Tendencias y proyecciones para 2016
Análisis desde la perspectiva de la complejidad
Por Jaime Yovanovic Prieto
Los partidarios de las teorías de la conspiración y los fanáticos de la famosa serie “Misión Imposible”, en medio de la millonaria farándula de StarWars, muertos vivientes, transformers, vampiros y aliens, están de plácemes, tendrán material para divagar y desenredar y desenmascarar a los malos. Claro que todo quedará en especulación, ficción, frustraciones, acusaciones y demás terminados en ones.
Acaban de morir dos visionarios ovejas negras de la burbuja de Truman: Uno de los principales ecologistas conservacionistas de la elite archi-millonaria del planeta, con todas las críticas razonables y no razonables que se le hacen, y, recién unas horas atrás, uno de los principales creadores y desarrolladores de software libre, es decir de las posibilidades de navegar y operar en el espacio cibernético cerrando el paso a los virus, a los “curiosos”, a la hegemonización y homogenización de las comunicaciones virtuales, en fin, del control de las relaciones y tejidos de relaciones que se forman, como en facebook, por fuera de la corporalidad y los flujos energéticos, salvo obviamente el aumento a la dependencia de la electricidad y de las torres de domesticación energética. El primero afectando gravemente la necesidad de la tecnología y de la ganancia de destruir todo vestigio de vida en el planeta hasta dejarlo seco y árido como Marte, planeta al que pusieron el nombre del dios de la guerra, y el segundo la comunicación entre los sobrevivientes de la dinámica destructiva que ata a los estados y gobiernos de derecha, centro e izquierda para usarlos como la mano del gato para abrir camino a las máquinas hacia las selvas, montañas, bosques, ríos y mares, a lo que se suman las inmobiliarias urbanas, encargadas de hacer gigantescos bloques, barriadas o rascacielos de habitaciones para amontonar y controlar a las masas campesinas, indígenas y villas que están expulsando de las tierras, selvas y etcéteras, algunos en dirección de los países del viejo continente, dejando, dicho sea de paso, una buena parte en espeluznantes hundimientos en el Mediterraneo, y otros hacia las periferias de las grandes ciudades en una proporción que multiplica “n” veces los indicadores demográficos y estadísticos de los años 70 -y sigue aumentando-, al punto que Estados Unidos ha iniciado la construcción de su propio muro de Berlín y semanalmente deporta algunos miles de latinos a México en un avión sin patente, con pleno acuerdo de las autoridades mexicanas.
Hawking acaba de declarar que la destrucción del planeta no es por la tecnología, sino por la ambición, con lo que ha pasado a ocupar un lugar detacado en la lista de los futuros “suicidios” y muertes extrañas, cuyos datos “serán destruidos en cinco segundos si decide aceptar la misión”. El problema es que no puede contratar guardaespaldas, ya que como mercenarios tienden a cambiar de bando al mejor postor.
Fea está la cosa, en el mismo momento en que se acentua la crisis china, la crisis ambiental, baja el petróleo, disminuye la circulación internacional de minerales, bajan sus precios y la resistencia contra la destrucción va pasando de las marchas y protestas a la organización y enraizamiento territorial de las personas que van aprendiendo de las comunidades originarias que las formas de vida del común y la defensa de los lazos activos y equilibrados con la madre tierra son el mejor camino para un cambio civilizatorio, lo que está llevando al capital en todas partes a retirar a los socios izquierdistas, presionarlos o limitarlos a la democra formal, ya que no cumplen su papel de freno de las iniciativas de las dinámicas de sobrevivencia, en especial debido a sus apetitos de disputar el poder de administrar la máquina de moler carne, en vez de apoyarse en las dinámicas de abajo que se multiplican en todas partes. De allí el acrecentamiento de la represión y el apoyo de las instituciones a los grupos paramilitares en México, a los fundamentalistas en Oriente Medio y a las guerras de exterminio y expolio en que Europa, USA y Rusia se comprometen cada vez más. No es casualidad que las experiencias más masivas y consolidadas del planeta de la sobrevivencia por abajo y de los brotes del cambio civilizatorio, se estén dando justamente en esas dos regiones. Ya es sabido que el ejemplo de los municipios autónomos zapatistas se ha extendido a prácticamente todos los estados mexicanos, en varios de los cuales se ha ido desplegando la autodefensa comunitaria, para defender la vida y la madre tierra. También es sabido que el ejemplo del confederalismo democrático kurdo se ha ido extendiendo desde Rojaba hacia otras regiones, ya no solamente kurdos, y aún hacia regiones de las comunidades amazigh (de las regiones que van desde Mali hasta todo el norte de África).
