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Cherán, el experimento social y político que dio resultados
Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 12 de julio de 2015, p. 12
Cherán, Mich.
“Aquí están completamente seguros, se les garantiza su integridad física”, dice a los visitantes, a manera de bienvenida, José Trinidad Ramírez Tapia, miembro del Consejo Mayor de Gobierno de este municipio libre y autónomo, que en vista del éxito obtenido, recomienda la cheranización de México.
Ante la crisis de los partidos, las candidaturas independientes, la desconfianza hacia la clase política, la endémica corrupción, la crisis económica y la permanente inseguridad a consecuencia de la connivencia de autoridades y crimen organizado, la experiencia de “autodeterminación” de este pueblo ha dado magníficos resultados en los pasados tres años y medio.
Así lo asegura el Consejo Mayor de Cherán, compuesto por 12 miembros elegidos democráticamente por la comunidad sin partidos políticos, campañas ni mucho menos, fraude electoral.
Caminar por las calles de este pueblo ubicado en la meseta purépecha es adentrarse en un nuevo mundo de restauración social mediante un auténtico proceso democrático, donde ya no tienen lugar las fuerzas armadas, las instituciones del gobierno federal, los partidos políticos o el crimen organizado.
Asistir a una sesión del Consejo Mayor es presenciar una cátedra de democracia: “Aquí, todo aquel que no esté cumpliendo con la encomienda que le dio el pueblo, se le aplicará la revocación de mandato”, dice de entrada el consejero José Trinidad Niniz Pahuamba.
Este fue el único municipio de Michoacán donde no hubo elecciones, debido a que los habitantes las rechazaron: “Somos parte del pueblo y acatamos la decisión colectiva. Y el pueblo es el que dice que no, porque esa ‘democracia’ no nos trae cosas buenas, no funciona. Ese tipo de ‘democracia’ no se ve, es mentira, porque se elige nada más al que el partido o gobierno dice”.
En la mesa están sentados los miembros del órgano de gobierno y explican su particular método democrático basado en usos y costumbres. El pueblo se divide en cuatro barrios donde hay 189 fogatas o puntos de reunión, vigilancia y convivencia que son las encargadas de llevar las propuestas a los comuneros. Luego hay una convocatoria interna de candidatos al consejo que deben llenar de manera obligada ciertos requisitos: “ser mayor de edad, conocer la cultura purépecha, tener buena reputación, ser solidario, participativo en las faenas, ocupar cargos en fiestas tradicionales y nunca haber participado en un acto de corrupción”.
Posteriormente, se convoca una asamblea de barrios donde hay voto directo y presencial. Los ciudadanos se paran detrás de cada candidato, forman una fila y de esa forma no hay urnas y las votaciones son a la vista de todos.
“Eso es lo bonito, es la parte más democrática de nuestro sistema”, dice Niniz Pahuamba y añade: “Aquí el zapatero, el campesino, el bolero, el abogado, el maestro… todos pueden ocupar un cargo. Y en la elección de partidos políticos nada más los que tienen sus amistades, sus compadres o tienen dinero para comprar votos. Aquí no. Y es lo más económico. No invertimos dinero. No hay campañas. Y eso sí, pobre de aquel que ande haciendo proselitismo, porque se le exige su renuncia”.
El pueblo acaba de elegir a su próximo Consejo Mayor de gobierno comunal sin la intervención del INE (Instituto Nacional Electoral) y los 12 consejeros gobernarán a partir del primero de septiembre hasta 2018.
Verdadera democracia
Fue el 11 de abril de 2011 cuando este pueblo purépecha dijo “basta” a los talamontes y la corrupción de las autoridades municipales y de seguridad. Aquel día sonaron las campanas de la iglesia llamando a la acción del pueblo y primero detuvieron a los presuntos delincuentes que llevaban la madera robada de sus bosques, luego desconocieron a la autoridad municipal, estatal y federal y después se organizaron en barricadas para blindar el lugar.
Los majestuosos bosques están dominados por los cerros Tecolote, San Marcos, La Virgen y Pilón, un territorio disputado y saqueado durante años por el crimen organizado en connivencia con las autoridades.
