2016: Año de reacomodos electorales y alternativos

Este año de crisis viene cargado de procesos electorales en nuestro continente Abya Yala, de expansión de la autonomía comunitaria, de represión, de acrecentamiento desesperado del extractivismo y destrucción de la naturaleza y las comunidades, de cambios de leyes y decretos en todas partes y en todos los niveles, de resistencias



2016: Año de reacomodos electorales y alternativos

Jaime Yovanovic Prieto
Valparaisando

Este año de crisis viene cargado de procesos electorales en nuestro continente Abya Yala, de expansión de la autonomía comunitaria, de represión, de acrecentamiento desesperado del extractivismo y destrucción de la naturaleza y las comunidades, de cambios de leyes y decretos en todas partes y en todos los niveles, de resistencias tanto contra el extractivismo como contra las medidas anti-populares de los gobiernos a nivel laboral, sanitario, pedagógico, etc.

Asistiremos a grandes movilizaciones en defensa de derechos, en que la izquierda se va a introducir o va a inducir, para recuperar terreno electoral perdido, chocando en oportunidades con las dinámicas sociales que despliegan la autonomía, las formas de vida comunitaria y la autogestión, que también van en aumento en pos del cambio civilizatorio, y que para nada se van a prestar para base electoral, ya que paulatinamente van abandonando el terreno de la eterna pugna de los dirigentes y partidos de izquierda, centro, derecha y extremos, que acá abajo nos hacen pelear y allá arriba se hacen amiguitos o negocian entre ellos la “paz social” de la acumulación de ganancias y destrucción de la madre tierra.

El terreno es propicio para alianzas por abajo entre vecinos, trabajadores, estudiantes, mujeres, barrios, comunidades, comunas y regiones. Ya no las “alianzas” o “coordinaciones” entre grupos, partidos, corrientes y dirigentes sociales que priorizan o son “dirigidos” por su ideología u orgánica partidaria, antes que la voz de la asamblea, la reunión o la actividad conjunta de familias en un barrio. Sacar la voz de un barrio o sindicato, normalmente es el resultado de debates partidarios, imposiciones, hegemonías, etc. que convencen a la asamblea o ganan los argumentos, pero en ningún caso dejarán que sea la subjetividad o las propuestas provenientes de las personas inmersas en el mundo de la vida. Ese es un vicio que hay que superar y en el que las izquierdas y las instituciones son expertas, negando así siempre el protagonista del sujeto común y acrecentando la dependencia al mejor discurso o al mejor postor. En la medida que la gente comience a hablar en todas partes por si y desde si, sin tener que escoger entre una u otra opinión de quienes tienen o quieren tener la sartén por el mango, las cosas irán cambiando más a gusto de la gente y ya no más al gusto de la necesidad de quienes viven los apetidos de poder, por más “buenas” que sean sus intenciones, ya que el camino del infierno está lleno de ellas.

Hablar en todos los terrenos, no sólo libera las trabas hegemónicas o dirigistas de los líderes, vanguardias y demás, que se apoyan en nuestra pasividad para hacer de las suyas donde y como quieren, en la política, en la economía y en todos momentos y lugares, sometiendo al resto a la mera protesta o crítica permanente y al desánimo y pasividad que requieren los líderes. Multiplicar el habla en todas partes es una salida del encierro, es el diálogo, el diagnóstico, las propuestas y la acción conjunta para ponerlas en práctica, o sea, es la recuperación de la autonomía en torno a la reconstrucción de la vida en común.

Ello lleva a que todos los terrenos son proclives si desplegamos el habla, la propuesta y la acción, incluso el electoral. Veamos la cantidad de elecciones que vienen este año:

Bolivia: referéndum constitucional, en febrero. Se votará si se modifica la Constitución para permitir la re-reelección de Evo Morales
Costa Rica: municipales, en febrero
Perú: presidenciales y parlamentarias, en abril
República Dominicana: presidenciales y parlamentarias, en mayo
México: locales, en junio.
Brasil: municipales, en octubre
Chile: locales, en octubre
Nicaragua: presidenciales y legislativas, en noviembre

En Perú y República Dominicana, cualquiera sea el resultado presidencial, continuará acrecentándose la ofensiva contra la naturaleza y las comunidades, al igual que si en Bolivia se define o no la re-reelección, aunque si gana el “si”, el gobierno se sentirá en condiciones de aumentar la presión extractivista. En Nicaragua, debido al interés gubernamental de construir el canal chino y la enorme oposición popular que ha encendido, llevarán al gobierno a acrecentar las políticas asistencialistas y clientelares durante todo el año, aunque tampoco es probable que la oposición conservadora suspenda el canal, debido a la gigantesca inyección económica que jugará su lobby en todas direcciones. Las municipales de Costa Rica no presentarán grandes altibajos, pero las de México y Brasil tendrán fuertes repercusiones en todo el continente y particularmente en Chile, ya que ambos son claves en la economía y la política influyendo fuertemente en toda la región, pero en ambos países se están desarrollando intensas dinámicas sociales que en México han adquirido un protagonismo de localidades, tales como los municipios autónomos y las autodefensas comunitarias, ambos aspectos presentes ya en la casi totalidad de los estados mexicanos, a diferencia de Brasil donde los de abajo han realizado amplias movilizaciones que no dependen de arraigos locales ni de orientaciones ideológicas, como las movilización del Movimiento Pase Libre y las protestas contra el despilfarro de los estadios faraónicos junto a las favelas abandonadas de la mano de dios.