Los de arriba van a seguir quemando archivos de entre sus filas, van a incrementar las formas de represión y control en las periferias de las ciudades, con apoyo de las izquierdas que van metiendo tentáculos para formas parte de las instituciones, como el PC chileno en el parlamento y con la demagogia de las farmacias populares -que ahora quieren ampliar a los supermercados populares- que son herramientas para mantener y reforzar la dependencia a los fármacos químicos, es decir, al mercado y a la tecnología destructiva de la vida. En tanto Monsanto da potentes pasos para la fusión con otras empresas químicas y los chinos clonan millares de animales, entre los cuales vacas lecheras, con lo que podemos imaginar la alimentación de los niños y niñas de los territorios ocupados por ese estado orientado por el marxismo (que es la tergiversación del pensamiento de Marx) y el comunismo (que es el dirigismo destinado a travestir el común). Se supone que las experiencias inglesas de clonación que dieron origen a la enfermedad de la vaca loca, ya han sido superadas por los chinos, pero como de todo hacen una mala copia, lo más probable es que salga otra forma de distorsionar el sistema inmunológico humano, al cual están adaptando poco a poco a los alimentos transgénicos, pero a todos ellos poco les interesa el cuerpo, ya que los avances en inteligencia artificial y la robótica muy luego lo harán dispensable, por lo que podremos “vivir” en un planeta árido o podrán enviarnos a extraer minerales y fósiles a Marte. Los científicos deshumanizados tendrán que pensar en implantarnos flotadores. Y que lo digan los miles y miles de inundados hoy en el cono sur de nuestro continente Abya Yala.
Guerra, represión, control, esa es la característica del nuevo año que se inicia. Asesinatos selectivos aún en las altas esferas, readecuaciones de la ideología y de las alianzas de los partidos que ansían administrar la cosa pública, es decir a los esclavos de la máquina alimentados con transgénicos y clones, vigilados por drones, manipulados con remedios químicos, vacunandos más masivamente aún, ya que después del sida y del ébola, vienen más.
Mientras ellos pagan a miles y miles de científicos de todas las áreas del saber-poder y miles de ingenieros de la cibernética y de la robótica que buscan “trabajar” para sustentar a su familia, comprar un coche y alimentar el guatsap, los de arriba, los que aspiran a llegar arriba y los miembros de la burocracia tecnológica (privada o estatal, da en lo mismo), se olvidan de la potencia, del arte, del amor, de la sensibilidad, de la corporalidad y sobre todo, del instinto, que quieren apagar mediante la reproducción y fortalecimiento de formas culturales que lo desconozcan y lo rechacen. Por eso el cambio civilizatorio ya deja de ser urgente y se transforma en posible al partir justamente de lo que olvidan, o que dejan de lado, o que reprimen o seducen con espejitos y collares de vidrio: el instinto, lo más profundo y atávico del ser, que proviene, no de Adán y Eva ni de los marcianos, sino de la tierra, de la madre tierra, de la cual no nos despegamos ni cortamos el cordón umbilical, sino que lo hacen y nos obligan a hacerlo.
Antes, el niño o niña salía del vientre materno, sin dolores atroces, y se adentraba en el vientre de la matria, la comunidad, el común, como una ameba sale de la otra y se integra al cuerpo que la contiene, a un cuerpo mayor, si hablamos de dinámicas moleculares, que por su vez forma parte de otro cuerpo y así sucesivamente si abrimos nuestra metodología de interpretación, dejando las ideologías y los “ismos”, a la comprensión de la complejidad, yendo más allá y conteniéndolas a las teorías del kaos, de los sistemas, de las matemáticas, ciencias biológicas y la física cuántica, o sea la teoría de la complejidad es cósmica, de allí podemos entender el trasfondo, la génesis, la arqueología, las interacciones de las partes con el todo y la genealogía de la cosmovisión: la subjetividad del sujeto común.
