Confederalismo kurdo, una interesantísima experiencia comunitaria a la que combaten con guerra
06 Jueves ago 2015
https://kutxikotxokotxikitxutik.wordpress.com/2015/08/06/confederalismo-kurdo-una-interesantisima-experiencia-comunitaria-con-aciertos-y-errores-como-toda-en-plen-como-a-guerra/
Al ver el título de este post, probablemente más de una esté pensando que a quien esto escribe se le está yendo demasiado la pinza y que, llevada por una alocada “adoración” por todo aquello que parezca desprender “aroma comunal o comunitario”, está rompiendo todos los límites aceptables en lo que es intentar recoger experiencias comunitarias de las que aprender para impulsar el desarrollo de la comunidad vecinal del Casco Viejo.
Otras personas, igual con más hábito de consulta de determinados “foros radicales” piensen, por el contrario, que en KTT nos estamos dejando llevar también por lo que ultimamente parece una “fiebre revolucionaria” por ensalzar sin matices ni crítica ninguna la experiencia de las comunidades kurdas, como a nuestro entender ocurre con algunas declaraciones
De lo que no cabe duda es de que, desgraciadamente, las agresiones turcas y del Estado Islámico (ISIS) a la población kurda y los frentes de guerra que asolan a las comunidades kurdas, hacen todavía más llamativo y alucinante su perseverancia en la apuesta por el confederalismo comunal. El gobierno turco está aprovechando aquello de que “ya que el Pisuerga pasa por Valladolid”, para en medio de la situación conflictiva intentar acabar con la experiencia confederativa que le interpela y cuestiona. Y ello es algo que queremos subrayar y apoyar desde nuestro pequeño txoko, aunque haya quienes desde un mayor conocimiento lo denuncien públicamente, como en este artículo Estrategias y mentiras contra el puelbo kurdo.
Lejos de nuestras intención caer en ninguna de esas dos posturas (aunque no estemos a salvo de ellas o de otras parecidas), pero creemos que si acercamos la lupa un poco al fondo de la cuestión práctica y teórica de lo que está siendo la experiencia de las comunidades kurdas (dejando bastante al margen -sin intentar rehuir la cuestión, pero sin abordar su análisis por no tener relación directa con la temática de este blog- las causas y devenires de la actual guerra en la zona), apreciaremos rápidamente cuán interesante puede ser. Eso, sin olvidar de que hablamos de una experiencia geográficamente mucho más cercana que las que a nivel internacional solemos abordar en KTT(principalmente de América Latina) y con una cultura también distinta… aunque, como vamos a ver, mucho recuerda ya no sólo a formas de funcionar de las comunidades indígenas latinoamericanas ¡sino incluso de las vecindades vitorianas de hace 6 siglos como se puede ver en el ejemplo de la organización de dos localidades que nos detalla el Comité de Solidaridad con Rojava en Rebelión con la que empezamos la aproximación al asunto:
La Ciudad de Amed – Norte de Kurdistán
Amed, una de las ciudades más grandes de la región y que por las estimaciones oficiales tiene más de 1,5 millones de habitantes, es parte del DTK. Al igual que en otras ciudades de Kurdistán, Amed se compone de concejos y asambleas en todos los niveles. Esto incluye los consejos de calle, juntas de vecinos, 13 consejos de distrito, y un ayuntamiento. El consejo de la ciudad se compone de 500 personas, que incluye el alcalde, funcionarios electos, delegados de organizaciones de mujeres y de jóvenes, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos y otros.
El consejo de la ciudad se organiza en torno a cinco áreas: sociales, políticas, ideológicas, económicas y ecológicas. Dentro de estas cinco áreas comités se forman, que todos tenemos el ya mencionado 40% de cuota de género. El área de política tiene un Comité Coordinador, que incluye consejos de mujeres (no son estrictamente los consejos de las mujeres, que son auto-organizados, y los consejos mixtos de género) consejos juveniles, partidos políticos, entre otros. El área económica se centra en la formación de cooperativas. El área social se concentra en cosas como la educación y la salud
Respecto de los asuntos jurídicos, los comités manejan los conflictos y controversias. Su objetivo es participar en la resolución de conflictos a fin de que las partes pueden llegar a un consenso. Esto se aplica a cuestiones que atraviesan toda una gama de problemas. En otras zonas del norte de Kurdistán, como Gewer, comisiones legales no se integran solo con abogados, sino también con activistas feministas y políticos
La Ciudad de Heseke – Kurdistán occidental
Heseke, en Rojava posee un diseño institucional similar a Amed. Como en Amed el DTK tiene una cuota de género del 40%. Su ayuntamiento está compuesto por 101 personas, así como cinco representantes de otras cinco organizaciones, incluyendo el PYD y la Juventud Revolucionaria. También hay un consejo de coordinación, que se compone de 21 personas.