Ahora las cosas han cambiado. Para entrar a este pueblo de 18 mil habitantes se necesita un permiso. Las barricadas a la llegada anuncian que se ingresa a un territorio libre y autónomo: “Nos levantamos en armas aquel 11 de abril para salvaguardar la integridad de los comuneros y de la misma naturaleza de los bosques. Ese día inició la lucha”, dice Niniz Pahuamba mientras camina y sonríe satisfecho.
La gota que derramó el vaso fueron los 18 hombres asesinados y los cinco purépechas que permanecen desaparecidos, casos judiciales que siguen en la impunidad: “Los familiares piden a gritos respuestas. Pero el gobierno no nos da respuesta, hemos tocado puertas, pero el asunto se va quedando. Todo fue por la defensa de nuestros bosques. Todo aquel comunero que se levantaba a defender el bosque era desaparecido o asesinado. Esa era la intimidación que nos metían.
“Pero ahora ya tenemos esa paz, los vecinos nos están respetando nuestro territorio, hemos tenido pláticas con los grupos de las comunidades vecinas para que nos respeten. Y ya no nos están talando los bosques.”
–¿Cuáles son ahora los problemas que enfrentan?
–El empleo. Pero vamos a crear empleo comunal con el vivero. Tenemos un millón 600 mil plantas para la reforestación.
–¿Por qué cree que Cherán se ha convertido en un ejemplo de autogobierno?
–Se habla ya de la cheranización de México, y creo que es conveniente, porque de esa manera los pueblos se autogobiernan. Para nosotros es un compromiso porque tenemos que demostrarles con hechos lo que estamos haciendo. Cheranizar a México es una responsabilidad. Aquí llegaron los partidos políticos y nos empezaron a quitar nuestra organización y nos partieron. Hoy decimos a los pueblos: resuelvan a través del diálogo y el respeto. Lo que se necesita es que no intervenga el gobierno porque ellos quieren dividir. ¡Háganlo ustedes!
–¿Por qué es conveniente?
–El pueblo ha entendido que si se cheraniza México, es por todos los problemas que se viven en el país: la inseguridad, la política y la corrupción, principalmente.
–¿Usted recomienda este modelo de gobierno?
–Claro, de acuerdo con nuestra experiencia, de estos tres años y meses, hemos visto que se puede trabajar en equipo, que se puede consultar a los ciudadanos, a los barrios y comuneros sobre las obras que quieren y hacia donde queremos caminar. Aquí tratamos de abatir la corrupción. Entendemos que no lo vamos a lograr de la noche a la mañana, porque traemos ya una cultura, pero poco a poco esa cultura de corrupción y de agarrar lo ajeno se va a ir quitando. La corrupción la vinieron a implantar.
–¿Quién?
–Los partidos políticos, los empresarios, el gobierno mismo.
–¿Este modelo de gobierno es el futuro?
–Sí, es el futuro. Este experimiento ya dio resultados y hemos mostrado que tiene éxito. No lo tenemos a 100 por ciento, pero vemos los cambios para el pueblo. En esta estructura todos participan, todos son incluidos, salvo aquellos que ven por sus intereses personales y de grupo. Esos no caben aquí… Estamos descansando del crimen organizado, de la inseguridad y la violencia, con la vigilancia de nuestras barricadas, nuestra ronda comunitaria que cuida el interior y el exterior, y en especial los guardabosques que cuidan todo el territorio”.
Paz conquistada
Hace un años, en una decisión inédita, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio la razón a este municipio purépecha para la elección de sus autoridades: “Cherán es el ejemplo de la injusticia en México y nosotros no tenemos compromisos más que con nuestro pueblo”, dice el consejero Ramírez Tapia.
Y recuerda que recurrieron a su historia y su cultura para crear esta nueva estructura de gobierno: “Sabíamos que a pesar de que nuestros antepasados no tenían grados académicos, tenían organización. Cualquier partido cae en los mismos vicios. Y los gobiernos verticales van a decidir desde arriba sin escuchar al pueblo, sin tomar en cuenta si nos beneficia o nos perjudica. Y nosotros aquí tratamos de hacer las cosas por consenso. Sentimos que el aspecto básico en una democracia es preguntar para decidir”.