzar el rol de “sujeto” separándolo del objeto, con lo que se consigue ideológicamente reforzar el Yo. y así en todas las áreas, aún en la ingeniería y la biología marina, encontramos modos de aproximarnos a la teoría y práctica del sujeto nosotros.

En Chile hay un profesor de psicología comunitaria, que fue director de una facultad y que ha creado grupos de seguidores izquierdistas que trabajan mucho en comunidad, entendiendo por ese concepto el lugar social donde hay mucha gente que vive en cercanía, pero que no tiene nada en común, salvo categorías sociológicas como pobres o indigentes y la racionalidad de la ideología, o sea, viven separados y se juntan sólo a veces mediante la identidad ideológica o la “lucha” contra el estado que permite acumular fuerzas para disputar el poder, de allí que el partido y la vanguardia, aunque rechacen el concepto, son la tónica para el cambio, pero cuidando de no “caer” en el sujeto común y, más aún, molestándose mucho cuando escuchan la idea o nos ven trabajando en barrios estimulando la automonía comunitaria.

Este texto de Abdiel está llamado a ser un fuerte estímulo continental al estudio y la práctica del sujeto comunitario.