Crónicas Carcelarias IV
Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Vino mi madre a visitarme. Tiene 88 años y vive con mi hermana y mi sobrino en Viña del Mar, a una hora de Santiago. Estaba emocionada y muy lúcida, tanto que se dio el lujo de contar chistes. Los domingos pueden venir la pareja y los niños menores de 12 años y se les recibe en las celdas, de modo que ese día se pueden ver niños corriendo, lo que hace una verdadera fiesta. Cada 15 días se pueden recibir 7 personas por preso, un día de semana por piso y me ha tocado los martes que es cuando vienen mis amigos que me traen café, jugo en polvo, galletas y otras cosas, entre las cuales no faltan los cigarrillos. Las semanas alternadas son las visitas conyugales, para lo cual se habilitan otras celdas y allí pasan el día los presos con sus compañeras.
Rafael Escorza, del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, ha conseguido después de 11 años que se le otorgue salida dominical durante 4 domingos y luego pasará a ser los fines de semana. Lo mismo Jaime, un preso del otro pabellón.
Esteban Burgos debería haber recibido beneficio similar, pero se le ha negado, por lo que comenzó una huelga de hambre y seca en que bajó 8 kilos en 5 días y sufrió dolores de riñones y de piernas, pues le venían calambres ante la falta de agua. Los otros presos llegaban a cada momento a su celda a acompañarlo y ver si necesitaba alguna cosa. Diariamente se le hacía chequeo médico para ver la evolución y cuando querían hidratarlo se negaba. Dijo que si no había una salida seguiría hasta el final, mas el quinto día su abogado elaboró un recurso para luchar por el beneficio y levantó la huelga participando animadamente en una cena colectiva que por primera vez me permitió ver a los 14 de mi pabellón juntos. Fue bonito y llegaron a cantar unas tres canciones. La firmeza de los presos es para estimular a cualquiera y no sorprende ver que vienen estudiantes universitarios y gente de barrios a visitarles y admirar su fuerza.
Me llevaron al gabinete de identificación del sistema penal y me tomaron las huellas dactilares y datos personales a solicitud de la Corte de Apelaciones de Santiago que aún está estudiando el expediente entregado por la fiscalía militar y mi abogado ha presentado un nuevo recurso para obtener la libertad bajo fianza pidiendo que se me haga un examen de salud y se acepte mi calificación profesional como indicadores de que efectivamente mi intención es dedicarme a la docencia en mi instituto y universidades.
Fernando es un preso del otro pabellón muy interesado en ampliar las formas de interpretación del mundo y de las personas, con quien hemos sostenido profundas elucubraciones sobre filosofía y en especial sobre epistemología. Había estudiado dos o tres años de química, pero hoy está siguiendo las disciplinas para sociología. Su interés por la química nos ha llevado a realizar análisis sobre la aplicabilidad a esa ciencia de la teoría del caos y nos hemos elaborado una bibliografía mínima para estudiar.
En general no falta un libro para leer, una película para mirar o un tema para conversar, por lo que tengo como aprovechar el tiempo.
Lo he considerado una puerta de entrada para mi readaptación a las nuevas circunstancias, hechos y opiniones de Chile, tanto en lo político como en lo cultural, académico, etc.
Algunas de mis conclusiones muestran que hay un gran miedo aún en la población con relación a la represión y “meterse en cosas”, siendo la juventud la más dispuesta. Por ejemplo hace unos días atrás se realizó un festival punk que reunió a unas 6 mil personas, lo que me ha parecido notable, sólo que por alguna razón acabó en trifulca con serios destrozos, lo que llevó al alcalde de esa comuna santiaguina a prohibir la realización de actividades en el cementerio después del 11 de septiembre en recuerdo a los asesinados por la dictadura, donde se ha tratado de cerrar las puertas para evitar “desmanes” donde sectores juveniles que premunidos de pasamontañas, molotov y piedras se enfrentan por horas a la policía mientras explosivos destrozaban el frontis de bancos y otras entidades a tiempo que eran voladas conducciones eléctricas dejando sin energía a parte importante del norte del país. La campaña que se desató por parte de los diarios fue intensa mientras el gobierno descartaba la reorganización de los grupos rebeldes orientando la búsqueda hacia las formas de autonomía que están surgiendo en barrios populares.
En las universidades es muy reducida la actividad autónoma por el peso de los partidos tradicionales que insisten en valorizar las viejas formas de los centros de estudiantes con fuertes pugnas ideológicas. Los grupos más institucionalizados de la izquierda como el Partido Comunista y la Surda así como los de la ex-izquierda, como el Partido Socialista, controlan los principales centros estudiantiles mientras diversos grupos nuevos intentan llevar adelante prácticas asamblearias que ya comienzan a afirmarse en varias universidades del país aunque todavía de forma minoritaria.