En Brasil ya están las condiciones para un mayor despliegue de las dinámicas locales, que se han multiplicado por centenares en todas las ciudades, campos y periferias, pero que aún no consiguen generar tendencia de expansión en sus propios barrios y menos en barrios vecinos, salvo las favelas de Rio donde la prćtica de la autonomía comunitaria se extiende como fuego en la pradera, lo que no podrá ser detenido por ningún partido en la alcaldía, por lo que la tabla de salvación sistémica es la gran figura del fútbol, el ídolo de multitudes, Romario, filiado al partido socialdemócrata PSB, del cual es diputado y ya ha manifestado públicamente su apetito por gobernar a los cariocas y para lo cual está buscando un partido que lo acoja, al pecer insatisfecho por las condiciones que pone el suyo actual, a lo que se suma a su favor el haber sido uno de los principales críticos del despilfarro en los estadios, lo que duplica su simpatía en las favelas, donde se enfrentarán la “figura” individual salvadora con las crecientes prácticas del común.

La única manera de que las nacientes formas de vida comunitaria puedan resistir el tsunami Romario y avanzar en su multiplicación, es que hagan abstracción de esa persona y se vuelquen desde ahora a levantar una candidatura a concejal de los vecinos, independiente sin partidos, elaborando los proyectos municipales desde los vecinos que podrán así contar con un terreno propio de reflexión y de compartir las prácticas autogestionarias con las prácticas institucionales, esto es, acogiendo a electores (de Romario u otros) y abstencionistas, ya que la abstención pura pondrá en contra a los romaristas con los que no votan, generando nuevas distancias. Si esa dinámica se aplicara hoy en las distntas ciudades que van a las elecciones municipales, los amplios sectores que se han movilizado en todo el país de forma autónoma junto a los MPL locales contra el tarifazo y contra el despilfarro, podrán contar con caminos propios de acción en el período electoral, lo que tal vez podría replicarse en municipios de México y los otros países que tienen elecciones municipales.

Pero ello no es fácil, pues las izquierdas y las derechas, así como todos los partidos en disputa de cargos, incentivarán el divisionismo social para acarrear agua a su molino, para que la gente no vaya al molino del otro, por lo que no les conviene la autonomía barrial y local de elaboración de propuestas legislativas que juegan en su propio terreno, pero esta vez desde procesos de construcción comunitaria. Y menos les gustará que los vecinos lleven sus propios candidatos a concejales independientes enarbolando las propuestas normativas elaboradas por el legislador popular y que estimulan el protagonismo sin tener que encerrarse en los guetos abstencionistas, donde se atrincheran diversas corrientes que buscan “atraer” gente y que obviamente se van a desperfilar sus afanes de vanguardismo frente al predominio del común. O sea, los abstencionistas son un faro luminoso, tal como Romario lo será entre los que votan, ya que entran en la disputa de “conciencias”.

En Chile la crisis de los partidos está haciendo “nacer” una enorme multiplicidad de nuevas vanguardias, alianzas de vanguardias, alianzas de alianzas y muchas variaciones de cada uno, en la izquierda, la derecha, el centro y extremos. Todos se están desgajando y descascarando. Ningún partido se ha salvado de los desprendimientos, ni uno solo, y ningún desprendimiento se ha salvado del afán de hacer “otro” partido, que esta vez es el bueno. Tampoco se han salvado de las alianzas “tácticas” y todos ellos buscan engañar con el pretexto de la “unidad”. Todos los autores izquierdistas en Chile, uno tras el otro, se lamentan de la falta de unidad, sin entender (o mejor, sin querer entender), que lo que menos quiere la gente es unidad con ellos ni con nadie. La gemte quiere que los dejen en paz, pero la lluvia de ofrecimientos, prebendas, cargos y promesas hoy día ya es un verdadero tsunami y los partidos y corrientes son como los Gremlins: les cae una gota de agua y sale otro.

Mientras ellos sacan cuentas, se reunen, analizan, calculan probabilidades, hacen suma matemática de militantes, electores, dineros, afiches, votos, cifras, programas de radio, etc (usted puede hacer una larga lista), en Valparaíso y otras comunas del país estamos preparando las condiciones para iniciar dentro de pocos días las reuniones barriales para elaborar los planes comunales y presentarlos con las firmas que exige la ley en la forma del legislador popular que rescata de facto la soberanía popular, ya no en dirección al voto, sino en dirección del protagonismo analítico y propositivo de los vecinos, una experiencia que se espera redunde en una elevaciṕon de la autoconciencia de donde estamos parados y como podría hacerse mejor, independientemente de que los concejales electos tijereteen posteriormente los proyectos populares según les vaya orientando su respectivo partido.

El cambio no está en si se vota o no se vota, sino en como se va estableciendo un nuevo modo de vivir y compartir el mundo de la vida inmediata, el barrio, de allí que nuestro candidato a concejal independiente no pide el voto ni lo espera, sino que llama a elaborar los programas locales que confluirán en los Planes de Desarrollo y Regulador de la comuna. Además se arremanga y ahí mismo, al calor del intercambio se toma una pala y se empieza a generar la huerta comunitaria. Así todos sabemos que estamos cambiando el mundo, empezando por casa y no por la teoría, la doctrina, la ideología y los criteros macro-económicos o macro-políticos.

Jaime Yovanovic Prieto
Valparaisando
profesor_j@yahoo.com