Heseke cuenta con 16 consejos de distrito
Los consejos distritales tienen entre 15 a 30 personas, que se reúnen cada dos meses. Entre 10-30 comunas comprenden un distrito determinado, con 20 municipios que se componen aproximadamente de unas 1.000 personas. Esto significa que por lo menos hay 1 delegado por cada 100 personas en un distrito, que es una representación mucho más directa que muchas otras estructuras institucionales de todo el mundo. Hay que tener presente también la frecuencia de convocatoria de asambleas de los pueblos, un fenómeno que también se extiende a través del Kurdistán y sirve como la base para la Autonomía Democrática; muchas áreas en Kurdistán tienen asambleas populares semanales
En Heseke “las comunas tienen comisiones que abordan todas las cuestiones sociales, como la organización de la defensa, la justicia, la infraestructura, los jóvenes, la economía, y la formación de cooperativas”. Las comisiones de temas de ecología se ocupan también del saneamiento y de problemas ecológicos específicos. También hay “comités para la economía de las mujeres, para ayudar a las mujeres a desarrollar independencia económica” (TATORT…)
Esta estructura también envía delegados al consejo general de Rojava. Al igual que en muchas otras áreas en el Kurdistán, se prefieren las resoluciones y decisiones que se tomen por consenso en lugar del voto mayoritario simple.
Quien quiera conocer un poco el proceso de cómo un partido marxista-leninista tradicional como el Pkk ha ido en las últimas fechas transformándose hasta ser una de los principales motores de este proceso, puede guiarse de la entrevista que Raúl Zibechi ha realizado recientemente a Mehmet Dogan, (periodista, documentalista y antropólogo kurdo) Y si quiere saber más de en qué consiste la propuesta completa, puede hacerlo a través del propio documento de Abdullah Öcalan Confederalismo Democrático En cuya portada podemos leer los siguientes párrafos:
El derecho a la autodeterminación de las personas incluye el derecho a un Estado propio. Sin embargo, la fundación de un Estado no incrementa la libertad de las personas. El sistema de las Naciones Unidas, basado en Estados- Nación, permanece ineficiente. Mientras tanto, los Estados-Nación se han Convertido en un serio obstáculo para cualquier desarrollo social.
El Confederalismo Democrático es, en contraste, el paradigma de los oprimidos. No es controlado por el Estado. Al mismo tiempo, el Confederalismo Democrático es el proyecto original, cultural y organizativo de una nación democrática.
El Confederalismo Democrático se fundamenta en una participación de base. Su proceso de toma de decisiones yace en las comunidades.
Los estratos superiores únicamente sirven a la coordinación e implementación de la voluntad de las comunidades que envían sus delegados a las asambleas generales.
Por un limitado lapso de tiempo, éstos resultan tanto portavoz como institución ejecutiva. Sin embargo, el poder básico de decisión descansa en las instituciones locales de base.
Nosotras preferimos centrar la mirada en algunos de los contenidos más próximos a nuestra temática y que recogemos de la citada entrevista de Zibechi a Mehmet Dogan
Para muchos el actual Pkk es casi anarquista. Dogan sonríe y sorprende: “Nada de eso. La actual propuesta está anclada en la recuperación de las tradiciones de la Mesopotamia. Ni la civilización empezó con los griegos, ni la revolución francesa es el punto cero de la emancipación”. Este es el punto central, el que conecta la lucha kurda con el proceso zapatista y, según Dogan, con la Constitución plurinacional de Bolivia. “En la historia de la región nunca hubo conflicto entre armenios, kurdos y asirios, los problemas empezaron cuando llegaron los árabes y los turcos con prácticas coloniales e imperiales. Es una historia similar a la de América Latina. Por este camino regresamos a nuestra historia.”