La contrapartida de la civilización de la destrucción es la reconstrucción de la civilización del amor, del instinto, del equilibrio, la armonía, cooperación y apoyo mutuo, al decir de Kropotkin en su polémica con Darwin, quien aplicaba al mundo natural las categorías que mostraba el mundo social de la separación entre individualidades en competencia, y los muy gasnápiros las tomamos para aplicarlas de vuelta a nuestra concepción de lo social, como la reina de las abejas, la ley del más fuerte y etcétera, o sea para muchos Darwin no instaló una opinión, sino un hecho. Como Tomas Hobbes en el Levitan, donde el secretario del padre de la ciencia experimental moderna, Sir Francis Bacon, nos dice observando “la realidad” que el hombre es el lobo del hombre, con lo que explica, contradiciendo a Rousseau, que cada uno debe desprenderse de su soberanía para entregarla al poder, es decir, la delegación, la representación. Y como el estado funciona piramidalmente de arriba a abajo concentrando el poder público, todos nos subordinamos a lo que digan esos representantes, que hoy día gastan millonadas para comprar conciencias, menos mal que los partidos ya están en franca decadencia, lo que explica la necesidad del poder de levantar alianzas partidarias, nuevos partidos y nuevas figuras más impolutas que la virgen María, aunque bien poseida por el espíritu santo de la ideología, como en Chile el nuevo niño maravilla de la Pontificia, Giorgio Jackson, la manzana envenenada que nos hará dormir cien años, si la mordemos, claro, que no faltan los cegatos que no miran la letra chica de la etiqueta del frasco con la pócima.
Pero el cambio hacia la civilización del equilibrio con el todo, partiendo evidentemente con la madre tierra, no inicia de una voluntad individual o muchas voluntades individuales organizadas, por mucho que se requiera bastante voluntad para ello, sino que comienza con el encuentro horizontal de muchas voluntades, no necesariamente voluntad de cambiar, que se asemeja al manoseado tema de la “conciencia”, que no se adquiere, saca y pone como una camiseta, aunque los políticos lo entienden así: “Hay que meterle conciencia a esa persona o a muchas personas”, “Hay que concientizar”, etc. Sino que la conciencia deriva de la experiencia, de la práctica, de las formas relacionales entre las personas. Hablamos de autoconciencia, de construcción de mirada, construcción de subjetividad de sujeto común. Algunos grupos piensan que hay que contar con acuerdo racional entre varios que acepten la idea del común, y así más bien ayudan a que el campo de juego se mantenga en la racionalidad. Si no se mueven mediante una opción definida mentalmente con sus pros y sus contras, con una línea para alcanzar objetivos, no se mueven, y así quedamos prisioneros de la pugna de las opciones y acostumbramos el cuerpo y la voluntad a seguir el mejor argumento, y así nos tienen, y cuando nos cansamos de las opciones escogidas, nos vamos a otra opción o nos vamos para la casa. Sin embargo la opción ideológicamente mayoritaria, que termina aplastando todas las demás opciones, es el individualismo, que sin ser una opción seleccionada mediante la racionalidad, mediante el análisis y la selección, está metida hasta el tuétano y se refuerza mediante la reproducción cultural. Nadie es solidario por opción, menos por opción ideológica, ya que cambiando el modo de pensar se quita lo solidario, que a veces dura una etapa de la persona, hasta que que es subsumido por el sistema general de los comportamientos, consiguió pega y ahora debe dedicarse a su familia y sus asuntos personales. Eso no es una opción, es más que una opción, es un modo de vivir. Eso sucedió en la URSS, donde todos se sabían el manifiesto de memoria, pero vivían separados o meramente agrupados en “colectivos”, sin generar nuevos sujetos plurales productores de nuevas ideas, y si surgía, eran duramente reprimidos, como fue, por ejemplo el arte surrealista, el abstracto, el humanista y el psicoanálisis en sus inicios, ya que la exploración de la mente podía retirar a la persona del positivismo estructural de las lógicas de conducta generalizada y podía haber una expansión de la mente y los sentimientos. El socialismo fracasó por eso, por reunir solamente a los concientes e imaginar que los demás podían asumir esa conciencia sin practicar lo nuevo que representaba la idea socialista en sus inicios, es decir, la transición a la sociedad sin clases, sin estado y sin partido, esto es: el común. También fracasó la anarquía, es decir el no-gobierno, ya que los mismos anarquistas se sumaron a las prácticas del autogobierno de los productores, que es distinto de la autogestión, que siempre ha sido utilizada con criterios políticos. No hubo la real dimensión del peligro que representaba la reproducción de las formas productivas y cotidianas del capitalismo, en ese caso el capitalismo de estado. Por increible que parezca, el Che Guevara alertó sobre eso levantando la idea del socialismo cotidiano y anunciando lo que sobrevendría en Cuba, el fin de la libertad, con el sometimiento a la línea soviética, lo que había sido forzado por la presión de Estados Unidos. Posteriormente sólo se rescató la forma de lucha del Che, que era un pelo de la cola en comparación a sus aportes a la teoría del cambio civilizatorio. Pero ahí quedó, aislado como pensador y erigido como “luchador”, y su rescate se ha ido dando ahora con el surgimiento de formas de cambio sin recurrir al estado.
