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Duros enfrentamientos se registraron hoy entre la policía italiana y manifestantes que trataron de forzar los dispositivos de seguridad en torno a los jefes de Estado y de gobierno reunidos en el Palazzo dei Congressi en el barrio de Eur, Roma.
Con bastonazos y gases lacrimógenos los policías trataron de dispersar a los manifestantes que se defendían arrojando botellas y maderas. Hubo varios arrestos.
Tras la intervención policial numerosos jóvenes sangraban copiosamente de las cabezas mientras dos manifestantes fueron llevados en ambulancia al hospital más cercano.
La protesta en la zona del Eur, donde se halla el Palacio de los Congresos, que hospeda la conferencia de la Unión Europea, es convocada por Refundación Comunista y los No Global.
Pero hoy también tuvieron lugar otras dos manifestaciones en Roma. Una organizada por la Confederación europea de los sindicatos (Ces) y otra por las tres principales confederaciones sindicales italianas Cgil, Cisl y Uil, se realiza hoy en Roma en el marco de la cumbre europea.
Los sindicatos europeos marcharon por el centro de Roma y se reunieron en la Piazza del Popolo para protestar en nombre de la Europa Social. Los disturbios fueron serios cuando grupos extremistas se separaron de las manifestaciones pacíficas de los “new globals” contra la reunión europea y por la “Europa de los Derechos”. Miles de policías y manifestantes se trenzaron en dramáticos cuerpo a cuerpo, intercambiando garrotazos y puñetazos.
Al final hubo ocho heridos y dos docenas de arrestados. Los organizadores dijeron que los manifestantes eran 70 mil y el Ministerio del Interior afirmó que no pasaban de 6 mil.
La cifra, según fuentes sindicales, seguramente será más alta, pues se sumara a la protesta el rechazo a la propuesta del gobierno de reforma del sistema previsional.
Está en marcha la Conferencia Intergubernamental Europea que debe concluir con la firma de una nueva Constitución de la Unión de 25 países, pero los líderes no logran solucionar sus diferencias, en un día en el que hubo marchas de protesta y serios disturbios por parte de grupos antiglobalización.
Los 28 jefes de Estado y de gobierno reunidos en el Palacio de los Congresos del Eur representaban a los 15 miembros de la UE, más las 10 naciones que ingresarán en 2004 y 3 aspirantes al ingreso: Bulgaria, Rumania y Turquía. Los países grandes (Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia), apoyan el borrador de la Convención aprobada bajo la dirección del ex presidente francés Giscard d’Estaing.
España y Polonia defendieron la línea dura contra el nuevo sistema de votación que exige la aprobación por la mayoría de los 25 países, pero que representen los tres quintos de la población, que será de 450 millones de personas. España y Polonia defienden el voto que actualmente les asigna sólo dos votos menos que a los países más grandes.
Austria, Finlandia y otros países pequeños rechazaron la reforma que cambia la representación de los “ministros” por la que las naciones pequeñas no estarán representadas en la Comisión Ejecutiva de la UE.