GUERRA Y SOLIDARIDAD. Numerosos analistas y periodistas atribuyen la adopción del confederalismo democrático a la larga prisión de Ochalan y a la influencia de Murray Bookchin, historiador y ambientalista fundador de la ecología social. Pero el pueblo kurdo, al igual que los indígenas latinoamericanos, está nucleado en torno a comunidades campesinas que marcan su identidad y su cultura. “La literatura marxista dogmática condenaba todo esto como feudal y atrasado, comunismo primitivo. Lo que están haciendo en Rojava es despertar estas tradiciones”, afirma Dogan.
Los tres cantones de la zona de Rojava –que se denominan comunidades autónomas democráticas–: Afrin, Jazira y Kobane, y que son una confederación de kurdos, árabes, arameos, turcomanos, armenios y chechenos, redactaron el año pasado una Constitución, que se difundió en octubre de 2014, por la que rigen su convivencia.
(….)
Pero cuando el conflicto social se convirtió en guerra abierta, en 2011, entre la oposición siria y el gobierno de Bashar al Asad, la población kurda eligió un camino propio e instaló una administración autónoma en los tres cantones. La mayor parte de los 2 millones de kurdos sirios decidió no apoyar a un gobierno que los había reprimido, ni a la oposición nacionalista árabe que les negaba sus derechos como pueblo. Encontraron que el confederalismo es la mejor forma de convivencia en una región donde el 80 por ciento son kurdos y los demás pertenecen a otros grupos étnicos, y se formó un amplio movimiento social kurdo, uno de los grandes desconocidos fuera del país. Se trata de la Unión de Comunidades del Kurdistán, creada en marzo de 2005, con más de 400 organizaciones que apoyan el confederalismo democrático, y que se propone organizar a todo el pueblo kurdo en sus territorios con autonomía, con paridad entre mujeres y hombres.
“Imagínese –dice Dogan, entusiasmado–, en Oriente Medio hay una organización que agrupa a todo un pueblo y que respeta las preferencias sexuales. Es una revolución.”
Pero para conocer la experiencia de las comunidades kurdas y “ponerlas a dialogar” con las zapatistas para ver cómo iniciativas comunitarias de base van generando espacios propios más allá de las palabras y las teorías, recomendamos, por un lado, la escucha de la intervención de Havin Güneser (periodista y activista por la liberación de Öcalan y por el movimiento de liberación del pueblo kurdo) en el Seminario del Pensamiento Crítico contra la Hidra Capitalista Así como el texto publicado en la web CLAJADEP bajo el título Análisis comparativo entre las experiencias de autonomía comunitaria zapatista en Chiapas y kurda en Rojava y de la que aquí, para terminar este post, destacamos unos párrafos:
Efectivamente, los cantones de Rojava se asemejan a la autonomía de Chiapas. Fueron proclamados por el dominando PYD el 2013 y funcionan a través de asambleas populares y consejos democráticos. Las mujeres participan con igualdad en la toma de decisiones y son representadas en todas las posiciones escogidas, que siempre se comparten entre un hombre y una mujer. Todos los grupos étnicos son representados en el gobierno y sus instituciones. La sanidad y la educación también son garantizadas por el sistema del confederalismo democrático y recientemente ha abierto las puertas la primera universidad, la Academia Mesopotamia, planeando cuestionar la estructura jerárquica de la educación y aportar una perspectiva diferente del aprendizaje.
Tal y como en el caso de los zapatistas, la revolución en Rojava se proyectó a sí misma como solución para los problemas de todo el país, no como una expresión de tendencias separatistas. Este sistema genuinamente democrático, como fue denominado por la delegación de académicos de Europa y Norte-América[6] que ha visitado Rojava recientemente, apunta en la dirección de un futuro diferente para el Oriente Medio, basado en la participación directa, la emancipación de las mujeres y la paz entre etnias.
Revolución de las mujeres
El género ha sido siempre central para la revolución zapatista. La situación de las mujeres antes del crecimiento de la organización y la adopción de la liberación de las mujeres como cuestión central para la lucha estaba marcada por la explotación, la marginación, los matrimonios forzosos, la violencia física y la discriminación. Por eso Marcos dijo que el primer levantamiento no fue el de 1994 sino la adopción de la Ley Revolucionaria de Mujeres el 1993, asentando el marco por la igualdad y la justicia de género y garantizando los derechos a la autonomía personal, la emancipación y la dignidad de las mujeres del territorio rebelde. Hoy las mujeres participan en todos los niveles del gobierno y tienen sus propias cooperativas y estructuras económicas para garantizar su independencia económica. Las mujeres formaban y todavía forman una gran parte de los rangos de la fuerza de guerrilla zapatista y tienen posiciones altas en su mando. La victoria de San Cristobal de las Casas, la ciudad más importante que capturaron las tropas zapatistas durante el levantamiento de 1994, también estuvo liderada por mujeres, encabezado por la comandanta Ramona, que fue también la primera zapatista enviada en Ciudad de México para representar el movimiento.