Para nosotros en Chile, en medio de una verdadera maraña de partidos, vanguardias, corrientes y agrupaciones de todos los colores de izquierda, derecha, centro y extremos, el cambio no es posible atacando a las formas de poder o levantando banderas de otra sociedad, sino la posibilidad de que la voluntad de cambio surja desde la práctica mismo del cambio, lo que rompe abruptamente con las corrientes existentes. Si el cambio es progresivo, entonces la autoconciencia será progresiva, por tanto el cambio principal debe darse en el sujeto del cambio, sujeto que camina, parafraseando al poeta de que no hay camino, sino que se hace al andar. El cambio es el camino, no la meta a alcanzar, que no la hay, a menos que esté diseñada en la mente de algunos o muchos teóricos, analistas, intelectuales, libros, manuales, partidos o corrientes, con lo cual se aniquila previamente la creación del sujeto que camina y se le transforma, o mejor, se le mantiene, como oveja que camina según el perro que la muerde, aunque se le concientice para que acepte la propuesta, que es la buena y todas las demás son malas, incorrectas o inadecuadas. He ahí la arrogancia de la vanguardia y del militante de vanguardia, que tiene todo claro, lo que quiere, a donde hay que llegar y como hay que hacerlo. El sujeto? Bien, gracias, hoy hemos reclutado a dos nuevos miembros, estamos avanzando, mientras en ese mismo día el sistema recluta millones, por eso no tienen miedo que los primeros y segundos años universitarios estén llenos de anarquistas y revolucionarios, que ayudan a aparentar libertad de opciones, pues ya luego serán subsumidos por la máquina.
Así como el cambio es caminar, no hay cambio sin modificación del sujeto en tanto camina, es decir una transición de los sujetos individuales en dirección del sujeto común, o sea, el cambio del caminar separados al caminar juntos, ese es el cambio. A dónde lleva? Pregunta imposible y poco sana de responder por vía lógico-racional y lo irá respondiendo el sujeto en sus hechos, sus acciones, sus prácticas, que por su vez son el referente de los hijos, el marco contextual de su formación. Como diría un conductista, cambiando el contexto cambia la personalidad. Sólo que esa construcción subjetiva es permanentemente atacada por las ideologías y los valores, ya que ambas necesitan atraer para mantener el ganado tras la cohesión sistémica. Los valores no existen, o mejor, no tienen existencia divina, etérea ni andan volando en la cultura o en textos, simplemente son las normas éticas derivadas de las formas de comportamiento relacional. Si predomina el individualismo, las normas éticas (la moral) se transforman en corcitivas para mantener cierta cohesión mínima en las conductas orientadas en una dirección determinada. Si predomina el común, los valores son otros y dejan de ser normas coercitivas para simplemente ser parte del conjunto de la producción subjetiva del sujeto común, la cosmovisión.
El común no necesita acuerdos, sino convivencia, es decir el Buen Vivir, la armonía y el equilibrio, y eso puede lograrse entre los que viven cerca unos de otros, los vecinos, las familias, las amistades próximas, los parias del sistema-mundo cultural, los amontonados en las ciudades por el avance de las máquinas, los transgénicos y la destrucción en los campos. Si aumentan por millones los migrantes en Europa, USA y en las ciudades de todas partes, ahí el propio sistema está juntando a la gente, como antes los juntaba en las fábricas retirándolos de la vida campesina y luego creando el ejército industrial de reserva, de donde surgían las barriadas populares, poblaciones obreras, etc. O sea, antes los juntaba el trabajo y hoy la busca de trabajo, el que sea, que al no haberlo o ser precario, refuerza el rol de punto de encuentro de los barrios y vecindades, así como refuerza el papel de la mujer, donde el instinto se manifiesta con más fuerza que en el macho, ya que lo lleva en su cuerpo de donde van saliendo las amebas que multiplicarán la vida, aunque la tecnología y la precariedad del trabajo está aproximando ambos roles y se ven hombres cesantes haciendo labores domésticas y mujeres yendo a trabajar, lo que es difícil de estudiar debido al carácter patriarcal de la cultura.
