Venezuela: ¿Se justifican los saqueos?

La población venezolana se encuentra entre dos fuegos, como en todo país donde existen partidos y lucha por el poder. La administración de estados y gobiernos se ha transformado en todas partes en una pugna de dirigentes que arrastran gente de un lado para el otro



Venezuela: ¿Se justifican los saqueos?

Por Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)

La población venezolana se encuentra entre dos fuegos, como en todo país donde existen partidos y lucha por el poder. La administración de estados y gobiernos se ha transformado en todas partes en una pugna de dirigentes que arrastran gente de un lado para el otro haciendo creer que se trata de derechos como la democracia, la justicia, los derechos humanos, en fin, pretextos no faltan y cada uno, izquierda, centro y derecha, esgrime sus argumentos para atraer agua a su molino. Cada uno intenta sacar provecho a la crisis para sus intereses. Ya no hay lucha ideológica, sino de quien lleva a quien tras de si. Las derechas atacando a la izquierda y las izquierdas atacando a la derecha.

Venezuela expresa una de las puntas del témpano, la que se ve, en tanto abajo está la mayor parte, la que no se ve y que permite las demagogias para sacar ventaja de las situaciones. Un fascista mata dos jóvenes en la plaza Victoria en Chile y un partido aprovecha de sacar todas sus banderas cargadas en camión para distribuir a los asistentes. En los saqueos de Venezuela la derecha saca armas para echar gasolina al fuego. En Chile un partido de gobierno decide cuando salir a protestar entre los mineros por motivos que llevan años, pero la oportunidad del cónclave de la Nueva Mayoría amerita sacar al ganado a la calle y el muerto sirve para agitar las aguas. Un muerto de la clase, gritan, pero clase una ova, ya que esa ha sido maniobra de los dirigentes. Que vengan con cuentos. En Valparaíso se juntan grupos de jóvenes organizados para ser vanguardias y sacan a los damnificados a marchar por los subsidios engañándolos con que será marcha pacífica, lo que indignó a los vecinos cuando eran visibles aquellos “luchadores” que chocaban con la policía, y se comentaba: “para eso nos sacaron”. Las reivindicaciones sirven para dos cosas, para protestar y cuestionar por un lado, y para intentar expandir la indignación e ir sumando “fuerzas” para la disputa del poder.

Los vecinos organizados con autonomía no interesan, sólo siven aquellos que pueden ser sacados a la batalla. Qué ética tiene eso? Qué respeto tiene eso? Lo mismo sucede con la población venezolana angustiada por el fracaso económico del socialismo del sXXI. Las poblaciones más enriquecidas y acomodadas en Chile salen a cacerolear contra la delincuencia, sin importarles un ajo las causas de tanta insatisfacción, aduciendo que se trata de tumbar un gobierno y poner otro. No critican el gobierno, sino a ese gobierno, para poner el suyo, pues no hay que dudar que la oposición es la que más alimenta y aplaude los problemas económicos y de todo tipo sin importarle el cuerpo y los problemas de la gente, pura demagogia. Ni la derecha ni el centro ni la izquierda lo hacen mejor, en tanto los grupos rebeldes y partidos extraparlamentarios convocan encuentros de “los que luchan”, cuando todos tenemos claros que los que luchan son ellos y no la población, ellos intentan atraer sectores de la población a sus filas, como en Venezuela, en fin que en todas partes los buenos están en un lado y los malos en el otro y la gente es la carne de cañón. Quienes van a defender al gobierno venezolano? Obviamente los izquierdistas, como hicieron con Lula y el PT, y ahora todos arrancan como ratas. Ninguno administra el estado para la población, sino para los intereses del capital y el propio. He ahí la madre del cordero.

Hasta cuándo vamos a seguir con ese baile? Mientras tanto uno de los argumentos para hacernos morder el anzuelo es la destrucción del planeta y de la vida, en que hoy día todos son ecologistas, incluyendo al rey de una iglesia, el zar de los católicos, el pope, que vino con sus collares de vidrio y espejitos a recolonizar el continente pidiendo “diálogo” entre gobiernos y movimientos y comunidades masacradas por los propios gobernantes, o sea, pide sumisión y sometimiento. No hagan nada, respeten los gobiernos, no hagan su autonomía, por favor, ya que así se desmembra el sacrosanto estado.

La respuesta está en la propia población, que en todas partes se organiza en sus formas de vida compartida, lo que recrudece la acción de los partidos por evitar el desbande del ganado. Ya no se trata hoy día solamente de los zapatistas, que todos intentaron aislar para evitar el ejemplo, en especial los partidos, que se pasan en eso. Pero ya la autonomía comunitaria se ha extendido por todos los estados mexicanos y más allá, por todas partes levantan cabeza los de abajo defendiendo sus pequeños espacios de vida, como los nasa y emberá de Colombia, los kurdos de Siria y Turquía, los indígenas y movimientos sociales en ecuador convocando a un nuevo levantamiento contra el farsdante Correa del socialismo del s.XXI, contra Evo Morales, el “defenser de la madre tierra” que ha tenido que enfrentar esta vez el levantamiento de potosí, en fin, hay que abrir los ojos y dejar de leer las noticias de la prensa oficial , de los partidos y de las corrientes ideológicas, que sólo informan lo que les conviene para configurar una falsa realidad a la cual atraer conejos a la trampa.

El sujeto común se está avispando poco a poco, paso a paso y en Chile muchos nos estamos intercambiando para hacer nuevos caminos que se distancien de la política partidaria para afirmarnos en el mundo de la vida, las huertas, los espacios comunitarios, las ferias del trueque, etc, para dar forma paso a paso a una nueva manera civilizatoria que provenga de la gente, de los vecinos, y no más de aquellos que nos utilizan para sus intereses. Estamos por la autonomía comunitaria, por el buen vivir, compartir y convivir. Es falso que nos atacan las instituciones, sino que se tratra de la guerra entre quienes administrar la cosa pública, de modo que será necesario arrebatarles el pastel a todos ellos, aprendiendo a vivir en común entre vecinos y a producir nuestros propios alimentos y medicinas, nuestra propia educación y energía alternativa, para sacarnos de encima todo aquello que aprovechan y utilizan los partidarios del poder para convencernos de que sólo de la admintración pública estatal podrán venir beneficios, ya que está probado en todos los gobiernos que los principales “beneficiados” son ellos mismos, los de arriba. Hay que quitarles el pastel y vaciar las instituciones para hacer otras en cada barrio, donde la confluencia de vecinos se constituya en sujetos de cambios reales. Incentivamos a vecinos de todas las comunas a que definan entre ellos un candidato a concejal, uno solo por comuna, para que demostremos que desde abajo podemos subordinar sus aparatos locales a la dirección emanada de la población, ya que los representantes que escogemos se pasan el mandato por el aro, vamos a meternos en su circo electoral sin pedir el voto sino organizando en cada barrio maneras de convivir y compartir para hacer una sociedad más amable, más pedagógica y no más nidos de insatisfechos que salen a buscar las monedas golpeando a quien encuentran por delante o vendiendo drogas duras o alquilando el cuerpo. La sociedad del sálvese quien pueda la tenemos que transformar en la comunidad vecinal en cada barrio promoviendo la cooperación y el apoyo mutuo basados en sentimientos de amor y no más de odio y miedo.
Invitamos a intercambiar ideas al respecto en vecindep@gmail.com

Abrazos

Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)

profesor_j@yahoo.com
unlibre@gmail.com
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