Chile: Jackson y la “renovación” de la política

Surgido de las filas estudiantiles, como el Podemos en España, surgido para atrapar las dinámicas indignadas del 15M, ambos tergiversando la autonomía, el protagonismo y la creatividad de los movimientos, en especial trayéndolos de vuelta a la cohesión estatal antes de que se desplieguen volcándose en los barrios para la construcción de una nueva institucionalidad elaborada por los vecinos.



Jackson y la “renovación” de la política

Por Jaime Yovanovic Prieto
Valparaisando

Para este partido, Revolución Democrática, surgido de las filas estudiantiles, como el Podemos en España, surgido para atrapar las dinámicas indignadas del 15M, ambos tergiversando la autonomía, el protagonismo y la creatividad de los movimientos, en especial trayéndolos de vuelta a la cohesión estatal antes de que se desplieguen volcándose en los barrios para la construcción de una nueva institucionalidad desde abajo, por abajo y en abajo, hoy día su prioridad es la elección municipal para ocupar cargos superestructurales en las comunas, o sea, sin puestos institucionales no hay cambio posible, seguimos con la filosofía de que los cambios sólo son por arriba, lo que es lo mismo que cambiar a los perros que llevan las ovejas al corral, que al final terminan trasquiladas. Esa es la principal enseñanza de esta agrupación que no renueva nada, salvo el discurso, como Mujica en Uruguay, que posaba de modesto y humilde mientras hacía aprobar la Ley de Minería que había llevado a decenas de miles de uruguayos a las calles indignados por esa “nueva política” de subordinación al extractivismo y al papel de suministrador de materias primas que le ha otorgado el capital y que fue en última instancia la causa del distanciamiento social de los gobiernos progresistas que obligó a mucha gente a apoyar a las derechas en ausencia de la alternativa propia de los pueblos, ya que en cada movimiento aparecen los convidados de piedra, los partidos y los futuros partidos, poniendo cadenas en los tobillos de la gente para arrastrarla a seguir cargando piedras para las nuevas pirámides del saber-poder.

Nada nuevo hay en este partido y en Jackson, sólo denotando la necesidad sistémica de introducir el veneno institucional en medio de la masa insurrecta, que a diferencia de la luchas anteriores que sólo aspiraban a la violencia y al poder, estos últimos años han desplegado formas autónomas pacíficas de organización y de movilización que hacen temblar los cimientos de la cohesión sistémica, más que las barricadas y molotovs, que los de arriba enfrentan reforzando la militarización y las leyes de criminalización de la protesta, lo que hace que de miles que se incorporan a “la lucha”, otros miles se van frustrando ante la evidente pérdida de energías sociales y la labor de zapa y caballo de troya que juegan los partidos incrustados en las crecientes dinámicas contestatarias en todo el planeta, convenciéndonos que la salida es que ellos sean los “representantes” allá arriba, como que los de abajo no pudieran ni debieran ejecutar su soberanía popular, al decir de Rousseau, en forma de democracia directa, lo que hoy debido a la importancia que están adquiriendo las formas de vida comunitaria autónoma, se ha pasado a llamar democracia comunitaria, donde se expresa el común.

De allí que este “nuevo” partido aspira a reemplazar la vieja guardia quemada por la corrupción y el despojo, mediante tácticas y estrategias que van desde negociaciones con otros partidos, hasta abrir las puertas a “dirigentes sociales” debidamente seleccionados por el comité central bajo la condición de que no aparezcan luego con el pastel de que el pueblo mande, como inventó el Partido Igualdar de que el pueblo debe mandar mediante sus representantes, que casualmente son ellos, o sea, todos son “representantes”, se disputan entre ellos el papel que ellos mismos se han adjudicado, en tanto los demás, para seguir el camino de la salvación, deben despojarse de su carácter de creadores y protagonistas para ceder a los perlas la soberanía para que vayan allá arriba a rasguñar derechos del pueblo entre las carcajadas de los empresarios y los demás partidos.

Así vemos a Jackson y compañía apoyando a Pepa Errázuriz para que no vaya a hacer la gracia de pegarse el alcachofazo y tomar la única decisión posible a estas alturas: la de ir a la reelección sin partidos, ya que si sigue con los mismos u otros, sólo va a perder su base vecinal de sustentación y transferir buena parte a la bolsa de gatos de los partidos abandonando el protagonismo y la autonomía prevaleciente en muchas prácticas ecológicas, económicas y vecinales de esa comuna de Providencia, donde el candidato pŕesidencial ecologista había dado la sorpresa con un 13% de los votos a su favor y donde la conciencia de cambio ha ido aumentando, pero, claro, en medio de la extraordinaria pelea izquierda-derecha, donde la derecha espera situar a su mejor cuadro electoral, Evelyn Matthei, que en nada se diferencia del gorila Labbé, a lo que la “izquierda” de Jackson espera ayudar a frenar, de paso potenciando al niño maravilla de la pontificia. Errázuriz debería dejar a los partidos y dedicarse con más ahinco a potenciar esas bases, en especial haciéndolos protagonistas de la elaboración del proyecto del Plan de Desarrollo Comunal y del Plan Regulador, lo que elevaría la autoconciencia en un mil%, y aunque pierda ante Matthei habrá ganado mucho en el avance de la autonomía y del surgimiento de formas más compartidas de relacionamiento vecinal en cada barrio, saliendo o avanzando desde los tejidos macro hacia los tejidos corporales de la cotidianidad.

Además este “nuevo” partido, que en realidad es más viejo que Matusalén, se está reuniendo con moros y cristianos para establecer alianzas por arriba para ver como van a encarar las municipales e irse posicionando como garrapatas en la institucionalidad perdiendo de vista que está en decadencia y sólo una institucionalidad alternativa surgida del mundo de la vida podrá salvar la propia vida en el planeta, O sea, su labor es contener el surgimiento de lo nuevo, de lo otro, y atraer cuerpos, mentes y experiencias a la re-cohesión estatal, lo que entonces no es más que la respuesta desesperada del sistema por evitar su debacle que sobrevendrá con la autoorganización de vecinos y trabajadores por barrio, localidad y comuna.

Requiem para los nuevos-viejos.
Abran paso a la vida misma, que se sobrepondrá a la política.

Jaime Yovanovic Prieto
profesor_j@yahoo.com