La expansión del común y el ejemplo de resistencia de las comunidades originarias ha llevado al poder a la multiplicación de las formas barriales de hacer política y de ejecutar acciones paternalistas, y se han transformado en forma de vida para muchos profesionales e intelectuales que se mantienen con recursos del estado, sin contar con las agencias estatales, ONGs o municipales que pululan hoy día en los barrios, así como estudiantes prestando servicios o haciendo investigaciones que la academia orienta para conocer mejor el terreno de control, lo que asemeja a los gobiernos de derecha que colocan militantes de los partidos comunistas en las áreas de cultura, muchos de ellos vinculados a la academia y viceversa. Siempre va a ser esa una buena manera de ilusionar a las izquierdas con el acceso a las diversas áreas estatales, ya que a su vez ellos penetran los barrios para ganar municipios, hacer farmacias populares y trampolín para nuevos cargos institucionales en la maraña burocrática.
Por eso el desarrollo de formas autónomas de funcionar actividades vecinales que puedan hacer camino propio, son esenciales y de poco sirven las políticas de “alianzas” con esos sectores que buscan como locos hacer frentes y coordinadoras para tirar el hilo. Toda actividad sirve para aproximar los cuerpos y permitir que brote y se despliegue el instinto, el afecto y el equilibrio, en tanto se distancien de la modalidad sistémica de hacer una actividad de vez en cuando y luego a esperar que los facilitadores convoquen a otra, lo que viene siendo lo mismo, por más que los izquierdistas y rebeldes muestren de vez en cuando cierta “capacidad de movilización” destinada a reproducir la filosfía del perro y la oveja. Si es para pasar momentos gratos, podríamos valorar esas “alianzas”, “redes” y “convocatorias”, pero cuando vemos el trasfondo de acostumbrar a esperar que alguien organice o convoque, estamos como el domador que aplica electricidad en el cuello del oso, o como Pavlov y la campanilla.
La idea es generar en un barrio ciertas actividades que los vecinos asuman en sus manos, como lo hacen y cuando, tratando que se vayan entrecruzando con otras actividades que ampĺíen el radio de temáticas cotidianas que puedan ser realizadas en la casa y en un conjunto de casas o familias, por ejemplo energía alternativa por casa o energía alternativa producida o canalizada entre varios. O una huerta en casa o en un terreno atendida por varios. Educación en el hogar o educación entre vecinos, servicios de salud individuales o formas de salud comunitaria y natural. El desarrollo de formas de vida compartida es un cambio del sistema de relaciones entre vecinos, que en la medida de su constancia y diversificación va generando otros hábitos, usos y costumbres. Lo esencial es que el activista o facilitador no transforme ese barrio en su coto de caza, como asegurando un buen camino, sino que debe ser de allí mismo o estar allí el tiempo suficiente para que la dinámica corra sola, como agua del estero. Tampoco amarre ni genere redes, pues esas redes o coordinaciones son fáciles de atrapar para llevar a alimentar otros intereses. Distinto es hacer actividades en forma de tejidos y dinámicas, como una Ruta Turística Eco-Comunitaria, donde el turista o quien quiere consumir o adquirir algo producido en un barrio, puede hacerlo siguiendo o escogiendo en la ruta armada por los mismos vecinos. Que las coordinaciones surjan por la expansión de las actividades y no a partir de una propuesta macro de alguien con intenciones macro.
Esas actividades, con esas características, sin atarlas ni hacerlas depender de externalidades, pueden estimularse y expandirse por todos lados, en la academia, en los municipios, en las elecciones, en la prensa, en un proyecto de ley, en formas de mercados locales, etc. prsentándose y actuando como vecinos, más que como una asociación de vecinos o centro cultural o comunitario, o sea, no como un “ente”, sino como una dinámica, por eso hablamos de comunidad, pero más insistimos en el común y en las formas de vida comunitaria.
La experiencia de Valparaíso
Junto al trabajo de huertas, apoyos, talleres, construcción en barro, juegos con niños, trabajos conjuntos con vecinos y otras actividades que hacemos entre varios amigos sin organizarnos en varios cerros y quebradas, estamos enfrascados en dos actividades:
El periódico comunal “Valparaisando”
Su primer número está saliendo en los próximos días y la idea es que hablen las experiencias, avisen los barrios, comuniquen sus actividades y el comité editorial está compuesto por sindicatos, asociaciones, juntas de vecinos. Tendrá un tiraje inicial de 3 mil ejemplares de 24 páginas a precio colaboración voluntaria. Tapa de color e interior B/N en papel periódico. La distribución será en kioskos, en barrios a cargo de una familia en que se espera revivir la tradición de los canillitas con niños gritando puerta a puerta. Cada sindicato y asociación recibe y vende una cantidad, además de mesas en lugares concurridos.
