La corteza terrestre es fundamental para la subsistencia de los ecosistemas y cobrará mayor relevancia ante el calentamiento del planeta.

Está involucrada en procesos básicos de los ecosistemas



Está involucrada en procesos básicos de los ecosistemas: estudio universitario
La corteza terrestre cobrará mayor relevancia ante el cambio climático

Tiene un papel trascendente para la supervivencia de las plantas en las nuevas condiciones del planeta
Emir Olivares

Periódico La Jornada
Lunes 4 de enero de 2016, p. 33

La corteza terrestre es fundamental para la subsistencia de los ecosistemas y cobrará mayor relevancia ante el calentamiento del planeta.

Un estudio realizado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobre la contribución de la corteza en la supervivencia de las plantas reveló que, más allá de representar un tejido externo pasivo de protección para ellas, es multifuncional y altamente dinámico, involucrado en procesos fundamentales de los ecosistemas.

La investigación, desarrollada por el Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, ha demostrado que tiene un papel trascendente para la supervivencia de las plantas en las nuevas condiciones del cambio climático y en los flujos de carbono y nutrientes.

La UNAM informó que evaluar el rol de este elemento es prioritario para anticipar la respuesta de la vegetación a las crecientes condiciones de sequía en muchas áreas del país y del mundo debido a dicho fenómeno.

Un aspecto que este análisis considera es la capacidad de ese tejido superficial para almacenar agua y azúcares, “aunque aún no está claro en qué circunstancias y qué tan seguido estas reservas de la corteza son usadas por la planta”, indicó Julieta Rosell García, investigadora del IE.

“Entender las diferentes estrategias que puede utilizar una planta en condiciones estresantes es importante para determinar cómo puede hacer frente a cambios ambientales bruscos.”

Además de sus funciones de almacenamiento, la corteza es la estructura que protege del fuego a árboles y arbustos. Los tejidos de la planta se queman de manera directa y se incrementa la temperatura en el tallo, necrosando el tejido que produce madera y corteza nueva. La necrosis termina por inutilizar el sistema circulatorio de agua y azúcares.

“El cambio climático traerá situaciones complicadas y retos importantes tanto para las plantas como para nosotros. Necesitamos entender cómo funcionan las cosas para anticiparnos y establecer, hasta cierto grado, predicciones de cómo responderán los ambientes naturales.”

Sobre la protección contra el fuego, la académica dijo: “Vamos a encontrar sitios en los que será necesario hacer modificaciones en la forma en que manejamos ciertos ambientes, por ejemplo: las reservas. Algunos ecosistemas serán más vulnerables a incendios y un porcentaje importante de las plantas podrían verse afectadas; entonces necesitamos hacer cambios para resguardarlas”.

Capturan dióxido de carbono

La corteza es un componente relevante de las plantas, pues ocupa entre 15 y 30 por ciento de su biomasa. Esto significa que un porcentaje importante del dióxido de carbono –CO2, gas de efecto invernadero con mayor presencia en la atmósfera– que toman termina capturado en este tejido.

“Debemos mejorar estas cuantificaciones para manejar de manera óptima los flujos de carbono en nuestros bosques, aspecto fundamental para el control sostenible de nuestros ambientes naturales.”