No es difícil comparar la implicación masiva de mujeres indígenas en los rangos zapatistas en Chiapas con la participación de las mujeres en la defensa de Kobane y a las YPJ (Unidades de Defensa de Mujeres), ambas descritas de manera sensacionalista[7] por los medios occidentales durante los últimos meses. No obstante, su valentía y determinación en la guerra contra el Estado Islámico es el producto de una larga tradición de participación de las mujeres en la lucha armada por la liberación social en el Kurdistán. Las mujeres han jugado un papel central al PKK y esto está indudablemente conectado con la importancia del género en la lucha kurda. La revolución en Rojava pone un fuerte énfasis en la liberación de las mujeres como indispensable para la verdadera liberación de la sociedad. El marco teórico que desmonta el patriarcado en el corazón de la lucha es llamado «jinelogia» (de jin, mujer en kurdo), un concepto desarrollado por Abdullah Öcalan. La aplicación de este concepto ha tenido como resultado un empoderamiento nunca visto de las mujeres, no sólo en el contexto de Oriente Medio sino también en el contexto del feminismo occidental liberal. Las asambleas, estructuras cooperativas y milicias de mujeres son el corazón de la revolución, que se considera incompleta si no destruye la estructura patriarcal de la sociedad, que es uno de los fundamentos del capitalismo. Janet Biehl, una escritora y artista independiente, escribió después de su reciente visita a Rojava que las mujeres a la revolución kurda tienen el papel ideológico del proletariado a las revoluciones del siglo pasado.
(…)
El camino hacia la autonomía: el nuevo paradigma revolucionario
Los parecidos entre el sistema del confederalismo democrático que se está desarrollo al oeste del Kurdistán y la autonomía en Chiapas van más allá de los pocos puntos que he remarcado en este artículo. Desde los eslóganes como «¡Ya Basta!», adaptado al kurdo como «êdî bes e», hasta la democracia de base, las estructuras económicas comunales y la participación de las mujeres. El camino similar que han seguido el movimiento kurdo y los zapatistas ha puesto de manifiesto una rotura decisiva con la noción vanguardista del marxismo-leninismo y un nuevo enfoque de la revolución, que viene desde bajo y busca la creación de una sociedad libre y no jerárquica.
Aunque ambos movimientos han recibido críticas amargas[8] de elementos sectarios de la izquierda, el hecho que los únicos experimentos de cambio social radical importantes y con éxito hayan sido originados por grupos no occidentales, marginados y colonizados, es una bofetada a la cara de los «revolucionarios» dogmáticos blancos y privilegiados del hemisferio norte, que apenas han conseguido cuestionar la opresión a sus propios países pero tienden a creer que pueden juzgar qué es una revolución real y que no.
Las revoluciones en Rojava y Chiapas son un ejemplo poderoso para el mundo, poniendo de manifiesto la enorme capacidad de la organización de base y la importancia de los lazos comunales como oposición a la atomización social capitalista. Por último, pero no menos importante, Chiapas y Rojava tendrían que hacer que muchos izquierdistas, incluidos algunos anarquistas, se deshagan de su mentalidad colonial y del dogmatismo ideológico.
Un mundo sin jerarquía, dominación, capitalismo ni destrucción medioambiental o, como dicen los zapatistas, un mundo donde quepan muchos mundos, que a menudo ha sido descrito como «utópico» y «no realista» por los medios y las estructuras educativas y políticas mainstream. No obstante, este mundo no es un espejismo del futuro que viene en los libros, está pasando aquí y ahora, y los ejemplos de los zapatistas y los kurdos son una potente arma para volver a encender nuestra capacidad de imaginar un cambio radical real en la sociedad, así como un modelo del cual aprender en nuestras luchas. Las estrellas rojas que brillan sobre Chiapas y Rojava iluminan el camino a la liberación, y si tuviéramos que resumir el que traen estas dos luchas en una palabra, esta sería claramente autonomía.