Proyecto de Plan de Desarrollo Comunal y Plan Regulador de la comuna. Sin partidos ni inmobiliarias.
En cerros, quebradas y barrios, así como caletas de pescadores y otros, se hará un diagnóstico de la situación entre vecinos y una propuesta programática de soluciones necesarias, que serán organizadas a nivel comunal por una convención ciudadana que trabajará en comisiones, para finalmente colectar las firmas que falten para cumplir con los requerimientos de la ley y ser acogido para la discusión del concejo municipal que iniciará labores tras las elecciones del último domingo de octubre de este año 2016 y tendrá que ser entregado por la institución a cada uno de los 10 concejales junto a la propuesta oficial que está elorando el municipio. Así los concejales tendrán que pronunciarse en todo y por partes sobre ambas propuestas y tal vez hacer una que las combine.
Lo determinante en este proceso de elaboración del legislador popular que rescata la sobernía popular, no está sólo en el trabajo en si, sino en las pobilidades reales de terminarlo tres meses antes de las elecciones, o sea en el mes de julio, para trabajar los tres meses de campaña electoral municipal en su defensa, promoción y aplicación en lo que no sea contra legem y donde entrará en acción el candidato a concejal vecino sin partidos ni bloques, cuya campaña no estará orientada a ganar el cargo, que es secundario, sino a visitar cerro a cerro, quebrada a quebrada, barrio a barrio promoviendo las actividades compartidas y explicando que no interesa si votan o no votan, si votan por otro, si lo hacen por la izquierda, centro o derecha, lo que también se secundario, siendo lo primario entre todos, abstencionistas y electores del color que sean, el conocimiento y la aplicación del proyecto de planes municipales y la puesta en práctica inmediata de actividades compartidas. Al decir inmediata, estamos hablando del momento mismo de la comparencia del candidato vecinal en un barrio, por ejemplo si hay un terreno para huerta comunitaria, ahí mismo tomar pala y empezar los trabajos.
Inicio de clases en marzo 2016
Normalmente cada año, los amigos que llevamos adelante los talleres de la Universidad Libre, convocamos estudiantes universitarios y secundarios para aprender haciendo prácticas con vecinos en cerros y quebradas, lo que este año orientaremos el primer semestre a la elaboración de los diagnósticos y propuestas programáticas por barrio. O sea que el aprendizaje de su carrera o vocación, sea científica, tecnológica o humanista, podrá enfocarlo desde los siguientes puntos de vista:
Necesidad de su carrera, para qué sirve y como puede servir a la comunidad, a través de los diagnósticos y necesidades temáticas presentadas y discutidas por los vecinos desde el mundo de la vida.
Creación, descubrimiento y aplicación inmediato de principios generales y saberes populares referidos a su carrera. Por ejemplo el estudiante de arquitectura puede iniciar aprendiendo construcción en barro, o el de ingeniería aprender y aplicar energía alternativa, el de derecho conocer y evaluar las normas municipales, etc.
Hay más, pero queda para usted descubrirle más aristas a esta iniciativa.
Conclusión
Como puede verse, desde el punto de vista de la teoría de la complejidad, el abordaje multidisciplinario y práctico en este caso de Valparaíso y cuya metodología general se está aplicando de muchos modos en múltiples lugares, llena de fuerza y de sentido este año que comienza, a pesar de las estrategias de destrucción, y nos muestra las mutuas relaciones y retroalimentación entre el barrio, la gente, la naturaleza, la ley, el municipio, las elecciones, el aprendizaje, la vocación, la prensa, el cambio, el protagonismo social, la autonomía, las formas de vida comunitaria, la universidad, el sindicato y las diferencias entre la democracia formal y la democracia comunitaria, por sólo nombrar algunas, ya que si se pone a pensar en cada una de las carreras, en cada cerro y en los vecinos con sus intereses, sus historias y sensibilidades, alcanza a imaginar la importancia de la compresión de los fenómenos complejos y del sujeto del cambio.
Si algo le sirve para su comuna, sus estudios o ejercicio profesional, estamos a disposición para intercambiar en el correo unlibre@gmail.com
Jaime Yovanovic Prieto
Valparaisando
Twitter: @YovanovicProfeJ