El descrédito de los partidos de izquierda, que reúnen bajísimos porcentajes de votos, ha llevado a la búsqueda de modalidades nuevas de agrupamiento y actividades en barrios populares, aunque no faltan las vanguardias que tratan de instrumentalizar dichas actividades justificando así las patrañas que ha levantado la prensa de que de las autonomías viene el “resurgimiento del terrorismo”.
Mi opción de distanciarme de toda esa actividad vanguardista para poder desarrollar una actividad de reflexión y divulgación sobre una nueva democracia ha chocado con algunas concepciones que conservan algunos de los presos aunque muchos se encuentran en franco proceso de debate sobre el asunto. Y un compa me ha dicho que piensa que la llamada “tensión” que ha visto una profesora sería un cierto defensismo de algunos ante unas provocaciones que he lanzado para profundizar el sitio donde estamos parado lo que obviamente habría hecho reaccionar a los que piensan que ya está claro donde estamos y por donde transitar, cuestión que a mi entender no será más que la base de nuevos paradigmas o modelos de actuación que se argumentan y argumentarán en el seno de los procesos de reconstrucción de un ser social que aún está dando sus primeros tanteos y balbuceos para autoorganizarse y aprender a asumir el mundo con sus cuerpos entrelazados. Mi insistencia en que no hay caminos, sino que se hacen andando siembra la preocupación de andar a ciegas, lo que no es más que desconocer la capacidad de visión propia del sujeto social concreto de cada localidad y que vale más la pena pensar en como ese sujeto se autoorganiza que en los contenidos que va a tener dicho proceso.
He ahí un punto de inflexión y de ruptura con los moldes o recetas de “hacer la revolución”. La experiencia de las asambleas argentinas y de los MTDs muestra que el tema está lejos de tener “claridad”, ya que intercambios y discusiones de las propias prácticas demuestra el fracaso de las concepciones apriorísticas. Por ejemplo, algunos piensan que el desmembramiento de la Aníbal Verón es un fenómeno negativo, pero sólo lo puede ser para quien los quiera ver a todos juntos bajo un mismo manto, por lo que en vez de ser un hecho regresivo, puede ser de avance. Eso lo dirá la experiencia vivida y auto-conocida. Lo mismo se puede decir de las pugnas entre proyectos concebidos a priori y búsquedas de construcción que se da en varias asambleas. En Bolivia parecía negativa la diferencia entre los cocaleros, los aymarás, los trabajadores de Cochabamba, la COB, en fin, los diferentes referentes o agrupamientos y localidades. La izquierda tradicional dice que falta un referente unificado lo que sería un retroceso muy grave, pues limitaría grandemente las diversas iniciativas que han permitido el repunte actual de la movilización social que partió de la consigna del gas para los bolivianos y ha llegado al punto de que Felipe Quispe plantee la autonomización de la región de predominancia aymará.
En México la idea no es sumarse al zapatismo, como lo demuestra la actividad por ejemplo de los magonistas u otros grupos que entienden la autonomía de otras formas.
Por eso me esfuerzo en que las ideas de contenido no sean las predominante sino que esos contenidos deben ser elaborados por los diferentes sujetos de una nueva democracia, pues sin ello no sería más que una disputa del rebaño por parte de los iluminados, de allí la importancia de trabajar a nivel conceptual las formas democráticas, los reencuentros, pues es de allí que están saliendo prácticas muy superiores a todas las teorías anteriores y el estudio de esas experiencias nos dará ideas de cómo entender la posibilidad de hacerlo también donde estamos parados, sin asustarse de lo que puede salir de allí, pues de otro modo estaremos entendiendo la autonomía como una simple cuestión instrumental y la democracia como una cuestión formal.
Es por eso que he optado por desarrollar al salir de aquí una actividad pedagógica y divulgativa sobre los principios y valores esenciales de una nueva democracia y es claro que eso me ha significado un nivel de conflictividad muy grande con gente que tiene otras aspiraciones.
Mi afán por explicar esto me ha llevado a generar distancias con algunas personas y una práctica de hablar más de la cuenta, lo que me ha dificultado la explicación y aún la relación pues sin pretenderlo no he permitido un diálogo que generase condiciones para avanzar, lo que en otros temas ha llevado a que compas me señalen mi falta de diálogo de lo que saco como conclusión que me falta adaptarme a la construcción concreta, ya que en las universidades no parecía necesario y en los barrios de otros países no he compartido lo suficiente como para haber llegado a un punto intermedio.
Así mi opción aparece más clara para mí y para los que se comunican de alguna forma conmigo, si he escogido el campo de la docencia, la investigación y la teoría, allí me voy a quedar, tanto para no mezclar las cosas como para que otros no piensen que las estoy mezclando. Y como sería imposible para mí vincularme a un barrio en concreto, ya que generaría sospechas de que ando en otras cosas, el camino escogido me resulta el más apropiado.
Y es claro que eso no se lo recomiendo a nadie. Es mi camino y espero que cada uno sepa encontrar el suyo.
Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Cárcel de Alta Seguridad, Santiago de Chile.